Mi omega
El embriagador aroma de mi omega al entrar en su celo, mientras mese su cadera contra la mía, frotando su necesitado pene contra el mío.
Gimiendo mi nombre, mientras ruega por mi marca.
Había soñado con hacerle esto desde la primera vez que lo vi, aunque fuese solo una vez y en menos de 24 horas, creo que no podría vivir sin Ethan nunca más.
-Karl...yo...ah...-
Tomé su miembro con suavidad, y mantuve sus manos quietas usando una barra de metal, que las mantendrían sobre su cabeza.
Verle tan vulnerable y tan dispuesto a aceptar mi amor.
Mi corazón latía fuertemente mientras sentía los latidos a través de tu miembro, todo ellos provocado por mi toque.
Con lentitud comencé a masturbarle, un movimiento suave y casi rozando su miembro de arriba abajo, mirando como las piernas de Ethan temblaban sin control, y su entrada comenzaba a humedecerse, ansiosa por mi toque.
Esta es la primera vez que veo algo tan maravilloso, jamás había podido estar con un omega, solo había podido leer algunas cosas en viejos libros.
Pero nada se comparaba a esto, sobre todo por el sentimiento de propiedad y amor que me embriagaba.
Todo en esto se sentía natural y sencillo.
Mi cuerpo estaba diseñado para darle placer a Ethan, y viceversa, con solo verlo me siento excitado y complacido.
Podría correrme de solo verle llegar a un orgasmo, sobre todo al saber que yo se lo provocaría, algo en esa sola idea me hacia sentir poderoso, mi alfa interno rugía por lograr mi cometido.
*
*
*
*
*
No podía ver nada, y mi propio corazón latiendo me impedía escuchar nada, mis manos atadas y posicionadas sobre mi cabeza me hacían sentir expuesto y excitado.
Y lo peor de todo era la mano de Karl sobre mi pene, se sentía enorme y caliente, como si pudiera derretirme si seguía masturbándome.
Mi entrada estaba latiendo desesperada por que algo se introdujera en ella, creo que ni Mia me hizo sentir esto, estoy desesperado porque este alfa me tome y me reclame.
Y fue peor cuando uno de sus dedos acaricio mi entrada, creo que sentí lagrimas escapar de mis ojos, mi cuello ardió de inmediato y no podía pensar en otra cosa que la boca de Karl sobre mi cuello, mordiéndome y marcándome como suyo.
-tranquilo Ethan, debes ser paciente...-
-Karl...-
-shh...voy a cuidar bien de ti...solo relájate-
Karl se alejó un segundo, podía escucharlo caminar a mi alrededor, rebuscando en cajones de metal, podía escuchar el chirrido de los cajones al abrirse, y de algunas herramientas al caer.
Gire mi cabeza en su dirección, y le escuche reírse, luego escuche el sonido del metal al caer, y un cierre al abrirse, y mi imaginación voló como loca al pensar en Karl quitarse toda su ropa.
Su gabardina, sus pantalones, sus botas, hasta sus gafas, me moría de curiosidad por ver el color de sus ojos.
*
*
*
*
*
*
Ethan es sumamente adorable, cada vez que dejo caer una prenda el gimotea y su pene brinca de emoción.
Es como un perrito esperando para poder jugar y obtener su premio, y yo como buen amo se lo daré de inmediato, porque también soy un animal, y deseo jugar y obtener mi propio premio.
Así que de un solo golpe quite la venda de metal, Ethan mantenía sus ojos cerrados, hasta que me coloque cara a cara sobre él, rozando mi cuerpo contra el suyo.
Solo entonces abrió los ojos, y sus palabras hicieron latir mi corazón.
-verdes...jeje...ah...no sé porque, pero lo sabía-
Yo solo me reí de vergüenza, nadie había visto mis ojos en años, no desde que Miranda puso sus ojos en mí, desde entonces me ocultaba detrás de esas oscuras gafas.
Y este chico me miraba con tanto amor y deseo, que solo pude sentir vergüenza.
-me gustan...-
No quería escucharlo, sabía que me sonrojaría de solo escucharle, solo pensé en besarle para que se callara.
Ethan movía sus labios contra los míos, y su cadera se restregaba contra la mía, mientras su miembro humedecía el mío.
Se sentía tan bien, el calor de mi omega contra el mío propio, era tan delicioso.
-ah...Karl...-
-que pasa...-
-déjame...ah...déjame tocarte...-
Yo sonreí enormemente, como puede sonar tan desesperado y tierno al mismo tiempo.
-ruégame-
- ¿Qué? -
-ruégame, quiero escucharte decir cuanto quieres tocarme...-
Ethan se sonrojo completamente, su rostro y sus hombros estaban pintados de un rojo aun mas brillante que el de la forja.
-Karl...por favor...-
- ¿me deseas Ethan? -sé que es absurdo, puedo ver el deseo que Ethan siente por mí, pero tengo una necesidad casi desesperada de escucharlo, de confirmar todo-
-si...te necesito Karl...eres mi alfa-
Escuchar eso empeoro mi sensación, mi miembro tembló fuertemente contra el de Ethan, y sin poder evitarlo comencé a profanar su cuerpo.
La calidez y humedad me volvió tan loco, sentía que mi cuerpo se derretiría en cualquier segundo. Su entrada se abrazaba contra mi pene con desesperación, me succionaba para que entrara más profundamente.
Y yo estaba encantado por entrar aún más en él.
*
*
*
*
Duro, caliente y enorme, solo en eso podía pensar a medida que el miembro de Karl entraba en mi cuerpo, rozando cada centímetro de mi interior.
Karl sonreía enormemente y sus manos me apresaban contra su gabardina, todo en lo que podía pensar es en ese alfa. Su aroma y su tacto, necesitaba más y más, todo lo que él quisiera darme.
Es como si él fuera agua después de haber estado caminando por días en el desierto, era lo mas delicioso que hubiera probado.
-Ethan, voy a marcarte...-
-Karl...-
-aun puedes detenerme...si es lo que quieres...-
-yo...-
-nunca te forzaría a nada...no soy como ella-
Una lagrima escapo de los ojos de mi alfa, y me di cuenta entonces de todo el dolor que había sufrido.
Forzado a ser un experimento, viviendo en soledad en este lugar, lleno de odio contra Madre Miranda.
-me lo prometiste...-fue lo único que se me ocurrió decir, a lo cual el detuvo sus embestidas y me miro fijamente- salvaremos juntos a Rose...y después tú te mudaras conmigo...-
El sonrió con calidez, no esa risa burlona que tenia antes, esta vez era sincera.
-eso suena maravilloso-
-necesitaremos una nueva casa...la BSSA abrió fuego contra la última...-
-Encontraremos nuestro propio lugar en el mundo...juntos-
-juntos...como la familia que estamos destinados a ser-
Karl me beso desesperado, y comenzó a moverse con fuerza contra mí, y yo solo pude aferrarme a su espalda y gemir ante su delicioso toque, deseando que este momento jamás terminara.
*
*
*
*
*
Las cámaras no mentían.
Ethan estaba siendo follado por ese maldito alfa.
No puedo escuchar nada de lo que dicen o saber si esta siendo forzado a esto.
Pero si sé que Karl Heisenberg va a pagar por haber tocado a mi omega.
Terminare de armar este vehículo, e iré por Ethan. Es hora de decirle la verdad.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro