La paciencia nunca fue una de sus virtudes, es más podría considerarse un hombre que tomaba lo que quería cuando lo quería.

Y no podrían culparlo, Donna había sido un estorbo durante años, patética y molesta, con esas espeluznantes muñecas.

Sobre todo, la estúpida Angie, Donna no hablaba nunca si no era a través de esa cosa, así que fue un deleite verla gemir de dolor mientras su omega dormía tranquilamente a unos pies de distancia.

Deseaba tanto tomarle ahí, proclamar que había ganado y que Ethan era suyo, pero la peste de Donna por todo el lugar le hacía recordar que debía esperar en su territorio.

Ese sería el lugar perfecto para su nido.

Además, aún tenía trabajo que hacer en la fábrica, así que el amor y todas esas tonterías tendrían que esperar un par de horas más.

-no me hagas esperar Ethan Winter, no sabes lo malo que puedo ser cuando me pongo impaciente-

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Estoy seguro que la mano que acaricio mi boca no fue un sueño, se sintió tan real y caliente.

Además, estoy seguro que no fue Donna quien me puso en esta cama, sobre todo al ver sus restos cristalizados en el suelo, junto a aquella muñeca tirada.

Tome ambos, seguramente podre venderlas al duque, solo me faltaba encontrar el frasco de Rose, cosa que fue sencilla, estaba en la entrada, junto a una extraña nota.

-debes tener más cuidado Ethan-

Algo en mi corazón comenzó a arder, una necesidad fuerte de encontrar al autor de la nota, quizás un posible aliado o quizás esta era más una amenaza.

En este lugar no podía estar seguro de nada.

Todo lo que tengo es un arma en mi bolsillo, y mi deseo de encontrar a mi hija.

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Madre es buena, ella ha cuidado de mi a pesar de mi repulsiva apariencia.

Ella me ha dado todo, comida, ropa y poder, soy tan feliz de poder servirle.

Y ahora es mi deber proteger este frasco.

NO DEJARE QUE NADIE SE LO LLEVE.

Menos esos bastardos que deambulan por mis territorios, creen que son listos, y que han hecho una base segura, pero pronto los devorare a todos, en especial a ese Chris Redfield, madre lo odia, dice que es una basura y que debe ser eliminado.

Ese repugnante alfa quiere tomar a nuestro Ethan, el omega destinado a la manada.

Por suerte Ethan ya se deshizo de Donna y Dimitrescu, dejando solo como opción a Karl y a él.

Se que tengo pocas probabilidades, pero Karl se ha negado a seguir las ordenes de madre, el es poco merecedor del omega que madre eligió.

Y siendo el, el único sobreviviente de los tres, es mas que obvio que ahora Ethan será mío.

Mi plan es simple, atraparlo en mi territorio, el agua pronto subirá, la salida quedara enterrada bajo el lodo y el agua, e Ethan no tendrán más opción que quedarse con el para siempre, y en unos meses podrán tener su propia camada, quizás dos o tres hijos, y con lo hermoso que es Ethan, sus hijos podrían ser superiores a él.

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El olor era repugnante, pescado podrido, muerte y agua apestosa, apenas y podía contener las náuseas, estoy más que seguro que mi ropa apestara por meses si permanezco un segundo más aquí.

Pero no tengo opción, ese jodido...lo que quiera que esa cosa fuera, le cerro el paso por la mina y le obligo a adentrarse a esta parte del pueblo.

Esto era definitivamente lo peor de su viaje, tener que saltar en viejas y podridas tablas sobre un agua sucia, y además siendo perseguido por un jodido pez gigante.

Esa cosa jugaba con el como si el fuera un cebo, buscando capturarlo entre sus asquerosos dientes.

Y si eso no era suficiente ahora se encontraba con el imbécil de Chris, quien creía que era una especie de damisela que necesitaba su protección.

Maldito hipócrita, era su culpa que el estuviera en este jodido lugar, era su maldita culpa que Mia estuviera muerta y aun peor que su pequeña Rose estuviera ahora en estos malditos frascos.

Y aun así el fingía preocuparse por él.

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Ethan es un omega con muy mala suerte.

Bueno no es que el pudiera alardear de una buena fortuna, no desde los S.T.A.R.S., pero el sabia al menos en lo que se metía al seguir involucrado en todo ello.

Había perdido tantos amigos, y tantas parejas.

Jill, León, Rebecca...Wesker...y por último Pies.

No tenia la mejor suerte en ello, por ello quiso alejarse de Ethan, pero manteniéndolo a salvo de todo.

El ya tenia una alfa, Mia, quien al parecer le amaba y el a ella.

Aun así, no podía controlar del todo sus sentimientos. Amaba a Ethan, al menos le parecía intrigante.

Pero hizo lo que mejor creyó, le compro una casa, le entreno y le entrego todo lo que necesitara para Rose.

Aquella pequeña niña se había vuelto tan importante para él, casi como su propia hija.

Por eso estaba tan desesperado por salvarle.

Se suponía que sus hombres llevarían a Ethan a casa de Claire, ella protegería a Ethan, mientras él se encargaba de madre Miranda.

Pero todo se fue a la mierda rápidamente, no solo Miranda logro entrar al nido de Ethan, secuestro y mato a Mia bajo sus propias narices, secuestro a Rose, y aun no lograba saber que paso con la pequeña, y quizás lo peor para él, era saber que Ethan estaba en el pueblo.

Enfrentándose a Miranda y a sus bastardos, quienes al parecer trataban de eliminar a Ethan, para que este no llegara a Rose.

-Debes irte ahora mismo Ethan-

-no me iré sin Rose Chris-

-yo la recuperare por ti, sabes que lo hare-

-no confió en ti, no después de lo que hiciste con Mia-

-hablaremos después de eso-

-no quiero volver a saber de ti maldito bastardo-

-SEÑOR VIENE HACIA AQUÍ-grito uno de mis hombres, y apenas tuve tiempo de empujar el cuerpo de Ethan para evitar que Moreau le dañara.

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MALDITO...MALDITO...BASTARDO...VOY A MATARTE.

Solo podía pensar en ello al ver como Chris tocaba el brazo de mi Ethan, Ethan es mío y de madre Miranda, ella lo trajo aquí para nosotros.

Y ese sucio Chris se acercó y toco a Ethan.

No necesitaba ser un genio para saber que ese bastardo estaba enamorado de Ethan.

Y eso jamás lo permitiría, mataría a ese alfa, lo eliminaría y presentaría su cadáver como el regalo de compromiso, para que Ethan aceptara su enlace.

Si hará eso.

Aunque primero debía controlar a su omega, si seguía moviéndose, seria capaz de salir de su territorio, y fuera del agua sería muy difícil controlarlo.

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Tan patético como siempre, Moreau era tan un alfa débil y patético.

Ni siquiera podía eliminar a Redfield, este se le escapo con una facilidad, que casi era cómico.

El miraba desde lejos, pues era obvio que Moreau con su patética mente, se haría ideas con Ethan, y seria más divertido entonces ver como Ethan le mataba.

Saber que hasta su ultimo aliento seria rechazado, y eliminado por el omega, que, según sus patéticas ideas, Miranda había elegido para ellos.

Eso le haría reír por mucho, mucho tiempo.