Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 21: Mi deseo de fin de año.

MI DESEO DE FIN DE AÑO

—¡DIEZ SEGUNDOS PARA LAS DOCE! ¡EMPIEZA EL CONTEO REGRESIVO! —Grité en medio de toda mi familia, mis abuelos, mis padres, mi hermano, mis tíos y mis primos.

Diez.

Nueve.

Ocho.

Siete.

Seis.

Cinco.

Cuatro.

Tres.

Dos.

Uno.

—¡FELIZ AÑO NUEVO! —gritó mi tío y todos le seguimos el coro. Inmediatamente todo el mundo salió para las calles o incluso en los portales a ver el cielo nocturno en espera de los fuegos artificiales que no dudaron en empezar a iluminarlo.

Un fuego artificial color amarillo resplandeció en todo el cielo, provocando los gritos y los abrazos de todo el mundo. En la calle se veia a la gente gritando, el olor a quemado ya inundaba el lugar y las personas que empezaban a pasear por las calles y a saludarnos desde afuera.

—¡Feliz año nuevo, familia! —nos deseó un vecino.

—¡Gracias, igualmente!

—¡FELIZ NUEVO AÑO! —se sumó otro.

—¡Igual para ti y la familia! —respondió mi papá agitando su mano.

Más personas pasaban por las afueras de mi casa, más personas con sus buenos deseos y nosotros devolviéndolos por igual. Fui para atrás y abracé a una de mis abuelas por la espalda, luego a la otra y me quedé ahí entre ellas.

Un año más. Otra oportunidad de comenzar desde cero.

Mi mamá abrió una botella y les sirvió a todos en el portal. A todos menos, a mí y a mi hermano.

—"Los niños no toman." —se excusó. Vaya, al cabo que ni quería.

—Dame refresco al menos, ¿no?

Y ahí estoy yo reclamando mi lugar. Más fuegos artificiales iluminaron el cielo y yo saltaba con cada ruido que hacían. Tomé mi teléfono y vi un mensaje de Anelía y otro de Rosalía.

Anelía: LOCAAAA FELIZ AÑO NUEVO.

Rosalía: Muchas felicidades en este nuevo año y espero que lo pases muy bien con tu familia.

Al instante no dudé en contestarles.

—¡Lale, ven para la foto! —me llamó mi mamá con la cámara encendida.

—¡Voy!

No sé cuántas fotos me hice ni cuántas subimos a Facebook, pero se sentía bien. Bastante bien.

Mi hermano y mi primo se durmieron al instante. Creo que hicieron el mayor esfuerzo del mundo para mantenerse despiertos. Al final cayeron derrotados.

Recibí el abrazo de mi papá por detrás a quien no dudé en abrazar una vez más. Se me unió mi mamá por detrás, apretando este tierno abrazo familiar.

Ya pasadas mis muestras de cariño procedí a abrir mi teléfono. Varias notificaciones de Facebook y comentarios que ahora no me interesaban responder, solo porque se me metió una idea en la cabeza.

¿Y si le mando un mensaje a Mateo?

De solo pensarlo el corazón me latía con rapidez y las manos me comenzaron a sudar. Incluso pude sentir calor en mis cachetes por lo que opté por alejarme de mi familia lo más posible.

A ver. Voy a buscar su contacto.

Mateo.

Mateo.

Mateo.

Me desesperé y el solo ver su nombre me causó escalofríos. Solo nos hemos escrito una vez por Messenger, y ya. ¿El tendrá mi número?

¿Y si pregunta cómo lo conseguí qué le digo? Ash...

¡Anda, Lale! ¡Espabila!

Con los dedos temblorosos comencé a redactar el mensaje:

Feliz fin de año y próspero año nuevo para ti y tu familia. Es Lale.

Enviar.

¿Es Lale? ¿Esa es una forma de despedirse?

—¿Qué haces?

—Nada.

Me volteé con rapidez ocultando el teléfono tras mi espalda, para encontrarme con mi tía con la ceja enarcada.

—¿Nada? Estabas con el teléfono que te vi.

¡Mierda! ¿Tenías que aparecerte ahora y preguntarme eso?

—Viendo Facebook —pude mentir con facilidad.

—¿Y por qué lo escondes? —inquirió.

—No lo escondí. Es solo que... Por el susto mi reacción fue poner el brazo tras la espalda y...

—¿Tú te piensas que yo soy boba?

Oh no. El corazón comenzó a latirme con rapidez.

—Estabas hablando con el novio.

—¿Novio? —me reí—. Sí, sí, cómo no.

De hecho, por dentro estaba hecha un manojo de nervios.

—¿Y entonces quien es ese tal Matías?

Ahora sí mi corazón se había helado. Estuvo cerca, la piedra me rosó aunque no me dio.

—¿Matías? —me hice la desentendida.

—El chiquito con el que hablabas —me miró con una ceja enarcada—. ¿Quién es? ¿Un "amiguito"?

—¡¿Qué?! —Di dos pasos hacia atrás—. ¡NOOO! ¡¿Qué dices?! O sea... Si pero... Es como tal uno de mi aula.

Cuando me callé fue que me di cuenta que en ese solo fragmento le había demostrado a mi tía que ahí había algo más que no era una amistad.

¡Estúpida Lale! Ahora se va a burlar de ti.

—¿Y ese nervio tuyo? Ya, ya, tranquilízate que eso es algo totalmente NORMAL —enfatizó normal—. Cuando yo tenía tu edad yo tenía una pila de novios y...

—¡Que no es mi novio!

Aunque te gustaría que lo fuera, Lale, no lo niegues.

Tú cállate.

—Bueno, está bien. Si tú lo dices. —Alzó sus hombros como para salir de mí y empezó a caminar lejos de mí.

Por la santa Cachucha. Por la santa Cachucha. Amén.

Me late el corazón muy fuerte y sé que si Anelía estuviera aquí se estuviese riendo de mí con su risa de ganso tan característica. Odio la vida.

Me detuve en el umbral de la puerta como quien dice, estoy cansada y me voy a detener un tantito, para ver a mi tía mirándome mientras se tomaba una taza de café. Desvié la mirada hacia mi mamá, quien se servía una propia.

Estaba segura de que ahora le iría con el chisme a mamá, como siempre y yo no estaba para pasar otra vergüenza. Salí como una cobarde de ahí, lo más rápido posible.

Me dirigí a la parte más alejada de mi familia —otra vez—, esta vez con el teléfono en el bolsillo y el cielo resplandeciente solo para mí. Ciertamente me daba un sentimiento de añoranza, un año que se va... Todo lo sucedido ha pasado tan rápido, en cuestiones de segundos y han sido tantas cosas juntas.

El corazón me latía con fuerza una vez más, se aproximaban cosas nuevas, más nuevas aun que antes seguida de una etapa de cambios. Una etapa donde todas mis amigas celebrarían sus 15 años como la más bonita edad de la adolescencia. Tanto se acercaba y daba tanto miedo...

Ahora comprendo que uno de mis miedos es afrontar a un cambio.

Mirando tras de mí y viendo a mi familia feliz y riendo sentía una paz interior que a veces niñas de mi edad no tenían. Pero aún me quedaban cosas por hacer, me quedaba cumplir con la promesa que me hice el primer día de clases sin saber lo que me esperaba.

"Voy a estar con Mateo pase lo que pase." Fueron mis palabras, o algo por el estilo y yo cumplo las promesas, yo cumplo lo que me propongo y haré todo el esfuerzo por conseguirlo.

Mirando una estrella, cerré los ojos y pensé, deseé con el corazón y los dedos entrelazados y apoyando mi barbilla sobre los nudillos.

—Deseo que en este año nuevo mi familia siga igual de bien que hasta ahora, cosas buenas para todas las personas que quiero y sobre todo... Que este año nuevo pueda cumplir mis objetivos, y encontrar el amor —suspiré—, y que él me encuentre a mí. Si Dios quiere, que sea la persona que estoy pensando.

Respiré profundo. Nunca he sido de creer en algo pero me tomé la libertad de crear mi propia fantasía con la primera estrella de año nuevo. Un sentimiento aún más fuerte me llenó, juntándose con un nerviosismo interior que no me dejaba en paz, y no mejoró cuando un sonido proveniente de mi teléfono hizo que lo revisara con manos temblorosas y que el corazón se me subiera a la boca.

"Tienes un nuevo mensaje".

Toqué la bandeja de entrada y entonces lo vi.

Feliz año nuevo para ti también, Lale. Muchas gracias por acordarte de mí. Te quiero, besos.

Mateo.


Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro