
29
Ese martes, Miles decidió salir temprano de su casa a Sunny Ice, su hermana lo llevó y lo esperó en el auto mientras que él hablaba con la chica que estaba dentro. Cuando entró a la heladería la buscó, se encontraba sentada cerca de los cuadros decorativos que Sunny tenía en el lugar, se acercó a ella un tanto nervioso.
—Hola—le dijo con una media sonrisa en su rostro, Maia lo saludó alegre y lo invitó a sentarse.
—Me alegra volver a verte, Miles—comentó cuando él se sentó.
—Igual a mí.
«Vamos Miles, invítala a salir»—pensó.
Maia comenzó a contarle sobre lo que había pasado hoy en su clase con dos chicos de último año. Él no le prestaba atención debido a que en su mente sólo estaba una pregunta ¿Cómo invitarla a salir? No era tan difícil, ya había invitado a una chica a salir antes, sólo que no quería que terminara como terminó con Lianne.
¿Y si mejor no la invitaba y se iba? No, eso era de cobardes. Él había decidido hacerlo, ya no podía retroceder. Tomó valor y lo hizo.
—Maia, ¿Quieres salir mañana a la feria? Oí que hay una súper montaña rusa que apodaron la Rompe Huesos, y creí que sería interesante ir—dijo tímido, Maia lo miró sonriendo.
— ¡Obvio que quiero, Miles! —respondió alegre—. Mañana es perfecto ya que el jueves es feriado y podemos quedarnos hasta tarde.
— ¿Paso por ti a las seis? —Maia asintió—Entonces no vemos mañana—le sonrió y se acercó para darle un beso en la mejilla despidiéndose de ella.
Salió de Sunny Ice y caminó hacia el auto para montarse de copiloto. Sierra lo miró esperando que dijera algo, pero al ver el silencio peregne del chio, decidió preguntar.
— ¿Y bien? —le dijo sonriendo.
— ¿Y bien qué? —se hizo el desentendido. Su hermana rodó los ojos.
— ¿La invitaste a salir?
—Iremos a la feria mañana—respondió. Sierra lo felicitó y estuvo todo el camino a su casa explicándole lo que debía y lo que no hacer en su cita.
Se sentía bien, se sentía con confianza en que mañana sería un día increíble.
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