"¿Qué celebramos?" Harry estaba detrás del mostrador mientras picaba la comida que trajo Louis, ambos estaban conversando mientras Liam y su padre hablaban con algunos amigos y clientes.

"Mh... Tienes una linda espalda". Dijo el omega mientras tomaba otro trago de cerveza y el alfa lo miraba con una ceja levantada. "Llegaste y empezaron a venir muchos clientes, incluso hay personas que rentaron habitaciones en el hotel, por eso las luces y tanta gente aquí".

"Soy una monedita de oro". Le guiño mientras le robaba un trago a su cerveza.

"Encerio eres una monedita". Hizo unas comillas con sus dedos que hicieron al alfa bufar con un enojo fingido mientras Harry reía.

"Mi altura es ideal, tú eres más grande que el promedio, eso es". Harry tal vez se pasó un poquito con el alcohol, cosa que no sucedía a menudo, pero Louis había resultado un gran conversador y logró que Liam y el tomarán unos tragos.

"Realmente grande". Louis se atragantó con su cerveza mientras Harry reía con ganas ante la cara roja del alfa.

"¡Demasiada información!". Liam llegó y negó con una sonrisa al ver a Louis rojo y con rastros de cerveza en la boca.

"Señor Tomlinson". Louis tomó una postura sería, fingió tener una copa de vino mientras bebía su cerveza y tosió un poco mientras hacía una voz más gruesa de la que realmente tenía.

"Señor Payne, ¿En qué puedo ayudarlo?" Harry se tapó la cara mientras reía al verlos.

"Quisiera pedirle señor que deje de acosar a mi recepcionista y nos acompañe a nuestra oficina para hablar de temas serios".

"Es una lastima, estaba disfrutando la conversación". Se giró hacia Harry y se agachó pidiendo su mano, el omega divertido se la dió y sintió como dejaba un leve beso en su piel. "Hasta pronto mi bello omega, mi destinó me espera".

"Hasta pronto caballeros, yo seguiré tratando de comer".

"Descansa". Dejando su papel de un lado le regaló una última sonrisa y desapareció junto a Liam.

"Omegas, llega un idiota que les habla bonito y caen". Harry dejó de sonreír cuando escuchó a su jefe y lo siguió con la mirada hasta que desapareció por el mismo lugar que los dos alfas.

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"Me agrada tu recepcionista". Liam abrió la puerta del despacho para él, no era un lugar tan grande como la oficina de su padre, pero estaba bien para hacer el negocio.

"Si, Harry es una buena persona, solo que la vida lo trató mal y terminó aquí". Louis no comentó nada más, se sentaron frente al escritorio del señor Payne y se presentaron de manera más formal. "Papá, ¿Recuerdas a Louis? Es el hijo de tu amigo, ahora él está a cargo del transporte del material".

"Un gusto hijo, han pasado años, solo los recordaba siendo unos niños mientras peleaban bastante". Los más jóvenes sonrieron ante los recuerdos de su niñez. "Pero la última vez que hablé con tu padre estaba muy bien, espero que se recupere pronto".

"Igual yo, quería venir a verlo, pero el docto recomendó evitar los viajes largos y me designó a mi este trabajo".

"¿Ahora tú harás todos los tratos?".

"Con respecto al transporte, si".

"Perfecto, te voy a entregar los papeles y seguimos hablando".

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"¡Harry! Espera". El omega giró al reconocer la voz del alfa, terminó de cerrar la puerta principal y agudizó su odio para saber si su jefe también estaba por ahí. "Creí que no me iba a poder despedir de tí".

"Que tristeza". Lo miró con los ojos cerrandose de cansancio.

"Bueno, yo creí que ya me habías disculpado". Louis parecía incómodo, pero Harry estaba pensando en que tan grosero sería irse a dormir. "Además nosotros estabamos hablando y"

"Señor Tomlinson, hoy no dormí absolutamente nada, así que si me disculpa, me iré a mi cuarto". El alfa asintió y Harry no miró atrás cuando huyo a su habitación y lo último que recordaba era que apenas se quitó sus zapatos.

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"No puede hacerme ésto, son mis hijos". Había pasado varios días sin dormir, su madre le había dado un sillón para acomodarse los primeros días y luego con ayuda de su hermana habilitaron una pequeña habitación, pero su omega se negaba a descansar sin la presencia de sus hijos. "Debe haber una manera, soy su mamá biológica, tengo derecho".

"Lo lamento señor Styles". Escuchar su apellido de soltero le causaba asfixia, estaba tan acostumbrado a su vida que ahora se sentía mareado. "Pero el juez falló a favor del señor Grant, además seamos razonables". Harry tragó saliva, ya lo había escuchado y sabía que se repetiría el mismo discurso que se había negado a aceptar. "No tiene la capacidad de cuidar a ninguno de sus hijos, además no sería justo elegir entre ellos y alejarlo de su familia".

"Yo soy su familia". Golpeó la mesa de metal, pero el beta no se movió, parecía de piedra. "Él... El me engañó y ahora trata de alejarme de mis hijos, debe ayudarme".

"No existen pruebas de un engañó señor, sin embargo, la custodia la sigue peleando su ex esposo". Harry estaba temblando, sentía que su cabeza iba a explotar, había intentado de todo, con lo poco que consiguió gracias a algunos familiares pudo pagar un mejor abogado que el que se le designó, y aún así no le ayudaba. "Y es por mucho más beneficioso". Harry trató de controlar su respiración al verlo, el abogado parecía tan pacífico, tan calmado y Harry sintió que algo no estaba bien.

"Es usted un-"

"El caso se acabó, le recomiendo que deje de intentar pelear, los niños necesitan un ambiente tranquilo, no quisiera que le pusieran una orden de alejamiento". Harry sintió su corazón detenerse, el beta se levantó de su silla y arreglar su elegante traje. "Piense en los niños Harry, ellos no se merecen una vida de carencias, con su padre tienen todo lo que necesitan".

Harry a duras penas asintió con lágrimas en los ojos, esas últimas palabras se repetían como la canción más dolorosa en su cabeza. Salió despacio de la pequeña oficina, se sentía tan destruido y al mismo tiempo creía tener la fuerza para rompero todo lo que estaba a su pasó por la frustración.

Se sintió aún más miserable cuando todos al rededor parecían saber que sucedía, recibió palabras dulces y amables, incluso le ofrecieron un vaso con agua y ayuda para abrir las puertas hasta que salió del edificio, agradeció eso de forma silenciosa, porque el ya no tenía fuerzas para nada.

Caminó con el corazón roto hasta la casa de su madre, una pequeña casa que ella amaba y era perfecta para una sola persona, claro que ahora, debía funcionar para dos, aunque Harry se sentía como la mayor de las cargas.

Entro despacio y fue recibido por los fuertes brazos de su hermana y una presión en el estómago por la pequeña panza de embarazo, ella le limpió las lágrimas mientras le susurraba palabras alentadoras, cuando lo soltó, fue atrapado por los brazos de su madre, dónde lloró aún más, se odió por ser tan sensible, pero la pena se convertía en ríos fluyendo por sus ojos.

"Todo va estar bien cachorro, todo va a estar bien".

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Su horrible alarma sonó y de mala gana la apagó, odiaba ese sonido, pero a veces el sueño era tan fuerte que era la único que podía levantarlo.

Sentía sus ojos arder, era extraño, pero tenía la habilidad de llorar en sus sueños y hacerlo en la vida real al mismo tiempo, le dolían los párpados y muy delicadamente trató de limpiar su cara, revisó la hora y suspiro al saber que al fin tenía su día libre, en realidad eran dos, fue un trato que le ayudaba a pasar con su madre dos fines de semana al mes, trabajaba sin descanso dos semanas, pero dormir abrazando a la persona que más amaba en el mundo lo valía.

Se arregló lo mejor que pudo, ya había recibido un regaño de su madre por no estar presentable, tomó sus cosas y encontró a su jefe bajando las escaleras, se despidió amablemente y el viejo le deseó un buen viaje.

Dejó su pequeña maleta en la recepción mientras esperaba a Liam, su suplente, lo vió en la gasolinera atendiendo a unos pocos carros y decidió esperarlo para poder despedirse, caminó hacia su área de descanso y sonrió por el café y postre que tenía su nombre en una pequeña nota, tomo el empaque y lo llevó hasta la mesa de la recepción para esperar a Liam.

Estaba sonriendo hacia su teléfono cuando la voz de Louis se hizo escuchar gritando su nombre, Harry bufo y guardó su teléfono, el alfa había estado durmiendo en el hotel algunas noches, y aunque al principio le pareció agradable, ahora era muy pesado, siempre trataba de sacarle alguna plática, y aunque Harry trataba de alejarlo amablemente, Louis buscaba alguna forma de acercarse.

"Mi delicada flor del desierto, ¿Vas a irte de viaje?". Harry giró sus ojos y busco a Liam, pero lo perdió de vista.

"No, me voy para siempre". Reviso sus uñas para ser aún más indiferente con Louis.

"¿Por qué?"

"Por tí, no te quiero ver cerca". Le sonrió y el alfa simuló un ataque en su corazón.

"Oh, eso fue un golpe bajo, si ésto es por lo del otros día, te juro que no sabía que era tu mamá". Harry lo miró serio, pero el alfa no parecía arrepentido, en realidad le parecía muy gracioso.

"Que importa con quién hable, ¿Cómo se te ocurre ponerte a gritar?".

"Pero la hice reír".

Harry negó con enojó y al fin vió a Liam entrar.

"Listo, vamos Haz"

"¿A dónde van?". Harry suspiro, pero Liam parecía contento, el alfa siempre tenía una sonrisa en su rostro y estaba dispuesto a ayudar a todos.

"Iré a dejar a Harry en la estación, le espera un viaje largo".

"Esperen... Yo debo ir a la ciudad, tengo que comprar las medicinas de mi papá, podría llevarte Harry". El omega abrió mucho los ojos, pero Liam ya estaba aceptando.

"¡Eso sería genial Louis! Están llegamos muchos carros y cerraría la gasolinera muchas horas, además Harry también va a la ciudad". Él volteo con una sonrisa y Harry no tuvo corazón para negarle algo al alfa. "¿Te parece bien?".

"Claro Liam, no hay problema".

"Bien, muchas gracias Louis, lo cuidas mucho hasta que llegue a su destino". El alfa abrazo con entusiasmo a ambos, pero Louis lo miraba con una gran sonrisa ganadora y Harry con odio.