Toya Siempre se la pasaba entrenando pero el viejo nunca lo dejaba que entrenará, eso lo molestaba. Con el tiempo empezó a jugar con nuestros hermanos fuyumi y natsu, pero siempre observaba a lo lejos con recelo cuando el viejo nos llevaba a mi y a shoto a entrenar.

Deporsi yo había tomado un poco de distancia con el pero ahora la distancia que nos separa a era grande, muy grande.

Nunca entrenaba con shoto, siempre el viejo nos separaba. Cuando llegaba la hora de los entrenamientos yo siempre salía corriendo.

Era vegonzozo que la segunda hermana mayor corriera y el menor siempre se quedaba a enfrentar las cosas y eso melodijo un día toya.

El viejo no paraba de gritar mi nombre, yo solo me encontraba en el armario de natsuo escindida, tapando mi boca para que no saliera ningún ruido.

El viejo pisaba fuerte, se escuchaban sus pasos hacercandose al cuarto de natsuo. Cuando estaba ya en el cuarto lo reviso por todos lados gritando mi nombre.

- (T/N)!!! SAL AHORA MISMO -.

Yo temblaba, trataba de no recordar malos tiempos y evitar cualquier ruido para que se hacer cara al armario.

No tardó mucho en salir de la habitación gritando aún mi nombre, yo solo suspiré y abrí el armario.

Me sobre exalte al ver unos ojos azules, traté de serrar pero una mano pequeña me prohibió  el paso a serrar. Eso me sorprendió.

Los ojos eran azules, llenos de rencor y hancias de poder al igual que el viejo.

Había pensado que era el, la mano habrías el armario. Yo ya no puse mas resistencia.

Era... Touya quién se mostraba con él pelo totalmente blanco. Para mi eso me lleno de sorpresa, tan rápido los días pasaron para que su cabello se volviera blanco!?.

-no pensé que la hermana mayor corriera de un entrenamiento - el solo me miraba a los ojos con las manos metidas a su panz de entrenamiento.

-y pensar que un niño de menor edad que la tuya lo está enfrentado de cara a cara, que descaro y decepcionante eres (t/n) -.

(t/n)!?...desde cuando me llama así, normalmente el siempre me llamaba titan, hermana o (T/p).

[t/p= tu apodo]

El solo medio la espalda y me dijo - cobarde -.

Me quedé sorprendida, acaso toya o debería decir ahora Touya me odiaba?.

El miedo, pánico y sobresalto ante las emociones de ese momento nublaron mis recuerdos y pensamientos de lo que pasaría unas horas más adelante sin poder yo de hacer nada...