Extraño ser un mimo...

Un año antes de la pandemia me uní al ministerio de pantomima en mi iglesia

Y FUE MI EFECTO MARIPOSA

Ahí aprendí a regular mis emociones, a conocerme mas a fondo para poder reconocerme fuera de mi personaje..., aprendí a balancear mis temperamentos y controlar mi expresión.

Fue sin duda un antes y un después, en mi forma de ver las cosas :)

Aprendes mucho cuando tienes la responsabilidad de ir cada dia a un ensayo que te llevará un paso más cerca de una presentación con la que le predicarás al mundo sobre la obra que Dios ha hecho en ti. Y lo mas bonito es no lo harás a través de tu imagen,  sino atraves de la de tu tan bien construido personaje, ese que te tomó horas de práctica perfeccionar para que trasmita el mensaje adecuado.

Sin duda es una etapa que recomiendo no saltar.

Y, aunque ya ha pasado un año desde que dejé el ministerio por temas de la universidad,  me acabo de fijar en lo mucho que... extraño ser un mimo.