Capitulo Unico
Disclaimer: Esta historia es de mi completa y absoluta autoría, sin embargo los personajes y el entorno creado pertenecen exclusivamente a Rumiko Takahashi, yo solo los tomo prestados un rato XD.
N/A: Realmente no debería estar publicando esto y debería seguir con mi otra historia, pero la necesidad de hacer algo diferente y BIEN HECHO surgió de la nada y me dije, mi misma, hazlo :v, así que aquí esta, espero lo disfruten y... voten y agréguenlo a sus listas!! (: V)/...na mentira, pero si denle una oportunidad por favor :v. Sin más que agregar A LEER que a eso vienen :v.
_*_*_*_*_*_*_*_*_*_*_*_Gracias*_*_*_*_*_*_*_*_*_*_*_*_*_*_*_*
Tambaleándose en dirección al pozo, una vez más cayó al suelo, sus sentidos aún se encontraban inútiles a causa de aquel resfriado, resultado de esperar su regreso bajo la lluvia durante 2 días enteros sin haber consumido algún alimento o bebido algún líquido, claro, tenía que esconderse de vez en cuando pues sus amigos frecuentaban la zona buscándolo con distintos métodos, tal vez habría sido más fácil si Kirara no se hubiera marchado durante un tiempo junto a Kohaku para exterminar a algunos Yōkai.
Con algo de esfuerzo se elevó y gateo la poca distancia que lo separaba de la estructura de aquella poza, y tomando impulso de una de las paredes, comenzó a levantarse con ayuda de la madera y metió una de sus piernas para luego repetir la acción con la otra, apoyándose con las manos.
Se lanzó.
Se lanzó y cayó al suelo, pero no logro pasar.
¿Cuantas veces lo había intentado ya? quince, veinte...tal vez cincuenta. Realmente no parecía que fuese a funcionar, tal vez a esas alturas estarían buscándole y ya sabrían cuál era su paradero, pero no le importaba, el volvería a escapar, volvería a saltar, volvería a lamentarse y sentiría aquel vació en el interior para finalmente comenzar de nuevo.
Probablemente le darían una muy buena reprimenda y como siempre ignoraría sus palabras mirando el suelo, recordando sus expresiones y sonrisas.
Lentamente se sentó en el fondo de aquel mediano hueco y tomo su típica pose india esperando la llegada de sus amigos, su cuerpo se encontraba realmente fatigado y el sobre esfuerzo que había hecho para encaminarse a ese lugar estaba empezando a tener efecto en sus músculos y sus sentidos seguían tullidos. Solamente se recargo en la pared interna del pozo e intento descansar, de verdad se sentía débil, pero no quería alejarse de esa zona.
¿Qué pasaría si el pozo se abriera repentinamente durante poco tiempo? ¿Qué sucedería si él no se encontraba en ese momento? ¿Acaso no tendría otra oportunidad de reunirse de nuevo con kagome?
Miroku solía decir que no debía preocuparse por eso, que ellos estaban destinados a reunirse, que era solo cuestión de tiempo, le gustaría creerle pero...Nada aseguraba que sus palabras fueran ciertas.
Estornudo. El resfriado se hacía presente como hacia algunas horas atrás. Por un momento llego a pensar que estaba curado, aunque era más que obvio que no era así, su malestar lo indicaba...
-¿Cuando...volverás a mi lado?...- Él era consciente de que fue el quien la dejo en su época imposibilitándola de regresar, pero aun así, tenia deseos de verla. Sabía que la amaba, la amaba egoísta mente porque a pesar de querer que ella fuera feliz con su familia y amigos, su corazón y mente gritaban que la querían a su lado sin importarle lo demás.
Su vista comenzó a empañarse. Sus fuerzas lo abandonaron poco a poco.
Era claro que no podía morir por un simple resfriado al ser un Hanyō, su sangre demoníaca no lo permitiría, pero sus amigos no pensaban así.
Y sin más callo se mi-consiente hacia un costado, solo pudo escuchar muy levemente algunos pasos y voces gritando cosas que no lograba entender, trato de mirar asía arriba pero la poca luz del cielo nublado a sus ojos les molestaba, tan solo quería descansar. "Descansar un poco estaría bien pero... No quiero alejarme de aquí", y con ese último pensamiento se dejó caer en la inconsciencia.
-Está dentro, ¿Cierto?- pregunto Sango a el monje que estaba a su lado.
-No logro ver nada, Shippo usa tu fuego mágico-el pequeño zorro obedeció al instante la orden del monje y lo hizo, con un poco de esfuerzo lograron ver que en el fondo estaba InuYasha, en muy mal estado -InuYasha!, ¿te encuentras bien?- grito Sango al verlo.
-Parece que se encuentra inconsciente- al escuchar eso la exterminadora y el joven Yōkai se exaltaron. ¿Tanto tiempo estuvo sin resguardare de la lluvia?
Tenían que sacarlo del pozo cuanto antes, si no lo hacían rápido terminaría ahogándose con el agua que se acumulaba poco a poco en el fondo.
Al inicio no tenían idea de cómo sacarlo, así que Miroku con ayuda de Shippo y Sango bajo tratando de no pisar al Hanyō, cuando finalmente estuvo en el suelo lo levanto con algo de dificultad y lo sujeto del pecho, el procedimiento para subir fue más complicado de lo que pensaron, así que Shippo recurrió a una de las transformaciones que había aprendido hace poco, logrando elevar y sacar a ambos hombres (cabe decir que no eran para nada ligeros, al pobre casi se le salían los ojos)
Cuando su objetivo se logró, lo llevaron a la aldea de la anciana Kaede.
El futón ya estaba preparado, solo lo recostaron en él, lo cubrieron con algunas mantas, pusieron un paño húmedo en su frente y Sango comenzó a preparar el remedio a base de hiervas.
Mientras tanto Shippo lo miraba atentamente "Ese perro idiota, hasta cuando entenderá que nos tiene a nosotros todavía" ciertamente el chico hacia que el niño se preocupara mucho, en su familia podría clarificarlo como un hermano mayor o hasta un padre, pero como siempre era tan terco y se guardaba sus sentimientos para sí mismo alegando que eran estupideces que no deberían ser tomadas en cuenta.
Sango acabo de preparar el remedio y con ayuda de Miroku lo vertió en la boca del híbrido. Ahora solo faltaba esperar a la mañana siguiente.
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Empezó a abrir los ojos, ¿Porque sentía dolor de cabeza?... A ya, lo había recordado.
Lentamente se incorporó y sentó en el futón pasando el dorso de su mano por sus ojos tratando de mejorar su vista y un paño callo a su regazo, lo tomo en sus manos y lo dejo a un lado.
Cuando estuvo de pie noto que el cuerpo ya no le dolía como el día anterior. Con la vista recorrió el lugar y aspiro el aire, en él se encontraban los aromas de sus amigos y el de la posible medicina que le habían dado. Salió de la cabaña y miro que aún era temprano.
Cuando se aseguró de ver que todo estaba en orden se encamino al pozo con calma. Al llegar observo atónito como Miroku lanzaba unas piedras... algo grandes...
-¡¿Que se supone que haces Miroku?!- alego InuYasha llegando a su lado muy rápido y dándole un buen golpe en la cabeza. El monje solo se sobo y lo miro con calma. - Solo me aseguro de que la próxima vez que te lances al pozo pienses dos veces antes de hacerlo- dijo regresando el golpe con su báculo algo molesto pero sin dejar su calma inicial.
InuYasha lo miro con rabia, dispuesto a darle una paliza, pero se detuvo en seco al ver que el monje regreso su mirada al pozo y hablo - Sabemos que realmente la extrañas, nosotros también lo hacemos, Sango y yo comprendemos que ella es muy importante para ti, lo es también para nosotros al igual que tu- hizo una pausa para después continuar - Realmente estamos preocupados por ti, el pequeño Shippo suele llorar al ver como esto te afecta- Su discurso fue interrumpido por InuYasha
-¡Pues métanse en sus propios asuntos!!- Dijo, ganando la fulminante mirada de Miroku. – Ignorare ese comentario tan poco agradable y continuare...Bien como te decía, no puedes continuar así, está mal y lo sabes, tan solo te dañas a ti mismo sin detenerte a pensar en los demás, nos preocupas a todos y no solo te perjudicas a ti mismo, también a nosotros- InuYasha solo bajo la mirada – No busco culparte InuYasha, solo quiero que te des cuenta de que no estás solo, cuentas con nosotros para lo que sea, puedes contarnos si te sientes triste, enojado, o feliz, no estás solo, todos queremos apoyarte, por esa misma razón, déjanos ayudarte a avanzar- dijo ofreciéndole una sonrisa la cual fue devuelta por InuYasha.
-Vamos, acompáñame a la aldea vecina, necesitan ayuda para exterminar a unos demonios- Dijo su excelencia caminando en dirección opuesta al pozo y la aldea, InuYasha lo siguió más animado ahora.
"Siempre eh sabido que no estoy solo pero... aún tengo la esperanza de que ella regrese, mientras aun cuente con el apoyo de todos podre avanzar" Pensó InuYasha, solamente era cuestión de esperar.
El monje sabía que el seguiría cerrándose y guardándose la mayoría de las cosas para sí mismo, eso nunca dejaría de suceder pues era parte de su personalidad, pero esperaba que con esto la carga para él se aligerara un poco. En el fondo el guardaba esperanzas de que la señorita Kagome regresara para seguir al lado de InuYasha, después de todo, estaban hechos el uno para el otro, y eso nadie lo cambiaría, solo era cuestión de tiempo.
El destino lo sabía y era consciente de ello.
FIN.
¡Y ESO ES TODO! Realmente espero que esto fuera de su agrado, me gustaría mucho escuchar sus opiniones.
N/A: Una aclaración antes de que se vayan, el tiempo en que transcurre la historia es más o menos a los cuatro meses de la partida de Kagome, imagino que para ese entonces Kohaku ya iría a exterminar demonios por su cuenta junto a Kirara y Shippo ya saldría de la aldea a hacer sus pruebas para ser un mejor demonio. Realmente espero que la actitud de InuYasha no se alejara mucho de la realidad, pero siempre he pensado que fue más o menos así al inicio del primer año. Y bueno creo que eso es todo lo que quería decir así que no leemos luego ;v.
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