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Después de llorar infinidades de veces y pedirle a Jos perdón, nos encontrábamos en la habitación del avión, habíamos aterrizado después de algunas horas creo 3 y lo miré.
—¿Dónde estamos? —Pregunté y el sonrió.
—En dónde todo empezó —Dijo y me confundí.
—Acapulco —Dijo y suspiré.
—¿No te gusta?-(pregunto y yo volví a suspirar)
—Si, solo que pues es algo un poco extraño regresar-(dije y el asintió y beso mi boca)
Nos paramos de la cama y salimos, tomaba mi mano y bajamos del avión, habían mandado el carro de Javier al aeropuerto para que yo lo manejará, si se entera me entierra, Javier es muy cuidadoso con los carros, así que tendría que tener mucho cuidado.
—Este es el deportivo de Javier, uno de tantos que tiene aquí, es lindo pero no hagas algo que lo raye por qué te mata-(dije y Jos asintió riendo)
Subieron las maletas y después subí a Jos y al final yo, encendí el carro y arranque para salir del aeropuerto.
—¿A dónde?-(pregunté pues verdaderamente no sabía)
—Casa de tus abuelos-(dijo y sonreí)
—Perfecto-(dije y acelere hasta la playa dónde se encuentran las residencias privadas)
—Tus abuelos dijeron que te gustaba mucho venir aquí-(dijo y yo suspiré)
—Si, muchos años estuvimos viniendo con Javier aquí, Elena estaba chiquita sin embargo nos la traíamos, nos divertíamos infinidad-(dije y el sonrió)
—Esta vez será lo mismo-(dijo y tomo mi mano)
Sonreí y llegamos a casa de mis abuelos, dejé el carro en el garaje y bajamos, nadie del personal estaba, me confundí y entre a casa dejando a Jos solo bajando las maletas como el podía, regrese a dónde estaba el y me confundí más.
—No está el personal-(dije y el me sonrió)
—Vamos-(dijo y yo asentí)
Entramos a la habitación principal la que estaba en la planta baja y tenía vista al mar, al abrir la puerta mi sorpresa fue mayor.
—Tu cumpleaños lo vas a empezar bien-(dijo y ya sabía a qué se refería)
—Esto está hermoso-(dije y el sonrió y tomo mi mano)
Sonreí y lo bese nuevamente, me quito el collarín que aún tenía y me cargó guiando se por los pétalos que estaban bajo sus pies pudo llegar a la cama, me recostó en ella y empezó a besar mi cuello, no necesitaba dar explicaciones de lo que pasaría.
(...)
Abrí mis ojos y Jos estaba a un costado de mi dormido, escuché ruidos en la casa y me vestí rápido, salí y fui a la cocina de dónde provenían los ruidos, localicé a los de limpieza y a la cocinera, me sonrieron y yo a ellos.
—Señorita Gallardo, ¿Gusta algo de comer?-(preguntó y yo asentí)
—Puede preparar la comida y llevarla a la terraza por favor-(dije y ella asintió, tome un vaso y lo llene de jugo de naranja, agradecí nuevamente y fui a la habitación)
Al entrar note la espalda de Jos desnuda, sonreí y puse el jugo de naranja en el buró y toque su espalda con mi mano, sentí como se estremeció y sonrió.
—¿Saliste?-(dijo pues tocó mi pierna y sintió la tela del vestido)
—El servicio está aquí, te traje jugo de naranja, levántate y cámbiate vamos a comer-(dije y el sonrió y me jalo a él para así poder besarlo)
—Limpieza-(dijo una muchacha abriendo la puerta de la habitación y se apenó pues Jos estaba besándome)
—Perdóname, pásale-(dije apenada y ella asintió y entro a limpiar nuestro desastre)
Levanté la ropa que había o bueno que nos quitamos y la avente a un sesto de ropa, Jos se envolvió en una toalla y lo empuje al baño y le avente ropa.
—¡Que amor!-(gritó y reí levemente mientras tendía la cama)
—¿Su esposo?-(pregunto la muchacha y yo sonreí imaginándome que lo sería en algunos años al terminar la carrera)
—Futuro esposo, es mi prometido-(dije y ella sonrió y felicitó)
Jos salió del baño con la ropa bien puesta y era un milagro, salimos de la habitación y lo guíe a la terraza dónde empezamos a comer la deliciosa comida de la cocinera.
—¿Algún plan para hoy?-(pregunté y el asintió)
—Tenemos esta casa para lo que queda de esta semana y solo son tres hermosos días que pienso disfrutar al máximo dándote todo el amor posible por qué después te daré ración triple por día-(dijo y le pegué en el hombro)
—Cállate José-(dije apenada y el río)
—No digas que no te gustará, me encanta cuando me dices te amo en medio de nuestro acto-(dijo y tape mi cara avergonzada pues estaba una muchacha a unos metros y creo que escuchó)
—Contrólate-(dije y el río levemente)
—Te amo-(dijo y paro su boca y le di beso)
—Te amo más-(dije y sonrió)
—Señorita Gallardo, llegaron estos regalos para usted-(dijo un chico nada mal, estaba guapo, sonreí y le pedí que los dejara en la sala)
—¿Algún familiar de Acapulco?-(preguntó Jos y yo miré los regalos)
—No creo, no tengo familiares en este lugar, me extraña-(dije confundida pero seguí comiendo)
—Se me antojo un pastel-(dije y miré a la muchacha y ella me sonrió y salió en busca de el pastel)
Regreso minutos después con uno y me extendió una carta, agradecí y miré la carta...
—¿Qué es?-(preguntó y miré que no decía de quién)
—Es una carta pero no tiene remitente-(dije y el asintió)
Abrí la carta y la empecé a leer y mi poca felicidad se arruinó.
De Sara para ______.
Supe de tu compromiso con mi ex prometido, sabes amaba a Jos como a nadie, sabía hacerte el amor como nunca, es algo que lo caracteriza, te mando esta carta con una sonrisa en la cara para decirte todo lo que Jos y yo pasamos juntos, las infinidades de veces que hicimos el amor y cuando me pidió matrimonio, cabe recordar que lo deje por su accidente, sin embargo leí una nota de que ustedes salían hace algunos días y hoy vi otra donde mi ex suegra anunciaba el compromiso de ambas familias, jamás creí que amaran a Jos en ese estado sin embargó me contacte con alguien cercano a Jos y después de decirme todo tipo de estupideces me informo de todo lo que había pasado en mi ausencia, se me olvidaba esa era mi ex cuñada, ahora que Jos recupere la vista y vea la clase de deformidad que eres puede que regrese a mis brazos y volvamos a ser felices, un beso para ti y uno en la boca para Jos...
Atte: Sara el amor eterno de Jos.
Sentí mi coraje subirme hasta lo que no sabía que podía, mis ojos querían soltar lágrimas del coraje y miré a Jos quien aún seguía confundido.
—¿Amor pasa algo?-(preguntó y quería matar a Jos y a Sara por alguna razón)
—Tu novia la Sara esa me mando una carta-(dije y le puse la carta en la mano y me fui a la habitación)
Entre y solté lágrimas del coraje, miré la cama en la que hace unas horas Jos y yo hicimos el amor, sin embargo eso no me importaba, necesitaba confiar en mí y en qué Jos no me dejara por Sara, mi autoestima era un asco ahorita, me sentía mal y para acabar me quedé con antojo de mi pastel, pero ahora de me antojo un Pepito de mango con chamoy, me senté en la cama y trate de calmarme, en estos casos me estreso tanto que vómito del estrés y no tardo tanto en pasar eso pues corrí al baño, al terminar salí y me acosté en la cama, no quería ver a nadie ahorita menos a Jos, necesitaba calmarme o podría decirle cosas demasiado dolorosas.
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