Estaba en la casa de Jos como todos los días, no había dejado de trabajar para su mamá así que tenia que cumplir con mis obligaciones, entre a casa como siempre y la señora Mariana se encontraba en la sala tomando un café.

—Buenos días —Dije y ella sonrió y me pidió que me acercara.

—¿Hablaste con tu abuelo? —Pregunto y yo asentí sonriendo.

—Jos volverá a ver —Dije y ella se emocionó tanto que empezó a gritar de la emoción.

—¿Cuándo es la operación? —Pregunto emocionada y yo reí levemente.

—Mi abuelo se comunicará con usted para informarle la situación y pues ya le dirá cómo será todo —Dije y ella asintió y sonrió.

—Tengo que irme al trabajo, Jos está dormido, apapachadlo todo el día —Dijo y yo sonreí y ella salió de la casa más que feliz.

Me pare del sillón y localicé a una muchacha del servicio nueva, ella me miraba algo raro.

—Buenos días, ¿Eres nueva? —Pregunte y ella asintió.

—Tranquila ya te acoplaras —Dije y ella sonrió.

—Es mi primer día y bueno me enteré de que despidieron a una muchacha por el joven Canela —Dijo y en ese momento pensé en la acosadora.

—No te preocupes, algo debió de haber para que la despidieran, el es bueno —Dije y ella asintió aún sin creerme.

Subí a la habitación de Jos más que encabronada, abrí la puerta este se espanto y se despertó.

—¿Qué paso anoche? —Pregunté y este palideció como muerto.

—Quién te lo dijo? —Pregunto parándose y caminando a dónde estaba y mi enojo creció.

—Eso es lo de menos, ¿Qué fue lo que hizo? —Pregunte enojada y el suspiró.

—Me estaba esperando en mi cama con ropa no muy cómoda —Dijo y la miré sorprendido, bien estaba enojada, ¡Estaba Celosa!

—Ah bueno —Dije y estaba apunto de salir de la habitación cuándo este me jalo del brazo.

—Hey, Hey, Hey —Dijo y me encerró entre sus brazos y cerró la puerta.

—¿Estás celosa? —Pregunto y yo trague grueso.

—No —Dije sería y el río levemente.

—Lo estás amor —Dijo y yo hice un berrinche y el me abrazó.

—Esta bien, peleas lo que te pertenece, pero no tienes que huir después de esa escena —Dijo y yo sonreí levemente.

—Iba a ir por el desayuno —Dije y el empezó a repartir besos por mí cuello, escuché como le puso seguro a la puerta.

—¿Mi madre? —Pregunto y yo ya sabía a dónde iba.

—Se fue al trabajo —Dije y el sonrió entre mi cuello.

—Mi padre salió con mi hermana a una plática de su empresa, tenemos la casa sola mucho rato —Dijo y ronroneo en mi oído.

—Están los del servicio —Dije y el sonrió.

—No me importa —Dijo y volvió a repartir besos por mí cuello.

—Hace un momento me dijiste que ibas por mí desayuno, bien, ya está aquí —Dijo y me beso desesperadamente.

Solté mi mochila y le seguí el beso, me cargó y me llevo hasta la cama, este hombre sabía convencerme de todo, me quito la ropa y yo a él, ninguno batalló mucho, más tarde empezó a tocar mi cuerpo tratando de grabar cada cambio que hubiera en el, regresamos a los besos y más tarde el se encontraba dentro de mí, calló mis gemidos con sus besos y yo los de el, llegamos al famoso orgasmo y el calló a mi lado rendido.

Note que de había dormido, me pare de la cama y me puse su camisa, me quedaba grande y me llegaba hasta los muslos, caminé al armario de Jos y empecé a acomodar su ropa lentamente, note que aún tenía ropa en la maleta de viaje, saque la poca que había y entre un pantalón calló una carta, miré confundida y desdoble la carta, me senté en el piso y empecé a leerla.

A menudo encontramos nuestro destino por los caminos que tomamos para evitarlo Abandónate al destino y adáptate a las circunstancias, pues lo que está escrito no se borra porque tú quieras, Cada cuál se fabrica su destino, Cuanto antes nos percatemos de que nuestro destino está en nosotros mismos, y no en las estrellas es un tanto mejor para nosotros. El destino a veces suele cumplirse en pocos segundos, y aquello que durante años se ha buscado no lo concede un dichoso azar, El destino baraja, y nosotros jugamos, El destino es el que baraja las cartas, pero nosotros somos los que jugamos. El destino no reina sin la complicidad secreta del instinto y de la voluntad, El hombre sensato cree en el destino; el voluble, en el azar. El odio como el amor se apagan en la tumba. Sólo una cosa permanece invariable en la vida, como después de la muerte: nuestro destino. El que nace para ser ahorcado nunca morirá ahogado, El que puede cambiar sus pensamientos pude cambiar su destino, En los muros del tiempo trabajamos todos como arquitectos de nuestro propio destino. He comprendido que somos sordos y ciegos, que venimos de la noche para volver a la noche sin saber nada de nuestro destino. La anatomía es el destino, Mi destino fue una casualidad, ella llegó a mi para ser mi ángel sin alas, me amo en secreto y de la nada nos enamoramos, ahora después de todo esto, estaremos juntos en un altar, ella y yo siempre estaremos juntos, ya no más secretos, ya no más Llantos, ya no más peleas, ahora solo felicidad a lado de las personas que queremos, ella me enseñó una vida diferente, su historia es maravillosa y ambos vamos a crear la nuestra propia, es valiente y da la cara a todo, ya no pido más, tengo una familia a la cual amo, quiero tener hijos y ella también, ella es lo mejor que me pudo pasar, a veces me preguntó que sería de mi vida si ella no hubiera llegado, posiblemente estaría solo y no hubiera tenido esta magnífica historia la cual vivo feliz, ella es mi felicidad y yo soy la de ella, ya no quiero más, solo esto la felicidad en mi familia, ella es mi despertar día con día, su sonrisa, sus labios, su cara es todo lo que pido el resto de mi vida, la amó como nunca, es aquella luz que llegó a alumbrar mi vida, ella es la razón de que yo esté aquí, en verdad la amó y prometo cuidarla por siempre y para siempre, hasta que la muerte nos separe.

De Jos para Sara.

Te amo.

Jos aún amaba a Sara, esta carta lo podría decir, a pesar de que lleva tiempo escrita, por la fecha note que la escribió antes del accidente, aún la llevaba con el, miré el pantalón y sentí algo metálico, lo cheque y encontré el anillo de compromiso de Sara, Sara marco la vida de Jos, eso estaba claro, aún creía que el sentía algo por ella y se que es verdad, note en la maleta que estaba el cofre que había checado yo en Canadá, suspiré y solté una lágrima, escuché unos pasos y me gire encontrándome a Jos de pie en bóxer en el closet.

—¿Qué haces? —Pregunto y yo suspiré.

—Estaba guardando las cosas, nada más que estaba acomodando el cofre este —Dije y el palideció cuando se lo mencioné.

—¿Lo checaste? —Pregunto y yo negué ¡Wey entiende que no puede ver!, si lo había checado en Canadá pero ahora no, no encontraría nada nuevo.

—, lo encontré en tu maleta y estaba apunto de acomodarlo, no soy de revisar cosas ajenas —Dije y quería reírme por eso, pinche chismosa.

—Puedes traerlo, necesitamos hablar —Dijo serio y camino a la habitación nuevamente.

Tome el cofre en mis manos y salí con Jos quien se encontraba buscando algo dentro de un cajón desesperado y temblando, saco una caja pequeña y me la extendió mal, bien estaba confundida.

—No entiendo —Dije y el sonrió y me sentó en la cama.

—Esto es mi pasado —Dijo y yo suspiré.

—Jos yo —Dije y el me callo con un beso.

—Pensaba dejar que lo vieras cuando me operarán pero no puedo guardar esto más tiempo, te amo mucho y tienes que saberlo —Dijo y yo asentí asustada ¡NO TE PUEDE VER ASI QUE NO ASIENTAS COMO SI TE VIERA ANIMAL! ok me exalte.

—Si —Dije y el asintió y beso mi boca nuevamente.

Empecé a checar todo lo de la caja, encontré mis fotos nuevamente, sin embargo esa historia ya la conocía, vi las cartas de Sara a Jos y vaya que está chica tenía linda letra, después de checar la caja de Jos con sus iniciales, cheque la que me dio y había sacado de uno de sus cajones, note que había fotos de Sara y de el juntos, justo en mi corazón, miré una en particular.

La propuesta de matrimonio de Jos a Sara, vaya que la chica es linda, claro es una modelo muy famosa que esperabas que fuera una estúpida como ¿tú?, Termine de ver todo y suspiré cerrando las cajas.

—Después descubrí que era una farsa su amor por mí, se iba a casar por dinero —Dijo y yo suspiré mirándolo.

—¿Por qué lo compartes conmigo? —Pregunte y el sonrió.

—Por que ahora eres mi futuro y espero aquí sigas —Dijo y sentí mi corazón romperse, me iba a ir.

—Te amo ______ —Dijo y yo suspiré y lo abracé.

—También te amo amor —Dije y el sonrió y beso mi cuello.

—Báñate, te llevaré a conocer a alguien —Dije y el sonrió.

El se metió al baño y yo me cambié, acomode la cama y baje a la cocina.

—Ya nos informo la señora Mariana —Dijo la cocinera y yo sonreí apenada.

—Nos da gusto ver al joven tan Feliz —Dijo el jardinero y sonreí feliz.

—Gracias —Dije y se escuchó el grito de Jos llamándome.

Subí y lo ayude a cambiarse, no había nada que no hubiera visto ya, al terminar bajamos a la cocina y la muchacha nueva al fin conoció a Jos, no me gustó cómo lo miró para nada.

—¿Alguien sabe donde está las llaves del carro? —Pregunto y el jardinero se giró y tomo un par y se las dio en la mano)

—Gracias, vamos amor —Dijo y todos sonrieron por eso y yo estaba roja de la cara.

Salimos de la casa y el me extendió las llaves, note que estaba un carro deportivo color rojo en el garaje, subí a Jos y después yo me subí, encendí el carro y al abrirse el portón salí a toda prisa, maneje hasta la casa de mis abuelos, estacione el carro en el garaje y bajamos, entramos a la casa y guíe a Jos hasta el jardín en dónde estaba mi abuela sentada viendo cómo jugaban en la alberca Elena y Javier, me miró Javier y detuvieron el juego mirando confundido por la llegada mía y más con Jos, mi abuela me sonrió y yo ayude a Jos a sentarse.

—Jos ella es mi abuela, como una madre para mí —Dije y el sonrió y con ayuda de mi abuela estrecho su mano.

Javier llegó a mi lado cruzado de brazos y con un puchero, Elena río mirando a Javier y yo reí levemente.

—Jos te presento al hombre más guapo sobre la tierra, según él así se llama, él es un hombre ejemplar y con una admiración mía impresionante, lo respeto cuando se lo merece y no me hace cosas, pero sobre todo, lo amo, lo amo por apoyarme y ayudarme en todo, por estar conmigo en los malos y peores momentos y a pesar de que estuvo tiempo mucho tiempo fuera jamás me dejo sola, te presento a Javier, mi hermano mayor —Dije y Javier sonrió y me abrazó y después estrecho la mano con Jos.

—De tu lado derecho está la niña de mis ojos, mi orgullo y por la que sigo día con día, a la que mimo como nunca y siempre estará en mi corazón tome las decisiones que tome, ella es Elena mi hermana menor —Dije y ella sonrió y estrechó la mano de Jos.

—Ellos son las personas más importantes, también mi abuelo el cual no se encuentra pero a él ya lo conoces, ellos son mi familia, una pequeña familia pero la más sincera y honesta —Dije y Javier me abrazó.

—Un gusto a todos —Dijo Jos sonriendo y Javier y Elena se aventaron a la alberca.

Me senté a un lado de Jos y tome su mano sonriendo, el la apretó y beso mi cachete.

—Me da gusto verlos felices a ambos, espero así permanezcan —Dijo mi abuela y me miró, ella era la única, ha y Elena que estaban contra de que me fueran.

Jos empezó a platicar con mi abuela, yo miré a Elena y Javier, este Javier me sonrió dándome a entender que tenía su aprobación, ¿Acaso estaba cambiando de opinión mi hermano y ya no se quiere ir? No sería capaz, Elena me sonrió y me mando un beso yo le mandé uno y regrese mi vista a Jos quien seguía platicando con mi abuela mientras comían, ni note cuando la muchacha trajo la comida, no tenía hambre, de anoche con lo de mis padres aún me tenía pensando, debía de estar un poco tranquila, después esto puede hacerme mal, estaba tan perdida en mis pensamientos que mi abuela me saco de ellos tirando el salero y yo brinque reaccionando.

—¿Qué pasa? —Pregunté riendo y ella sonrió.

—¿Por que no me dijiste que tú cumpleaños es en una semana? —Pregunto y yo miré a mi abuela mal y ella río.

—No me gusta la fecha de mi cumpleaños, me las vas a pagar abuela —Dije y ella río levemente y Jos también.

—Tengo que darte algo —Dijo y yo sonreí y le di un beso en la boca.

—No es necesario —Dije y el negó y me regreso en beso.

Nos paramos de la mesita y caminamos hasta el otro lado del jardín en dónde estaba una pequeña tipo sala o algo así, había una hamaca, me acosté con Jos en ella y podía sentir su respiración tranquila.

—¿Por que no te gusta tu cumpleaños? —Pregunto y yo suspiré.

—No se, uno de ellos me marco mucho —Dije y el suspiró y beso mi boca lentamente.

—Mis padres lo marcaron —Dije y recordé que paso ese día.