Jos me estaba abrazando con todas sus fuerzas, suspiré y le correspondí el abrazó, me soltó y me obligó a mirarlo.

—Eres una mujer excelente, vales lo que pesas y más —Dijo y yo suspiré y sonríe.

—Gracias —Dije y el asintió.

Salió del closet y más tarde después de que termine de limpiar todo el cuarto y el closet salí a ver a Jos quien estaba leyendo unos libros que había traído con el, sonreí y miré la puerta ya que la estaban tocando, fui a abrir y la señora Mariana me sonrió.

—¿Esta Jos dormido? —Pregunto y yo negué y la deje pasar.

—¿Quién es? —Pregunto Jos y su mamá sonrió.

—Yo —Dijo dejo su libro a un lado y volteó a dónde el sonido de los tacones de Mariana lo guiaban.

—¿Qué pasa mamá? —Pregunto y ella se acercó a él y sonrió.

—Quiero ir contigo a comer, ya que quiero que conozcas a alguien —Dijo y Jos asintió.

—Puedes ayudarlo, me cambiaré y regreso por ti Jos —Dijo Mariana y yo asentí, ella salió y ayude a Jos a pararse.

—¿No importa si te quedas sola? —Pregunto y no negué y después capte que ¡no me puede ver!

—No, saldré un rato a caminar para conocer el lugar y después tal vez coma algo —Dije y el asintió.

—¿Estás listo? —Pregunto Mariana llegando a la habitación y el asintió.

Salieron de la habitación y minutos después se escuchó un carro arrancar, suspiré y salí de la habitación directo a la cocina en dónde estaba la cocinera y el mayor domo.

—Saldré a caminar un rato —Dije y el mayor domo asintió.

Salí de la casa y empecé a caminar sin rumbo alguno por el bosque, miré mi teléfono y marqué a Elena.

—Hola —Dijo ella del otro lado de la línea.

—Hola, ¿Cómo estás? —Pregunté y ella suspiró y río feliz.

—Mejor que nunca, Inglaterra es lo mejor —Dijo Feliz y yo reí levemente.

—Que bueno que te la estés pasando bien, cuida la tarjeta y todo tu dinero —Dije y ella río.

—Gracias en verdad por esto, Javier no deja de comprarme cosas y llevarme a los mejores lugares —Dijo y después se escuchó como le dijo a alguien "Habla con ella".

—Hola —Dijo y yo sonreí.

—Hola humano —Dije y el pegó un grito.

—¿Cómo estás? —Pregunto Feliz y yo sonreí.

—Pues más o menos, mamá y papá como siempre, pero créeme ya me canse de escuchar lo mismo siempre —Dije y el suspiró.

—Elena a recibido llamadas de ellos, toda la noche se la pasaron marcando, tuve que apagar el teléfono de ella, yo no quise contestar, para que contestar si iban a empezar con sus reclamos, en todos estos años no recibí una llamada mejor prefiero mantenerlo así, créeme prefiero mantener mi estado de ahorita feliz y contento, Elena se está divirtiendo a lo mejor, me encanta verla feliz —Dijo y yo sonreí.

—Es una gran niña y te ama como nunca, cada vacaciones me quedo pobre wey, pero no me importa, que ella disfruté lo que su madre adoptiva le da, trabajo para ella y solo para ella, para darle lo mejor —Dije y el suspiró.

—Eres una gran mujer y créeme que espero algún día en vacaciones vengas con ella aquí a disfrutar con nosotros, te extraño mucho y solo quiero que sepas que te amo y que siempre estaré ahí para lo que necesites, yo trabajo por las dos —Dijo y yo sonreí.

—También te amo, eres el mejor y agradezco que siempre me ayudes con todo, espero algún día yo también poder verte y abrazarte, ahorita me encuentro en Canadá trabajando, les estoy marcando porque pues tengo un tiempo a solas —Dije y el río levemente.

—Ya Elena me contó tus locuras —Dijo y yo reí levemente.

—Gracias a esas locuras está gastando se todo —Dije y el río levemente.

—Me tengo que ir hermana aquí son las 3:30 de la mañana, márcame mañana por esta hora, yo estoy despierto en la casa ya que estoy haciendo una tesis —Dijo y yo sonreí.

—Despídeme de Elena y dale un beso de mi parte, duerme y no te desveles mucho, los amo y cuídense —Dije y el suspiró y me mandó un beso para después colgar.

Llevaba caminando sin rumbo alguno que llegue a un muelle, el lago estaba congelado, el lugar estaba hermosos, suspiré y miré la hora, había tardado mucho y ya era tarde, caminé de regreso a la casa y tarde 15 minutos en llegar, note que la camioneta ya estaba en casa, entre apresurada y Mariana se encontraba en la sala llorando.

—¿Todo bien Mariana? —Pregunte y ella negó.

—Mi hijo está muy enojado, su padre quería saber de él y con el venía su hermana, se enojó demasiado y bueno termino un desastre la comida —Dijo y yo la abracé.

—Todo estará bien, comprenda a Jos, iré con el y veré si está bien —Dije y subí las escaleras corriendo.

Toque la puerta de la habitación y me di cuenta de que está estaba abierta, entre a la habitación y Jos estaba en el piso con los ojos rojos y en su mano tenía una foto de Mariana y de el.

—Jos —Dije y su molestia se notaba.

—¡Lárgate! —Gritó y me aventó el marco de la foto de el y Mariana, para estar en ese estado y ciego tiene buena puntería, me pegó en la cabeza y el cristal se rompió provocando que me empezará a sangrar la cabeza.

Me empezó a doler la cabeza y salí de la habitación, empecé a ver las escaleras como se movían, baje como pude y entre a la cocina, cuando me vieron sus caras de transformaron, toque mi cabeza y después caí al piso perdiendo el conocimiento.

(...)

Abrí mis ojos algo adolorida, me enderece y Mariana estaba a mi lado.

—¿Cómo te sientes? —Pregunto y yo suspiré.

—Bien, solo algo adolorida, ¿Qué paso? —Pregunté y ella me miró.

—Lo mismo me preguntó, cuando te trajeron conmigo tenías sangre en la cabeza —Dijo y yo recordé la buena puntería de Jos.

—Fue un accidente, Jos estaba enojado y me aventó un marco, vaya que su puntería es buena —Dije y Mariana negó varías veces y suspiró.

—Ya sabe que te paso, en primera por los gritos que pego el personal, quiso verte y no lo dejé y no lo dejaré, eh decidido separarlos de las habitaciones, yo cuidare de el por las noches para que no pase nada con las mucamas, tú te quedarás aquí en esta habitación de huéspedes, por tu seguridad y porqué quiero castigar a Jos quitándole a quien le ayuda, tu maleta está aquí —Dijo y yo suspiré y asentí.

—Tu cuarto estará bajo llave por fuera, por dentro si tú quieres salir puedes abrir sin problema, así Jos no entrara y evitaremos que sepa tu estado de salud —Dijo y yo asentí.

—Te dejare sola —Dijo y yo asentí.

Salió de la habitación y cerró con seguro, me pare y caminé al baño, note que tenía una abertura a un costado de la cabeza, estaría bien, mi ropa tenia sangre y mi cara también, me despoje de mi ropa y me di un buen baño, ardía mi cabeza por el contacto del agua y la herida, salí del baño y me puse mi bata y escuché como tocaban la puerta desesperadamente.

—______, abre la puerta —Dijo Jos y seguía tocando desesperado.

—______, abre la maldita puerta —Dijo Jos y en su voz se le notaba preocupación y enojo.

—Joven Canela, su madre nos prohibió que usted saliera de su habitación, la señorita ______, no está en casa —Dijo el mayor domo y Jos dejo de tocar.

—¿Qué? ¿Dónde está ______? —Preguntó serio.

—Su madre la llevó hace un rato fuera de aquí —Dijo el mayor domo y Jos gritó y entro a su habitación ya que se escuchó como azotó la puerta.

No soy mala gente pero se lo merece, me cambié por ropa de dormir y me acosté en la cama, un día que duerma sin la presencia de Jos estaría bien, poco a poco me quedé dormida.

(...)

—______ —Tocaba Jos nuevamente la puerta de la habitación.

Quería dormir y ganas de patearlo a la vez, miré la hora 5:30 de la mañana, ¡esta loco o que le pasa!, me tape los oídos ya que no dejaba de tocar la puerta como desesperado.

—Jos vete a dormir, deja de hacer ruido —Dijo su madre molesta.

—No me iré de aquí hasta ver a ______ —Dijo el molestó y yo suspiré)

—Ella está durmiendo, déjala descansar —Dijo su mamá y Jos suspiró y se metió a su cuarto ya que se escuchó como azotó la puerta nuevamente.

Me voltee nuevamente y me quedé dormida.

(...)

8:30 de la mañana, Jos seguía tocando mi puerta, ¡No te cansas o que diablos!, La señora Mariana me había dejado salir a desayunar antes de que Jos se levantará hace ratos, había venido a mi habitación ya que la señora Mariana me dijo que me viniera a descansar, estaba acostada en la cama y casi apunto de dormirme cuando Jos empezó a tocar como desesperado, dejo de tocar después de unos minutos y se escuchó como cerró la puerta de la habitación de el.

Me daba algo de risa verlo así todo desesperado, ¡Jos me gusta!, pero estaría bien apartarme de el un rato, aún dolía mi cabeza así que era una buena venganza, la señora Mariana abrió la puerta de mi habitación y se notaba desesperada.

—Hoy no creo que vuelva a tocar tu puerta ya que le dije que saldría contigo, por lo menos hasta en la noche, si mañana por la mañana toca tu puerta es tu decisión abrirle a mi ya me desespero no deja dormir —Dijo y yo asentí.

—No saldremos solo le mentí, quiero dormir —Dijo y yo asentí y ella salió de la habitación.

Le puso seguro y yo me acosté en la cama nuevamente, poco a poco me quedé dormida.

Horas más tarde no había comido ni cenado pero no me molestaba, la cabeza me dolía mucho y decidí dormir un poco más.

3:50 de la mañana y Jos estaba tocando la puerta de mi habitación, ya me estaba cansando, me pare y abrí la puerta, Jos se lanzó sobre mi, cerré la puerta y Jos me abrazó.

—Perdóname por ser un estúpido —Dijo y yo suspiré y camine a la cama.

Estaba por acomodarme para dormir cuando Jos me jalo y me beso, no me pude impedir me a tal beso, un beso que estaba subiendo de intensidad.