∆
Mi nariz estaba roja y la cabeza estaba apunto de explotarme, seguía llorando como tonta en la parte del balcón, sentí como alguien llegó y me puso una manta arriba así como un abrazo, Jos me estaba abrazando, solté más en llanto y me aferre a él.
—Tranquila —Dijo y sentí una seguridad muy grande.
Me paro de la silla y me llevo adentro, me obligó a acostarme en su cama y más tarde solo me abrazaba.
—Todo estará bien, aquí estoy yo no te dejare —Dijo y empezó a acariciar mi cabello.
Me importó muy poco lo que había pasado entre ambos, necesitaba a alguien quién me calmara porque podría tener una crisis, poco a poco me quedé dormida.
(...)
Sentí una mano en mi cintura y una pierna rodearme como Koala estaba algo incómoda, abrí los ojos y suspire cansada, miré a un lado de mi a Jos quien estaba más que dormido, logré quitarme su pierna y brazo de encima, fui al baño y lave mi cara que era un desastre, mis ojos estaban algo hinchados, note que la nieve seguía cayendo, hacia frío pero el calefactor de la casa era suficiente para no sentir mucho, salí de la habitación con cuidado de no despertar a Jos, baje a la cocina y miré la hora en el reloj 6:30 de la mañana, los cocineros estaban alistando el desayuno, una muchacha me ofreció un plato con comida, todos me miraban fijamente.
—¿Pasa algo? —Pregunte y ellos asintieron.
—Queremos saber cómo le parece el desayuno —Dijo la cocinera y yo miré los Hot cakes en mi plato.
—Delicioso —Dije y ellos sonrieron y regresaron a su trabajo.
—¿Es la primera vez que viene aquí? —Preguntó una muchacha y yo negué.
—A Canadá no, a esta casa si —Dije te ella asintió.
—¿Lleva mucho tiempo casada con el joven Canela? —Pregunto la cocinera y yo la miré, diablos no sabía que decir.
—No mucho —Dije y ella asintió.
—¿Qué tal es la vida de casada? —Pregunto una muchacha, creo que ayudaba en el jardín por lo que note.
—Pues, es una responsabilidad, te comprometes a muchas cosas al decir Acepto frente al padre, pero es divertido, obvio depende de la comunicación que tengas con tu pareja —Dije y verdaderamente ni yo sabía si era verdad, ella sonrió y siguió desayunando.
—La llegue a creer una muchacha algo creída pero no es así, todo lo contrario —Dijo la cocinera y yo negué sonriendo.
—No soy para nada así, pueden tratarme con gusto, mi nombre es _______ para los que no lo conocen —Dije y ellos sonrieron felices.
—¡______! —Gritó Jos exaltado desde la habitación.
—Disculpen —Dije y salí corriendo de la cocina, detrás de mí el mayor domo creo.
Entre a la habitación y encontré a Jos enojado, con un puchero cruzado de brazos y con la ropa de vestir al revés.
—¿Pasa algo joven Canela? —Pregunto el mayor domo preocupado.
—Solo buscaba a mi esposa, puedes retirarte —Dijo y me miró y yo asentí.
Cerró la puerta y yo reí levemente.
—Me hubieras hablado antes de cambiarte, creí que te estaban violando las muchachas —Dije y el negó y yo le quite la camisa y se la voltee.
—No te encontré en la cama y me preocupe creí que te habías ido a hacer una locura y iba a bajar pero mejor decidí gritar y llegaste —Dijo y yo sonreí.
—¿Cómo te sientes? —Pregunto y yo suspiré.
—Mejor, estoy bien, solo no quiero hablar de eso —Dije y el asintió y me abrazó.
—Iremos a un lugar que te encantará, así que cámbiate —Dijo y yo asentí sin que él me pudiera ver.
—No termine unos deliciosos Hot Cakes por ti —Dije y el río levemente.
—Ya terminarás —Dijo y yo abrí mi maleta y me cambié rápido, ventaja de que estés ciego Jos, que no puedas verme, al terminar tome un bolso y guarde lo necesario.
Bajamos las escaleras con cuidado y lleve a Jos a la cocina en dónde le sirvieron el desayuno, empezó a comer y se sorprendió cuando dijo que los Hot Cakes estaban deliciosos, reí levemente y empecé a comer, la muchacha que ayer casi viola a Jos en la habitación llegó y se sentó a un lado de el, Jos se sentía acosado así que el mayor domo la alejó y yo agradecí, Jos tocó mi brazo y la cocinera me sonrió.
—¿Desea algo más joven? —Preguntó y el negó.
—Gracias por el desayuno, estuvo delicioso, me encantó —Dije y me pare del banco de la mesa de la cocina.
—Le avisan a mi madre que saldré con mi esposa a recorrer un poco la cuidad, regresaremos en un rato —Dijo Jos y ambos salimos de la cocina para después salir de la casa.
El chófer nos ayudó a subir y después arrancó y salimos de ahí, nos llevó a la cuidad dónde había muchas tiendas, algo a decir demasiado caras, paramos frente a una tienda de niños y bebés, estaba ciertamente confundida, bajamos y Jos me dijo que entráramos.
—¿No piensas que voy a tener un bebé ficticio o si? —Pregunté y el río.
—No tonta, compraremos ropa y la llevaremos a una casa hogar —Dijo y mi sonrisa era inexplicable.
Entramos a la tienda y Jos pidió que la cerrarán para nosotros, gente miraba desde afuera ya que notaron que había guardias y no dejaban pasar a la gente, empecé a checar la ropa para todos los niños de todas la edades, las cajeras babeaban con Jos, me daban ganas de ponerles un babero en el cuello, reí por ese pensamiento, Jos tomo mi mano y no la soltó en ningún momento, no me molestó ya que de hecho el me estaba ayudando con la ropa y los colores, después de llenar como 20 canastas de ropa me acerqué a dónde había juguetes para niños y tome los que pude y llene 10 canastas más, llevaron todo a la caja y en estos momentos a Jos le Iba a doler la cartera, no creo tiene demasiados millones a su disposición, pero no dejaría que pagara solo, obvio yo pagaría la ropa, cuando la cajera soltó la cantidad en dólares, me dolió hasta el corazón, saque mi tarjeta y se la di.
—Espere yo pagaré —Dijo Jos y era demasiado tarde ya habían pasado la tarjeta.
—Señorita una identificación —Dijo y yo saque mi credencial.
—Señorita ______ Gallardo del Junco, ¿puede firmar aquí? —Dijo y yo asentí, había dicho mis apellido y Jos se sorprendió por tales palabras.
—Gracias por su compra, le regalaremos unas cosas por su gasto en esta tienda —Dijo y yo sonreí y agradecí.
Con ayuda de los guardias y el chófer subimos todo a la camioneta y después arrancó y nos sacaron de ahí, Jos no decía nada supongo porqué estaba el chófer y se supone que yo era su esposa así que preguntarme por mis apellidos nos delataría, pedí que parará en un supermercado y entre con Jos quien estaba serio, me iba a interrogar lo sabía ya no podía ocultar más mi farsa de que no pertenezco a una familia multimillonaria, compré muchas cosas al igual que con la ropa de la tienda, Jos pago pero porque no me dejo pagar, subimos las cosas a la camioneta y íbamos todos apretados, al llegar a la casa hogar, fuimos recibidos por una monjas quienes nos saludaron y agradecieron nuestro donativo, nos dejaron pasar con los niños y yo empecé a darles juguetes y muchos me abrazaron, amaba a los niños con toda mi alma, Jos sonreía ya que una monja le decía lo que yo hacía, entregaron la ropa a las monjas quienes la repartirían después, el chófer nos presento como el matrimonio "Canela" las monjas nos sonreían, me sentía mal porque estábamos mintiendo pero no nos quedaba de otra, nos guiaron hasta un jardín en dónde Jos aprovecho que estábamos solos con unos niños para interrogarme.
—¿Gallardo del Junco? —Preguntó y yo suspiré.
—Si —Dije y el asintió serio.
—¿Por qué no me dijiste la verdad? —Pregunto molestó y yo suspiré.
—Porque no me gusta decir a qué familia pertenezco, un apellido no define quién eres, no me gusta porque quiero conseguir las cosas por mí misma no por el apellido que llevo —Dije y el asintió pero seguía serio.
—Perteneces a una familia de muy buen estado económico, ¿Por qué trabajas? —Preguntó y yo suspiré.
—Es una muy larga historia Jos, créeme te sorprendería saber que fue lo que pasó para que yo terminará trabajando —Dije y el asintió pero seguía serio.
Las monjas llegaron por nosotros y nos llevaron al área de bebés, vi a muchos bebés y Jos los tocaba con sus manos, tiempo más tarde salimos de la casa hogar y Jos pidió que nos llevarán a casa, al llegar sabía que Jos estaba por contarle las cosas a su madre así que subí a la habitación a hacer las maletas para irme, Jos llegó a la habitación con ayuda del mayor domo y cerró la puerta, bien estaba molesto.
—Dime la verdad —Dijo y yo suspiré cansada.
—Jos, es mejor que me vaya—Dije y el negó enojado.
—De está puerta no sales —Dijo y yo suspiré y me senté en la cama.
—Cuando estaba más chica, tuve un accidente con mis hermanos, estaba muy grave y no faltó los reclamos de mis padres por casi matar a mi hermano Javier, no les importaba yo ni Elena, solo Javier, y por primera vez nos prestaron atención, cuando nos empezamos a recuperar aun nos prestaban atención, cuando nos recuperamos mi hermano termino su carrera y tuvo una pelea muy fuerte con mi padre porque parecía que no tuviera hijas, el nos ama con su vida y el ser apartadas de nuestros padres le molestaba, ya que la atención la merecíamos los tres por igual y el amor también, mi padre se molestó quién lo corrió en un momento de enojo y este se fue lejos, me pidió que cuidara de Elena y que algún día regresaría por ambas, solo quedábamos Elena y yo, más tarde nuestros padres nos dejaron solas y se metieron en el trabajo, Elena empezó a crecer y en la escuela a veces en los festivales de día de las madres mi madre jamás se presentaba, iba yo o mi abuela y ella me presenta a mi como su mamá y a mi abuela le dice "Mamá Gloria", para ella yo soy la mamá que ella siempre a querido, en el festival de padres llevaba a mi abuelo a quién lo presentaba como su "Papá David" las maestras me preguntaban por los padres reales, ya que obvio no creían que yo fuera la madre, les explicaba que trabajaban fuera del país y que no podrían venir, la misma excusa fue por años, hasta que un día una llamada llegó, Javier quería llevarse a Elena con el y una gran temporada se fue con el en vacaciones, yo no podía porque en esos tiempos estaba trabajando sin el permiso de mis padres y tenía que sacar para la colegiatura de Elena y pues tenía que empezar a ahorrar para la universidad en la que quiero estudiar, mis abuelos me ayudan mucho con Elena, de hecho ella se iría con mi hermano a Inglaterra en unos días, quiero creer que mañana se encontrará con el ahí, todos los ahorros que tengo se los irá a gastar a Inglaterra y no me molesta en lo absoluto, mi abuelo también le dará dinero y Javier la consiente demasiado, estamos hablando de una cantidad alta de dinero que se gastará, por ella no me importa gastar todo, se que mis abuelos me ayudarán con la universidad para que yo siga cuidando de Elena ya que mis padres ni sus luces, cuando mis padres se enteraron que trabajaba, se armó una guerra que termine ganando, en los cumpleaños de alguna de las dos, la secretaria de ambos nos mandaban vestidos que nuestros padres compraban, una vez me mandaron un vestido del doble de mi talla y a Elena igual, están tan metidos en su trabajo que no conocen nada de nosotras, ni nuestros gustos, ni qué color o comida es nuestra favorita, absolutamente nada, ayer discutí con ellos por qué me vine a Canadá sin su permiso , les reclamé lo suficiente para que se quedarán callados, nuevamente les había ganado, no he visto a mi hermano en 3 años creo, el trabaja para poder ayudarme con Elena y los gastos de la escuela, también trabaja para el y pues para consentir a Elena, muy por fuera de lo consentida que es por mí y Javier a y mis abuelos, es una niña con un conocimiento tan inteligente, tan sorprendente, tiene un corazón hermoso y es muy caritativa y nada presumida, lleva las mejores calificaciones y no es de esperarse que cada que saca los mejores reconocimientos o las calificaciones más altas mi hermano le compré cosas, para llevar el apellido Gallardo del Junco lo luce a lo mejor, todos los reconocimientos que ha recibido los tengo colgados en una pared de la sala, casi la llena a sus cortos 15 años, ella dice que lo hace para que yo me sienta orgullosa, lo estoy sin siquiera saber que me traerá a casa un reconocimiento nuevo, por qué es mi hermana y siempre la amare y estaré orgullosa de ella siempre, por ella es que estoy aquí, por ella y porque espero algún día reencontrarme con mi Hermano y poder decirle lo orgullosa que estoy y agradecerle por todo, perdón si no te conté la verdad de quién era desde un principio, no me gusta hablar de esto, todo mundo tiende a creer que somos la familia perfecta, no es así para nada, después de la pelea con los padres, se que fueron a casa y para estas alturas ya conocieron tanto la pared de Elena cómo la mía —Dije y mis lágrimas salían sin control, miré a Jos quien estaba más que sorprendido.
—En verdad lo siento —Dijo apenado y yo limpie mi cara y sonreí.
—Estas en todo tu derecho a cuestionarme, yo mentí y era justo que supieras la verdad —Dije y el suspiró y se sentó en la cama con cuidado, había dicho la verdad, solo omití que ese accidente me había dejado ciega y entre otras cosas que verdaderamente no quería compartir aún.
Jos no decía nada, parecía que estuviera pensando en que decir o reflexionando la información que le acaba de proporcionar, suspiré después de unos largos 5 minutos y fui al baño a lavar mi cara, después caminé al closet y me senté en un sillón redondo, pase mis manos por mi cara varias veces y limpie los restos de lágrimas, miré que había ropa tirada así que empecé a levantarla y acomodarla, estaba por acomodar una playera de Jos cuando sentí como un brazo me detuvo, me giro y me abrazó.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro