—¿Cómo se atreven a tocar a mi hijo? —Pregunto enojada y yo las miré sería.

—Les pedí que respetarán a mi hijo y a su esposa, están despedidas y al aterrizar se me van de regreso a sus casas —Dijo enojada la señora Mariana y me miró.

—______ —Dijo Jos y yo me acerqué a el y este me apretó el brazo, casi me lo arranca.

—Nosotros lo sentimos señora —Dijeron y salieron de la habitación.

—¿Estás bien Jos? —Pregunto su mamá y el asintió.

—¿Puedes dejarme con _______? —Pregunto y la señora Mariana me miró y yo asentí.

La señora salió y Jos suspiró, me pidió seguro a la puerta y ahora entendía porqué.

—Te dije que no me dejaras sólo —Dijo enojado y yo suspiré.

—Iba por agua cuando me di cuenta —Dije y el negó molestó.

Me acorraló entre la cama y su cuerpo, estaba arriba de mi, tomo mi cara entre su manos y la empujó hacía sus labios, abrí los ojos sorprendida y lo empuje hacia su lugar.

—¿Qué diablos te pasa? —Pregunté exaltada y el empezó a reí.

—Es mi venganza —Dijo y yo le avente una almohada, estaba molesta muy molesta.

Salí de la habitación enojada y era notorio ya que azote la puerta, Aeromozas viólenlo yo las cubro, ¿Cómo se atrevía a besarme? ¿Qué diablos le pasa? Lo odio ¡ahhhhhhh!

(...)

—¿Qué haces aquí hija? —Pregunto la señora Mariana mirándome en el piso.

—Solo pensaba —Dije y ella asintió confundida y tomo lugar a lado de mi, una señora con clase y dinero en el piso a lado de mi.

—¿Algún problema con Jos? —Pregunto y yo la miré negando.

—Mariana, ¿Usted que piensa de mi? —Pregunté y ella me miró sonriendo.

—Que eres una gran chica y que en verdad amas a las personas y te encanta ayudar, viene de sangre quiero creer —Dijo y yo asentí riendo levemente.

—Bueno, mi madre y mi padre se la viven trabajando, mi hermana menor y yo somos las únicas en casa, cuando ella empezaba a pedir cosas para la escuela y mamá y papá no estaban yo le daba el dinero hasta que después de eso cada día era más y más y termine haciéndome cargo de ella, mi hermano mayor trabaja fuera y bueno los únicos responsables son mis abuelos y ellos me ayudan con ella y mi hermano me ayuda económicamente —Dije y ella me abrazó entendiendo lo que vivía.

—¿Por qué nunca has hablado con tus padres? —Pregunto y yo suspiré.

—Lo haría si tan solo me prestarán atención —Dije y ella asintió.

—¿No tienes novio? —Pregunto y yo negué sonriendo.

—No he tenido tiempo de estar en una relación amorosa cuando tengo responsabilidades más importantes —Dije y ella asintió.

—¿Ósea jamás has tenido una relación? —Pregunto y yo asentí.

—Vaya —Dijo y yo asentí sonriendo.

—Tu vida es algo complicada —Dijo yo asentí.

—Me siento bien al hablar con usted, siento ese cariño maternal que siempre me hizo falta —Dije y ella sonrió y me abrazó.

—Tus pases algún día se darán cuenta de lo que están perdiendo —Dijo y yo sonreí y ella me abrazó.

(...)

Aterrizamos en Canadá, una tormenta de nieve se veía en el lugar y hace mucho frío, la señora Mariana rento un carro en el cuál nos transportamos a la residencia de la señora Canela, al llegar quedé más que sorprendida, era una casa dentro del bosque, estaba hermosa y afuera de esta la esperaba todo un personal equipado, al bajar nos ayudaron con las maletas y la señora Mariana miró a todos.

—El es mi hijo Jos y ella ______ su esposa, por lo tanto respeten a ambos y cuidado con pasarse de confianza —Dijo y miró a todos sería y todos asintieron.

Todo el personal se metió a la casa y Jos fue llevado a su habitación con ayuda del guardia y una mucama, miré a la señora Mariana y ella a mí.

—Cuida que no pase lo del avión —Dijo y yo asentí.

—¿Por qué dice que yo soy la esposa? —Pregunté y ella sonrió.

—Hace un año, Jos vino aquí conmigo y en esta misma casa casi lo violan las mucamas, se espanto y en verdad agradezco que estés con el y por lo tanto dormirás con el en la misma habitación no quiero que se repita la situación, por eso digo que eres su esposa para que lo respeten —Dijo y yo asentí.

—Iré a ver a Jos, tal vez descansemos un poco, la turbulencia del avión lo tenía espantado —Dije y ella asintió.

Caminé al interior de la casa y una muchacha me esperaba.

—Su equipaje está en la habitación de a lado de su esposo —Dijo y se notaba rara, la miré confundida.

—Quedo claro que es la esposa de mi hijo, así que su equipaje va junto con el de mi hijo —Dijo Mariana y me miró diciéndome "Jos", subí las escaleras preocupada, Jos estaba solo y es señal de peligro.

Abrí 5 habitaciones sin dar éxito a la 6 encontré la de Jos, este estaba algo incómodo ya que una muchacha estaba con el y le decía "Su ropa está linda" "Lo ayudó" y demás, al verme se apartó de el y me miró sería.  

—¿Qué está pasando? —Pregunté sería y ella me sonrió.

—Estaba ayudando al joven a desempacar su ropa —Dijo y yo alce una ceja.

—La maleta está en la cama no enfrente de el —Dije y ella asintió apenada.

—Disculpe —Dijo y se alejó más de Jos.

—Haber que te quede claro lo que dijo la señora hace un momento y no voy a permitir que lo estés acosando, así que por favor retírate, para atenderlo estoy yo —Dije y ella asintió y salió de la habitación.

Suspiré cerrando la puerta y Jos se tranquilizó un poco.

—Acomodare la maleta —Dije y empecé a sacar las playeras y demás, los puse en la cama y sentí como una mano me detuvo.

Jos tomo mis manos y me obligó a que me girará hacia el, tocó mi cara con una de sus manos y sonrió.

—Escuche lo que hablaste con mi mamá —Dijo y yo me aleje de el un poco tensa.

—Su maleta —Dijo una muchacha que no fue la que casi quería violar a Jos, entrando a la habitación.

—Gracias, ahora vete —Dijo Jos y ella salió de la habitación.

—Tengo que acomodar la ropa —Dije y tome las cosas de Jos y camine al grande closet y empecé a acomodar la ropa, cuando estaba por salir el venía hacia el closet y choque con el.

Me tomo de la cintura y me hizo retroceder.

—¿Por qué te da miedo hablar conmigo de tu vida? —Pregunto y yo negué.

—No me gusta compartir mi vida, lo que hablé con tu mamá fue porqué necesitaba desahogarme con alguien —Dije y el negó riendo.

—Has estado huyendo de mi últimamente, te he hecho preguntas y las evades —Dijo y yo empecé a ponerme nerviosa y sentí como tope contra una puerta del closet.

—Lo que paso en el avión, tú me besaste, huir de ti fue lo mejor, me moleste mucho —Dijo y el sonrió.

—Cuando le dijiste a mi madre que jamás habías tenido novio, entendí que tampoco habías dado tu primero beso y yo fui quién te lo robo —Dijo y yo asentí aún sin que él no me pudiera ver.

—Tan solo —Dijo y estampó sus labios contra los míos.

Cerré mis ojos y me dejé llevar, Jos estaba despertando algo en mi, un sentimiento extraño, el beso que me estaba dando hizo que mi estómago se volviera un zoológico y que una corriente eléctrica corriera por todo mi cuerpo, se separó de mi y junto su frente con la mía.

—Me gustas ______, algo en ti llama mucho mi atención —Dijo y yo sonreí por inercia.

La puerta de la habitación fue abierta y Jos grito.

—En el closet —Dijo y la señora Mariana entro y sonrió al vernos.

—Estaba acomodando la ropa de su hijo —Dije y ella asintió.

—Lo siento si se les hace incómodo compartir habitación, no tuve mejor idea que esa —Dijo y yo negué sonriendo.

—No mamá, para mí es un gusto, el mejor regalo que me puedes dar —Dijo sonriendo como idiota y la señora Mariana me miró confundida.

—Esta diciendo para que no se repita lo del avión —Dije y ella asintió.

—Los dejare solos, iré a dormir un poco, más tarde se les llamará para la cena —Dijo y ambos asentimos.

La señora Mariana salió de la habitación y Jos salió del closet, regrese a la cama de Jos por ropa y este estaba ya acostado, estuve algunos minutos desempacando y acomodando en el closet su ropa, tome mi maleta y la puse en el closet, yo no acomodaría mi ropa sería invadir el espacio de Jos y yo solo soy su niñera, mi teléfono empezó a sonar y lo tome, salí al balcón a contestar.

—¿Así que te fuiste a Canadá sin nuestro permiso? —Pregunto una mamá muy molesta del otro lado de la línea.

—Te marqué y jamás contentaste, los abuelos me dieron permiso —Dije y ella río.

—Ahora resulta que tus abuelos son tus tutores —Dijo indignada y yo suspiré.

—Pues son lo más cercano a unos padres, el cariño y amor que ellos me dan a mi y a Elena es suficiente, en vez de regañarme por estar aquí deberían de estar con Elena quién necesita del amor de unos padres que es obvio que pareciera que no tiene, ya si no tuvieron la decencia de tener ese afecto conmigo más que cuando me accidente por lo menos ténganlo con ella que lo necesita —Dije enojada y se escuchó el llanto de mi madre.

—Hija —Dijo mi padre pero lo interrumpí.

—No papá, el amor que me hizo falta a mi de ustedes, mejor vayan con Elena y dénselo que espero aún les tenga algo de amor, es una niña maravillosa y muy hermosa, espero la valoren por lo que es, tienen tres hijos solo a uno le dieron amor y desde que Javier se fue a trabajar fuera ustedes se convirtieron en una oficina y en "Nuestras hijas no importan" solo les importe cuando me accidente pero estoy bien, solo necesitaba desahogarme ya tenía mucho tiempo con esto en el pecho, Espero Elena los perdone, yo no tengo tiempo de estar con ustedes, regresaré a casa cuando termine mis asuntos de trabajo aquí en Canadá —Dije y colgué.

Me senté en una silla de la mesita de afuera y la cuál estaba fría, la nieve caída en mi y no en importo para soltar mis lágrimas de coraje.