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—Es tarde —Dijo mi hermana mirándome desde la sala de la casa cuando entre a la casa.
—Lo se, hubo unas complicaciones, todo bien, tranquila —Dije y ella asintió.
—Ves a dormir —Dije y ella asintió, beso mi cachete y subió a su habitación.
Suspiré y subí a mi habitación un rato después, me di un baño y me puse mi piyama, me acosté y me quedé dormida al instante.
(...)
3:00 de la mañana mi teléfono sonaba como desesperado, lo tome y contesté.
—Bueno —Dije y se escuchó un llanto del otro lado.
—Soy la señora Canela, podrías ayudarme con Jos su temperatura regreso —Dijo desesperada.
—Voy para haya —Colgué y tome mi mochila y saque los aparatos médicos que tenía guardados, metí una muda cualquiera a mi mochila y salí de la casa en fuga.
Maneje rápido a la casa de la señora Canela, al llegar estacione mi carro y baje corriendo, la señora Canela me esperaba en el portón, me abrió y entre con ella corriendo a la casa, subimos a la habitación de Jos y este estaba muy mal.
—Abra la llave de la regadera, tenemos que meterlo en agua mediada —Dije y ella asintió y corrió al baño.
—Haber Jos ven acá —Dije y lo enderece en la cama, saque un aparato de la presión y se la cheque me di cuenta de que estaba baja y su ritmo cardíaco estaba acelerado.
—Ya está la tina —Dijo la señora Canela y yo asentí.
—Ayúdeme a desvestirlo —Dije y ella corrió y le quitó la ropa a su hijo, por decencia lo dejo en bóxer)
Cargamos a Jos hasta el baño y lo metimos a la tina, no me importó que el agua estuviera fría y me metí con él para poder mojar su cabeza y que se le bajara la temperatura, la señora Canela me miraba un poco más tranquila.
—Gracias en verdad, no sabía que hacer —Dijo y suspiró cansada.
—Estará bien, su temperatura se está regulando, puede ir por una pastilla y un vaso de agua, dormirá como bebé toda la noche ya verá —Dije y ella asintió y salió del baño.
—Gracias por ayudarme, en verdad no sé cómo te lo agradeceré —Dijo un Jos todo cansado.
—Descansando y ya no ser grosero con tu mamá, ella se preocupa y te ama, si te regaña es por tu bien —Dije y el asintió y yo le eche agua en la cabeza.
—Ten aquí están las cosas —Dijo la señora Canela y yo asentí, obligue a Jos a que se lo tomara y así lo hizo.
Más tarde lo sacamos de la tina y su mamá lo cambio, saque el aparato para checar el corazón y empecé a checar que estaba mejor su ritmo cardíaco, la señora Canela me miraba más tranquila cuando le di el diagnóstico, la señora Canela se quedó con su hijo mientras yo me quitaba la ropa mojada que tenía, me puse un pantalón de mezclilla y una blusa blanca con un estampado de gato negro, ente a la habitación de Jos y la señora Canela se estaba durmiendo.
—Vaya a descansar, yo cuidare de el —Dije y ella asintió y salió de la habitación.
—No me dejes —Dijo Jos tomando mi brazo.
—Aquí estoy Jos —Dije y me senté en el piso y el tomo mi brazo, me recargue en un costado de la cama y me quedé dormida a un lado de el.
(...)
La mañana siguiente mi hermana me marco diciéndome que si estaba bien, le informe que si y me dijo que más tarde vendría a verme y a dejarme lonche, agradecí y colgué.
—Aquí está el desayuno señorita —Dijo la cocinera entrando.
—Gracias —Dije y ella asintió y se retiró.
—Mi cabeza está por explotar —Dijo Jos levantándose de la cama y perdió el equilibrio y yo corrí, calló arriba de mi y sin pegarse.
Su cara estaba muy cerca de la mía, sus pestañas estaban muy largas y sus ojos color avellana estaban hermosos, lo ayude a pararse y a sentarse en la cama, le extendí una pastilla y el la tomo, bebió agua y después le extendí su plato de fruta y yogurt.
—Gracias por ayudarme —Dijo y yo sonreí.
—De nada —Dije y el asintió.
Termino su desayuno y se sentó en la alfombra, me senté a un lado de el y el suspiró.
—¿Podrías llevarme a caminar un poco al parque de las residencias? —Pregunto y yo sonreí)
—Si, te haría bien caminar —Dije y lo ayude a pararse.
—Cámbiate y me hablas cuando estés listo —Dije y el me tomo del brazo.
—Es que, no puedo cambiarme solo, por qué crees que siempre estoy en piyama —Dijo y yo suspiré.
—Esta bien —Dije y lo senté en la cama, caminé a su grande closet y saque ropa.
—Haber esto está bien —Dije y avente la ropa a la cama.
Le ayude a pararse y le quite la camisa, le puse una negra y vamos al caso que el se puso rojo supongo que de la pena, el se quitó el pantalón de dormir y le extendí un pans gris, se lo pasó y después le ayude con los Vans negros, salimos de su habitación y bajamos las escaleras con cuidado, salimos y caminamos al portón, abrí el portón y cruzamos la calle para llegar al camellón en dónde no había gente pero se podía caminar.
—¿Cómo está el día? —Pregunto mientras caminaba con mi ayuda)
—Esta algo nublado —Dije y el asintió.
Empezamos a caminar en silencio, miré el cielo y después miré a Jos, sabía que sentía el en estos momentos, querer ver el cielo y el camino, llegamos al parque y Jos dijo que regresamos a casa ya que escuchamos un trueno era alerta de lluvia, caminamos de regreso a casa y antes de llegar a la puerta de la casa de Jos me topé a mi hermana con lonche para mí, Jos no entendía nada.
—Jos ella es mi hermana Elena —Dije y Jos asintió y le extendió la cuál mi hermana tomo.
—Prepare esto, espero te guste, no cocino como tú, voy a ir a casa de la abuela —Dijo y yo asentí.
—Cuídate mucho ¿Mamá dónde está? —Pregunté te ella suspiró algo triste.
—Vez a casa de la abuela ya después iré por ti en la noche —Dije y ella asintió y se fue.
Jos no dijo nada y entramos a la casa ya que justo empezó a llover, lo subí a su habitación y yo me senté en el piso mientras el estaba en su cama, miré las gotas caer desde la ventana, Jos suspiró y yo lo mire.
—¿Estás bien? —Pregunto y yo suspiré.
—No —Dije y el asintió.
—¿Pasa algo con tu mamá? —Pregunto y yo suspiré y lo miré.
—Mi madre trabaja y no va a casa seguido y mi padre menos, mi hermana y yo nos quedamos solas muy seguido, mi abuela es la única que nos cuida pero es algo difícil, crecí sin el afecto maternal y paternal, solo los tuve cuando me accidente hace mucho —Dije y el asintió entendiendo)
—¿Trabajas para ambas? —Pregunto y yo asentí aunque no me viera)
—Algo así, he cuidado de mi hermana desde que tengo memoria, mi hermano se fue a trabajar fuera después de que se recibió y bueno yo quedé a cargo de todo —Dije y el asintió entendiendo.
—Mañana no vengas, es domingo y tal vez vaya a casa de mi abuela a la comida que prepararán cada domingo, mi madre estará y pues no es necesario que vengas —Dijo y yo suspiré.
—Si, gracias —Dije y el asintió.
—¿Podrías venir? —Pregunto y yo me puse de pie y me senté a su lado en la cama.
—Tu cara —Dijo y acercó mi cara mucho a la suya.
Empezó a tocar mi cara, cerré mis ojos, trataba de conocerme de grabar mi rostro, sus manos pasaron por toda mi cara y se detuvo en mis labios, trazo como tres veces la forma de estos, en un momento se alejó y yo abrí mis ojos.
—¿Qué color son tus ojos? —Pregunto y yo suspiré)
—Azules —Dije y el asintió.
—Bonitos ojos —Dijo y yo sonreí.
—Gracias —Dije y el asintió.
—Jos —Dijo la señora Canela entrando a la habitación y nos miró confundida.
—¿Todo bien? —Pregunto y yo asentí.
—Estaba estudiando su cara, tiene bonitos ojos y lindo labios —Dijo Jos a su madre y ella me miró sonriendo.
—Puedes irte a casa linda, tome la tarde libre y la pasaré con mi hijo —Dijo la señora Mariana y yo sonreí.
—Gracias señora —Dije y ella sonrió.
—Dime Mariana, mañana no te presentes iremos a casa de mi madre y Jos me acompañará —Dijo y yo asentí.
—Suerte y hasta luego —Dije y salí de la habitación para después salir de la casa.
Subí a mi auto y maneje hasta la casa de la abuela que se encontraba en otras residencias hasta del otro lado de la ciudad, cuando llegué suspiré y baje corriendo ya que la lluvia seguía cayendo, saque las llaves y entre a la casa, en la sala estaba mi hermana leyendo como siempre.
—¿Pues que hora es? —Pregunto asustada y miró el reloj.
—Es temprano, la mamá de Jos llegó temprano y me dejó salir luego —Dije y ella sonrió.
—¿La abuela? —Pregunté y ella apunto la cocina.
Sonreí y caminé hasta la cocina en dónde estaba mi abuela cocinando con ayuda de la muchacha unas galletas.
—Abuela —Dije y ella me sonrió y me abrazó.
—Mi vida —Dijo y yo sonreí y me senté en un banco de la mesa, tome una galleta y la lleve a mi boca.
—¿Qué tal tu día? —Pregunto y yo sonreí.
—Eh tenido mejores —Dije y ella río levemente.
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