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—Tal vez aquí podría encontrar algo —Dije a mi hermana menor quién leía un libro de historia.
—Tal vez si dejaras de trabajar como desesperada te haría mejor uso, no sé cómo mamá accedió a esto —Dijo negando mientras regresaba su vista al libro)
—Deberías de saber que la amenacé —Dije y ella río levemente.
—Me lo imaginé, para ser tú fuiste capas de hacer eso por trabajar, por dios tenemos dinero mucho, nuestros padres nos pueden mantener sin problema —Dijo y yo la miré.
—Ellos son ricos nosotras no tenemos nada, bueno en mi caso yo tengo dinero no mucho pero de lo poco que he trabajado he juntado algo —Dije y ella asintió y suspiró.
—Algún día te pasara algo que en verdad no querrás volver a trabajar nunca más —Dijo y se levantó de la mesa para irse a su habitación supongo.
Empecé a leer el periódico y encontré una nota "Se solicita niñera con o sin experiencia, salario de" ¿Que? Todo esto pagan por cuidar a un niño, leí más y note de quién se trataba, "Sra.Canela" un momento se supone que la señora Canela no tiene hijos chiquitos, sepa dios que será pero no perdería está oportunidad, así que tome el teléfono y marqué a su casa.
—Bueno —Dijo una muchacha del otro lado de la línea.
—Hola, ¿Se encuentra la señora Canela?, hablo por el anuncio del periódico —Dije y se escuchó como corrió, supongo con ella.
—Bueno —Dijo la señora Canela y yo suspiré.
—Hable por el anuncio del periódico, tengo experiencia con los niños —Dije y miré a mi hermana entrar a mi habitación.
—Puedes venir a mi casa, anota la dirección, hablaremos de todo y de tu salario —Dijo y yo miré confundida el teléfono.
—¿Me está dando el trabajo? —Pregunté y ella suspiró.
—Si, pero necesito que vengas a mi casa para hablar —Dijo y yo miré el reloj de la pared de mi habitación.
—¿En una hora le parece? —Pregunté y ella dijo que si.
Anote la dirección de su casa y colgó, miré a mi hermana, la pequeña Elena.
—Y bien ¿Lo conseguiste? —Pregunto y yo asentí un poco confundida.
—¿Tu recuerdas si la señora Canela tuvo hijos pequeños? —Pregunté y ella negó confundida.
—El único niño que recuerdo es a ese niño que era un cretino y patán, se creía la hermosura de Los Ángeles —Dijo y yo asentí recordando a ese niño.
—Me tengo que ir, iré a ver a la señora Canela a su casa, de ella es el trabajo —Dije y ella me miró aún más confundida.
—Trata de mantener un estatus no rico y poderoso —Dijo y yo reí.
—En mis anteriores trabajos salí completa —Dije y ella río y se acostó en mi cama.
Entre a mi closet y me cambié por ropa casual, alce mi cabello en una coleta y tome mi mochila en dónde metí algunas cosas, salí de casa no sin antes avisar a mi padre y madre por teléfono, encargué a mi hermana con la muchacha y el chófer, cerraron el portón de mi casa detrás de mí, caminé hasta la casa de la señora Canela, ya se dónde vivía pero como dijo Elena "Estatus bajo" la señora Canela vivía en la misma Colonia que yo, las residencias más caras y poderosas de Los Ángeles, llegué a su casa después de 20 minutos de camino, toque el timbre que se encontraba en el portón y alguien hablo por el interfón.
—¿Quién es? —Pregunto una chica y yo suspiré.
—¿La niñera? —Pregunté más que aclaración.
—Oh, pase —Dijo y abrió el portón.
Crucé el gran jardín delantero con mucho cuidado, había una fuente en el medio y un camino empedrado que la rodeaba, toque la puerta de la casa y la señora Canela me abrió, me miró de arriba a abajo cosa que me incómodo un poco, me dio paso a su casa y me dijo que la siguiera hasta el estudio de su casa.
—Que bueno que estés aquí, mira lo que pasa es que te cité aquí para que hablemos de tu trabajo —Dijo y yo asentí confundida.
—Señora tengo experiencia con niños y se de primeros auxilios —Dije y ella asintió.
—Es que no cuidaras a un niño, bueno para mí es mi bebé, quiero que cuides a mi hijo de 19 años, se llama Jos —Dijo y mi cara mostró sorpresa total.
¿Qué? Acaso un chavo de 19 años no puede valerse por sí mismo para que tengan que contratar una niñera, vaya que cosas ¿No?
Bueno pensándolo bien el podría tener algún retraso, así creo capas de que no se haga valer por si mismo.
—Si te quieres ir adelante, no tengo problemas —Dijo y yo negué cayendo en cuenta de que debe de haber una razón.
—Disculpe la indiscreción, pero ¿Porqué necesitaría un joven de 19 años una niñera? —Pregunté y ella suspiró.
—Porque mi hijo está ciego y necesito que alguien lo ayude en la casa cuando yo me voy a trabajar —Dijo y en mi mente retumbó el "Está ciego", ahora entiendo.
—Acepto —Dije y ella me miró confundida.
—¿En serio? —Pregunto y yo asentí.
—¿Puedes empezar hoy mismo?-(pregunto y yo asentí.
—Gracias en verdad, tengo que irme a trabajar, por si necesitas dinero o algo la cocinera tiene mis números y dinero por si necesitas —Dijo y yo asentí.
—En verdad gracias —Dijo esperando a que le dijera mi nombre.
—______, mi nombre es ______ —Dije y ella asintió y salió del estudio.
Salí del gran estudio y caminé a la cocina o eso creo, entre y un chico y una señora algo grande me miraron.
—Hola —Dije y ellos me miraron sonriendo.
—Tu debes de ser la niñera ¿no? —Pregunto la cocinera y yo asentí.
—Soy ______, no conozco la casa, ¿Saben dónde está el joven Canela? —Pregunté y ellos asintieron.
—Esta en la segunda planta a mano derecha la tercera habitación es la de el, en la puerta está pegado un gato negro —Dijo y yo asentí.
—¿Saben cómo es el? —Pregunté y ellos asintieron confundidos.
—El joven Canela es alguien demasiado Serio, no le gusta que lo molesten cuando está en su habitación, solo cuando subes la comida —Dijo y yo asentí.
—¿Ya comió? —Pregunté y la señora negó.
—Esta es la comida, si gustas llevarla para que te conozca —Dijo y yo asentí tomando la charola.
Subí las escaleras con cuidado y cuando llegué al gran pasillo lleno de puertas gire a la derecha, localicé el gato pegado en la puerta y cuando estaba por abrir la puerta alguien la abrió primero dejando caer la sopa caliente en mi estómago.
—Esto está caliente —Dije y miré mi blusa toda mojada por el caldo.
—¿Estás bien? —Pregunto un chico saliendo detrás del joven Canela supongo.
—Si, solo necesito limpiar y cambiarme esto —Dije y miré a ambos chicos.
—¿Quién eres? —Pregunto el joven Canela confundido.
—Soy la muchacha que su madre contrato joven, para cuidarlo —Dije y el suspiró y hizo una cara de enojo y entro a su habitación cerrando la puerta enfrente de mi y del otro chico el cuál se quién es pero es mejor no hablar.
—Mi nombre es Alonso Villalpando, soy mejor amigo de José Miguel y pues discúlpalo, al parecer la noticia no le gusto —Dijo y yo asentí.
—Un gusto Alonso, me llamo ______, iré a cambiarme esto —Dije y apunte mi blusa aún empapada de sopa, Alonso abrió un baño detrás de mí y yo agradecí.
Entre y le puse seguro, supuse que este tipo de cosas pasarían, creyendo que cuidaría niños pequeños me mancharía mi ropa pero es un chavo de 19 años ¿Qué tontería no? Me limpie mi marca toda roja que adornaba mi estómago y después me puse una blusa limpia color negro, salí y levanté todo el desastre que estaba en el piso, baje a la cocina y la cocinera sonrió entendiendo que la sopa había caído en mi, me sirvió nueva sopa y agua y subí ahora sí con cuidado a la habitación, toque y pase obteniendo la mirada de Alonso.
—Me tengo que ir Jos, iré a casa porque Diego me dijo que iríamos a comer con mamá y papá —Dijo y el asintió.
—Suerte —Dijo mirándome y yo asentí sonriendo.
—Hola —Dije y el me ignoro por completo.
—Vete de mi casa y de mi vida ahora —Dijo enojado y yo suspiré, seria más difícil de lo que pensé.
—Le dejo su comida —Dije y el asintió, estaba por salir cuando escuché varias cosas caerse.
Miré a dónde estaba Jos y note que estaba en el piso rodeado de algunos libros.
—¿Esta bien joven? —Pregunté y lo ayude a levantarse cosa que no rechazo.
Note que tenía algo de sangre en su brazo, así que lo senté en la cama y saque mi botiquín de primeros auxilios de mi mochila, empecé a limpiar su brazo y después coloque una pomada para que el dolor disminuyera, termine y guarde mis cosas, empecé a levantar las cosas que se cayeron, miré los libros que tenía este chico, vaya que le gustaba leer mucho, eran libros especiales para ciegos, suspiré y después de terminar estaba por salir de la habitación cuándo un brazo me detuvo.
—¿Quién eres? —Pregunto confundido Jos y yo lo miré.
—Soy ______, Si necesitas algo aquí estaré —Dije y el me soltó del brazo asintiendo.
—Gracias —Dijo y entro a su habitación cerrando la puerta.
Suspiré y mire que a un costado estaba un sillón, me senté ahí y saque un libro que había traído, empecé a leerlo bien emocionada.
(...)
—¿Alguien me puede ayudar? —Gritó Jos desde su habitación, tome mi mochila y entre a la habitación.
—¿Qué pasa joven? —Pregunté y el se encontraba en piso buscando algo.
—No encuentro mis lentes, se que están por alguna parte —Dijo y yo miré los lentes cerca de dónde el buscaba.
—Venga —Dije y lo ayude a levantarse.
Tome los lentes y se los di de inmediato, el suspiró y se los puso, me pidió que lo ayudará a bajar y así lo hice, lo ayude a bajar las escaleras una por una hasta llegar a la sala, en dónde lo senté para que esperara a su amigo Alonso y otros chicos.
Minutos después tocaron la puerta de la casa, el jardinero les había abierto el portón, entraron por Jos y se lo llevaron, suspiré y camine a la cocina en donde se encontraba la cocinera comiendo.
—Provecho —Dije y ella agradeció.
—Si gustas algo puedes agarrar —Dijo y yo negué.
—Gracias pero no tengo hambre —Dije y ella asintió.
—Saldré a mi casa un momento, regresó en una hora —Dije y miré el reloj de la pared, eran las 6:00 pm, vendría a las 7:00.
La señora asintió y yo salí de la casa, caminé hasta la mía la cuál no estaba lejos, entre en esta y saludé a los del servicio, caminé hasta mi habitación y miré mi estante de libros, saque una caja que tenía arrimada en una esquina, me senté en el piso y empecé a sacar lo que tenía ahí.
—¿Qué haces con esa caja? —Pregunto mi hermana detrás de mí.
—El hijo de la señora Canela es ciego, yo ya no necesitaré esto, él si —Dije y ella me miró ciertamente sorprendida.
—No sabía que la señora Canela tuviera un hijo asi —Dijo y yo suspiré asintiendo.
—Ni yo créeme, tiene mi edad al parecer, lo entiendo perfectamente —Dije y ella asintió suspirando.
—Perdiste tu vista en ese accidente, la recuperaste mucho tiempo después pero aún así no te dejaste vencer por eso, te admiro mucho y créeme se que ayudarás a que ese chico también salga a delante —Dijo y yo asentí.
—Es un poco terco y necio pero no descansaré hasta que aprenda, tiene libros de ciencia y así, estos que tengo le podrán servir —Dije y ella asintió.
—Me tengo que ir nuevamente, solo vine por esto, vendrá hasta tarde cuídate —Dije y salí con la caja de cosas de mi habitación.
Decidí que no caminaría con la caja hasta la casa de la señora Canela así que subí la caja a mi auto y maneje hasta su casa, miré la hora 6:30, tiempo récord, estacione el carro enfrente y baje, entre a la casa con ayuda del jardinero quien me abrió, subí a la habitación de Jos con la caja pesada y grande que traía, saque los libros que yo tenía y los dejé en su mesa de noche, espero en verdad le gusten, yo ya no los ocuparía y espero a él le sirvan mucho, baje a dejar la caja a mi carro y cuando estaba por entrar un carro llegó a estacionarse enfrente del mío.
—¿Podrías ayudarme? —Preguntó un chico de cabello chino mirándome tratando de sacar a Jos del auto.
—¿Qué le pasó? —Pregunté preocupada y el suspiró.
—Tomo más de lo debido —Dijo y logramos sacarlo.
—Deja yo puedo sola, estará bien —Dije y el asintió para después irse.
—Necesito otro tragó —Dijo un Jos demasiado borracho.
—Necesitas un baño —Dije y el río levemente.
Entre a la casa con el como pude, le pedí a la cocine que me subiera una pastilla y agua, subí a Jos a la habitación y lo dejé en la cama, prepare la tina con agua y jabón, note que empezaba a darle temperatura así que lo desvestí y lo metí a la tina, no miré nada de lo indebido entre su entrepierna, me fije en la cara no en otra cosa, empecé a echar le agua limpia en la cara hasta que llegó la cocinera.
—Esto me servirá para bajarle la temperatura —Dije y ella asintió.
—Los del servicio ya nos vamos ¿Puedes sola? —Pregunto y yo asentí.
—Tengo conocimientos médicos y se tratar con esto —Dije y ella asintió.
Salió de la habitación y yo miré a Jos quien tenía los ojos cerrados y note que su temperatura corporal se había intensificado.
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