
Capítulo 7
Las tortugas no son mías ni ninguno de los personajes que presentan las series y los cómics.
Esta historia está basada en un sketch de cuando las tortugas tienen un cetro y viajan a diferentes dimensiones donde son tortugas normales, tortugas del 2003, entre otras, bueno yendo al punto ese sketch no es mío solo me gusta la gráfica y de ahí me vino la idea.
Solo soy una escritora que busca poner sus más alocadas ideas en acción para hacerles pasar un buen rato a ustedes mis queridos lectores, yo me divierto redactando ^-^.
Corrieron, tres aun con dudas en su mente y los otros con el terror de lo que le pudiese suceder a Leonardo a manos del maldito consejero.
-¡DEJENNOS PASAR! ¡TENEMOS QUE HABLAR CON LOS PRÍNCIPES!
-¡SEÑORITA, YA LE DIJE QUE NO PUEDEN PASAR!
El escándalo aumentaba a medida que avanzaron y con cada paso lograron identificar dos figuras en la entrada, una de formas delicadas y la otra más gruesa.
-¿April?
-¡Donnie! – a diferencia de otros tiempos, ella los veía de manera suplicante, específicamente a las tres tortugas en armadura
-¡Déjenlos pasar y regresen a sus puestos! –demandó Raphael, los soldados obedecieron inmediatamente, April y Casey se acercaron a ellos apresuradamente
Una vez frente a ellos pudieron apreciar el demacrado rostro de su amiga, en esas pocas horas, había llorado hasta quedarse seca, sus mejillas aún estaban rojas por la piel levemente irritada, y sus ojos aun conservaban el color rojo junto a la hinchazón
-¡Por favor, tienen que liberarlo, el no hizo nada, por favor tienen que ayudarlo! –suplicó y al no recibir respuesta, solo aumentó su pánico e histeria- ¡Por favor, no deben entregárselo! ¡LO VA A MATAR! ¡EL TRAIDOR LO VA A MATAR! ¡AYÚDENLO! –Casey la abrazó de nuevo al ver las lágrimas en un nuevo llanto- Por favor, él es... -las tortugas se mostraron interesadas en lo que iba a decir justo al tiempo en que ella se dio cuenta del error que casi comete
-¿April?
-"Es lo único que te pediré...."
-No puedo decirlo
-"Es por el bien de todos..."
-Se lo prometí –susurró antes de salir del shock- tenemos que sacarlo de aquí
Los demás asintieron aún confundidos por el monólogo de la pelirroja, reanudaron su carrera hacia el salón del trono, todo estaba silencioso a medida que se acercaban y eso aumentaba sus miedos.
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Oroku sonrió con satisfacción cuando oyó aquel sonido.
Cuando se aseguró de que los príncipes estuvieran lejos, comenzó a golpear a la tortuga con gran intensidad, él se resistió a gritar hasta que con aquel golpe escuchó el sonido inconfundible de un hueso al romperse.
A pesar de que en esa habitación se encontraban los más fieles al consejero, no pudieron evitar cerrar los ojos al escuchar ese grito espantoso, otros solo desviaron la vista y muy pocos taparon sus oídos intentando apaciguar las quejas que siguieron más adelante
-No lo entiendo....-dijo en voz baja la tortuga de azul
-¿El qué? –preguntó dejando de golpearlo
-Nunca te he hecho nada.... ¿por qué te ensañaste conmigo? –logró decir entre jadeos de dolor- Esta es la primera vez que te veo frente a frente....
-No hay nada que entender, siempre fuiste un estúpido Leonardo –volvió a sacarle el aire con otra patada, pero él solo sonrió- ¿qué es tan gracioso?-la molestia e ira eran notorias en su tono
-Me rio del simple hecho de que alguien tan poderoso me tenga miedo
Eso provocó un silencio general, Destructor por un momento recordó las palabras de su primo-hermano, haciéndolo perder los estribos, agarró la empuñadura de su espada dispuesto a sacarla y cerrarle la boca
-Señor, vienen hacia acá –el anuncio lo detuvo, recuperó la razón y se recordó que pronto tendría la satisfacción de jalar la palanca de la horca el mismo, frente a todos.
Frente a él
-¡Xever! –el aludido se arrodilló de inmediato- llévatelo a las mazmorras y asegúrate de que nadie que no sea yo entre o salga de ahí
-Sí señor –con un grupo, se llevaron rápido a la tortuga, justo al tiempo en que ocho personas entraban a la habitación
-¿Qué sucede Raphael? –Oroku aparentó calma
April estaba más que dispuesta a gritarle sus verdades en la cara pero su futuro esposo le susurró que mantuviese la calma.
El Raphael de ese mundo, conociéndose así mismo le dio un codazo discreto a su homólogo antes de que gritara los improperios con los que el mismo quería expresarse.
Debían dejarle esta situación a los genios
-Tío, ellos –dijo Donatello señalando a las tortugas modernas- como ya te hemos dicho son amigos de un reino lejano, sin embargo en nuestra charla nos han mencionado su verdadero objetivo –Saki se mostró interesado- ellos vienen en representación del rey Kraang, quien desea saber los avances de la captura del traidor Leonardo
-Ya veo –sonrió el muy hijo de.... ¡ejem! Digo... el consejero al oír noticias sobre uno de sus aliados- Me alegra el poder informarles que se ha cumplido con el arresto, ustedes mismos lo han visto
-No va a ser posible –Saki miró con sorpresa al "clon" de Donatello- la T-CRI como sabe nos ha mandado con el objetivo de corroborar su arresto, en todo el tiempo que pasamos en las alcantarillas no pudimos ver bien su rostro por lo que no sabemos si es él o no, y como ya es de su conocimiento, en nuestro reino somos muy desconfiados aun con nuestros propios aliados, deseamos verlo para confirmar que no se trate de un engaño
A excepción de sus dos hermanos el resto de ese mundo lo miró con asombro disimulado, mientras el consejero lo hacía pensativo.
-Está bien –dijo para sorpresa de muchos- Pero deberá ser mañana, se encuentra en las mazmorras y no es un lugar apetecible de visitar en estos momentos
-De acuerdo, mi lord se hará como usted ordene- concluyó Donnie para satisfacción del ego del hombre
La tortuga se dio media vuelta y caminó en aparente calma hacia el jardín, siendo seguido por el resto que permanecían confundidos
-Aun nos observan, cállense y sigan –susurró con su sonrisa superficial hasta que lograron llegar a un punto ciego
-¿Qué fue eso, Donnie? ¡Se suponía que nos tenía que llevar con Leo! –gritó Raph
-Si lo seguíamos presionando terminaría por mandarnos fuera del castillo –explicó rápidamente
-Lo que me sorprende es que supieras que ese reino se llama T-CRI y que en ese lugar desconfían hasta de su sombra –le aplaudió su homologo
-Es que siempre luchamos contra ellos en nuestro mundo, así que solo use la lógica para saber esos datos, ahora dígannos ¿hay un pasadizo para llegar al calabozo? –sus homólogos se vieron entre si y luego les sonrieron como si hubieran hecho una travesura
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Ni bien lo arrojaron al suelo frío de la celda, se arrodillo y apretó sus dientes antes de colocar el hueso roto de su brazo en su lugar junto con un alarido que despertó a su vecino
-¿Quién es?
Leonardo se olvidó del dolor cuando escuchó su voz, hace tanto que no lo hacía, pero debía mantener las apariencias.
-Soy un capitán al que Oroku quitó su barco y lo atrapó
-Comprendo, a fin de cuentas logró atraparte
-¿Y usted quién es? –fingió ignorancia
-Puedes decirme Splinter –Leo entendió la desconfianza de decirle su nombre real, después de todo, nunca pensó que de todos los lugares, se lo fuera a encontrar aquí- ¿Puedo preguntar por qué te encerraron?
-Cometí un error que cobró la vida de dos inocentes –dijo en resumen
-Lo lamento
De pronto escucharon pasos
-¡Leo! –al mencionado casi se le congela la sangre ¿qué hacían allí?, los ocho se apresuraron a las rejas, sonrientes por el alivio, April casi llora de la alegría al verlo entero
Y quien no, pero al parecer no eran los únicos que iban a visitarlo ya que oyó pisadas apresuradas.
-¡Rápido! ¡Sáquenlo de aquí! –lo miraron confundidos- ¡El es más importante que yo ahora! ¡El es...
-Padre... -murmuró Michelangelo cuando se acercó a curiosear la figura encapuchada topándose con tremenda sorpresa
-Tú abre esa y yo la de aquí –ambos genios se pusieron a trabajar en el candado mientras las pisadas aumentaban
-Donnie, es para hoy –dijeron ambos Raphael desesperados
-La paciencia es una virtud
-Me temo que tu hermano tiene razón ahora, hijo mío, no contamos con mucho tiempo –el sonido de su voz les confirmó a todos de que se trataba del rey
-¡Listo! –ambos candados cayeron al mismo tiempo
-Sabía que me estaban mintiendo
Justo a diez pasos de distancia, se encontraba en frente sus tropas, su tío.
-Corran...-susurró el capitán sabiendo que si intentaban enfrentarlos los arrestarían a todos
Llegaron al corredor principal, cerraron la puerta que lo conectaba con las mazmorras, sabían que no resistiría demasiado así que abrieron de inmediato el pasadizo, pero este era tan estrecho que debían pasar de a uno, Leonardo y el Raphael de ese mundo se quedaron atrás esperando a que los demás ingresen, las tropas ya estaban empezando a derribar la madera.
-Entra –le ordenó Leo
-No, tú....
-Escúchame Raphael –ese tono lo hizo callar de inmediato, como si fuera una reacción natural de su cuerpo, Leo quitó la mirada de la puerta para posarla en él- Ya me di cuenta de que saben que soy su hermano mayor –la puerta comenzó a ceder- y como tal te pido que esta vez me hagas caso –Raphael se iba a negar pero repentinamente Leo lo abrazó- Siempre has sido un testarudo, hermanito –eso fue lo último que escuchó antes de que el mayor lo empujara al pasadizo y cerrara la puerta diez segundos antes de que la puerta cayera al piso. El capitán comenzó a correr por uno de los pasillos, sabía que nadie aparte de sus hermanos conocían ese pasaje pero debía distraerlos para que no comenzaran a buscar algo escondido en las paredes.
A pesar de los años recordaba cada camino, cada vuelta, cada habitación.
Y por lo tanto sabía por dónde debía salir.
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-Porque ese pasaje solo puede abrirse una vez por semana y una vez que se cierra la puerta no se puede abrir –terminó de explicar Raphael mientras April curaba las heridas del rey
-Esto, Rey Hamato –dijo April- yo sé que no soy nadie, y no estuve allí cuando pasó pero...le aseguro que... Leonardo no fue culpable de...
-Lo sé –le interrumpió con una sonrisa triste- Pero en aquel entonces me deje cegar por la ira y la tristeza, no pude ver más allá de eso, cuando lo vi con el cuchillo en alto me deje llevar y mandé que lo arrestaran, todos los "testigos" me dijeron que ese niño había enloquecido, nadie sabía que era su hermano, mi hijo, solo lo sabía Saki, yo confiaba en él, hasta que me encerró. Cuando me di cuenta de mi error y quise buscarlo, ese desgraciado me dijo que lo había matado con sus propias manos.....
-Y no se equivoca del todo –las palabras de April sorprendieron a más de uno- "Espero que Leo me perdone por romper mi promesa..." –necesitaba decírselos, desde hace muchos años, esa fue la razón de que nunca les dijera que era su hermano- cuando éramos más pequeños, conocí a Leo cuando escapó del castillo, no lo juzgué porque vi pureza en sus ojos, con el pasar del tiempo lo ayudaba a esconderse, pero un día, por una horrenda casualidad del destino, él lo encontró. Yo me escondí por el miedo, y solo pude observar cuando lo obligó a tomar un líquido morado y luego le repetía "Tú mataste a la reina" "Tú asesinaste a tu madre" "Tus hermanos te odian" "Tu padre desea verte muerto" "Tienes la culpa de todo" desde ahí Leo no fue el mismo de antes perdió su alegría, siempre permaneció serio, solo sentí que se recuperó un poco cuando el "Anciano" lo adoptó en su barco, pero aun así nunca fue lo mismo
A Donnie y a Rapha se les hizo conocida esa historia, recordaban que algo había hecho cambiar a su hermano en su niñez, se volvió más serio, y ya no jugaba tanto como antes.
Cuando se lo nombró el líder, ellos no lo tomaron en serio, lo desobedecía y un día casi les costó la vida, ahora lo recordaban, fue desde ese momento en que su hermano dejó de ser quien era y comenzó a cargar con una culpa ajena.
-¿Mikey qué sucede? –Ángel se sentó cerca de Mikey, quien estaba hecho un ovillo
Estaba temblando.
-Solo.... Estaba recordando –susurró sin levantar la cabeza, todas esos momentos que vivían ahora, recordaba haberlos vivido hace mucho, pero ahora, tenía imágenes específicas que se repetían en su mente una y otra vez
Su hermano deteniéndose a medio camino de llegar a la cápsula de escape...
Leonardo amarrando al Kraang con la cadena de sus kusarigama....
Leonardo gritándoles que se vayan...
El tecnódromo hundiéndose en el agua con su hermano dentro....
Sin previo aviso comenzó a llorar, por lo que no sintió cuando la pared a su lado comenzó a moverse.
Se quedaron estáticos, Mikey sintió un peso cálido y reconfortante sobre su cabeza
-¿Qué sucede, Mikey? –el aludido levantó la cabeza despacio, casi temiendo que no fuese real
Frente a ellos se encontraba la mayor de las tortugas, con su brazo algo hinchado, varias marcas de golpes que se comenzaban a notar, y uno que otro corte.
Pero estaba ahí frente a ellos.
Vivo
Mikey y Ángel se le tiraron encima, derribándolo pues se encontraba sin fuerzas.
-Yo también los extrañé pero enserio me duele el brazo –lo ayudaron a levantarse, Donnie lo examinó casi de inmediato y Raphael lo regañaba por su actuar imprudente.
Los tres habían sentido el dolor de la perdida, como aquella vez.
Las otras tres tortugas y la rata se mantenían alejados, sin saber que hacer o cómo actuar.
Tantos años separados, tantos años persiguiéndolo, tantos años de creer una mentira.
Él al verlos les sonrió tímidamente, como si se avergonzara de algo y no estuviera seguro de ir con ellos.
Ahora estaban juntos y no los volverían a separar, ahora solo quedaba una cosa por hacer.
Enfrentarse a Destructor.
Continuará....
Hola queridos lectores, aquí Miko Eiko los saluda desde el mundo espiritual, espero les haya gustado el capítulo y continúen leyendo.
Déjenme sus comentarios, votos, quejas y sugerencias.
También acepto tomates y floreros.
Gracias por leer, nos ¿vemos? Luego
Los quiero, chicos y chicas.
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