Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Nueve

Yo:

Me traje tu chaqueta.

Lo siento.

Jisung:

¡No te preocupes!

¿Tienes trabajo hoy?

Yo:

Sí.

Jisung:

¿Quieres salir después?

Una cita decente.

Yo:

Me encantaría.

.

El frío se calaba en los huesos de Hyunjin. Aunque estaba usando la acolchada chaqueta de Jisung, podía sentir el frío inundando su cuerpo.

Estaba nevando, Hyunjin esperaba que Jisung llegara rápido. Odiaba el invierno. Sus peores recuerdos eran en esa época.

Esa noche nevada.

El rasguño de las ramas en su piel...

Sacudió su cabeza, tratando de alejar esos horribles recuerdos.

Ya habían pasado cuatro años, pero aún había noches que sufría pesadillas por todo eso.

Un auto se detuvo frente a él, Hyunjin creyó que irían a la cafetería pero la persona que salió, era una cara reconocida.

—Hyun, sube —dijo Jisung. Hyunjin vaciló. Un auto... un alfa... justamente una noche nevada... comenzó a temblar. Se volvió a sacudir.

Jisung no era así.

Jisung no era así.

Subió al auto.

—¿Y la moto? —preguntó Hyunjin. Jisung resopló.

—Mi manager se puso pesado con respecto a la moto. Dice que es demasiado peligrosa en una noche nevada —aquello hizo sonreír a Hyunjin.

—Te cuida bastante.

—Es como un segundo padre para mí —aquello le hizo soltar una risita a Hyunjin. Jisung comenzó a configurar algo y luego Hyunjin sintió calor recorriendo su piel. Jisung había encendido la calefacción.

—Gracias —Jisung comenzó a conducir. Algo picaba en la piel de Hyunjin, un límite que quería poner pero le daba miedo hacerlo.

Inhaló.

—Dime que no será en el mirador —Jisung soltó un pequeño sonido y lo miró de reojo.

—Claro que no. Pensaba que fuéramos a un restaurante.

—Gracias a Dios.

Jisung soltó una risita nerviosa.

—No soy tan tonto. Hace demasiado frío.

—¿Sería mucho pedir que no fuéramos más? —soltó de repente y se regañó.

Grande Hyunjin. Espantando a los hombres.

—¿Claro? —Jisung se detuvo en el semáforo en rojo y miró a Hyunjin— ¿Pasa algo? ¿Quieres irte a casa?

—¡No! No, es solo... Hay muchos malos recuerdos en ese lugar.

Vio el rostro de Jisung decaer.

—¡No! No tiene que ver con la última vez que estuvimos ahí, lo juro —Jisung soltó otra risita nerviosa y comenzó a conducir.

—Lo siento —dijo—. Tengo la mala costumbre de tomar todo para mí —Hyunjin rió.

—En eso estamos juntos.

Volvieron al silencio, la música sonaba en los oídos de Hyunjin. Comenzó a sonar What is love? de Twice y fue tan instintivo cuando Hyunjin comenzó a bailarlo.

No era solo que le gustara el grupo, es que él había ayudado a coreografiar.

A su lado, Jisung lo miraba de reojo con una adoración con la cual no miraba a nadie más. Hyunjin era tan increíble y adorable. Se veía tan lindo mientras bailaba la coreografía sentado, como si no pudiera evitar bailar así fuera que no estaba en un salón.

Cuando terminó, Jisung soltó una risita y Hyunjin se sonrojó.

—Eso fue increíble.

—Y no me has visto coreografías con grupos de chicos. Pero me encanta coreografiar para los de chicas.

—¿Has visto a Changbin hyung bailandolos? —Hyunjin rio ante el recuerdo.

—¡Es muy divertido! —llegaron a un restaurante que Hyunjin conocía bien. No era costoso, pero tampoco barato.

—La mejor carne de Seúl —dijo Jisung abriendo su puerta.

—Espero —dijo Hyunjin con una sonrisa, saliendo del auto.

Entraron y Jisung pidió una mesa para ellos mismos asar la carne.

—Un día de estos deberíamos reunirnos todos y hacer una fiesta donde bailemos canciones de kpop —dijo Hyunjin. No sabía de dónde había salido ese ánimo nuevamente—. Solo un grupo pequeño: Chan hyung, Minho hyung, Changbin hyung, Félix, Seungmin, Jeongin, tú y yo.

—¿Eres amigo de Jeongin también? —preguntó Jisung sus grandes ojos adorablemente sorprendidos. Hyunjin sonrió, regodeandose.

—Soy amigo de muchas personas.

—¿Ah sí? —preguntó Jisung enarcando una ceja. Hyunjin se sintió sonrojar.

—No. En realidad soy muy tímido. Conozco gente por Chan hyung —Jisung soltó una risita.

—Igual.

—Cosa de ser introvertidos.

—Definitivamente.

—A Jeongin lo conozco porque es novio de Félix.

—¿Es novio de Félix? —exclamó sorprendido Jisung. Hyunjin soltó una risita—. No lo reconocí ese día. Estaba de espaldas. Dios mío, lo admiro mucho, canta como un ángel.

Hyunjin volvió a reír.

La carne llegó y comenzaron a comer en silencio. Jisung pidió cerveza y Hyunjin pidió gaseosa.

—¿Cuál es tu historia? —preguntó Hyunjin mientras asaba su carne.

—Mmm... ¿Cuál? ¿Personal? ¿La de artista? ¿Amorosa? —Hyunjin negó su cabeza.

—La que sea. Artística. ¿Qué te hizo querer ser artista?

—Viví en Malasia durante mi adolescencia. Siempre fui un niño bastante tímido y algo problemático. O sea no del tipo que se metía en problemas por todo, sino que no sabía hacer amistades. La música siempre fue algo en lo que me sabía expresar. ¿Me gustaba una chica? Le hacía una canción. ¿Tenía un mal día? Escribía una canción. Cuando entré a JYP creí que podía comerme el mundo, y Chan hyung y Changbin hyung fueron los que me hicieron caer en la tierra y darme cuenta que podía hacer mucho si dejaba a un lado mi vanidad. Escribí con ellos, encontré una empresa que podía darme lo que yo quería, y saque música. No me gusta regirme a lo que están regido los ídolos. Eso de no tener pareja o ser perfectos. Obvio, no tengo escándalos porque eso sí podría arruinarme —Hyunjin soltó una risita nerviosa— ¿Y tú? ¿Por qué dejaste de lado tu sueño de ser ídolo?

Hyunjin podía mentir. Podía darle la excusa que le gustaba estar detrás de cámaras. Pero sentía que si Jisung se abría a él de esa forma, lo mínimo que podía hacer Hyunjin era también hacerlo.

—Me echaron de ser aprendiz —respondió—. No por mi rap, porque de todos modos les gustaba mucho como bailaba. Pero hubo algo que hizo que definitivamente no pudiera seguir. Fue gracias a Minho hyung que permitieron que siguiera bailando con ellos.

—¿Puedo saber por qué te echaron? No quiero que te sientas presionado si es algo demasiado personal —Hyunjin hizo una mueca.

Comió unos bocados de comida en silencio. Inhaló y exhaló. No era fácil hablar de eso con alguien que estaba conociendo. Pero si quería darle una oportunidad a Jisung, debía abrirse.

¿Le vamos a dar una oportunidad?

Tal vez. Ahora cállate.

—Yo... tuve una sobredosis de drogas —murmuró mirando hacia su comida—. Esto... no es fácil de decirlo.

—No tienes que hacerlo —dijo Jisung alargando su mano y tomando la de Hyunjin.

—Tú me dijiste como eras, yo debería...

—No debes hacerlo solo porque yo te dije como era de joven.

—Pero me gustaría —respondió Hyunjin—. Mis amigos lo saben, es justo que también lo sepas.

—Bien.

—Yo... bueno... Era una noche nevada. Tenía un ex que era bastante... malo. La cuestión es que por su culpa esa noche no pude más y me drogué con tal de no sentir. Ya había tenido problemas con las drogas gracias a él, pero esa noche fue el límite.

» Minho hyung fue quien me encontró en el suelo de mi habitación. Hyung dice que la imagen todavía lo persigue en sus peores pesadillas. Estuve muerto durante diez minutos —murmuró—. Todavía vivía cuando Minho hyung llegó a mi casa, fue camino al hospital que mi corazón se detuvo —no quería ver a Jisung a los ojos. No quería ver la decepción en su mirada—. Estuve en coma durante casi un mes, mis padres creyeron que no iba a despertar pero no tenía muerte cerebral así que hyung peleó con garras y dientes para evitar que me hicieran daño. Desperté y luego me lanzaron a un hospital psiquiátrico para limpiarme.

» En JYP dijeron que no podían tener a un aprendiz, y menos que debutara como ídolo con un historial de drogas detrás. Si se llegara a saber estaría echando toda mi carrera por el desagüe y todo lo que ellos gastaron en mí.

—Ni siquiera les importó saber cómo estabas —dijo Jisung. Hyunjin lo miró. No había decepción en su mirada, pero tampoco había esa compasión que odiaba tanto. Era una mirada suave. Hyunjin hizo una mueca.

—No los culpo. Al menos me dieron trabajo.

—Eso no es así, Hyun...

—¿Qué puedes esperar de empresas millonarias, Jisung? —replicó Hyunjin. Jisung hizo una mueca.

—Tienes razón. Y tú ¿Has estado limpio desde entonces?

—Sí. De vez en cuando algo de marihuana, pero ya no puedo...

—¿Y eso?

Oh, mierda.

—¿Podemos ya cambiar de tema? —Jisung se sonrojó.

—¡Sí, lo siento! —Hyunjin soltó una risita negando con la cabeza.

—No te preocupes.

—Entonces, te voy a contar más historias divertidas sobre el pequeño Jisung y como desafío a Changbin hyung a una batalla de rap —Hyunjin rió.

—Estoy impaciente.

.

La cita había ido de maravilla.

Cuando Jisung lo dejó en su edificio, pudo verlo nervioso sus dedos tocando el volante.

—Me divertí —dijo Hyunjin. Y lo había hecho. Jisung lo había hecho reír mucho con sus payasadas. Lo había conocido más de fondo y como era él.

—Yo también —dijo Jisung mirándolo. Hyunjin se quitó el cinturón de seguridad e, ignorando todo lo que su cerebro le decía que era mala idea, tomó la barbilla de Jisung y le dió un suave y dulce beso en los labios dejando al alfa paralizado.

—Nos vemos —dijo con una sonrisa y salió del auto.

Aún cuando entró al edificio, pudo notar que Jisung se tapaba la cara, seguramente con vergüenza.

Cuando llegó a su apartamento, se dió cuenta que no le entregó a Jisung la chaqueta.

.

Yo:

Otra vez olvidé darte la chaqueta.

Jisung:

¿Estás seguro que no es una estrategia para quedártela?

Yo:

¡No! Enserio la quiero devolver.

Jisung:

Puedes quedártela.

Se ve bien en ti.

Félix silbó detrás de él. Hyunjin sintió que se le enrojecían las orejas antes de colocar su teléfono en el sofá y esconder su rostro entre sus manos.

—Tal vez no sea un experto —dijo Félix—. Pero ese tipo de cosas son un clásico ritual de cortejo.

—Oh, vamos, Félix.

—¡Enserio! No es por ser anticuado ni nada, pero a los alfas nos instruyen cómo cortejar, y una de las cosas ideales es entregar prendas nuestras para que los omegas puedan agregarlos a su nido —Hyunjin miró la chaqueta como si pudiera abrirle agujeros. Tal vez tenía que aceptar que Jisung lo estaba cortejando. Tal vez tenía que aceptar que era digno de ser cortejado.

Dejó de mirar la chaqueta ¿Como un objeto tan sencillo le estaba carcomiendo la cabeza?

A su lado, Félix se sentó y le tomó la mano.

—Parece que es hora que comiences a darte una oportunidad.

.

—¿Estás seguro que puedes pintarte el cabello mientras estás embarazado? —preguntó Félix mirando la caja. Hyunjin se sentó en la silla que habían puesto en la mitad del baño.

—Ya investigué. Sí puedo. Lo que no debo hacer es inhalarlo, y tengo cuatro años desde que deje de inhalar cualquier mierda.

Aquello hizo reír a Félix que dejó la caja a un lado y se colocó los guantes para comenzar a mezclar todo.

—Estoy seguro que ni siquiera un drogadicto inhalaría eso.

—No subestimes lo que un drogadicto puede inhalar —replicó Hyunjin con una sonrisa.

A veces prefería tomar con humor al respecto de su antigua vida. A Félix al comienzo no le había gustado que lo hiciera pero luego lo aceptó. Sabía que era la forma de Hyunjin de lidiar con todo.

Las manos de Hyunjin le sudaban mientras Félix seguía pasado el tinte en su pelo. Tenía años que no usaba nuevamente el negro, pero sentía que era hora de hacer cambios en su vida para bien.

—Todo va a estar bien —se dijo cuando Félix siguió tiñendo desde la raíz hasta la punta.

El alfa detrás de él le brindó una sonrisa y apretó sus hombros mirando a Hyunjin.

—Todo va a estar bien.

.

Mi manager me tiene secuestrado —la voz de Jisung se escuchaba contenida, como si estuviera escondiéndose en verdad. Hyunjin soltó una risita mojando el pincel en el agua y secándolo con el trapo.

—¿Qué hiciste ahora?

Tengo comeback a finales de febrero y gira en marzo. Me dió dos semanas para terminar las canciones que faltan porque tengo que grabar videos y las imágenes promocionales.

—Vas atrasado y yo ya te envié el diseño.

Eso mismo dice él, pero yo puedo hacer las cosas a último momento. Me viene bien. Así que... dice que debo disminuir mis salidas con ese Omega bonito al que estoy cortejando.

Hyunjin hizo una mueca. No le gustaba saber que estaba distrayendo a Jisung de su trabajo.

—¿Estás cortejando a un Omega bonito? —dijo con una sonrisa—. No lo sabía, deberías presentarmelo.

—Eres muy gracioso.

Hyunjin soltó una risita.

—Entonces... creo que nuestras salidas comenzarán a disminuir... aunque relativamente no comenzaron siquiera. Nada más hemos tenido ¿Qué? ¿Dos?

—Lo siento. Soy una distracción.

Su voz decepcionada se debió haber sentido por el teléfono porque enseguida Jisung se puso nervioso.

¡No! No te preocupes, Jinnie. No es tu culpa. Es que yo me distraigo muy rápido. Y tampoco es que tú seas una distracción. No lo eres. Solo mi manager es un tonto.

—Pero deberías ponerte a trabajar, Jisung. Enserio. Si quieres hablamos por mensajes o me das la dirección de su estudio y te llevo café. Pero tienes que trabajar.

—No vengas. Voy a distraerme más si estás aquí presente —Aquello hizo sonreír a Hyunjin—. Pero está bien. Trabajaré. No puedo decepcionar a mis fans.

—Definitivamente no. Si quieres... cuando termines de escribir todas las canciones y todo eso... podemos hacer la fiesta de bailes de kpop que te comenté.

—¡Me encantaría! Nada me subiría el ánimo más que ver a Changbin hyung bailando hype boy —Hyunjin volvió a reír.

—Bien. Hablamos después, Jisung. Ponte a trabajar.

Hablamos, Jagi —y colgó. Hyunjin se quedó paralizado ante el apodo. Bebé era una cosa ¿Pero Jagi? Se preguntó si Jisung lo había dicho a propósito o simplemente le había salido de la nada.

—Te queda hermoso el negro —dijo una voz en su puerta logrando sobresaltar a Hyunjin. Miró a Minho con una sonrisa.

—Sabes como me veo con el negro —respondió Hyunjin. Minho entró y se sentó a la orilla de la cama de Hyunjin.

—¿Por qué no puedes aceptar un halago de vez en cuando, eh bebé? —Hyunjin, como si fuera un niño, le sacó la lengua. Minho rio, mirándolo con cariño mientras Hyunjin volvía a su pintura— Tenía meses que no te veía pintar.

—Tenía meses que no pintaba —respondió Hyunjin ladeando la cabeza mirando desde otro ángulo—. Tal vez deba añadir un poco de movimiento al mar —susurró para sí mismo. No se preocupaba por Minho, estaban acostumbrados a estar cada uno en su mundo mientras existían en la misma habitación.

—Me pregunto qué habrá cambiado —dijo Minho detrás suyo. Hyunjin escuchó el sonido de las hojas de su cuaderno de bocetos—. Jisung. Jisung. La sonrisa de Jisung. Los ojos de Jisung. Oh, un pequeño Félix. ¿Las manos de Jisung?

—Tiene unas manos bonitas.

—¿Ese es Jisung tocando la guitarra?

—La vez que tocó en la cafetería.

—Y te quedaste dibujando en vez de atender a los clientes.

—¡Oye! Hago bien mi trabajo —Minho negó con la cabeza soltando una risita. Siguió pasando las hojas del cuaderno hasta que se detuvo en una.

—¿Ese es su pene? —Hyunjin soltó un chillido.

—No lo es.

—Pero si ya lo viste —Hyunjin le lanzó una mirada a su amigo.

—Esa noche lo menos que hice fue fijarme en su pene.

—Estabas feliz de la vida saltando en él —Hyunjin le lanzó una mirada asesina. Luego giró su mirada hacia su pintura.

—Es para practicar anatomía.

—Para luego dibujar su polla.

Hyunjin se sonrojó. Dejó su pincel, tomó una almohada y se subió a la cama para comenzar a golpear a Minho con ella.

El otro Omega solo reía, tapándose de los golpes de Hyunjin. Cuando Hyunjin dejó de golpearlo, se acostó a su lado tomando su cuaderno de bocetos.

Se detuvo en uno de sus últimos dibujos de Jisung. Un retrato de sus ojos. Era una mirada totalmente diferente a la que alguna vez le lanzó Jisung. Esa fotografía la encontró en una de sus promociones y quedó encantado de la mirada de sirena que lanzaba Jisung a la cámara.

—Hablo serio, Hyunjin —dijo Minho—. Siento que la compañía de Jisung te ha cambiado. Y no para mal. Al contrario... te ves más iluminado.

Hyunjin miró la imagen de Jisung que tenía plasmado en su cuaderno.

—Yo lo creo también.

.

—Con diez semanas de embarazo, ya puedes darte cuenta que el feto comienza a tomar forma —dijo la doctora. Hyunjin miraba la ecografía atentamente—. Los órganos sexuales son los mismos, así que aún no se sabe el sexo. Eso nos daríamos cuenta en la semana dieciséis.

—¿Cuándo comienza a notarse la barriga? —preguntó Hyunjin. La doctora le dió una servilleta para comenzar a limpiarse mientras ella guardaba la máquina.

—Normalmente, a partir de la semana doce se comienza a notar un pequeño bulto en tu vientre bajo. Sin embargo, se ha notado que a los omegas masculinos les tarda más en aparecer. Eso sí, al quinto mes no dudes que ya será muy notable.

Se dirigieron al escritorio. La doctora comenzó a escribir en su computadora mientras Hyunjin jugaba con sus dedos.

—¿Has estado tomando las medicinas prenatales?

—Sí.

—¿Obligándote?

—No.

—¿Y psicología?

—Tengo cita después de esta.

—Aún no tomaste una decisión ¿Verdad?

—Más o menos —la doctora le brindó una sonrisa compasiva. Imprimió las fotografías de la ecografía para colocarlas en la carpeta.

—Que tengas un buen día, Hyunjin.

.

Hyunjin se sentía demasiado nervioso. Tenía años que no asistía a psicología. La última vez que lo hizo fue cuando se estaba recuperando de su adicción, y eso fue casi obligado.

Así que en realidad nunca había ido a terapia por voluntad propia (aunque en realidad tampoco había sido voluntaria).

Estaba retorciendo sus dedos del nerviosismo. No sabía qué podía decirle la psicóloga. No sabía que podía cambiar en su mente con respecto a la decisión que estaba pensando.

—Buenas tardes, Hyunjin —dijo la psicóloga con una sonrisa cuando Hyunjin entró y se sentó frente a ella.

—Buenas tardes —respondió el chico.

—¿Por qué te han remitido? —el sonido del teclado lo puso nervioso.

—Estoy embarazado —respondió aún sin mirar a los ojos a la psicóloga—. Yo... fue imprevisto. No tengo pareja estable, me echaron de mi casa, y... —suspiró y no dijo más nada.

—¿Quieres abortar? —preguntó la psicóloga luego de un tiempo en silencio. Hyunjin hizo una pequeña mueca.

—Ese es el problema. Al comienzo... como que no me importaba. Pero luego... no lo pensaba mucho. Digo, cuando quieres abortar como que esa es tu decisión firme y yo nunca la tuve. Siempre posponía la decisión como si tuviera miedo. La cuestión es que tampoco al comienzo me cuidaba. Bebiendo, fumando. Pero ahora lo hago. Pero... —miró a la mujer— ¿Y si quiero tenerlo para poder brindarle el amor que mis padres nunca me brindaron?

—¿No crees que es un poco egoísta? —dijo la mujer—. Quieres tenerlo para demostrar que eres mejor que tus padres. Un bebé no es un juguete, Hyunjin —los ojos de Hyunjin se llenaron de lágrimas, se las secó rápidamente.

—No quiero...

—No te estoy obligando a abortar, Hyunjin. Pero necesito que entiendas que aunque traer un cachorro al mundo es fácil, no es sencillo el proceso. Requiere mucha responsabilidad y dedicación. Puedes no querer abortar así sea por cuestiones religiosas, pero lo importante es que sepas que si vas a traer una vida al mundo, tienes que dar lo mejor de ti. ¿Mientras crecías te planteaste en algún momento tener cachorros?

—A pesar de que mis padres decían que yo solo servía para procrear... sí. Soñaba en un futuro tener una pareja estable. Siempre he soñado ser amado y tener una familia. Pero ¿Y si no me siento listo?

—Nunca nadie se siente listo, ni los embarazos planeados. Es una mentira que los padres se sienten listos alguna vez. Los hijos llegan con miedos incorporados.

—¿Y si no soy buen padre?

—Nadie lo es —dijo la mujer con una sonrisa—. Eres un humano que se equivoca y tiene errores. Lo importante es que asumas esos errores.

—Algo que mis padres nunca hicieron —dijo Hyunjin riendo. La mujer solo le sonrió.

—Antes de llegar aquí, Hyunjin ¿Cuál era tu decisión?

—Tenerlo. En realidad, como dije, no tenía pensado mucho abortar. Creo que mi pensamiento de no tenerlo se basaba más en la clase de vida que le estaría dando. ¿Podría ser feliz con un solo padre? ¿Podría ser capaz de criar una criatura? ¿Podría ser capaz de tener una buena vida conmigo, que estoy tan mentalmente dañado?

—Hyunjin, te diré algo. El simple hecho que hayas aceptado venir a terapia es un paso grandísimo en ti y tu curación. Demuestra que te importa tu cachorro como para aceptar que necesitas ayuda y tomarla. Demuestra que te importa tu propia vida y tu salud, y eso es lo más importante.

Hyunjin sonrió.

.

Hyunjin salió de la terapia con los ojos hinchados de tanto que lloró. Habían continuado hablando y Hyunjin le contó todas sus inseguridades.

Nunca se había sentido tan bien.

Hyunjin sabía que podía hablar esto con sus amigos, pero no quería abrumarlos con sus problemas. Además, era mejor un profesional que iba a saber cómo tratarte.

Estaba en ese momento en un centro comercial, de pie frente a una tienda de ropa para bebés.

No había sido su idea principal entrar a este lugar, solo había ido por un helado del cual tenía antojos.

Ahora estaba ahí, de pie, con su helado derritiéndose en su mano mirando a través de la ventana de la tienda un par de diminutos zapatos amarillos de bebé. Lo miró durante un buen rato, su tarjeta de crédito picando en su bolsillo.

Suspiró y se puso una mano en su vientre.

Aún tenía mucho que curar, pero lo haría posible por su cachorro.

Nota: HYUNJIN SI VA A TENER AL BEBÉ. No sé si nunca se dieron cuenta que en realidad abortar no estaba en los planes de Hyunjin sino que era más que todo por miedo.

Van a ver ahora todo el drama que se viene porque Hyunjin aún no encuentra la manera de decírselo a Jisung a pesar que sabe que quiere darse una oportunidad con él.

La escena de la psicóloga se me hizo un poco difícil al comienzo (incluso yo siendo psicóloga) pero luego supe manejarlo. Espero que les haya gustado.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro