Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Doce


Advertencias: Este capítulo es MUY fuerte. Contiene abuso, maltrato, drogas, inexactitudes médicas y negligencia policial.

.

Las manos de Hyunjin temblaban no solo por el frío de la noche, sino por la mirada furiosa que tenía Jiho en su rostro.

Volvió a mirar el regazo del chico, el arma en la mano provocando que el miedo ascendiera más por su garganta.

Se detuvieron en el mirador, era un lugar bastante apartado y solitario, sobre todo con este frío invierno, perfecto para lo que fuera que Jiho iba a hacer con él.

No esperó que terminara de esta forma cuando planeó romper con él. Sabía que Jiho era violento, pero nunca esperó que al romper con él, el alfa lo amenazara con un arma y lo obligara a subir al auto.

—Quítate el cinturón —gruñó Jiho.

—Jiho, podemos hablar... —tartamudeó.

—Hablé —Hyunjin sollozó. Su corazón estaba agitado en su pecho. Tenía tanto miedo. Obedeció. Jiho también se quitó el suyo y se giró para estar de frente a Hyunjin.

Su mano libre acarició la mejilla de Hyunjin como nunca antes lo había hecho, y podía sentirse como un momento romántico si no tuviera la pistola casi entre sus ojos. Hyunjin cerró los ojos, había comenzado a llorar.

—Ábrelos. Quiero que me mires —Hyunjin los abrió, estaba temblando entero. Jiho bajó su arma y acarició la cara de Hyunjin. Podía sentir el metal frío contra su piel.

La boquilla del arma tocó sus labios y los presionó.

—Sería tan triste desperdiciar tan deliciosa boca.

—Por favor no lo hagas.

El arma fue quitada de sus labios y Jiho se desabrochó los pantalones.

—Si me haces una buena mamada tal vez te deje quieto —Hyunjin tembló pero aceptó. Estaba en proceso de hacerlo cuando el arma se puso en su cabeza.

—¿Puedes bajarla?

—No.

Entonces Hyunjin no tuvo alternativa de ponerse manos a la obra.

.

Hyunjin había dejado de disfrutar del sexo hace mucho. Cuando la única forma en que podía hacerlo sin que doliera era drogado.

Jiho le dijo una vez que le gustaba mucho cuando Hyunjin estaba tan drogado que era tan fácil manejarlo en la cama.

Hyunjin quería estar drogado ahora. Los gemidos en su oído le picaba la oreja. El agarre de la mano en su cintura dolía.

Hyunjin había dejado de drogarse, cuando se alejó de Jiho por unas semanas. Tal vez hubiera sido mala idea volver a verlo para romper todo por fin. Pero había estado tan harto del acoso. Harto de sentir la mirada del alfa sobre su hombro cuando hablaba con alguien más.

Hyunjin dejó se sentir la boquilla del arma a medida que los gemidos de Jiho iban en aumento. Hyunjin sabía que ya se iba a correr asi que actuó rápido. Aprovechó que la mano de Jiho estaba alejada de él y la golpeó para tirar el arma en el suelo de la parte trasera del auto.

Jiho gritó de furia a medida que Hyunjin saltaba de él y corría a abrir la puerta del auto.

Pero no llegó lejos, la mano de Jiho lo tomó por el pelo y lo jaló.

—Estoy harto de ti —gruñó Jiho—. Para lo unico que sirves es para ser follado, pero tu actitud me tiene harto —su mano se envolvió en el cuello de Hyujin y apretó, y Hyunjin sintió como comenzaba a quedarse sin aire.

Pateó, rasguñó, trató de quitárselo de encima. Pero no podía, el alfa era más fuerte que él. En una de sus patadas, Hyunjin pudo abrir la guantera del auto y pudo notar el brillo de la navaja que siempre cargaba Jiho. Estiró su mano y la agarró de una.

No dudó. En su mente estaba solo su supervivencia. Clavó la navaja en el brazo del alfa provocando un fuerte grito, y la sacó, solo para clavarla nuevamente.

—¡Maldita puta! —exclamó Jiho soltandolo.

Hyunjin terminó de salir tomando su mochila que estaba en el suelo del auto. No le importaba si apenas y podía respirar, no le importaba si tenía el pantalón colgando de una pierna y se le estaba congelando el culo. Hyunjin corrió.

Se adentró a los árboles y se detuvo solo un momento para subirse el pantalón y luego seguir corriendo. No le importó nada. No le importo que el cuello le doliera como un infierno. No le importó que todavía estuviera llorando. No le importó las ramas rasguñando su piel.

Solo corrió.

.

No supo como obtuvo la fuerza para llegar a la carretera y tomar un autobus.

No supo como tuvo la fortaleza, tal vez era adrenalina, recorriendo su cuerpo, porque cuando llegó a casa, con su mente vacía y garganta adolorida, esa adrenalina bajó.Y se derrumbó.

Gritó, lloró. Se sentía sucio, se sentía manchado.

Su telefono sonaba como loco, tenía miedo de tomarlo, tenía miedo de siquiera mirarse al espejo y mirar lo que Jiho había hecho con él.

Luego de unos minutos, lo que parecieron horas de Hyunjin tumbado en el suelo llorando, rascandose la piel, quitandose la sangre seca de Jiho de sus manos, tomó su telefono.

—¡Hyunjin! Estaba preocupado por ti —era Minho. Hyunjin sintió alivio al escuchar al otro omega.

—Hyung... —susurró. Su garganta estaba ardiendo al rojo vivo— Hyung...

—Jinnie ¿Qué pasó?

Hyunjin volvió a derrumbarse. Gritó, lloró, le dijo que había pasado. Le dijo que se sentía sucio. Le dijo que ya no quería sentir más.

Hyunjin no quería sentir más. Miró a su baño, donde sabía que aun le quedaba algo de droga.

—¿Hyunjin? ¿Sigues ahí? —Lo hacía, pero Hyunjin sabía la forma de ya no estarlo. La forma de irse a su mundo en su cabeza y no sentir más dolor. Se levantó— Hyunjin, no te muevas. Voy a tu casa.

Hyunjin no escuchaba más. Se estaba arrastrando hasta su baño. Lágrimas todavía pegadas en su cara miraba la luz del baño como si fuera el cielo al cual necesitaba ir.

.

Minho apretó los dientes mientras manejaba, el semáforo todavía estaba en amarillo cuando aceleró. Había escuchado a Hyunjin llorar por el teléfono. Se escuchaba tan desconsolado, nunca había escuchado a Hyunjin llorar de esa forma.

Sabía que la culpa era de Jiho, había intentado que rompiera con ese sujeto hace mucho y no había logrado nada.

Lo odiaba.

Le destrozó todo lo que Hyunjin le había dicho que el alfa le había hecho esa noche.

Hyunjin había dejado de contestar, le había dicho que no se sentía bien y que nada lo iba a hacer sentir mejor.

Sabía que sus padres estaban fuera del país en un viaje de negocios. Minho sabía que no debía dejar a Hyunjin demasiado solo. Había estado demasiado mal, demasiado ido, demasiado fuera del mundo.

Aparcó frente al edificio. No le importaba si no se podía estacionar ahí y entró.

—¡Señor no puede...! —escuchó gritar al guardia, pero a Minho no le importó. Por suerte el ascensor estaba abajo, entró y presionó el piso de los padres de Hyunjin.

Estaba desesperado, pero sabía que era más rápido que ir por las escaleras.

Cuando llegó, salió corriendo, marcó la clave y entró. Luego subió hasta la habitación de Hyunjin y abrió la puerta.

Lo que vio fue peor de lo que esperaba.

Lo perseguiría en sus peores pesadillas.

Hyunjin, tirado en el suelo, los ojos mirando al techo sin ver realmente, con espuma en la boca.

El grito que resonó en sus oídos no se dió cuenta que lo había hecho él mismo. Corrió y se lanzó hacia Hyunjin sacando su teléfono y marcando a una ambulancia.

Su corazón latía en sus oídos, las lágrimas ya rodaban por sus mejillas.

—Hyunjin, por favor —lloró Minho—. Hyunjin, bebé, no me dejes.

.

Las manos de Minho temblaban, y no era por el frío de la sala de espera. El brazo de Chan lo mantenía envuelto. Changbin estaba tomando su mano.

Se habían intentado comunicar con los padres de Hyunjin, pero los adultos no querían ser comunicados así que no estaban contestando ninguna llamada.

Minho había gritado y lanzado su telefono al piso de la furia. Chan lo había intentado calmar.

—Han pasado horas y no nos han dado respuesta —dijo Minho, su pierna brincando de ansiedad.

—Quiere decir que no ha pasado a peores —trató de consolarlo Chan.

—¡Estuvo muerto, Chan! —gritó Minho, sus ojos dejando derramar más lágrimas. Podía recordarlo claramente en la ambulancia. Los gritos de los paramédicos diciendo que Hyunjin había dejado de respirar. Que su corazón había dejado de latir— ¡Estuvo muerto!

—¡Pero no lo está! —exclamó Changbin, su rostro también destrozado de dolor— No lo está ahora —Minho iba a intentar hablar. Discutir con Changbin, pero Chan lo detuvo.

—No estamos para pelear ahora.

—Familia de Hwang Hyunjin —dijo un doctor saliendo. Minho se levantó y casi corrió hacia el doctor. Chan lo detuvo con una caricia en el brazo— Está estable. Sin embargo, todavía lo tenemos entubado porque no respira por su cuenta. Estuvo más de diez minutos muerto, así que aunque todavía hay ondas cerebrales aun no responde.

—¿Pero va a despertar? —preguntó Changbin.

—Hay altas probabilidades —dijo el doctor—. Ya lo estamos traslando al cuarto ¿Alguien se va a quedar?

—Yo lo haré —dijo Minho enseguida. El doctor asintió y le indicó que lo siguiera. Minho miró a Chan y el alfa entendió enseguida lo que quería decir.

Siguió al doctor.

—¿Hay alguna posibilidad de llamar a la policia? —preguntó Minho. El doctor lo miró sorprendido.

—Por supuesto.

—Mi amigo fue atacado y quiero ver si puedo hacer la denuncia.

—Si estaba viendo sus heridas. Tendría que hacer un reporte.

—¿Puede hacerlo? Por maltrato y abuso sexual.

—Por supuesto ¿Quieres quedarte? Normalmente se le pide al paciente los consentimientos —Minho asintió.

.

Los policias miraron el reporte. Minho no quería mirarlo, era ver fotografías de los moretones de Hyunjin.

—¿Para quién dijiste que era la denuncia?

—Kim Jiho —dijo Minho.

—¿Denunciante?

—Hwang Hyunjin.

—¿Eres tú?

—No. Mi amigo.

—La denuncia tiene que ponerla él —Minho rechinó sus dientes.

—Está en coma.

—Por una sobredosis —dijo el policía, luego enarcó una ceja mirando a Minho— ¿Como sabes si esto no fue consensuado?

—¿No está mirando el reporte? Golpes, marcas en el cuello de ahorcamiento, señales claras de abuso.

—Hay omegas a los que les gusta lo brusco —dijo el otro policía, el que miraba las fotos de Hyunjin. Miraba las fotos con una morbosidad que erizaba los vellos de Minho y le provocaba ganas de vomitar. Minho gruñó.

—Me llamó llorando. Su ex novio lo amenazó con un arma, lo violó y luego trató de matarlo. Tuvo una sobredosis porque estaba tan mal ¿Y ustedes van a decirme que fue consensuado?

El policía dejó la carpeta en la mesa.

—Lo siento. La denuncia debe hacerla él.

—¿Como mierda va a hacerla?

—Cuando despierte.

—¿Y si el idiota se va del pais? ¿Acaso van a ir a buscarlo?

—Lo siento, señor Lee.

Minho nunca había querido golpear tanto a un policia como quería hacerlo ahora. Los policías le indicaron de salir y Minho ya estaba en la puerta cuando escuchó murmurar a uno:

—Es un drogadicto. Seguro que se dejó follar por drogas —Minho gruñó, se giró y se lanzó hacia el policía agarrándolo del cuello de la camisa.

—Nunca. Jamás vuelvan a hablar así de mi amigo. No es un drogadicto. No se dejó follar por drogas. Es una maldita víctima y ustedes que se supone que deberían protegerlo están hablando mierda de él.

—Joven —dijo el otro policía que se había levantado—. Le solicito que suelte a mi compañero si no quiere que lo llevemos en custodia.

Minho sabía que no serviría de nada estando encerrado, así que con un gruñido soltó al policía y salió de la habitación. Se dirigió enseguida a la habitación de Hyunjin en dónde se sentó en una silla a la orilla de la cama y tomó su mano.

Entonces por fin pudo volver a llorar.

.

Minho estaba sentado, viendo como el grupo de aprendices se aprendía la coreografia cuando recibió la llamada.

No era la llamada que esperaba, diciendole que Hyunjin había despertado.

Era una peor.

Los padres de Hyunjin aparecieron y quieren desentubarlo.

Minho corrió lo más rápido que pudo.

Había sido obligado a dejar a Hyunjin con Changbin. No es que no confiara en el alfa, era que no quería separarse del lado de Hyunjin. Chan le había llevado comida y ropa durante tres días, pero Minho tenía que volver a trabajar y entregar la orden médica de Hyunjin a la empresa.

Había sido mala idea. Al segundo día del accidente por fin pudieron comunicarse con los padres de Hyunjin y contarles lo sucedido. Ellos enseguida consiguieron un vuelo de regreso, Minho sabía que los padres de Hyunjin eran horribles, pero nunca pensó que serían capaces de matar a su hijo.

No supo como llegó al hospital tan rápido. Ignoró por completo la estación de enfermeras y casi corrió hasta la habitación de Hyunjin. Encontró a los padres de Hyunjin hablando con el doctor.

—No han firmado nada ¿verdad? —gruñó llamando la atención. Changbin se encontraba sentado al lado de la cama de Hyunjin, tomando su mano. La madre de Hyunjin lo miró por encima del hombro, en ese momento no le importaba a Minho como lo miraban los padres de Hyunjin, o cuánto desprecio tenía por él por ser un omega. Se puso frente a la cama de Hyunjin, como un tipo de barrera entre el Omega y sus padres, pudo sentir sus colmillos afilandose—. No voy a dejar que lo toquen.

—Señores Hwang —dijo el doctor—. Su hijo tiene probabilidades de despertar, no tiene muerte cerebral como para ameritar desentubarlo.

—Él va a despertar —gruñó Minho.

—Es nuestra decisión —dijo el padre de Hyunjin—. Y ya la tomamos.

—Lo van a tocar sobre mi cadáver —dijo Minho.

—Es nuestro dinero.

—¿Es lo único que les importa? —gruñó Changbin— ¿Su maldito dinero? Es su hijo el que está en cama.

—Y él mismo se lo buscó —dijo el padre de Hyunjin. Eso fue todo, Minho no aguantó más. No supo que lo poseyó, se adelantó y tomó el cuello de la camisa del padre de Hyunjin.

—Ustedes le tocan un solo pelo a Hyunjin, y yo los voy a buscar donde sea que estén y los voy a acabar. No me importa si me meten preso, no me importa nada.

—Hyung —llamó Changbin.

—Por favor, no peleas aquí —dijo el doctor.

—Suéltame, sucio omega —gruñó el padre de Hyunjin con los dientes apretados.

—Podemos esperar seis meses —dijo la madre de Hyunjin. Minho soltó al hombre y miró a la mujer—. Seis meses para que despierte. Sino, lo desentubamos.

Fue una sentencia que Minho, aunque no aceptó, se apartó de los alfas con furia y se sentó en una silla frente a Hyunjin.

Los padres de Hyunjin no aparecieron más.

.

Hyunjin demoró 23 días para despertar.

En la noche del día 16, Minho estaba dormido en el sofá cuando escuchó que Hyunjin se ahogaba.

Con lágrimas en los ojos, llamó a gritos a una enfermera y ellas llegaron a quitarle el tubo a Hyunjin.

—Son buenas noticias —había dicho el doctor—. Se estaba ahogando, quiere decir que puede respirar por sí mismo.

En la noche del día 20, Hyunjin apretó su mano.

Fue en el día del 23 cuando Hyunjin despertó. La gente creería que el despertar de un coma era tranquilo, pero Hyunjin no lo hizo. Entró en pánico, gritando que donde estaba y que le hacían. Minho habia estado afuera tomando un café y lo había dejado caer al escuchar los gritos.

Había entrado y Hyunjin se había calmado un poco al ver al omega. El doctor le había explicado todo a Hyunjin y le había hecho examenes para ver como estaba.

Hyunjin estaba bien, eso era lo unico que le importaba a Minho.

En la noche, Hyunjin le pidió a Minho que se acostara a su lado. El omega menor olió su cuello para tranquilizarse.

—¿Dónde está él? —murmuró Hyunjin. Minho se mordió el labio.

—Se fue del país —dijo Minho. Chan había preguntado por Jiho, como si nada, y eso fue lo que le habían respondido—. Lo siento, bebé. Intenté ponerle una denuncia pero los policías son unos ineptos —la mano de Hyunjin apretaba la camisa de Minho. El omega mayor le acariciaba la espalda—. Me asustaste mucho, Jinnie —confesó Minho—. Cuando te vi en el suelo sin responder sentí que mi corazón se iba por un abismo.

—Perdón.

—No te disculpes, mi amor —Minho besó la coronilla de Hyunjin—. No es tu culpa.

.

Hyunjin fue dado de alta a la semana siguiente. Y Minho no supo más de él hasta tres días después que recibió una llamada a su teléfono.

No me dejan hacer muchas llamadas —dijo Hyunjin. Minho pudo sentir alivio en su cuerpo al escuchar la voz del Omega así fuese temblorosa.

—¿Dónde estás, bebé? —preguntó Minho.

Mis padres me metieron a un hospital psiquiátrico. Quieren que me limpie.

Minho no apoyaba los métodos de los padres de Hyunjin, pero sabía que este era bastante necesario. Sabía que los padres de Hyunjin lo habían hecho por algún tipo de obligación social. Pero no le importaba, a Minho solo le importaba el bienestar de Hyunjin.

—¿Si te dejan tener visitas?

.

—Iré pronto a verte.

Gracias, Hyung. Gracias por todo.

—No lo agradezcas, bebé.

.

El aroma de cítrico dulce penetró la nariz de Hyunjin y le dió la calma que tanto necesitaba.

Su mano entrelazada con la del Omega mayor mientras estaban silenciosamente en el nido que hicieron en la cama de Minho.

Nadie podía interrumpirlos. Ni siquiera Chan que llegó a saludar a su novio y los encontró compartiendo ambiente. El alfa simplemente les sonrió y volvió a salir dejando a los omegas en su propio mundo.

Hyunjin apoyó más su nariz en el cuello del Omega mayor. Respirando su aroma, tranquilizandose.

Minho acariciaba el pelo de su nuca. Hyunjin a veces se sentía mal por exigirle tanta atención a Minho. Porque cada vez que tenía un problema iba hacia el Omega mayor a solicitar ayuda.

Pero Minho lo hacía sentir protegido, como si estando bajo su ala nada podría dañarlo.

No sabía qué tan malo podría ser eso. Pero en ese momento, se sentía bien.

Se sentía tranquilo.

Nota: La relación de Minho y Hyunjin es tan hermosamente platónica. Tienen una amistad de muchos años y Minho tiene bajo su ala a Hyunjin. Es su pequeño Omega, como si fuera el más pequeño de la manada aunque relativamente no son una manada.

Disculpen por el capítulo, pero espero que les haya gustado.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro