Ella tenía una obsesión con ese chico, una obsesión que provocó que mi alma se rompiera lentamente.

Todos los putos días tenia que observar en silencio como Claudia fantaseaba con aquel chico, hacia planes de futuro con él, incluso los dibujos a ellos dos felices en varias ocasiones, lo peor es que me los enseñaba a mi

-¿Te gustan?- Sus palabras siempre eran las misma al enseñarme sus dibujos, siempre acompañadas por esa sonrisa que tanto me gustaba, pero, por desgracia, no sonreías por mi, ¿verdad?, todo lo hacías por él, ya estaba cansada de esa mierda.

Mi vida otra vez volvía a ser triste, no sabia lo que sentía por ella, lo que en un principio parecía amistad se estaba transformando en otra cosa.

-¿Por qué no puedo ser como él?, ¿por qué no puede fijarse en mi?- Golpeé una pared que tenia cerca, tan fuerte que noté como si mi puño se rompiera, pero....nada se comparaba con el dolor de mi alma, si esto era amor, ¿por qué duele tanto