•••CAPÍTULO XVlll: NO SON CELOS... ¡ÉL ES MÍO!.

—Bien —dijo el castaño— dos capítulos más y terminamos. —Los otros tres chicos asintieron— Jimin Hyung, ¿Tienes las copias que pedí?.

—Claro. Enseguida te las doy. —Dos meses transcurrieron desde todo lo ocurrido. Jimin regreso al trabajo hace tres semanas, ha estado mucho mejor, incluso Yoongi estaba feliz al ver de nuevo las mejillas del menor más rechonchitas y aquel rubor natural más claro, en secreto el peliazul le ponía proteínas en la comida al pelirosa, “no es necesario que sepa de eso” es lo que respondía Yoongi cada que Taehyung le preguntaba su secreto. También sus ánimos estaban mucho mejor desde hace tiempo, rendía mejor en el trabajo pero evitaba excederse nuevamente. Desde aquella vez en la cafetería las llamadas constantes de Chanyeol se hicieron presentes todo iba de un “hola” hasta un “¿Podemos vernos?” y Jimin estaba más que contento de poder pasar tiempo con su hermano mayor, con su madre había tenido poco contacto desde esa vez, las cosas no cambiaron mucho el resentimiento seguía ahí, era normal que actuará de esa manera, ella no ponía mucho de su parte y él no la obligaría. Hay cosas que solo no se podían cambiar por si solas, habían veces en que debías aceptar que no todos somos iguales y que no sentimos lo mismo. Pero una parte de él se sentía feliz, la había conocido, siempre quiso conocerla, aún cuando ella no quería lo logro y todo fue gracias a Yoongi. “Aun con todo eso la quiero”— Toma Jungkook, son las copias de la página siete.

—Gracias Jimin hyung. —Jimin asintió, el castaño carraspeo su garganta llamando la atención del otro.— Ajam.

—¿Emg sí?.

—Jimin Hyung, puedo hacerte una pregunta.

—Claro. ¿De que se trata?. —Jungkook se acercó un poco más a él, evitando que los otros dos escucharan lo que tenía que decir.

—Promete que no le dirás a nadie. —dijo serio, Jimin entrecerró los ojos con duda “¿Qué mosca le picó ahora?”.

—Lo... Prometo. —Bien ahora sí que no entendía nada, Jungkook jugo con sus manos pasandolas por sus castaños cabellos una y otra vez, se notaba muy nervioso y se podía ver un leve rubor en su rostro. Estaba dudando en preguntar, pero que más daba lo haría, se arriesgaría. “¡Al diablo!”.

—Bien seré directo, porque si no lo soy todos acá se burlaran de mi.

—Sigo sin entender pero bueno.

Jimin se pegó más a él queriendo escuchar la pregunta del otro— ¿El Imbecil de tú amigo tiene novio o novia?. —dijo con rapidez, casi con enojo.

—¿Qué amigo? —pregunto con inocencia, claro que sabía a quien se refería solo quería obligar al otro a decir su nombre. El castaño bufó con molestia.

—Hablo de Taehyung.

—¡Ah! Tae. —Jungkook no dijo nada más esperando la respuesta. Jimin sonrió por dentro.— No, no tiene. ¿Por qué?.

—Por nada simple curiosidad. —El más bajo solo vio con picardía al contrario— bien debo seguir trabajando. —Jimin lo vio alejarse y tomar lugar en su asiento, estaba decidido a regresar a lo que hacía pero de nuevo Jungkook lo llamo— ¿Le gusta alguien? —El castaño ocultaba su rostro detrás de la hojas, Jimin regreso a donde estaba, volvió a sonreír. Taehyung lo mataría si le decía algo al otro pero que más da, “solo les daré un empujoncito”

—Bueno creo que sí. —Jungkook lo vio por encima de las hojas. Estaba celoso y a la vez curioso de saber— de hecho hace un tiempo vi que usmeaba en su cuenta de Facebook. —simulo pensar, el castaño apretó las hojas, ¡Oh claro que estaba celoso!— ¡Se miraba tan tierno cuando se sonrojaba cada que pasaba a otra foto! —apreto en puñitos sus manos. Por otro lado la furia del menor crecía, Jimin se percató de eso riendo interiormente.— Cuando le pregunté se hizo el desinteresado. —rió cuando escucho bufar al otro.

—Entiendo, olvida que pregunte algo de esto. Tampoco le digas que pregunte por él. —No valdría la pena, a él ya le gusta alguien más.

En serio que ambos son tan... Tontos— Está bien no le diré a Tae que preguntaste por él. —JungKook asintió, ahora estaba desanimado— Sabes ni siquiera se por qué te voy a decir esto, pero que más da —movio sus hombros restándole importancia, el castaño solo lo veía sin entender— Taehyung me preguntó lo mismo... —eso llamo su atención— estaba curioso por saber si tenías pareja... —los ojos del menor se expandieron— y como ya te dije usmeaba en tu Facebook. Bien no le digas que yo te lo dije, no quiero morir tan joven. —movio sus manos— es hora de salida, nos vemos el lunes. —y así un pequeño pelirosa se alejó dejando a un Jungkook sorprendido, con el pulso acelerado “le gusto”.

[•••]

Jimin juraba que no era celoso, el lo juraba. Pero ahora dudaba de eso. Era sábado por la tarde cuando todo comenzó, él y Yoongi tenían una cita normal de pareja, tomados de las manos mientras caminaban por ahí sin ningún rumbo específico, solo querían pasar tiempo juntos. Era de tarde y el invierno ya se había ido, y además festejaban su relación habían cumplido ya ocho meses de relación. El pequeño pelirosa sonreía con afán cada que Yoongi le decía palabras dulces o solo coqueteaba con él.— ¿Tienes hambre? —pregunto el mayor, caminando al lado del otro.

—Un poco Hyung. —respondio él menor, entrelazando sus dedos.

—Hay un restaurante cerca de comida italiana. ¿Te gustaría comer ahí?.

—¡Claro Hyung! —dijo emocionado. Ambos se vieron por unos segundos a los ojos sin querer apartar la mirada, el ruido de los automóviles los hicieron sonrojarse separandose un poco. El pequeño Park seguía un poco avergonzado por lo que hicieron en la mañana, si bien no era la primera vez que hacia el amor con Yoongi aún era un poco vergonzoso verse después a los ojos. Más recordar que lo habían hecho en la cocina, la excusa del mayor fue que había calor aprovechándose de la inocencia del otro que no había leído entre líneas. Y fue así como un pequeño Jimin termino pegado a la encimera de la cocina gimiendo en alto mientras el otro lo arremetia una y otra vez hasta dejarlo saciado, más cuando el pelirosa cayó al suelo con sus piernas bien abiertas quedando en una posición demasiodo provocadora... Y Yoongi aprovecho la situación, después de todo él menor estaba lubricado, sus piernas bien abiertas, su pecho casi pegado al piso, su rostro demasiado rojito y eso mando al carajo la consciencia del otro. Arremetiendolo de nuevo en el piso y el chillido del menor “¡Hyung, más rápido!” solo empeoró las cosas, con sus constantes “¡Más! ¡Más! ¡Más!” que llevaron a ambos a su segundo orgasmo de la mañana.

—¿En que tanto piensas? —pregunto Yoongi, tomando su mano para que entraran al restaurante.

—¡En nada! —el mayor sonrió ladino, claro que sabía en lo que su pequeño novio pensaba. Su mesa estaba en el centro del lugar, la comida estaba deliciosa al igual que la bebida. Era una ocasión especial y por qué no brindar con una copa de vino, aunque claro Jimin seguía intentando enamorar al mayor, él no había escuchado en ninguna ocasión a Yoongi decir aquellas simples palabras “Te amo Jimin” pero estaba seguro que lo lograría. Pasaron gran parte del tiempo hablando de cosas sin ninguna relevancia como la música que a ambos les gustaba, o el color del que pintarian la habitación, o si le comprarían una nueva cama a Holly y al Señor Paleta, y muchas otras como esas, sin darse cuenta ambos ya casi era de noche.— Hyung tengo que ir al baño antes de irnos.

—Tranquilo ve, yo pagaré la cuenta.

—De acuerdo. —respondio el menor alejándose del otro. Yoongi lo vio entrar a los baños, llamo al mesero para pagar, todo iba bien hasta que...

—¿Yoongi? —esa voz. El peliazul volteó la mirada hacia arriba, prefirió no haberlo hecho.

—¿Suran? —dijo aún sorprendido, la chica le sonrió como de costumbre con una sonrisa coqueta que solo lo incómodo.

—Cuanto tiempo, ¿Como haz estado? —pregunto, ni siquiera se digno a preguntar si podía sentarse porque ya lo había hecho.

—Sí, ha pasado mucho tiempo. —dijo nada más, vio hacia los baños en espera del menor.

—¿Por qué tan cortante?. —deslizo su mano para tomar la contraria, pero el peliazul la retiro antes de que lo tocará.

—¿Que crees que estás haciendo? —su expresión era de molestia, como se atrevía ella a hablarle después de toda la mierda que le hizo. No era necesario saber, porque él ya lo había superado.

—Solo intento ser amable. —rio, su risa era tan falsa— me sorprendió que huyeras la otra vez en la pastelería, pensé que te acercarías a hablarme. —Oh claro que recordaba esa vez, de echo agradecía que eso hubiese sucedido, por qué gracias a ella aclaró sus sentimientos por el pelirosa.

—¿Qué es lo que quieres? —pregunto evitando la interrogación de la otra— no tengo tu tiempo.

La mujer pareció incomodarse, jugo con sus cabellos, mientras deslizaba una de sus piernas a la rodilla del pálido que solo se tenzo intentando alejarla— Quería ver si podíamos vernos, ya sabes para recordar los viejos tiempos.

—Con todo respeto —“que no te mereces”— tendré que decirte no gracias.

—¡Aj! Vamos Min no seas tan reacio, hace tres años que me propusiste matrimonio, estuvimos a punto de casarnos. No pudiste olvidarte de mi tan fácilmente. —se notaba que estaba necesitada.

Yoongi no pudo evitar reír con sarcasmo— te propuse matrimonio porque dijiste que estabas embarazada, pero luego me di cuenta que solo mentias, no hubo embarazo. Y créeme Suran hace mucho que te olvidé.

—Pues entonces haré que me recuerdes. Acepta salir conmigo.

—No me digas, ¿tu novio te voto?. —la mujer no dijo nada esquivando la mirada del otro— que lástima Suran, para tu mala suerte salgo con alguien.

—¿Quien es ella? —hablo con odio— no durarán mucho de igual manera, todos saben que no duras con ninguna.

No pudo evitar reír de nuevo— Nunca dije “ella” —los ojos de la tipa se expandieron en demasía— mi niño es hermoso no lo cambiaría por nadie, incluso mi abuela lo aprueba. —hablo con orgullo— si me dieran a elegir lo elejiria a él todas las veces.

—Eres un idiota. —estaba a punto de decir algo más, cuando una tercera persona apareció.

—Mi amor, ¿Quien es esta? —Dijo un Jimin cabreado, sus brazos cruzados viendo de pies a cabeza a la mujer “reverenda puta” Yoongi estaba a punto de responderle cuando Jimin atrevidamente se sentó en su regazo, meneandose ligeramente— ¿Entonces? —dijo con tanta inocencia, seguía viendo a la tipa que solo estaba con las palabras en la boca, Jimin entrelazó una de sus regordetas manos a la de Yoongi.

—Bebé, ella es Suran. —Jodido celoso, mierda que me prende.— Mi ex. —nunca le mentiria— Suran, él es mi novio.

—Mucho gusto soy Park Jimin —intervino el menor, pegándose más al mayor que solo suspiro, por la fricción— actual pareja de Min Yoongi y última, ya sabes porque pronto nos casaremos —¡Eso es ChimChim defiende lo tuyo!.— ¿Tu debes ser la zorra que lo estafo para quedarse con su herencia, verdad?. —Ahora si que Min Yoongi estaba sin palabras, ¿acaso su pequeño había dicho una grosería?. Suran ni siquiera dijo nada, estaba totalmente avergonzada, acababa de ser humillada por un pequeño enano de cabellos rosas que descaradamente le dijo puta caza fortunas, zorra asquerosa.— Por tu silencio creo que sí eres tú. —sonrio ocultando sus ojitos perlados, Suran simplemente estaba pasmada— ¿Y qué quieres? —en ningún momento Yoongi intervino, no era necesario simplemente Jimin alias adorable ChimChim estaba marcando su territorio y eso le encantaba al peliazul.

—Disculpen debo irme ya.

—¡Oh querida ya estuvieras, aquí sobras! —Jimin acababa de hacer llorar a la otra que con tontos tropezones se levanto— Oye linda ¿No quieres que te llame un taxy? Digo por tus fachas bien te confunden con una  sexoservidora. —Min se carcajeo en grande llamando la atención de las demás personas que solo veían en silencio la escena, ese chiquillo estaba dejando en su lugar a una vividora. Suran no dijo nada más alejándose rápidamente de ahí— ¡Adiós querida, espero no volverte a ver cerca de lo mío! —grito para que la otra lo escuchará. Cuando la perdió de vista simplemente bufó, “en donde sea hay arpías” unos brazos le apretujaron su delineada cintura, un casto beso fue dejado en su mejilla haciendo que suspirara.

—Eres tan hermoso Park Jimin. —confezo el peliazul— incluso cuando estás enojado. —Jimin volteó a verlo aún con una sonrisa en su rostro.

—Hyung yo no estoy enojado. —hablo como niño.

—Estabas celoso, sabes que no debes estarlo solo tengo ojos para ti cariño.

—Ya lo sé —sonrio con timidez— ,pero no son celos...¡Eres mío y no te comparto eso es todo. Y a cualquiera que se atreva a verte simplemente tendrá que enfrentarse a ChimChim!. —¡Oh santo cielo, incluso así Min Yoongi creía que él menor era una ternura andante!.

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