⚆⚆C A P Í T U L O: 14
•••CAPÍTULO XlV: ¡TENGAMOS UNA CITA!
La semana había pasado más rápido de lo que imaginaban, aquella tormenta culminó dejando como siempre estragos a su alrededor. Lo más icónico que pudo haber pasado en la casa de Park Jimin y Min Yoongi fue aquella improvisada petición que el peliazul le había hecho al menor. Con balbuceos y corazón acelerado había aceptado tener una cita. Jimin quería compartir la noticia con Taehyung, pero se detuvo en medio de la sala esa mañana del miércoles, al ver al rubio abrazado a la cintura de Jeon Jungkook, sonrió burlón cuando observó como ambos mantenían el agarre del otro. Haré como si no vi nada.
Ese día no faltaron las burlas hacia el castaño y rubio que solo mantenían los rostros abajo con sonrojos, Hoseok se reía de ambos cuando los encontro abrazados mutuamente, ¡Eso no es cierto! Fue lo que exclamó Taehyung tomando sus cosas he hiendose de la casa con rabietas, Jungkook lo había imitado, no quería seguir ahí cuando su vergüenza era mucha Me disculpó por los enconvenientes. Todo parecía ir bien desde ese día a excepción de algo.
Yoongi permanecía inmerso en sus pensamientos, él realmente le había pedido una cita a Jimin, fue apresurado las palabras solo salieron de su boca sin pensarlo. Sabía que el menor esperaba paciente el día, pero aún no había fecha y todo eso se debía a que el peliazul no estaba muy seguro de tener esa cita ahora, los nervios lo comían vivo— Hoy estás muy pensativo —Solo la voz de Hoseok lo bajo de su nube.
——No se de qué hablas. —se hizo el desinteresado ordenando las repisas de discos.
—¿Sucede algo? —Si.
—No.
—Vamos puedes contarmelo... ¿Somos amigos? —¿Amigos? Pensó Yoongi, volteó a ver al chico que permanecía parado en la puerta esperando una respuesta a su pregunta.
—Sí, si lo somos Hoseok. —volteo su vista, ignorando el grito de alegría del contrario.
—Entonces ya que somos amigos puedes confiar en mí, ¿Quieres hablar de algo?. —Yoongi lo pensó por un momento, él realmente necesitaba ayuda no sabía qué hacer nunca había tenido que planear una cita, siempre que salía con alguna chica o chico no era él el que pedía las citas siempre fueron ellos, pero esta vez él había pedido esa pequeña cosa.— ¿Entonces?
—Necesito ayuda con algo.
—Bien, ¿Dime? —Hoseok tomó asiento en el frío piso al lado del peliazul, parecía tonto pero Yoongi lo agradeció.
—Yo... —respiro por un momento— invite a salir a Jimin. —termino a decir con un leve sonrojo.
—¿Mgh? —El chico que ahora tenía un color de cabello algo extrovertido, naranja para ser claros observó con confusión a Yoongi— ¿Y eso qué? Es una cita con tu novio no le veo nada raro.
—Es nuestra primera cita. —respondio avergonzado.
—¿Eh? ¿Pero son novios?.
—Yo... Nunca lo he invitado a salir ¿entiendes? —dijo con un tono de molestia, no le diría que solo estaba con él para no perder su herencia, aunque eso ya no importaba mucho.
—Creo entender. —fue su respuesta, pensó por un momento lo que mortificaba a su mayor, un foquito se prendió en su cabeza cuando lo supo— No sabes que hacer.
Yoongi simplemente asintió— Exacto.
—Tranquilo amigo. —dijo lo último con orgullo— Honestamente no puedo decirte que lo lleves al parque o a un café porque no es apropiado y mucho menos al cine.
—¿Por qué no?.
—Por que ya es tu novio. —respondio con obviedad— Se que es su primera cita y es por eso que debe ser especial.
—Entiendo —dijo algo ofuscado, su primera opción era el cine pero lo descarto.— ¿Entonces a dónde debo llevarlo?.
Hoseok rió levemente al ver el mar de confusión que era Yoongi— ¿Cuál es el lugar favorito de Jimin? —El peliazul no respondió, por qué no sabía eso, honestamente no sabía muchas cosas de Jimin y eso le molestaba, no saber casi nada de la persona que comparte su tiempo contigo es frustrante.
—No lo sé. —respondio.
—¿Pregúntale a su mamá o algún hermano? —Yoongi bajo el rostro por un momento.
—No puedo hacer eso.
—¡¿Qué?! ¿Por qué no?. —Hoseok se acercó un poco más.
—Porque no tiene mamá, porque no tiene hermanos, porque es huérfano igual que yo. —su pecho se contrajo dolorosamente al decir eso, pero era verdad. El pelinaranja no dijo nada por un momento se sintió cohibido.
—Entonces, solo deja que tu corazón te guíe. —de a poco se levanto del suelo, Yoongi lo vio con confusión— Se que suena tonto, pero es mi consejo. Cómo dijiste no tiene familia y tú tampoco... Él estará feliz a cualquier lugar que lo lleves, es tu novio ¿No? Ya te ama. —Yoongi se mordió los labios por instinto— Bien, debo seguir con mi trabajo. Espero haber ayudado de algo.
—Gracias por el consejo. —realmente lo agradezco.
[•••]
Era sábado por la mañana, Jimin permanecía dormido en su comoda cama, el fin de semana llego y lo único que quería era estar en casa, era invierno y caía la nieve, el frío le gustaba pero no en exceso como para salir. Yoongi se había levantado más temprano ese día, se había bañado y vestido con ropas que lo abrigaran muy bien. Observó por minutos a la orilla de la cama al menor de cabellos rosas que dormía como bebé con sus piernas enrolladas en aquel peluche de nombre Suga. Dudo en si despertarlo tan temprano pero ya que— ¿Jimin? —lo llamo pero el mencionado solo se acurrucó más en las sabanas— Vamos Jimin arriba, ya es de día.
—Hyung, hoy es sábado. —dijo en tono infantil, aferrándose a su peluche, abrió uno de sus ojos viendo al mayor parado a la orilla de la cama vestido para salir— ¿A donde va Hyung?.
—A mi cita. —respondio cortante, viendo la hora en el celular— Pero mi cita no quiere salir de la cama, ir a ponerse algo para el frío e ir a desayunar. —Jimin abrio sus lindos ojos perlados, por aquellas lindas palabras— Le he dicho que se levante pero solo quiere permanecer abrazado a Suga. —levanto su vista del celular para ver al menor— ¿Qué debo hacer Jimin? ¿Esperar a que capte la indirecta o olvidar la cita?.
—¡Esperar a que capte la indirecta! —Jimin salió saltando de su acogedora cama en busca de ropa.
Yoongi rió por la felicidad del otro— Iré a calentar el café no tardes.
—¡Sí Hyung! —¡Tendré una cita! ¡Una cita! ¡Una cita con Min Yoongi!.
[•••]
Yoongi caminaba con nerviosismo al lado del pelirosa que sonreía como pequeño. Min había tomado el consejo de Hoseok “dejarse guiar por su corazón” ¡Pero no sentía que lo guiará! No había planeado nada, absolutamente nada. Solo caminaban sin rumbo pero eso no quitaba la sonrisa del menor de oreja a oreja ¿Que debía hacer?. Un pequeño jalón de hombro lo hizo voltear, Jimin le señalaba como niño pequeño a la pastelería de enfrente— ¿Quieres pastel?
—S-Sí. —respondio avergonzado, sus mejillas estaban ruborizadas por la emoción. La nieve caía pero era leve, no se preocupaban por eso ahora, el frío azotaba sus rostros pero no tanto como para preocuparse, sus corazones latían de manera desenfrenada pero no había de que preocuparse. “odio no poder...No Poder amarte Jimin”. Eso era lo único que los preocupaba.
—Bien vamos. —Ignora lo malo, ve lo bueno lo tienes a él, siempre quisiste tenerlo, ahora intentalo una y otra vez hasta que lo logres ¡Maldita sea, ¿por qué es tan difícil?!.
Jimin se había alejado un poco del mayor para ordenar su delicioso de pastel, en ese instante Yoongi solo observaba el decorado del lugar, era lindo pero a la vez estaba lleno de gente “molesto”, una risa muy familiar lo estremeció, no quería voltear temía por lo que vería, “no voltees” esa risa se intensifico, no pudo con su curiosidad y volteó en dirección de aquel sonido y ahí estaba “¿Ella?” la observó por mucho tiempo había cambiado, su cabello era mas largo, parecía felíz, todo en ella era perfecto tal y como hace años. Sus ojos conectaron, ella lo vio con sorpresa y él dejó de respirar, Suran... Ese esa el nombre de aquella mujer, Yoongi quería correr y esconderse pero no respondían sus piernas. La chica se levanto caminando hacia él y solo ahí reaccionó. Camino hasta donde estaba Jimin, él menor llevaba en sus manos un trozo de pastel de chocolate, sonrió feliz al ver al mayor, pero su risa fue reemplazada por conmoción cuando Yoongi lo tomo de la muñeca obligándolo a salir de la pastelería.— ¿Hy-Hyung? —el chico parecía en trance, sujeto más su agarre ocasionadole dolor al otro, su caminar se hizo más rápido aquel pastel había caído de las manos de Jimin— ¿Yoongi Hyung? —era inútil no lo escuchaba, sus lágrimas casi aparecían ¿Qué sucedía? Jimin no dijo nada más solo bajo la mirada, su muñeca dolía mucho por el agarre que recibía, se tropezo un par de veces pero era inútil seguirle el paso al peliazul, Jimin solo se mantuvo en silencio. Llegaron a la estación de trenes de Seúl, no supo en qué momento habían entrado a uno de ellos sin saber realmente el rumbo.
Entraron a uno de los cubículos, notando que no eran sillones sino camas, Yoongi mantenía agarrando con dureza la muñeca del menor, su mente estaba en otro lado, cerro sus ojos y apretó más, solo aquel sollozo lo hizo regresar en si. Vio hacia atrás, Jimin estaba llorando, soltó la muñeca del menor que rápidamente se alejó sollozando bajo, en ese momento se dio cuenta de lo que habia ocurrido, corrió y abrazo al menor que se removió por el acto— Lo siento. —fue en vano Jimin se alejó de él, salió del cubículo dejándolo solo.
[•••]
Jimin veía a través de la ventana, ya eran pasadas de las cinco de la tarde, al menos supo a donde se dirijan Daegu, o eso le dijo uno de los trabajadores, el área de comida no era muy ruidosa y realmente no habían muchas personas a su alrededor. Seguía preguntándose ¿Por qué de la actitud del mayor?. Toco su muñeca que estaba un poco inflamada, no quería verlo, estaba triste muy triste, no era tonto en la pastelería él había visto como Yoongi observaba a una chica, no dijo nada pensando qué tal vez solo eran conocidos pero la actitud del mayor le dijo que no. Sintió que alguien toco su hombro— No quiero hablar —fue su respuesta.
—Lo siento es que te vi tan solo que... —Jimin alzó su vista notando que no era su hyung.
—Disculpeme pensé que era otra persona.
—Tranquilo, no te molestes —dijo esa voz— ¿Puedo sentarme?. —Jimin solo asintió, sin saber que hacer.— Mi nombre es Chanyeol.
—Mucho gusto —inclino su rostro en reverencia— Soy Jimin.
—Un gusto... —su voz se fue apagando— Jimin.
—¿Sucede algo? —dijo al notar al chico tan decaído.
—¿Puedo contarte algo?
—Sí... Sí usted quiere.
—Te llamas igual que mi hermano menor.
—¡Oh! —se expreso apenado, sonrio un poco. Yo no tengo hermanos, aunque TaeTae parece uno.— ¿Debe ser genial tener hermanos?
—La verdad no lo sé —Chanyeol observó al pelirosa— nunca lo conocí.
—¡Yo lo siento no debí ser irrespetuoso!.
—No te disculpes, lo estoy buscando. —hablo con simpleza— desde hace mucho que lo estoy buscando.
—Yo... ¿Puedo preguntar qué pasó? —no era normal toparse con un desconocido y entablar una conversación.
—Se perdió o eso dice mamá. —tomo un poco de aquel café— aunque creo que miente.
—Espero lo encuentre. —dijo con honestidad.
—Gracias, yo también lo espero. —el silencio los inundó a ambos, Jimin tocaba de vez en cuando su muñeca y le sonreía al chico frente a él— ¿Por qué estás triste? —esa pregunta lo tomo por sorpresa.
—¿Qué dijo?
—¿Por qué estás triste? —volvio a repetir.
—Yo... No lo estoy... —Jimin realmente se sentía celoso— solo estoy un poco molesto.
—Mgh ¿Mal de amores?.
Esa risa del menor hizo a Chanyeol sonreir— Sí —confeso.
—Puedo serte de ayuda, soy muy bueno escuchando.
—No lo sé, es algo tonto.
—Las cosas que solemos decir que son tontas son las más importantes.
El pelirosa observó al desconocido por un tiempo— ¿Por qué amar duele tanto? —solto de una, rápidamente tapo su boca y su sonrojo aumento.
Por otro lado Chanyeol, pensó en esa pregunta— Duele si vale la pena, duele si no es correspondido... Duele si solo una persona ama. —volvio a tomar de su café— aunque es bueno que duela, sabes eso nos hace humanos. ¿Por qué sientes dolor tú? —Jimin jugó con el mantel con pena.
—Hyung ha dicho que está intentando sentir lo mismo por mi, he notado que se esfuerza no quiere comenter el mismo error de hace años. —sonrio recordando a Yoongi haciendo cosas que antes no hacía— me duele que se esfuerce.
—Entonces no debes darle más razones para rendirse.
—¿Y si él decide rendirse?.
—¿Ha hecho algo que te haga pensar así? —rapidamente negó.— Entonces... ¿Qué haces aquí hablando con un desconocido cuando deberías estar a su lado dándole más razones para que te ame? —eso había sonado más a un regaño en vez de un consejo o pregunta. Jimin se sintió tonto, era cierto había dejado a su Hyung solo cuando se notaba que necesitaba un abrazo, se levanto de la mesa con una sonrisa tímida.
—Gracias.
—No hay de que Jimin.
El pelirosa comenzó a alejarse pero se detuvo— Espero encuentre a su hermano, también espero volverlo a ver.
—Tambien espero volverte a ver Jimin. —Me hubiese gustado tener un hermano mayor como usted. Con una sonrisa se despidió de aquel agradable muchacho. Aún con un lindo sonrojo en sus mejillas.
[•••]
Yoongi se había quedado recostado en la pequeña cama del tren, observando hacia la ventana, la nieve estaba por todos lados, la luz del pequeño cuarto estaba apagada. No estaba de ánimos, se había prometido no hacer llorar al menor y rompió esa promesa, lo que más le molestaba era haber huido de aquella mujer cuando le hubiese encantado presumirle que tenía un lindo novio de cabellos rosas que lo hacía más feliz, pero no lo hizo se sintió tan idiota. No se dio cuenta en qué momento una cabeza rosa estaba pegada a su pecho, ronroneando como gatito pidiendo mimos— ¿Jimin?.
El pelirosa levanto el rostro con naricita roja, mejillas sonrojadas, un puchero en sus labios y con lágrimas en los ojitos perlados que tenia— ¡Hyung!.
—¡Oh Jimin, lo siento! —Ambos se abrazaron con tanta fuerza que no podían respirar— Lo siento, lo siento ¿Te lastime? —pregunto buscando alguna lesión, el menor asintió mostrando su muñeca derecha.
—A Jiminie le duele la muñeca. —Yoongi se mordió el labio inferior, últimamente lo hacía seguido. Atrajo el cuerpo del chico en su regazo, beso muchas veces su muñeca haciéndolo reír.
—¿Aún duele?
—Sí aquí. —señalo sus mejillas y recibió un beso y muchos más en todo el rostro.
—Perdóname.
—No lo perdonó. —se cruzó de brazos simulando estar enfadado— Jimin está molesto con Hyung, voto el pastel de Jimin. —Yoongi no aguanto más y río enternecido por su lindo novio. Había aprendido unas cuantas cosas del pelirosa, como ahora hacia pequeñas rabietas para hacerle sonreír y agradecía eso.
—Yoongi Hyung te comprará otro cuando lleguemos.
—¿Otro pastel?.
—Sí, otro pastel.
—¿Y dulces?.
—Dulces también.
—¡¿Y juguetes?! ¡Quiero un Hulk nuevo, oh también a Iron Man y al Capitán América!
—¿Jimin?
—¿Sí Hyung?.
—Gracias.
—¿Eh?.
—Por amarme.
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