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Capítulo 19.- Aquel sentimiento llamado amor....

*Fiuuu~ -Vaya viejo, eso se ve completamente... -

- ¿Doloroso?- preguntó el bicolor mientras se veía al espejo.

-¡CLARO QUE NO!, ¡SE VE RIDÍCULO! PFFFFT JAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJA...- La risa estruendosa de Sero se escuchó como eco por todo el pasillo llamando así la atención de los pocos presentes en el lugar.

-¡Sero!, ¡te pido por favor que dejes de estarte mofando del aspecto de Todoroki!- reprendió Iida al momento de llegar.- ¡No es culpa de Todoroki que el omega de Midoriya lo haya golpeado a tal punto de dejarlo como un panda!- explicó mientras movía de arriba abajo el brazo.

- ¿Panda?- preguntó el bicolor mientras regresaba su mirada al espejo.

Sabía que en su lado izquierdo estaba aquella quemadura provocada por su madre por accidente a causa de las presiones que le hacía pasar su padre... y bueno, en el lado derecho estaba ese enorme moretón que cubría alrededor de su ojo por el golpe que le metió aquel omega.

Al final, no sabía que era lo que había hecho para que él reaccionara así, al fin y acabo, estaba diciendo la verdad al decir que la mayoría de la gente de su mismo género solo se fijaban en el estatus y dinero.

En fin, más tarde le preguntaría a Midoriya sobre eso.

-Sí, todos pensamos lo mismo al instante en que entraste por la puerta de la oficina, Todoroki.- mencionó Momo al momento en que se incorporaba a la plática.-yo... yo también me disculpo por eso- comentó avergonzada mientras buscaba algo dentro de su bolsa- Sobre todo por traerte esta botana de semillas de bambú que compre en la máquina expendedora.- extendió el paquete y se lo dió.- me acordé de ti cuando los vi.- cubrió con sus manos el sonrojo de su rostro.

-...-

-...-

-...-

-PFFFFT JAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJA-

-¡SERO!-

Mientras Iida reprendía a Sero diciéndole una y otra vez que ese no era el comportamiento de un buen camarada, Momo ayudaba a Todoroki a cubrir aquel chistoso moretón derecho con su maquillaje.

-Eso explica las miradas de la gente de camino a la agencia...- susurró pensante al recordar cómo se le quedaban viendo. Especialmente los niños, quienes al pasar a su lado, los escuchaba decir "panda, panda" y se ponía a cantar una extraña canción infantil.

"Pequeño panda, aun no andas y ya queremos verte jugar."

"Con tu mamita que está orgullosa, porque naciste en nuestra ciudad."

-¡listo, Todoroki!-

-Gracias, Yaoyorozu-

-D-disculpa viejo, es que....pffft jajajajajaja, ¡no puedo creer que lo haya hecho exactamente simétrico a tu marca!-

-¡SERO!-

-¡Dios!, Lástima que Kaminari ya no está aquí para verlo- comentó mientras se limpiaba las lágrimas de su rostro, suspiró fuerte para recomponerse, hasta que miró el paquete de semillas de bambú con un panda impresa en la etiqueta que llevaba el bicolor en sus manos-¡pfft jajajajaja!-

-¡SERO!-

- Lo sé, lo sé... es inevitable, viejo-

-No importa, por lo menos Yaoyorozu me ayudó a cubrirlo- comentó sin más el joven panda bicolor mientras abría la bolsa de semillas.

-Bueno, técnicamente no se cubrió del todo bien- dijo la joven mientras miraba fijamente el rostro de su compañero- no sé si tu golpe quedó tan morado que... traspasó el maquillaje y lo dejó como rosa-

- Tiene el mismo color de su marca- comentó Iida mirando ambos círculos del rostro contrario- bueno, por lo menos no es ese color purpura que se nota bastante-

A Todoroki no le quedó de otra que bajar su mirada y suspirar derrotado, sacando al final unos lentes de sol para cubrir ambos ojos.

-Yo te lo advertí amigo, te dije que la pareja de Midoriya era especial.- dijo Sero al ver estado en el que quedó su compañero.- así que tú solo te lo buscaste-

.-Si, claro... es tan especial como todos los omegas que me has presentado y dicho que son especiales.- comentó sin ganas.- al final, todos muestran sus verdaderas caras cuando llegan a saber de quién eres hijo o que estatus tienes en la sociedad.- susurró mientras recordaba a todos esos omegas que le presentaban, aquellos que solo lo miraban con desprecio y asco debido a su cicatriz, pero que al final cambiaban su actitud al decirles su apellido y de que familia provenía.

Todo era por el nombre, nada más...

.- ¡Pero Bakugou es diferente, viejo!- recriminó.- a este omega no le importa nada que no sea su cachorro y Midoriya, él aceptó a Midoriya aun con el problema de inestabilidad que tiene.-

.-ajá... tanto así le importó que fue capaz de negarlo desde jóvenes y juntarse con alguien más.- comentó desinteresado- al final como se quedó solo, no le quedó de otra que volver-

-¡Todoroki!- reprendieron Iida y Momo al mismo tiempo.

-¡Viejo! ¿Ya vez porqué terminaste golpeado?-

-No veo nada de malo en lo que dije, es la verdad.-

-Muchos cometemos errores en el pasado, Todoroki.- comentó Momo con seriedad mientras colocaba una mano en su hombro - y cuando estamos realmente arrepentidos, hacemos hasta lo imposible por corregir nuestro error sin importar si somos juzgados por eso o no... Solo ellos saben exactamente lo que sucedió, así que no podemos entrometernos y opinar en las decisiones que ellos tomen al final-

Bajó su mirada tratando de entender las palabras que su compañera le decía.

-"¡LO LAMENTO DE VERDAD, PERDÓNAME POR FAVOR!"- fue lo que dijo su madre cuando aquel accidente que dejó una cicatriz en su rostro pasó. Recuerda que lo abrazaba con fuerza mientras sus lágrimas caían. Sintió su cuerpo temblar, su miedo y dolor...

Sintió sus feromonas cargadas de arrepentimiento.

Si tan solo no se hubiera dejado llevar por el shock, tal vez hubiera podido hacer algo más por su madre antes de que su padre se diera cuenta de lo ocurrido. Tal vez hubiera podido abogar por ella, decirle que no importaba lo que había pasado porque sabía todo lo que había sufrido por tenerlos a ellos con bien...

Tal vez si hubiera dicho algo... no la hubieran alejado de ese modo de su lado.

Después de ese día ya no la volvió a ver, sabe que su padre la agredió y la mando directamente a un psiquiátrico por lo sucedido, pidiendo una orden para que nunca más se acercara a ellos al ser un peligro para sus cachorros.

Enji Todoroki al ser un alfa respetado ante la sociedad, le fue concedida aquella petición sin saber de verdad el porqué del actuar de su madre.

Mientras que a ella... no le dieron algún derecho de réplica por el simple hecho de ser una omega. Le arrebataron de un día a otro a sus cachorros y la encerraron. Su madre sufrió en soledad, cargó esa culpa en su corazón por todos estos años haciéndola enfermar y caer en depresión constantemente.

Recuerda que cuando cumplió la mayoría de edad, movió mar y tierra para poder encontrar la dirección del hospital donde la tenían, ya que su padre, para no tener aquella mancha desagradable en su imagen, había decidido mantener ese suceso en secreto.

Duró un año en buscarla, cuando lo logró fue a visitarla... pero su madre ya no era la misma.

Al principio entró en una crisis, después lloraba o reía... a veces ambas. Al final solo se quedaba ahí, callada, mirándolo como si de un desconocido fuera o solo una alucinación. El doctor dijo que había quedado inestable al haberle arrebatado a la fuerzas sus cachorros, su omega no lo pudo soportar y entró en crisis. Los medicamentos tampoco fueron de gran ayuda en su tiempo de recuperación...

Lo único que le dijo es que debería esperar, de poco a poco ella podría reaccionar con sus visitas... el tiempo hará lo que es necesario.

Y así fue...

Los ojos de Rei Todoroki empezaron a brillar de poco a poco al ver que el joven que la visitaba cada tarde no era una alucinación. Que aquel joven le hablaba de su vida y lo que quería hacer para poder ayudar a cambiar a la sociedad.

Que su madre era la única razón por la cual quería salir adelante, que ella es todo lo que necesitaba en el mundo y que estaba esperando para que se mejorara para recuperar aquel tiempo que le fue arrebatado.

Ella fue una gran influencia al querer escoger la carrera y poder trabajar en el centro de protección para omegas. Todo esto fue para ayudar a su madre.

Ahora ese doloroso capítulo había pasado, ambos se estaban dando una oportunidad para empezar de nuevo, conversar como madre e hijo sin tener a su padre de por medio quien echaba chispas al enterarse de las acciones que había tomado.

El ya no quería el apellido ni quería el dinero de la familia Todoroki... él solo quería vivir una vida tranquila y en paz sin estar rodeado de tanta hipocresía y falsedad. Simplemente esperaba el momento para cuando le dieran el alta a su madre y así poder llevársela lejos de ahí... si es posible, lejos de Japón, lejos de su padre.

-¿Todoroki?-

-¿Si?-

-Toma...- Frente a él un pañuelo se extendía, no sabía en qué momento había empezado a llorar.

-G-gracias- susurró.

- Deberías de pedirle una disculpa a Bakugou por el incidente que pasó, especialmente por arruinarle su día ya que sería su fiesta de bienvenida y la de su cachorro- comentó Sero ya calmado mientras miraba al bicolor- No me dio detalles, pero por lo que me dijo Kirishima, Bakugou también sufrió... y mucho.- explicó- al final, como dijo Yaoyorozu, nosotros no somos quienes para juzgar por las acciones de los demás- dijo- si Midoriya estuvo dispuesto a aceptarlo nuevamente en su vida para empezar de nuevo, simplemente lo aceptaremos porque es su decisión-

- Y como buenos camaradas, estaremos ahí para apoyarlo- comentó Iida al final mientras se acomodaba sus lentes.- así como estaremos para apoyarte a ti en cualquier momento que necesites-

Todoroki miró a cada uno de sus compañeros, al igual que ellos, sonrió mientras cerraba sus ojos.

-Está bien- dijo- Yo... iré a disculparme con ellos y- suspiró- pediré que me perdo...ah-

- ¡GENIAL!- interrumpió Sero mientras le daba una fuerte palmada en la espalda.

-¡Sero!-

-lo siento, lo siento... es que me emocioné, nuestro pequeño hombre de hielo está creciendo- dijo mientras imitaba en quitarse una lágrima- ¿me regalas una semilla de bambú?-

Los 4 amigos se quedaron un rato platicando sobre algunos asuntos internos de la agencia, después de un tiempo, todos regresaron a sus respectivos puestos.

-Espero me conteste...- susurró Todoroki mientras tenía el teléfono en la mano- ¿Midoriya? Habla Todoroki... bueno, yo... solo quería saber si...- continuó.

Muchas cosas cambiarían a partir de este momento, especialmente la perspectiva que tenía el joven alfa de cabellos bicolor hacia algunos omegas...

Pero sobre todo, la perspectiva que tenía sobre aquel sentimiento del que todos hablaban y nunca pensaba sentir.

.

"el amor es solo una palabra. Hasta que alguien llega para darle sentido"

Paulo Coelho.

.

Aquella bienvenida que se celebraría la noche de ayer ante el nuevo integrante de la cafetería Red Riot y su hijo, terminó abruptamente al momento en que Mitsuki Bakugou e Inko Midoriya ingresaban al loca. Sus caras felices y emocionadas cambiaron a unas de sorpresa al ver a su hijo y yerno, dándole una fuerte golpiza en el rostro a un joven de cabello bicolor.

-¡KATSUKI!-

-¡KACCHAN!

Mientras los mayores trataban de separarlos y bajar la tensión, el pequeño Kouta se fue gatean directo al pastel que había dejado caer Kirishima y empezó a embarrar sus manitas en él, después de un rato y sin nada más que hacer, empezó a comerlo mientras veía como su madre era regañado y golpeado en la cabeza por su abuela, e Izuku, se disculpaba varias veces frente Kirishima y Kaminari al dejar destrozado una vez más el local.

En su carita una sonrisa se mostró, todo por ver a aquel joven bicolor que había hecho enojar a su madre, inconsciente en el suelo mientras sus compañeros lo auxiliaban para que se despertara.

A pesar de haber sido todo un caos, para el pequeño Kouta Bakugou, fue la mejor fiesta que pudo haber tenido.

Como era de esperarse, el local quedó nuevamente patas arriba haciendo que aquella bonita celebración se cancelara. Antes de que Masaru pusiera un pie dentro, Mitsuki, Inko, Katsuki e Izuku junto al pequeño Kouta, salían de la cafetería sin decir nada. Solo bastó con la mirada molesta de su esposa para que Masaru Bakugou se diera cuenta de que debía guardar silencio, dar media vuelta e ir por el automóvil.

Y así como habían llegado, la familia se fue. Izuku convenció a Mitsuki para que no lo regañara y lo dejara hablar con él a solas ya que ella no sabía el porqué de la pelea, y siendo Katsuki el implicado, él nunca diría nada de lo que pasó solo para no molestar y preocupar más a sus padres. Sin más, la madre omega aceptó.

Todos acabaron de comer sin sacar aquel tema de conversación, mientras los mayores estaban en la sala viendo la televisión y Katsuki estaba con Kouta jugando, Izuku se ausentó un rato para marcar a los teléfonos del pelirrojo y del rubio, y así hablar sobre los daños ocasionados en el local.

Al final, la pareja le dijo que no se preocupara, que el seguro del local cubría los daños y con eso bastaba, que mejor se relajara y estuviera con su omega antes de que se fuera a su misión. Al terminar con ellos, marcó a sus demás amigos para disculparse por el incidente, pero igual que Kirishima y Kaminari, estos dijeron que no se preocupara, que después harían otra fiesta y que ahora sí, envolverían todo en papel burbuja, o que amarrarían a Katsuki a una silla y le cerrarían la boca con cinta a Todoroki para que no hablara y crearan un nuevo problema.

Izuku agradeció infinitamente la comprensión de sus amigos ante la situación, pero sobretodo, agradeció que ninguno haya juzgado a Katsuki por sus acciones... especialmente al ser él, un omega que debería de respetar a un alfa.

Por último, intentó comunicarse con el afectado, pero este no contestó el teléfono... probablemente Todoroki aún no recobraba la conciencia, así que esperaba marcarle el día de mañana y así hablar tranquilamente de lo que pasó.

Sin más regresó a la sala donde todos estaban, el pequeño Kouta gateó emocionado hacia Izuku y este lo alzo en el aire, haciéndole sacar algunas risas. Después se sentó alado de Katsuki, quien al llegar, recargó su cabeza en su hombro.

Ya pasando las 9:00 p.m. y con un Kouta completamente dormido en brazos, Katsuki e Izuku decidieron regresar a casa, pero grande fue su sorpresa al verse fuera del hogar de los Bakugou con las llaves del auto en la mano.

Lo último que ambos escucharon antes de que fueran sacados, fue a la madre del cenizo decir que se fueran solos para resolver todos los asuntos pendientes, y a la madre del peliverde decir que se quedaría con Mitsuki para cuidar a Kouta entre las dos, que mañana vinieran a las 9:00 a.m. por ella para cambiarse e ir por el desayuno.

Sin decir nada y esperando que todo estuviera bien con el cachorro, Katsuki e Izuku se marcharon. Llegaron a la casa agotados, aun si ambos querían platicar de lo que pasó, simplemente no pudieron al tocar las suaves sábanas de su cama, haciendo que ambos jóvenes cayeran rendidos ante el sueño.

Katsuki e Izuku durmieron abrazados, sintiendo como sus cuerpo se relajaban ante el delicioso olor que desprendía el contario, aquel olor que solo la manzana y canela les podría ofrecer.

Aquel olor que les traía paz y seguridad, pero sobre todo... Amor.

.

.

.

Al día siguiente...

.

.

.

(+18)

Un aliento caliente y una suave caricia es todo lo que sintió Izuku en aquella brillante y hermosa mañana.

-mmm~, que rico~...- Susurró aún adormilado mientras daba un fuerte suspiro y se aferraba con fuerza a su almohada.- ngh... ah- gimió al sentir una pequeña corriente recorrer por todo su cuerpo. -ah~...-

Sabía que era, anteriormente había tenido estos sueños húmedos cuando se encontraba en la etapa final de su celo, así que era bastante normal y deprimente creer que estaba pasando por uno de estos "sueños" en este mismo momento.

-¡ah!~...- gimió, sus mejillas se calentaron y sus manos temblaron al instante en que sintió una dulce cavidad húmeda engullir todo su miembro. Aquellos lascivos sonidos que se empezaban a escuchar en la habitación se transformaron en música celestial ante sus pecadores y mortales oídos. -sí, mmm~...-

Claro, cabe señalar que para Izuku, aquellos "sueños" no eran tan placenteros como el que estaba sintiendo ahora mismo, claro que no... pero por lo menos le ayudaban a calmar aquella molesta fiebre ahora que ya no tenía a Kirishima a su lado para ayudarlo.

- Deku, idiota... - escuchó una ronca y conocida voz susurrar como un eco lejano- ¿quieres que te haga sentir bien?~...-

Podía imaginarlo... él, acostado en la cama mientras que su Katsuki, su Kacchan, su hermoso omega inclinado frente a su parte baja mientras hablaba y jugueteaba con Dekucito Jr. sin descaro como si de una linda paletita pecosa fuera.

¡Diablos, pero que buena imaginación tenía!, hasta parecía que había elegido su sueño en modo 4k y sonido surround para una mejor experiencia.

-"OHDIOS,OHDIOS,OHDIOS,OHDIOS,OHDIOS"- pensó frenéticamente mientras sentía el aliento de aquel joven en su parte baja mientras lo acariciaban lentamente de arriba a abajo. - "Dios, por favor... dime que al fin morí y estoy entrando directamente al paraíso-

-Habla de una vez, estúpido - A pesar de llamarlo de esa forma, el tono en que lo decía era cariñoso. Definitivamente su sueño había captado la esencia de su Kacchan.

-Y-yo~... yo quiero~...-

-Dímelo- sintió pequeños besos en la punta de su longitud- y te cumpliré todos tus malditos sueños, Deku~...-

-Mierda...-gruñó, su miembro se endureció al instante. Aquel sueño era tan genial que no quería despertar. Las sensaciones, las acciones, los aromas...

Se sentía tan, tan real que...

-¿ah?- Un extraño movimiento en la cama fue la primera alarma al saber que no estaba solo en esa habitación, aquel lascivo sonido despertó todos sus sentidos al momento de sentir nuevamente la dulce y celestial cavidad húmeda engullir todo su miembro.-ah, maldición...- Sin más se incorporó y levantó la sábana.

-mmm~, Pol fin despieltas, ngh~... dondo Deku- comentó el cenizo aun con el miembro del peliverde en su boca.- mmm~ *muack- se escuchó cuando dio la última succión- ah, listo.- se incorporó mientras veía su obra maestra levantada como un asta de bandera. Lentamente gateó sobre Izuku y se sentó en su regazo, todo bajo la atenta y sorprendida mirada del peliverde.

-K-k-k-k-k-k-k-k-k-k-k-k.- La sangre se le subió, las orejas y las mejillas se coloraron mientras que un pequeño hilo rojo empezaba a descender de su nariz al saber que este "sueño", no era un sueño en verdad.

Pero aquel pequeño hilo empezó a transformase en una fuerte hemorragia nasal al percatarse de que la única prenda que Katsuki llevaba, era su típica camisa negra y sin mangas que se le ajustaba perfectamente al cuerpo, dejando a la vista como sus pequeños pezones se endurecían y resaltaban de ella.

-Hagamos esto rápido antes de que vayamos por la bola de carne a la casa de mis viejos- dijo Katsuki mientras restregaba sus nalgas en la longitud ya despierta del peliverde.

-Pe- pero Kacchan, ah~... espera mmm~, yo... rayos ¡ah!~ , ¡No puedo pensar!-

-Qué ¿no quieres hacerlo?- preguntó el cenizo con una ceja alzada mientras tanteaba su entrada húmeda con la punta del pene de Izuku, dándole espacio para que Izuku viera el espectáculo desde su posición.

-N-No es eso, es solo que...t-tengo que llamar a mamá y...-

-El estúpido Dekucito ya está listo para jugar en su la base secreta- sonrió descaradamente mientras bajaba lentamente.- no puedes negarle eso a tu niño cuando ya está tan mojado y hu...-

-¡BUENOSOLO5MINUTOSMASYLLAMOAMAMÁ!- dijo rápido antes de tomar con sus manos la cadera del contrario y darle una fuerte embestida.

- ¡AH, MIERDA! mmm~...- gimió Katsuki al sentir como las paredes de su entrada se abrían al instante ante la intromisión del no tan pequeño Dekucito.- ¡Maldición! ¡SI, SI, SI!- El cuarto resonó con los fuertes gemidos de placer al sentir como aquella longitud entraba y salía de su base secreta.

(Fin del +18)

Nuevamente el olor de ambos inundó toda la casa, aquellos 5 minutos se convirtieron en una hora completa de sexo cargada de besos húmedos, caricias intensas y palabras amorosas hasta acabar.

-¡ah, Mierda!...-suspiró Katsuki agitado mientras caía agotado en el pecho del alfa.- te amo tanto maldito nerd estúpido...- susurró al momento en que se acurrucaba bajo los brazos del peliverde.

-jajaja, yo también te amo Kacchan...-respondió Izuku mientras depositaba un beso en la frente del cenizo y olía sus cabellos- te amo con toda mi alma y corazón.-

Katsuki estaba feliz al sentir el cariño y amor que tenía Izuku hacia él.

Izuku estaba feliz al sentir la aceptación y el amor que tenía Katsuki hacia él.

Ambos, alfa y omega estaban felices al sentirse nuevamente sin tener que sufrir algún tipo de rechazo, dolor y sufrimiento que una vez experimentaron hace mucho tiempo en sus vidas.

"El amor no tiene que ser perfecto, solo tiene que ser sincero"

*ring, ring, ring...

-tsk, deja que suene- comentó el cenizo fastidiado mientras cubría su parte baja con una sábana- debe ser algún imbécil llamándote para...-

-E-Es tu mamá-

Con aquellas temblorosas palabras, ambos jóvenes quedaron petrificados. Dirigieron mecánicamente su vista hacia el reloj que estaba colgado en la pared.

Se suponía que irían a recoger a la señora Midoriya a las 9:00 en punto en la casa de la familia Bakugou ya que se había quedado a dormir ahí el día anterior. La traerían de regreso a su casa para que se bañara y cambiara, después irían a comprar el desayuno y de ahí regresarían nuevamente a la casa de Mitsuki y Masaru para desayunar y estar conviviendo hasta la tarde con ellos junto al pequeño Kouta.

Sabían que estaban fritos... muuuuuuy fritos al ver que el reloj marcaba las 10:20 a.m., ni siquiera le habían hablado a Inko o a Mitsuki para excusarse y decirle que tuvieron un pequeño, pero caliente problemita hormonal, y que pasarían un poco tarde por ella.

-¡¿PERO QUÉ PUTA MIERDA ESTÁS HACIENDO, KATSUKI?!- se escuchó la intensa voz de Mitsuki resonar por el teléfono al momento que Izuku contestó la llamada- ¡¿QUÉ NO SABES QUE HORA SON, IMBÉCIL?! ¡INKO ME LLAMÓ PREOCUPADA POR QUE NO VINIERON POR ELLA E IZUKU NO CONTESTA SUS LLAMADAS!-

-Oh, rayos...- susurró el nombrado al haber recordado que dejó su teléfono celular en la mesa de la cocina el día de ayer.- Lo...lo siento tía Mitsuki, yo...-

-¿Izuku?- preguntó sorprendida la mujer, pensó que fue su hijo el que apenas se había dignado a coger su llamada.

-Si tía Mitsuki, soy yo... Kacchan está un poco indispuesto y, bueno... eh...- miró al cenizo, este se había vuelto a acomodar en la cama boca abajo, dejando al descubierto los chupetones y mordidas que Izuku había dejado y adornaban por toda su esbelta espalda- eh...- tragó saliva.

Debía de reconocer que aquella vista estaba despertando de nuevo sus más bajos instintos, sobre todo al recordar como tenía a Katsuki en diferentes posicio ...

-¿Izuku?-

-¡Si, señora!-

- ¿Me podrías pasar a mi hijo, por favor?-

-¡Claro, señora!- nerviosos y con un sonrojo ante los pensamientos que volvían a surgir, el peliverde llamó al cenizo.- Kacchan, tu mamá quiere hablar contigo.-

-tsk, ¿ahora que mierda quiere?- respondió el contrario mientras se volteaba y tomaba el teléfono.- ¿Qué diablos quieres, vie...?-

-¡DEJA YA DE ANDAR COGIENDO COMO UN SUCIO PERRO CALENTURIENTO Y TRAE TU INSERVIBLE CULO A LA CASA-

-¡ARGH!-gritó con molestia mientras alejaba el teléfono de su oído, sintió que al fin se había quedado sordo ante los gritos de su madre.

- ¡No te bastó con arruinar tu fiesta de bienvenida en el Red Riot! ¡Sino que también estás arruinando nuestro tiempo libre con Izuku antes de que se marche fuera de la ciudad! ¡Animal!- gritó un poco bajo, pero aún se escuchaba molesta- ¿¡qué crees que pensará tu hijo al tener una madre tan irresponsable como tú!?-

-Que no se debe comportar como yo y....- susurró.

-¡KATSUKI!-

-Ya sé, ya sé...ash, ya vamos para allá.- se quitó las sábanas y trató de levantarse- ¡ARGH!- pero cayó inmediatamente al suelo.- ¡mierda!-

Sus piernas se sentían como fideos recién cocidos... sin olvidar el maldito dolor que empezaba a atacar su cadera.

-¡Kacchan!, ¿estás bien?-

-Sí Deku, estoy perfectamente bien aquí sintiendo la fría y dura suavidad del maldito suelo en mi puto culo partido... ¡OBVIO QUE NO ESTOY BIEN! - reprochó molesto mientras escuchaba la fuerte risa de su madre al otro lado del teléfono- ¡ayúdame a levantarme!-

-¡s-si!-

-¡Y tú!, deja de reírte maldita psicópata- comentó mientras volvía a pegar el teléfono a su oído e Izuku lo cargaba estilo princesa para ir directo al baño- tardaremos 15 minutos en lo que nos arreglamos y vamos por la tía Inko.-

- No es necesario Katsuki, ya se cambió aquí.- respondió- como tardaron bastante, decidimos salir mejor por el desayuno y aprovechar para que Inko se comprara algo de ropa para no molestarlos.-

-¿Qué?-

-¿Crees que no sabríamos que si ambos se quedaban solos en la casa, no harían sus cochinadas?- preguntó- Ay Katsuki... tu madre sabe la clase de muchacho intenso que crió desde pequeño, y bueno... Inko sabe que Izuku siempre te seguirá y hará lo que digas como lo hacía cuando eran niños.-

-Tsk- Katsuki bufó sonrojado sin poder decir nada mientras era dejado delicadamente en la bañera por un Izuku totalmente avergonzado al oír la conversación entre ambos.

Izuku sabía que definitivamente ya no podría verle la cara a su madre sin evitar sentir vergüenza.

-Como sea- La ceniza interrumpió aquel silencio- apúrense en llegar porque Kouta quiere ver a Izuku.-

-¿a mí?- comentó el peliverde sorprendido mientras empezaba a llenar la tina.

-¡¿Ah?! ¡¿Solo al tonto nerd?! ¡¿Y su madre qué?!-

- Pues solo está gateando en la casa diciendo "chuku, chuku velde"- dijo mientras imitaba la voz del pequeño.- ¡oh, mira!... aquí está- se escuchó un ligero ajetreo en el teléfono- Kouta, cariño... ven, vamos ven, la bruja de tu madre está al teléfono-

-¡¿ah?!-

Pasaron unos segundos para que después se escucharan los balbuceos del menor.

-baba, brrrrrrp, chuku, chuku-

-Ey bola de carne, ¿me extrañaste?-

-¡totó, totó!, ¡ma buja!-

-¡¿ah?!-

-pft jajajajaja- se escuchó la risa de la ceniza mayor en el fondo.

-Mendigo mocoso del infierno, ya verás cuando te vea...- susurró -ni porque fui "YO" el que te tuvo por 9 meses y te parió...-

-Kacchan, tranquilízate por...-

-¡Tu no digas nada, tonto Deku!- reprochó haciéndolo callar- apenas entraste a su vida y ya te ganaste su corazón como si nada, tonto alfa consentidor de niños ajenos.-

-jajaja- Izuku rio al sentir un ligero golpe del contrario en su pecho.

- Tsk, en fin... alistémonos para ir-

-Bien.-

Después de tener otras palabras dulces con su primogénita antes de colgar, Katsuki e Izuku se bañaron y se alistaron para partir directo a la casa de los cenizos.

Mientras Katsuki arreglaba otra maleta para el pequeño Kouta, Izuku recibió una inesperada llamada...

-¿si, diga?-

-¿Midoriya? Habla Todoroki-

-¡oh, hola Todoroki!, ¿qué sucede?-

-bueno, yo... solo quería saber si...-

.

.

.

.

.

Una llamada que cambiaría de poco a poco la vida de tres jóvenes que aún estaban experimentando y sintiendo por primera vez aquel sentimiento que todos llaman... amor.

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