Capítulo 19
El ambiente dentro de aquella habitación no podía estar más tenso, Dipper solo se limitaba a mirar al albino, esperando su respuesta, que lo intrigaba casi tanto como al Cipher.
Pero Gideon no parecía querer ceder ante el rubio, muy en el fondo, el castaño sabía que nunca oirían aquella respuesta tan ansiada.
-no te saldrás con la tuya, Cipher- dijo finalmente el Gleeful, causando que el Pines sintiera un poco de lástima por él, no quería ni saber los métodos que Bill utilizaría para que hablase- puedes tomar las medidas que quieras, puedes asesinar, puedes manipular... pero al final de todo esto, te detendremos, y vas a tener que pagar por todos y cada uno de tus actos.
-¿tú vas a hacerlo?- dijo el rubio con burla- me gustaría verte intentándolo.
Luego de decir estas palabras, Bill comenzó a avanzar lentamente hacia el albino, quien, al verse amenazado, se dirigió rápidamente a una de las ventanas de la habitación, para después romperla con un objeto que sacó de uno de sus bolsillos, y saltar, antes de que cualquiera de los dos chicos pudiese detenerle.
Dipper quedó paralizado por un par de segundos, sin poder creer lo que acaba de pasar... Gideon, ¿había escapado?, luego de volver en sí, se apresuró a correr hacia la ventana, asomándose por ella para ver el lugar donde había caído Gideon, pero nada... no había rastro del chico. El castaño quedó totalmente desconcertado, puesto que estaban en un segundo piso, y la caída debió haberle hecho algún tipo de daño al más bajo, retrasando así su huida... pero nada, era como si nunca hubiese estado ahí.
-Bill... Bill, ya no está- dijo preocupado, volteándose para ver al rubio, quien miraba la ventana mortalmente serio.
Sin siquiera dedicarle una mirada, el Cipher se dio la media vuelta, saliendo de la habitación a paso rápido. Dipper se apresuró a seguirlo, viendo cómo se dirigía hacia uno de los soldados del castillo.
-busquen el lugar por donde entró Gideon Gleeful- dijo con la misma seriedad de antes- y no quiero que descansen hasta encontrarlo.
El soldado inmediatamente asintió con la cabeza, y se marchó a paso rápido, tal vez en camino a buscar más soldados.
Luego, Bill siguió caminando, y le ordenó a un sirviente que reemplazara el vidrio de la ventana por la cual el albino había escapado, quien, al igual que el soldado, partió rápidamente a cumplir con las órdenes de su rey.
El Cipher no se detuvo, y el castaño no dejó de seguirlo, apresurándose para seguirle el paso al mayor. Sinceramente, ni Dipper sabía por qué lo hacía, tal vez se debía a que, luego de lo sucedido, se sentía más seguro cerca del rubio, más protegido... O tal vez tenía relación con el hecho de que Gideon le había pedido que se fuera con él, y ahora sentía que no debía separarse de su novio, con un miedo subconsciente a estar lejos de él nuevamente.
Después de unos minutos caminado, el menor pudo reconocer finalmente hacia dónde se dirigía Bill: hacia su habitación.
Cuando finalmente llegaron ahí, el mayor entró rápidamente, dejó que el castaño pasara y cerró la puerta de inmediato.
-no puedo creer que ese maldito haya logrado entrar- dijo entrecerrando los ojos.
-fue extraño, lo sé...
-¡se supone que debe ser imposible entrar sin autorización a este castillo!- exclamó el chico, notablemente enojado- ¡por algo tengo tanta seguridad!, justamente para que éstas situaciones no ocurran.
-hey... tranquilo, ya van a averiguar cómo lo hizo- dijo Dipper acariciando su brazo, para luego darle un corto beso en los labios, logrando calmar un poco al rubio.
-¿qué fue lo que Gleeful te dijo?- indagó el Cipher mirando al contrario, se notaba que aún estaba tenso.
-no mucho la verdad... parecía muy sorprendido por verme aquí- contestó el menor alejándose de él, para ir a sentarse a la cama.
-¿ah si?
-si... quería saber por que estaba en el castillo contigo.
-¿y qué le dijiste?
-que estábamos saliendo...
-ya veo- dijo el rubio esbozando una sonrisa casi invisible.
-luego, fue como si me ordenara ir con él- una mueca enfadada apareció inmediatamente en el rostro del Bill- y cuando le dije que no, me dijo que no entendía- siguió el Pines, haciendo memoria de lo ocurrido hace poco- luego llegaste tú.
-¿sólo eso?- preguntó el mayor arqueando una ceja.
-mencionó también a Mabel... pero le dije que no quería saber nada de ella, y que si la veía, que le dijera que no quería que se volviera a acercar a mí- dijo con un notable resentimiento en la voz.
-muy bien- suspiró el rubio, relajándose finalmente- entonces... creo que no tenemos ni una pista de lo que vino a hacer aquí- dijo pasando una de sus manos por su rostro.
-juro que intenté averiguarlo, pero cada vez que se lo preguntaba, cambiaba el tema- respondió el menor, casi como disculpándose.
-está bien... no importa.
De pronto, un recuerdo de hizo presente en la mente del Pines, haciendo que de manera casi involuntaria, desviara su mirada la piso.
-oye... hablando de Mabel... hay algo que quiero preguntarte- confesó el menor.
El rubio mantuvo su miraba fija en el chico, mostrando algo de confusión.
-¿si?
-puede que no sea el momento adecuado para preguntar, pero... antes de que atacaras el castillo... varios días antes, en realidad, Mabel me dijo algo... me dijo que tú... solías coquetearle, ¿es verdad?- dijo volviendo a mirar al mayor, con algo de vergüenza por la pregunta.
-ah, eso- el mayor negó con la cabeza, como dando a entender que no era algo por lo cual preocuparse- pues si, lamento decirlo, pero es verdad... aunque tampoco fue como si "coqueteara" con ella, sólo... me acerqué a conversar con ella un par de veces... pero en mi defensa, tenía que sacar la información que necesitaba, créeme que no fue placentero en absoluto.
-¿intentaste besarla?
-¿qué?- el mayor frunció el ceño- ¿ella te dijo eso?
El contrario asintió con la cabeza, desviando su mirada al suelo.
-ehhh, no. Por supuesto que no. Eso sí que no.
-ya veo...
-¿dudas de mí, Pino?
-no- se apresuró a contestar el menor, levantando la mirada- eso nunca.
-me alegro- dijo el de ojos ámbar, mientras una gran sonrisa se formaba en su rostro, borrando todo rastro de tensión de la situación anterior- ¿En serio llegaste a pensar que sería capaz de besar a tu hermana?- dijo fingiéndose ofendido- me rompes el corazón Pino, ¿sabes?, hasta yo tengo mis límites- hizo una pausa- yo, besando a Mabel Pines- fingió un escalofrío- que asco.
-bueno... quería estar seguro- respondió el menor divertido.
-¿celoso, Pino?- preguntó el de ojos ámbar con una sonrisa de lado.
-tal vez un poco- admitió el Pines devolviéndole la sonrisa.
-pues no lo estés, créeme que hasta el viejo Mcgucket tiene más oportunidades conmigo que tu hermana.
-¿ahora debo preocuparme por el viejo Mcgucket?- bromeó el castaño, recordando al loco del pueblo.
-no hay nadie en este mundo por quien debas preocuparte, Pino- dijo el mayor sentándose junto al menor- mi corazón te pertenece completamente, y creo que jamás dejará de ser así.
-me alegra saberlo- dijo el contrario, depositando un casto beso en los labios del rubio, para luego levantarse y comenzar a caminar hacia la puerta, sin embargo una mano le agarró el brazo, impidiéndole seguir caminando.
-¿a donde crees que vas, Pino?- dijo Bill con una sonrisa maliciosa.
-a... los establos- dijo el otro, decidido a continuar con lo que iba a hacer antes de que Gideon apareciera.
Rápidamente el mayor jaló del brazo del chico hacia sí, haciendo que éste quedara de pie frente a él, que seguía sentado sobre la cama.
-¿por qué mejor no te quedas acá un rato?- propuso seductor, acariciando lentamente los muslos del menor.
-¿no tienes cosas que hacer, Cipher?- dijo el castaño, comenzando a pasar sus dedos por el cabello del contrario, siguiéndole el juego.
-tal vez las tenía... pero la verdad, es que un maldito enano apareció de repente, y arruinó mi día- dijo haciendo un puchero.
-¿de verdad?- contestó el de ojos color chocolate sentándose en su regazo, sin dejar de acariciar los rubios cabellos del contrario- ¿y cómo crees que podríamos alegrarlo?
-creo que tengo una idea- sonrío el mayor, para luego juntar sus labios con los del menor, sin borrar aquella maliciosa sonrisa de su rostro.
¡Hoooola!, ¿cómo están?, ¿les gustó el capítulo?, espero que si jejeje.
¡Y por fin hay actualización!, en verdad, la hice con todo mi amor, ya que tengo este mes absolutamente colapsado de pruebas :(. Sólo por ustedes maravillosas personitas <3.
Ah, y esto implica que este mes las actualizaciones no van a ser taaaan seguidas (lo siento T-T)
Y respecto a Gideon... bueno, creo que no es el momento de matarlo... todavía >:3, pero ¿cómo entró?, ¿cómo escapó?, ¿qué es lo que buscaba?,¿por qué Bill no lo atrapó?, ah, no sé yo. Van a tener que averiguarlo...
Cómo siempre agradecería que votaran y en especial que comentaran, ¡amo sus comentarios!
Bueno, creo que de mi parte eso es todo...
¡Nos leemos luego!
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro