Capítulo final
—Cuando Ringo me contó que tu organizaste esto, realmente me quedé sin habla. —
—¿En verdad? —rio en cuanto Edd se sentó —, ¿Realmente no soy esa clase de "persona" que no se le podría ocurrir algo así? —
—¿Quieres que te sea sincero? —
Tord asintió.
—Nop. —
—Auch...—dijo mientras se agarraba el pecho—, Eso fue duro mi querido humano. —
Ambos sin duda alguna soltaron una pequeña risa por la pequeña declaración.
La música de fondo provocó que ambos chicos al igual que gente se sintiera en suma tranquilidad mientras el sonido de la lluvia golpeaba el gran vidrio en donde llevaba al gran balcón.
El gran salón se encontraba totalmente decorado con piezas de artes totalmente originales y el gran techo llevaba consigo un gran candelario de cristal como si fuese al de una mansión.
Las paredes estaban pintadas de color rojo y el suelo en lugar de ser algún piso de azulejos más bien parecía ser un tapete rojo que cubría todo el gran salón con pequeñas decoraciones de color amarillo.
Las mesas eran redondas con un mantel blanco y en todas ellas portaba encima un pequeño florero rectangular con pequeñas rosas de color rojo o blanco.
Los cubiertos totalmente limpios y ordenados tenían un hermoso diseño elegante como en aquellas películas en donde los protagonistas cenan en un restaurante de cinco estrellas y en la gran mayoría los diseños eran de oro.
Los meseros y meseras se encontraban muy bien vestidos con ropas de camareros de buena marca y sus aspectos daban un cómodo ambiente por su higiene.
Uno de esos meseros tenia un cabello muy bien arreglado de color albino y con esos ojos grises provocaba que cualquier mujer que lo viera diera un pequeño suspiro.
Las facciones del rostro lo hacia ver muy joven y esa figura delgada lograba resaltar mucho en las delgadas prendas.
Aunque para desfortuna para muchas chicas, ese chico ya se encontraba atendiendo al semi humano de ojos plateados, ya que, al parecer, Tord había llegado a pedir específicamente que ese chico lo atendiera.
Y todo gracias a la recomendación de Paul ya que ese chico albino es un buen amigo suyo.
—Así que por fin llegó tu pareja —dijo con voz tranquila al quedar frente a los dos—, ¿Traigo todo lo que me pediste o prefieres esperar un poco? —
—Trae todo lo que ordené Lucas —sonrió —, Tengo mucha hambre, y supongo que igual Edd. —
—No mucha...—
Y como si su estomago estuviese en su contra, un fuerte gruñido logró salir de él junto con un pequeño movimiento.
El sonido al ser algo fuerte provocó que alguna que otra persona volteara disimuladamente para saber quién fue el causante de ese sonido vergonzoso.
—Fingiré que te creo —dijo casualmente el chico albino con una pequeña sonrisa de lado—, En un momento vengo con sus cosas. —
En cuanto Lucas dejó solos a un Tord sonriente y a un Edd rojo de la vergüenza un pequeño silencio se formó entre los dos.
—Espero que no te moleste que ya haya pedido tu comida. —
—N-No —suspiró aliviado al ver que no le mencionó el pequeño incidente vergonzoso que acababa de sufrir —, ¿Puedo preguntar que fue lo que me pediste? —
—Se-cre-to. —
—Oh vamos...—sonrió —, ¿Al menos puedes decirme del porque organizaste todo esto?—
—¿No te gusta? —
—Yo no dije eso —frunció el ceño —, Es solo que esto es muy lujoso para mi —pausó —, Y para ti también, supongo. —
—En eso tienes razón, ¿tú estarías feliz si te hubiese llevado a un restaurante cualquiera?—
—Yo estaría feliz incluso si me llevases con el puesto de hot dogs de la esquina —rio —, Aunque... creo que solo contigo. —
—¿Enserio? —
—Si. —
Edd totalmente sonrojado agachó la cabeza para simplemente mirar sus manos cerradas encima de sus piernas.
—¿Sabes algo Edd? —pausó —, Realmente sigues siendo igual de lindo, esa es una de las tantas razones por la cual siempre sentí algo por ti. —
—¿E-Eh? —volteó —, P-Pero...—
—Shh —silenció con su dedo —, No hables. —
El británico de ojos cafés quedó totalmente estático durante escasos segundos antes de sonreír levemente y asentir la cabeza.
—Tú realmente me diste todo, prácticamente te debo la vida —tocó su pecho —, Y siempre fuiste cuidadoso e intentaste darme todo al igual que mi hermano Ringo.—
—Pero...—
—Si, lo sé —pausó —, Se que lo hiciste con un principio egoísta. —
—Créeme que realmente lo siento, solamente yo quería salir de la soledad que prácticamente siempre estuvo conmigo. —
—No es necesario decirlo, lo sé. —
Y si bien Tord le respondió sin intención de ofenderlo, Edd no pudo evitar sentir una pequeña pulsada en el pecho como si alguien le hubiese abierto la herida que recientemente había sanado.
Pero al final ese sentimiento no duró mucho ya que la mano cálida del semi humano oji plateado le alzó el rostro por su barbilla.
La altura por la cual lo levantaron logró que sus ojos color chocolate se conectaran con esos ojos tan hipnotizantes de color plata.
—Perdón sin fui muy directo, no fue mi intensión herirte. —
—D-Descuida. —
Terminando de decir esas palabras, Tord soltó su barbilla con un ligero movimiento, pero no sin antes pasar delicadamente su pulgar en el borde de la barbilla.
—Revisa debajo de la mesa Edd —dijo al soltar su barbilla.
—¿Eh? —parpadeó.
—Anda —insistió —, Te aseguro que no te arrepentirás. —
El británico de playera verde posicionó sus ojos hacia la mesa con una ceja alzada al estar muy confundido. Al conectar sus ojos nuevamente con los de Tord se dio cuenta que en verdad estaba hablando serio.
Aun con muchas dudas y con algo de timidez, Edd inclinó un poco su cuerpo mientras usaba su mano izquierda para alzar el mantel totalmente blanco. Pero al hacerlo, vio con ojos totalmente abiertos un gran y largo regalo en vuelto con el tamaño de una laptop. Al tomarla, Edd notó que el regalo tenía un marco de madera por la dureza que esta portaba.
O era un espejo sumamente bonito como para estar envuelto en papel de regalo, o tal vez se trataba de una pintura que le habrá comprado Tord.
Ya con regalo en manos, Edd salió de la mesa para dejarlo frente a él y mirar a un Tord sonriente de oreja a oreja.
—¿No vas a abrirlo? —dijo al recargar su barbilla en la mano.
—S-Si, es solo que todo esto es inesperado Tord. —
—Y apenas estamos comenzando Edd. —
—¿Enserio? —preguntó mientras empezaba a retirar los pequeños trozos de cinta adhesiva.
—Oh si —murmuró con impaciencia.
Edd estaba a punto de preguntarle que había dicho hasta que sus propias palabras se quedaron estancadas en su garganta en cuanto descubrió que era lo que había adentro de esa envoltura de regalo.
Sus dos hipótesis de que podría ser el regalo quedaron totalmente descartadas, o al menos una ya que la otra estuvo algo cerca.
Ahí estaba él, un retrato suyo en lápiz muy bien dibujado en un papel de muy buena calidad.
Su sonrisa era pura como al de un niño al recibir un caramelo y claramente estaba sonriendo por el cariño que estaba recibiendo por dos gatos sumamente conocidos.
Ese estilo, esa forma en la que estaba detallada en el papel dejo totalmente sin habla a Edd. En especial al darse cuenta que él mismo era el protagonista de ese dibujo junto con Tord y Ringo.
El dibujo consistía en que el británico se encontraba sentado en el suelo con Tord y con Ringo en brazos mientras estos dos últimos le lamian el rostro con mucho afecto y amor.
Si bien había visto uno similar hace mucho tiempo en el cuadernillo de Tord, Edd no podía dejar de estar sorprendido ya que la forma en la que estaba dibujada era muy similar a su estilo cuando se dedicaba plenamente a un dibujo.
El sombreado, el delineado y la forma en la que estaba plasmada en el papel estaban muy bien cuidadas.
Lo que más le sorprendió era que las sombras que se formaban atrás de ellos no concordaban del todo.
¿Por qué?
Simple, las sombras de Tord y Ringo no tenían una forma animal, sino más bien tenían una forma humana.
Sus formas humanas.
—Tord esto es... esto es hermoso —habló con dificultad al mirarlo.
—Matt fue el que me ayudo a elegir el marco —sonrió con nostalgia —, ¿Te gusta? Realmente intenté usar todos los métodos que me enseñaste. —
—El alumno siempre superando al maestro —risilla —, Me encanta Tord, realmente me has superado...—
—Oye no digas eso, aun necesito aprender mucho de ti —pausó —, En especial las manos... en eso me tarde mucho. —
—Pero te salieron bien. —
—Hice un pacto con satanás para lograrlo —dijo con risa al señalar sus pequeños cuernos.
—¿Me compartes su numero de teléfono? —
Tord al escuchar esa respuesta no pudo contener su carcajada.
Amaba como Edd lograba seguirle el juego en ese tipo de temas.
—Después te lo consigo, pero primero—dijo al meter su mano en su bolsillo —, Tengo que darte esto. —
Y como si Tord estuviera lleno de sorpresas, una pequeña caja de joyería quedó justamente frente a Edd en cuanto el semi humano de ojos plateados sacó de sus bolsillos ese obsequio con bonito moño rojo.
A los primeros segundos de haber presenciado esa caja, Edd se imaginó algo sumamente loco.
Al principio se había imaginado que adentro de esa caja se encontraba un anillo y que Tord se le estaba declarando, pero al ver el tamaño largo de la caja desechó esa idea.
—¿J-Joyería? —tartamudeó sorprendido al tomar la caja —, Tord, esto es mucho para mi yo...—
—Solo deja de cuestionar Edd, por favor —risilla —, Quiero que disfrutes esta cena, esta noche, tu y yo. —
—Lo siento Tord —suspiró —, Es solo que me traes a un lugar fuera de mis estándares de confort, me estas dando cosas que nadie me había dado y realmente me estas dejando sin palabras. —
—Podemos irnos si tú no te sientes cómodo...—
—N-No, no, no —arrastró sus palabras con tartamudeo —, No dije eso Tord, yo, yo... ay para que le sigo...—
Tord al ver como Edd se quedó sin palabras no pudo evitar sonreír de lado.
Amaba ver como ese humano del que se enamoró se trababa en sus propias palabras como si no tuviera el tiempo suficiente de poder pensar en lo que diría.
—Edd —llamó su atención —, Todo está bien, solo respira con tranquilidad y veras que de un momento a otro te sentirás mejor. —
El británico aun con la sensación de tener la garganta cerrada intentó hacer lo que le dijo Tord con pequeñas respiraciones.
Tras el paso de los segundos, Edd continuó respirando para intentar calmarse y mientras más segundos pasaban, inevitablemente cerró sus ojos para poder concentrarse y suprimir todos los sonidos que provocaba la gente al hablar o por chocar sus cubiertos contra sus platos.
Gracias a eso, Edd consiguió su objetivo de tranquilizarse.
Ya estando totalmente calmado, el británico de chaleco de mezclilla abrió los ojos para volver a mirar a Tord con una sonrisa.
—¿Mejor? —
—Si —miró la caja que se encontraba entre sus manos —, No tienes idea...—
Terminando de decir esas palabras, Edd con mucha más confianza y seguridad colocó sus dedos entre los bordes de la caja para poder empezar a retirar la tapa y poder ver que clase que objeto le había comprado Tord.
Pero al momento de que sus ojos vieron lo que había dentro sintió nuevamente su corazón latir con mucho mayor fuerza.
Un hermoso collar con forma de cabeza de gato se encontraba adentro.
El collar era una placa muy bien detallada de plata y encima de esta placa se encontraba un gran cristal de vidrio muy resistente que le daba forma a la cabeza de un gato en forma tridimensional.
Lo que más llamaba la atención era que adentro de este cristal se encontraba un extraño líquido de color plateado claro como si hubiese una pequeña galaxia dentro.
—Tord esto es realmente hermoso... —dijo al mirarlo unos escasos segundos antes de ponérselo —, Esto realmente debió haberte costado muy caro. —
—En realidad Edd, no me costó nada. —
—¿Eh? —
La cara de estupefacción de Edd provocó que Tord colocara sus manos en su boca para evitar reír y ganarse las miradas de los demás. Al tranquilizarse, rápidamente dio una bocanada de aire para después exhalar y mirar con cariño al humano que esta frente a él.
—Este collar me le dio Laurel para que te lo diera a ti, o en todo caso a alguien que le otorgara mi alma. —
—Mí no entender...—
—Veras Edd, este collar no es solo un collar común y corriente. —
—¿A no? —
—No —negó con la cabeza —, Este collar está conectado conmigo de una forma especial, si no me crees, cierra los ojos.—
Edd nuevamente se quedó inmóvil mientras miraba con mucha atención ese pequeño objeto entre su cuello. Al volver a ver a Tord no tuvo de otra que hacerle caso y cerrar por segunda vez sus ojos, pero esta vez para un propósito diferente.
En cuanto Edd cerró sus ojos, un gran silencio opacó por completo sus sentidos.
Algo extraño ya que no podía sentir el aire a su alrededor ni mucho menos podía escuchar nada.
No música, no voces, no ruidos por los cubiertos.
Nada.
Algo preocupado y asustado, Edd abrió sus ojos solamente para mirar con pavor el oscuro lugar en donde se encontraba.
El británico de playera verde estaba a punto de gritar hasta que notó que algo, o mejor dicho alguien, se encontraba justamente frente a él.
Al mirar abajo vio con sorpresa a un gato sentado con ojos plateados y con pequeños cuernos en la cabeza por su peinado.
—¿Tord? —
«¿Sorprendente verdad? »dijo al mirar a los lados «, Esto es un poco tenebroso... »
Edd al darse cuenta de que le pudo entender no pudo evitar abrir los ojos como platos al estar tan sorprendido.
—¿P-Puedo entenderte? —
«¿Sorprendido? »rio al menear su cola.
—Bastante... —dijo al caminar hacia él —, Pensé que nunca podría entenderte en tu forma original. —
«Gracias a este collar, puedes. »
—Es increíble, pero... ¿Dónde estamos? —
«No sabría decírtelo con palabras propias, pero por lo que me acuerdo» lamió su pata «, Este es un mundo en donde podríamos comunicarnos a distancia. »
—¿Solo eso? —rio —, ¿No puede ser más fácil usar un teléfono? —
«Tal vez, pero aquí no podemos mentir y además si alguno estuviese lejos del otro podría usar esto para conseguir compañía por parte del otro »pausó «, Al menos por unos pocos minutos. »
—¿No podemos mentir? —
Tord al estar rascándose la oreja no pudo responder de forma inmediata, pero en cuando su pata café dejó de estar en su oreja, este negó la cabeza de forma tranquila.
«Veras... este collar me lo dio Laurel en cuanto nos enseñó a como caminar y usar las manos... »suspiró con melancolía «, Vaya... que hermosos recuerdos... »
▂▃▄▅▆▇█▓▒░ Flashback ░▒▓█▇▆▅▄▃▂
—Listo —sonrió —, Ahora solo será cuestión de practica para que puedan agarrar, sostener o cargar cualquier cosa. —
—¡Eso es asombroso! —dijo Tord —, ¡¿Pero porque mierda nos pusiste a cargar troncos?!—
—¡Mi mano arde por las astillas! — lloriqueó Matt —, ¡Y estas vendas solamente me dan comezón! —
—No sean bebés —rodó los ojos.
—¡No me jodas Laurel! —gritó con rabia desde el suelo —, ¡Nuestras patas! —
—Manos —corrigió —, Son manos, no patas. —
—¡Patas, manos, lo que sea! —bufó —, ¡Estas cosas están ardiendo y pulsando por todas las astillas! —
—Solo deben tranquilizarse —suspiró —, Miren esto solamente fue parte de la práctica—habló con delicadeza al sacar un rollo de vendas.
—Que forma de enseñarnos a usarlas...—susurró Matt intentando no mover sus manos.
—Descuiden, las vendas tienen algunos analgésicos. —
La chica de cabello azul al terminar de explicar que era lo que contenía las vendas colocó con suma delicadeza los vendajes color verde azulado alrededor de las manos de ambos chicos.
Aunque al colocarlos inmediatamente estos dieron una pequeña mueca de dolor y al mismo tiempo olfatearon sus manos.
—¿Por eso ese olor a menta? —preguntó Matt al tener un buen olfato.
—Así es —dijo al estirar sus brazos —, También es el causante de la picazón, pero como dije hace unos segundos atrás—habló con suma tranquilidad al recargar su cabeza en el árbol del mundo blanco —, La sensación va a desaparecer pronto. —
Tord y Matt se aguantaron la incomoda sensación de ardor en sus manos al no querer hablar más del tema.
Ya estando más tranquilos, ambos chicos recargaron igualmente sus cabezas en el árbol ficticio del extraño mundo de color blanco.
Su ultima prueba que hicieron ese día fue dura y cansada.
Y dolorosa.
Laurel al principio los puso a mover los dedos como una forma rápida y fácil de aprender a mover las manos.
Todo fue bien al principio, pero en cuanto ya lograban mover adecuadamente sus dedos Laurel los puso a practicar a tomar bolígrafos, cucharas y otros objetos pequeños.
Igualmente, todo fue bien, aunque de vez en cuando se trababan sus dedos al no saber como usarlos con diferentes cosas distintas.
Pero todo se fue al carajo en cuanto comenzaron a cargar cosas pesadas.
Como troncos de árboles.
—¿Por qué haces esto? —murmuró.
—¿Mmm? —
—¿Por qué nos quieres ayudar a conseguir algo que a ti no te favorece? —
Laurel se quedó totalmente callada por las palabras de Tord.
Jamás se imaginó que alguno de los dos le cuestionara su bondad.
—Tienes razón —dijo al enderezarse —, No gano nada en ayudarles. —
—¿Y entonces? —preguntó Matt al colocar sus manos entre la hierba.
—El amor es algo dulce, hermoso e inexplicable —suspiró —, Siempre e creído que el amor no tiene barreras ni obstáculos. —
—¿Ósea que no te importaría ver a un niño de cuatro años saliendo con uno de veintitrés años? —habló con burla.
—Bueno estoy ayudando a dos animales con disfraz de humanos intentando ser humanos para tener algo con sus humanos —rodó los ojos —, Si estoy haciendo eso... ¿Qué otras cosas no podría estar de acuerdo? —
—Oh, eh... —pausó —, Prefiero dejar de hacer preguntas. —
Al terminar esas palabras, los tres quedaron en total silencio mientras dejaban que el falso aire del mundo blanco les moviera sus cabellos como si estos tuvieran mente propia.
Pero mientras Matt y Laurel disfrutaban de esa sensación, Tord no pudo evitar gruñir levemente ya que su cabello largo le tapaba el rostro y ese viento solamente lo estaba molestando.
—¿No quieren ver una película? —
—¿Película? —cabeceó —, ¿No es eso que ve mi amo Tom en esa caja con luces? —
—Sep —rio al escucharlo —, Ese mismo. —
—Oh, claro ¿Por qué no? —
—¡Oh, pero antes! —alzó el dedo —, Tengo que darles algo. —
Antes de que los dos semi humanos preguntaran de que se trataba, la bruja de cabello azul sacó con sus poderes dos collares sumamente extravagantes y hermosos.
Mientras Tord recibía el colla en forma de gato, Matt recibió entre sus manos un collar muy idéntico al de su amigo, la diferencia era que en lugar de tener la forma de la cabeza de un gato tenia la forma al de un perro.
Además de que el liquido que se encontraba adentro no era de color plateado, sino de color verde.
—Esto es muy bonito...—dijo Matt con ojos brillosos.
—Me gusta que les guste, pero no es para ustedes. —
—¿Eh? —
—Que estos no son para ustedes. —
—¿Y por qué no? —habló con voz triste —, Están muy bonitos...—
Mientras Matt intentaba convencer a Laurel con una cara de cachorro triste, Tord se quedó en total silencio mientras inspeccionaba ese objeto tan fascinante y tan llamativo.
Ese líquido plateado comenzó a dejarlo un tanto hipnotizado y mientras más y más lo veía con atención notó algo dentro de él.
Una figura, un animal, un gato.
Él.
—Esto nos refleja como en verdad somos...—susurró.
Las pequeñas palabras que salieron de sus labios llamaron la atención de un Matt triste y de una Laurel fastidiada al haber repetido las mismas palabras al semi humano canino.
—Esto no es para nosotros... —sonrió —, Esto es para nuestros humanos —habló con orgullo y felicidad al guardar ese collar en su bolsillo.
—Exactamente —dijo felizmente —, Descubriste muy bien para quienes serán —pausó —, Si es que todo sale bien con ellos. —
—¿A qué te refieres? —cuestionó al entrecerrar los ojos.
—Miren... —suspiró —, Les estoy ayudando para que puedan actuar como humanos, ser humanos, pero les tengo una pregunta —los miró —, ¿Qué pasa si no logran su cometido con Edd y Tom? —
—P-Pues...—tartamudeó Matt —, ¿S-Ser solo amigos? —
—¿Y si no logran siquiera ser sus amigos en sus formas humanas? —
—¿Quedaríamos como desde el principio? —
—¿Solo como mascotas? —susurró Tord cabizbajo.
La chica de cabello azul se quedó en total silencio para simplemente estudiar sus reacciones. Sabía muy bien que esos rostros estaban dolidos y que solamente estaban reaccionando de esa manera al imaginarse estar en esa situación que les contó.
Si ya se estaban alterando por imaginárselo, no quería imaginarse ella misma cómo reaccionarían si no lograsen hacer algo con sus dueños.
—¿Ven a lo que me refiero? —llamó su atención —, Si ustedes ya se encuentran alterados por esto solo piensen como estarían reaccionando si eso llegase a pasar. —
—¿Y entonces para que es esto? —
—Esto Matt —dijo al tomar su mano —, Es para que se lo den a la persona a la cual le confían su corazón, su alma, su ser...—
Laurel con la misma delicadeza tomó la mano de Tord para después obligarles a cerrar la mano con las suyas propias.
Ambos chicos totalmente mudos, y con collares dentro de sus puños (o al menos uno), miraron atentamente a Laurel en cuanto esta los soltó.
—Solo escuchen mis palabras —habló con voz cálida —, No será fácil, no será sencillo conseguirlo a la primera. Va haber tormentas y varios obstáculos en sus caminos, pero si todo marcha bien... tal vez al final puedan estar con ellos —sonrió —, Y cuando sientan que ya no habrá ningún obstáculo, podrán darles estos collares. —
"Solo así, ustedes podrán demostrar que tan feliz quieren ser con esa persona con la cual les confían ese objeto tan preciado, ese objeto el cual revelará sus verdaderos rostros".
▂▃▄▅▆▇█▓▒░ Fin Del Flashback ░▒▓█▇▆▅▄▃▂
—Ya veo...—sonrió al mirar el collar —, E-Espera... eso quiere decir que tú...—
Tord asintió nuevamente la cabeza antes de ir caminando hacia él.
«Así es »dijo al quedar frente a él.
Tomando por sorpresa a Edd, el joven gato de pelaje castaño miel se inclinó frente a él como si estuviese frente a alguien importante.
«Yo, Tord »dijo aun sin mirarlo «, Te doy a ti Edd, mi ser completo. »
—¡¿E-Eh?! —
«Como lo escuchas »alzó el rostro «, Te doy mi alma y cuerpo, soy tuyo, Edd. »
El británico con ese nombre sintió su rostro arder como una fogata y antes de que siquiera intentara decir algo, un fuerte resplandor lo dejó cegado por escasos segundos para después darse cuenta que estaba nuevamente en el restaurante con Tord en su forma humana.
—Aquí está la comida. —
Lucas totalmente inerte de lo que estos dos estuvieron pasando colocó totalmente alegre la gran charola de pasta con albóndigas muy bien sazonadas frente a Edd. Este ultimo al haber recibido una bocanada de ese delicioso aroma no pudo evitar mirar ese platillo con la boca hecha agua.
—Muchas gracias Lucas—comentó Tord en cuanto colocaron su gran plato de salmón.
—No hay de que —sonrió —, También aquí están los otros platillos y el vino que pediste.—
—¿Vino? —parpadeó —, Pensé que no tomabas. —
—Curiosidad —se encogió de hombros —, Aunque no te voy a obligar tomarlo, por eso también le pedí tu bebida favorita. —
Edd al escuchar eso no puedo evitar girar su cabeza para ver como el chico de cabello blanco colocó justamente al lado de la mesa un extraño banco con una cubeta de hierro con varios cubos de hielo. Dentro se encontraba justamente la botella de vino y varias latas de su bebida azucarada favorita.
—Disfruten su cena. —
En cuanto Lucas tomó su carrito (ahora vacío) y se fuera del lugar, Edd se encargó de ver que tantas cosas había llegado a ordenar Tord.
Al hacerlo, vio con ojos brillosos los múltiples platillos.
Había pastas, ensaladas, carnes, mariscos y otros platillos en donde la pasta estaba más presente.
—Espero que esta noche Edd —dijo al destapar el vino con un pequeño "poop"—, Podamos disfrutarla como nunca. —
●▬▬▬▬▬▬▬▬ Tiempo Después ▬▬▬▬▬▬▬▬▬●
—¡Te amooo! —ronroneó.
—Y yo también mi lindo gatito —dijo Edd con risa.
—¡¿Eehh?! —exclamó con un pequeño aumento de voz —, ¿No me... *hip* crees?—
—S-Si te creo...—
El semi humano totalmente ebrio no tardó mucho en empezar a implantar besos en todo ese cuello suave y un poco húmedo por la suave lluvia que les estaba cayendo encima.
—N-No Tord —risilla —, ¡Basta! —
A pesar de que Edd se encontraba diciendo que parara, en su mente no dejaba de repetirse de que no lo hiciera.
Si hubiese llegado a saber que Tord se pondría sumamente empalagoso al estar ebrio entonces no le habría negado a Tom que le diese una bebida cuando recientemente habían empezado a salir con "Rojo".
La cena fue de maravilla, la comida, la música, todo, absolutamente todo fue mejor de lo que esperaba Edd.
El vino que Tord había pedido no era uno con sabor amargo, sino dulce, una bebida dulce con sabor a chicle.
En cuanto el británico se enteró de eso no pudo evitar las ganas de pedirse una copa de esa bebida que al parecer se encontraba deliciosa.
Y vaya que si lo fue.
El sabor como se había dicho antes no fue amargo, más bien dulce con ese típico toque a alcohol.
Y si bien también Edd estaba algo ebrio, no lo estaba tanto como para compararlo con Tord ya que este prácticamente estaba recargando todo su peso en su pareja al costarle mucho caminar.
Al no querer tener un accidente automovilístico siguieron las recomendaciones de Lucas para ir a un hotel muy cercano.
Si bien al principio Edd tuvo la idea de que los llevase a su hogar, este al final tuvo que desechar la idea ya que el pobre de Lucas le tocó esa noche cerrar el restaurante junto con otros tres compañeros de trabajo.
Aunque primero pasaron a dejar el dibujo en marco en la cajuela del auto deportivo de Tord para después ponerse en marcha hacia la dirección del dichoso hotel.
Lo que menos quería Edd es que se perdiera ese hermoso dibujo que le hicieron.
—Te amo...—ronroneó —, Te amo tanto mi Eddy. —
—¿Eddy? —rio —, Edd, mi nombre es Edd. —
—Yo te... *hip* llamo como quiera —risilla —, Mi Edd, mi Eddy, mi chico Cola, mi dulce, dulce novio...—
En cuanto el semi humano ebrio terminó de hablar, su barbilla quedó totalmente recargada en el hombro de un joven Edd totalmente rojo por las palabras. Y si bien no le importaba cargar a su nuevamente pareja, no podía mentir que si pesaba algo ya que Tord era algo más alto que él.
Los ronroneos, los suaves besos que de vez en cuando implantaba Tord en su mejilla solamente consiguieron que las hormonas alborotadas de Edd empezaran a salir a flote al no haber llegado a tener relaciones sexuales desde su primera vez con Tord en la playa.
Eso y de que el alcohol lo dejó más excitado al no estar acostumbrado a tomar.
—Edd...—susurró —, Edd...—
—¿Sí? —jadeó al sentir sus brazos en sus caderas.
—Tienes un hermoso trasero... —rio —, Esos pantalones te hacen ver... *hip* te hacen ver bien...—
—¿A-Ah sí? —tartamudeó por el cumplido.
Antes de que siquiera Tord lograra responder, el sonido de una puerta abriéndose llamó su atención.
Los dos habían estado tan perdidos en su charla que ninguno se dio cuenta que ambos habían llegado hasta la entrada de un hotel de buen aspecto. Y que en frente de ellos acababa de salir una pareja para dirigirse hacia su auto de clase media.
—P-Parece que llegamos —dijo Edd al ver el gran cartel de bienvenida.
Aun sin esperar respuesta por parte del semi humano embriagado, Edd comenzó a hacerse camino hasta la entrada de vidrio. Al abrirla fue inmediatamente golpeado con un aroma a auto nuevo y a un clima totalmente cálido a diferencia del frio que sentía por la suave lluvia.
—Bienvenidos, ¿En que les puedo ayudar? —
—Una habitación por favor...—bostezó —, Mi amigo y yo no podemos conducir hasta nuestro hogar. —
—¡¿Amigo?! —reclamó —, ¡Soy tu pareja! —
Mientras Edd se sonrojaba por haber mentido, la mujer con cabellera negra no pudo evitar soltar una risita mientras tomaba las llaves más cercanas.
—¿Pagaran con efectivo o con tarjeta? —
—Eh...—
—Efectivo... *hip*—
Tomando por sorpresa a Edd, Tord sacó de forma rápida su cartera como si ya la hubiese llegado a tener a la mano en cuanto se habían llegado a meter al establecimiento.
Aunque al final él no fue el que pagó ya que solamente la sacó para dársela a Edd.
—Saca la cantidad que pida... —bostezó —, D-De todas formas, mi dinero nunca se acaba...—
Con esas pequeñas palabras confiadas y un poco confusas por parte de Tord, el británico de playera verde sacó unos cuantos billetes verdes con aspecto nuevo y con olor recién hecho.
En cuanto le dio a la chica el dinero, esta de forma automática le entregó una llave con un número.
—Que pasen bonita noche —dijo al darles un pequeño guiño antes de ponerse a escribir en su libreta la hora en la que los atendió.
Mientras Edd llevaba a Tord hacia el pasillo con el rostro totalmente rojo, el semi humano no pudo evitar soltar una suave risilla mientras volvía a abrazar ese cuerpo algo húmedo.
En el camino los dos fueron soltando risillas al igual que uno que otro apodo tierno entre susurros.
El pasillo con gran alfombra podría confundirse a una escena de terror si no fuese por la mujer que estaba limpiando las pequeñas migajas de palomitas que tiró por accidente una pareja.
Con un pequeño saludo por parte de Edd por simple educación y un pequeño murmullo por parte de Tord, ambos continuaron su camino.
Pero el pobre semi humano al estar totalmente inerte en el sentido de la razón, sacó de forma rápida y sorpresiva sus orejas, bigotes y cola de gato mientras giraban en una esquina.
La mujer totalmente sorprendida por lo que vio rápidamente se fue con pasos rápidos hacia la misma dirección de donde se habían ido solo para poder confirmar lo que vio.
Pero al hacerlo lo único que vio fue a dos chicos algo ebrios caminar hacia una puerta en específico.
Creyendo que la falta de sueño le provocó esas ilusiones rápidamente agitó la cabeza para después volver a tomar sus cosas y seguir barriendo.
En cuanto Edd logró llegar a la puerta con el mismo número al de su llave no perdió tiempo en introducirla en la cerradura un poco gastada.
Al abrir la puerta, un dulce aroma a pino por el piso limpio logró sacarlos un poco de los efectos del alcohol.
—¿Puedes ir hacia la cama gatito? —
Tord solamente soltó un pequeño bufido en respuesta por tener que separar su cuerpo con el de su dulce novio.
Y este último al ver que si podía caminar prosiguió a cerrar la puerta mientras Tord caminaba hacia la cama, o eso quiso creer ya que en cuanto volteó, Tord logró acorralarlo contra la puerta al colocar ambas manos a los costados de su cabeza.
Al mirar arriba, Edd vio con ojos abiertos esos ojos igualmente brillosos de color plata.
La poca luz que entraba a la habitación fue lo suficiente como para dejar en claro quien era la persona que estaba frente a él. Y más por esos ojos tan reconocibles ahora que sabia quien era el dueño de ellos.
Tord, su ex mascota del que se encontraba enamorado estaba frente a él con una mirada algo seria y al mismo tiempo amorosa.
—Edd...—susurró.
—¿S-Sí? —
—¿Por qué...?—vaciló —, ¿Por qué...?—
—¿Por qué, que? —parpadeó confundido.
—¿Por qué eres tan perfecto? —suspiró —, Eres lindo... tienes una hermosa voz, lindos ojos, cabello sedoso y con dulce aroma... —murmuró al tomar su barbilla —, Piel suave, lindos labios y con una personalidad tan única, tan especial, tan hermosa. —
Edd sin duda alguna se sonrojó como un tomate recientemente fresco y mientras intentaba formular alguna respuesta en su cabeza, Tord se encargó de soltar su barbilla para proseguir a tomar su mano y guiarla hasta el collar que le dieron.
—Estoy tan feliz de que tu seas aquella persona que aporte esto... —pausó —, Solo espero poder envejecer contigo... mi Edd. —
Y como si un auto hubiese golpeado al mencionado, todas las emociones que Tord sentía en esos momentos logró sentirlo Edd de forma rápida e instantánea como si fuese alguna especie de flashback gracias al collar.
Todas esas emociones, todos esos sentimientos hacia su persona consiguió que una que otra lagrima saliera de sus ojos.
No se sentía digno de merecer ese amor, no se lo merecía después de haber usado a Tord como una herramienta.
—Shh, shh, shh...—susurró al limpiarle las lagrimas —, Sé lo que estas pensando... —pausó —, Sé cómo te sientes Edd. Y créeme que lo que estas pensando quedó en el pasado, ya no tienes que seguir culpándote. —
—No te merezco...—habló con voz quebrada —, Eres la mejor persona que pude haber conocido y todo lo que me estas dando no me lo merezco. —
—¿De qué hablas Edd? Solo escúchate. Dices que no me mereces, pero realmente creo que soy yo el que no te merece. —
—¿Por qué? —
—Porque no solo me salvaste la vida una vez, sino dos veces —dijo al tomar su cadera con ambas manos —, Me diste un hogar, comida, una cama caliente y, y... —sonrió —, Amor, un amor que nadie me hubiese dado si no me hubieses salvado cuando apenas era un recién nacido. —
—Pero te utilice, solo te utilice para gustarle a alguien. —
—Pero te arrepentiste, te arrepentiste y decidiste seguir cuidándonos y dándonos amor como un buen dueño. —
—Pero...—
—Basta —regañó —, No quiero ningún pero ahora en adelante Edd, ninguno. Solo cállate y deja que tus labios hablen por ti. —
—¿Mis lab...!—
Antes de que Edd intentara preguntarse del porque mencionó sus labios, estos fueron totalmente aplastados contra otros totalmente suaves y calientes.
Ese sentimiento, ese jodido sentimiento que había olvidado por completo estaba nuevamente ahí presente.
Tord lo estaba besando, por fin después de mucho tiempo, su amor por fin le estaba besando nuevamente.
El suave sabor a alcohol estaba presente entre ese beso y si bien Edd hubiese preferido no estar bajo los efectos de esa bebida, no se quejaba.
Su cuerpo estaba caliente como una flama y mientras él mismo rodeaba el cuello de Tord con sus brazos, este ultimo empezó a usar las yemas de sus pulgares para masajear esas caderas suaves y algo húmedas.
El sonido de sus respiraciones agitadas junto con el chasquido que provocaban sus labios eran lo único que se escuchaba en la habitación oscura.
Si alguien estuviese del otro lado de la puerta posiblemente los estuviese escuchando.
Como si ambos ya hubiesen hecho eso casi todas las noches, Tord junto con Edd fueron intensificando sus caricias y besos entre los pequeños lapsos que se daban para recuperar el aire perdido.
Las manos cálidas de Tord empezaron a meterse entre esa playera húmeda de color verde y el dueño de esa prenda lo único que hiso fue dar pequeños suspiros temblorosos al sentir esas caricias que hace mucho no había sentido.
En cuanto ambos terminaron de besarse, sus labios quedaron totalmente hinchados con un color rojizo.
La calentura de Tord fue tanta que no pudo evitar se frotar su cuerpo con el de Edd para tener un poco más de él.
Y cosa que funcionó ya que el chico bajo de él simplemente intentó compensar su falta de experiencia al darle pequeños besos en la mejilla y cuello.
El semi humano no podía aguantar más su calor y sin poder evitarlo fue bajando sus manos para ir nuevamente a esas caderas, solo que esta vez, no fue para volverlas a tomar, sino que solamente los usó como si fuesen una rampa hacia ese trasero que tanto le había gustado.
Edd al sentir esas manos firmes y duras en su parte trasera no pudo contener un pequeño gemido de la sorpresa.
Aunque esa sorpresa no duró mucho ya que al final sucumbió a las fuertes caricias algo descaradas.
La lujuria que Tord tenía en esos momentos fue tanta que no se dio cuenta que empezó a levantar a Edd como si este no pesara nada.
Aunque al final se dio cuenta de lo que estaba haciendo en cuanto su chico de prendas verdes dio un pequeño salto para envolver sus piernas alrededor de su cintura.
Ambos totalmente perdidos en la lujuria volvieron a juntar sus labios para un beso desesperado y necesitado mientras Tord se hacia camino hacia la cama rechinante en donde dormirían esa noche.
En cuanto las piernas del semi humano chocaron contra la tabla de madera de la cama, este inmediatamente se tiró en ella junto con el británico en brazos con suma precaución de no lastimarlo.
La cama de sabanas azules rechinó de forma estrepitosa por los dos cuerpos y mientras la lluvia empezaba a subir de intensidad, los dos chicos aprovecharon para hacer más ruido mientras Tord comenzaba a restregar su parte sensible en la parte baja de Edd con la ropa puesta.
Los jadeos del castaño más bajo se hicieron más fuertes y más difíciles en cuanto Tord le comenzó a dar pequeños y delicados mordiscos en su cuello.
Joder que amaba eso.
—Edd... —jadeó al tomar aire —, ¿Quieres hacerlo? ¿Puedo hacerlo? Aún estamos a tiempo para parar...—
—No —habló con voz ronca —, No quiero parar, no ahora. Desde hace tiempo te he deseado tanto Tord —lloriqueó —, No sabes cuánto he soñado para que este día llegase por fin. —
—Entonces tu...—
—Si, si quiero continuar —pausó —, Por favor Tord, quiero hacerlo. —
"Estoy listo".
En cuanto Edd dijo esas palabras con voz totalmente confiada, Tord inmediatamente empezó a atacar esos labios algo rojos por el último beso.
Los dos totalmente perdidos en la lujuria, empezaron a mover sus manos para poder sentir el cuerpo del otro.
Mientras el británico más chico usaba sus manos para acariciar la espalda de Tord, este ultimo se encargó de mover sus manos alrededor de la figura de Edd aun con las piernas de este en sus caderas.
El beso al igual que los anteriores fue salvaje y apasionado, pero sin dejar atrás el afecto y la clara necesidad del otro.
Ambos habían codiciado hacer eso desde hace mucho tiempo atrás y ahora que por fin estaban saliendo de nuevo sin duda alguna aprovecharían todo el tiempo posible para besarse, acariciarse y mostrarse afecto.
En cuanto los dos terminaron de besarse por la falta de aire, Tord aprovecho el momento para simplemente empezar a quitarse su chaqueta de cuero con algo de dificultad al seguir estando bajo el efecto del alcohol. Al tirar la chaqueta al suelo de la habitación, Edd sintió su corazón doler por los fuertes latidos que empezó a dar cuando se dio cuenta del como Tord comenzó a quitarse su camiseta de botones.
Y si bien era algo gracioso ver al semi humano intentar desabrocharse los botones por estar bajo los efectos del alcohol, al mismo tiempo provocó cierto espectáculo ya que ese cuerpo delgado con algo de musculo se encontraba totalmente remarcado por la prenda algo húmeda.
En cuanto Tord logró quitarse su camisa de botones (al romper algunos en el proceso) dejó al descubierto su torso desnudo totalmente brillante por el agua de la lluvia.
La escena que Edd tenía en frente provocó que una pequeña descarga eléctrica le recorriera en todo el cuerpo de forma repentina e inesperada.
—Wow...—
—¿Qué? —risilla —, No es la primera vez que me vez de esta manera. —
—N-No —jadeó —, Pero como ya pasó mucho tiempo, realmente me sigue sorprendiendo...—
—¿A si? —contestó con orgullo.
—Si, aunque es algo vergonzoso saber que mi propio gato tiene mejor cuerpo que yo.—
Ante pequeña confesión provocó que el dueño de esos ojos plateados soltara una pequeña carcajada.
La pequeña risa que soltó Tord fue tan contagiosa que el propio Edd no pudo evitar reír antes de intentar quitarse su chaleco de mezclilla.
Intentó ya que el propio Tord se empezó a hacer cargo de eso en cuanto notó como el británico lo había liberado de sus piernas.
Una, dos prendas del cuerpo de Edd salieron lanzadas contra la pared de la habitación con un sonido muy parecido al dejar que un trapo mojado chocara contra el suelo.
Dejando únicamente a los dos chicos castaños con ropa de la cintura para abajo, a excepción de Edd al seguir llevando el collar de gato en su cuello.
—¿No importa si me lo quito solo esta noche verdad? —preguntó algo temeroso al tomar el pequeño colgante.
—No —respondió al desabrocharlo —, No es necesario llevarlo en estos momentos. —
Las palabras de Tord quedaron a la deriva, ya que su propia voz fue bajando de volumen en cuanto había bajado su cabeza para implantar suaves besos en el pecho algo pálido de Edward mientras este último dejaba el collar en la pequeña mesita de noche algo vieja.
—Edd... —susurró entre besos —, Eres tan perfecto. —
El mencionado no dijo nada.
No podía decir nada más que soltar pequeños suspiros nerviosos al sentir esos fríos besos descender más y más hasta que pararon en su ombligo.
—Parece que alguien aquí abajo está muy contento de verme. —
—¿A si? —habló con el rostro rojo —, ¿Y qué tal el amiguito que estoy sintiendo a través de mi ropa? —
Tord igualmente con un rostro rojo no pudo evitar moverse un poco hacia atrás para evitar que su parte masculina estuviera pegada contra los bollos redondos del chico que estaba bajo de él.
—Hace tanto tiempo que no veo lo que hay aquí abajo —habló con picadura al tomar la bragueta del pantalón —, ¿Te molesta si lo visito? —
—No —respondió igualmente con una sonrisa —, Creo que realmente hay alguien que desea verte. —
Oh bueno —ronroneó al compás del sonido de la bragueta deslizarse.
En cuanto Tord presenció el bulto de la ropa interior de Edd inconscientemente se relamió los labios con una expresión sumamente traviesa que el propio británico reconocería en su forma gatuna.
El semi humano tras haber notado que la ropa interior de Edd estaba algo húmeda por su propio líquido preseminal no dudó ni un segundo más en buscar lo que estaba deseando desde un principio. Al abrir la pequeña abertura de la ropa interior, el miembro de buen tamaño del castaño salió con un pequeño rebote un tanto erótico y gracioso.
Edd sin poder evitarlo soltó un pequeño suspiro aliviado no solo por ya no tener su parte sensible en una prisión de tela, sino porque también por el aire fresco que logró refrescarle un poco de su calentura.
Tord con ojos brillosos miró con detalle ese miembro rojo y pulsante que tenía frente a él.
Hace mucho tiempo había deseado volver a verlo y saborearlo. Al tener este último pensamiento rondando por su cabeza, Tord instintivamente envolvió con sus propios labios esa parte sensible y húmeda.
Logrando que un sabor algo salado opacara sus paladares al instante.
Pero mientras él disfrutaba de la textura y sabor del trozo masculino de Edd, este último no pudo evitar temblar y soltar un gemido ronco.
La boca de Tord era tan cálida y tan húmeda que era imposible no temblar y soltar pequeños jadeos.
Y esa lengua, oh esa maldita lengua tan suave como terciopelo pasando de un lado a otro alrededor de su vara o de la propia cabeza de su pene.
Las piernas del pobre británico se retorcían, sus manos intentaban agarrarse de las cobijas o en todo caso se dirijan a la cabeza de Tord para poder moverlo a su propia voluntad y conseguir más de esa deliciosa sensación que había olvidado de lo bien que se sentía.
Mientras jadeos y gemidos salían de la boca de Edd, sonidos graciosos y vergonzosos salieron de la boca de Tord al tener ese miembro en su boca.
Aunque era muy difícil escucharlo ya que la lluvia era demasiado fuerte como para que se escucharan esos sonidos.
La cabeza de Tord subía una y otra vez mientras intentaba no ahogarse por lo que tenia dentro de su boca al igual de evitar reír al sentir la mano de Edd en su cabellera que al parecer intentaba guiarlo.
La boca, lengua y garganta profunda de Tord fue lo suficiente cálida, suave y húmeda como para que el pobre británico diera un fuerte gemido y soltara toda su sustancia blanca y pegajosa dentro de la boca del semi humano. Pero este último al no haber recibido alguna notificación por parte de Edd no pudo evitar salir disparado hacia atrás para intentar respirar.
Al hacer eso de forma algo brusca consiguió que la gran carga espesa de Edd lograra manchar los pantalones de ambos, parte de la cama y el suelo al mismo tiempo.
Mientras el británico de ojos color chocolate se retorcía de placer en su pequeña nube de confort, Tord se quedó tosiendo en el suelo por casi medio minuto.
—O-Ok —tosió —, L-La próxima avísame por favor, lo que menos quiero es morir de forma vergonzosa y que todos se enteren en los diarios que un chico se ahogó con la eyaculación de su chico al hacerle un sexo oral. —
—¡L-Lo siento! —habló apresuradamente al sentarse en el borde de la cama —, ¡Perdón, perdón! Hace tanto que no recibía tu atención. —
—¿Mi atención? —lo miró perplejo —, ¿Tú no te manoseas? —
—N-No —habló con el rostro rojo —, ¿Tú sí? —
—Eh... —miró a los lados —, Un poco, sí. —
—No puedo creer que mi propio gato se toca a si mismo mientras piensa en mí. —
—¡No es mi culpa! —dijo al levantarse —, ¡Eres muy sexy! —
—¿Eh? —habló sorprendió.
Tord al no querer hablar decidió inmediatamente atacar esa boca con entusiasmo incluso sabiendo que el propio Edd podría saborear su propia carga anterior.
¿Desagradable? Tal vez, ¿Caliente? Mucho, ¿Le importaba a alguno de los dos? Posiblemente no ya que al final solo dejaron que ese beso se prolongara más de la cuenta mientras Edd intentaba desabrochar los pantalones de Tord.
Algo que solo provocó que el dueño de esos ojos plateados sonriera entre el beso al darse cuenta de lo ansioso que estaba su chico.
En cuanto los pantalones de Tord hicieron un sonido sordo en el suelo, el dueño de estos empezó a mover sus pies para poder quitarse su propio calzado, aunque con mucha dificultad claro está.
Al haberse quitado sus botas negras (después de casi un minuto) prosiguió a mover sus piernas como si estuviera pedaleando en una bicicleta para poder salir de sus pantalones y estar únicamente con sus calcetas y ropa interior.
Ya en este punto, Tord dejó de acariciar el cuerpo del semi desnudo Edd para solamente abrir esos pantalones y comenzar a bajarlos junto con la ropa interior, aunque esto ultimo costó trabajo ya que nuevamente la erección del británico impedía que se bajaran como si fuese un especie de gancho.
A pesar de que no hace mucho Edd había soltado su primera carga en la boca de Tord, su miembro pareciese que aún tenía consigo mucha energía puesto que tenia el aspecto como si aun no se hubiese corrido.
—Que hermosa vista...—habló con voz baja junto con un pequeño silbido —, Aunque me gustaría verte en otra posición. —
—¿Cómo que se te ocurre lindo gatito? —alzó sus cejas.
—Mmm...—ronroneó —, Cuando menciono el nombre de Matt... ¿Qué se te viene a la mente mi querido humano? —
Edd se quedó inmóvil y al mismo tiempo mudo.
Sin duda alguna Tord le había dejado una adivinanza y al haber escuchado el nombre del semi humano se quedó confundido.
Aunque al final esa confusión se disipó al saber que fue lo que quiso decir Tord.
Con una sonrisa algo perversa empezó a moverse con movimientos algo torpes por el efecto del alcohol y al mismo tiempo por tener otro cuerpo encima.
Mientras él hacia eso, Tord se relamió los labios al ver como su chico de ojos cafés se posicionó en una pose bastante prometedora y al mismo tiempo excitante.
Ahí estaba Edd, en una hermosa pose estilo de perrito totalmente desnudo, exponiendo por completo sus mejillas traseras y redondas.
—Mierda... —jadeó —, Espero no correrme con la vista. —
Edd sin poder evitarlo se sonrojó.
Esas palabras si bien eran vergonzosas también eran sumamente emocionante recibir palabras tan halagadoras.
—¿Estas listo para lo que viene Edd? —
—¿M-Me vas a preparar verdad? —tragó duro —, Quiero esto pero tengo algo de miedo.—
—Claro que te prepararé *hip*—dijo con una risilla boba —, De hecho... creo que te gustará como te prepararé. —
Antes de que Edd siquiera preguntara del como lo haría, Tord lo tomó por sorpresa al separar sus mejillas traseras para comenzar a atacar esa pequeña entrada rosada que tanto había anhelado por hace mucho tiempo.
El británico dio un respingo algo fuerte de la sorpresa, sus manos intentaron aferrarse a lo primero que se encontrase y al no tener suficiente fuerza en sus brazos fue inevitable la caída de su pecho hacia la cama.
Sus manos temblorosas se dirigieron a su boca para evitar que esos sonidos vergonzosos salieran de su garganta y mientras él intentaba hacer eso, su trasero se elevó hasta lo máximo que se pudiese como si tuviese mente propia y esto solo facilitó a Tord para atacar esa entrada tan privada del británico.
Edd estaba sin habla.
La exquisita sensación que la lengua de Tord le estaba dando fue lo suficiente placentera como para que su propio pene empezara a pulsar mientras ese líquido transparente comenzaba a salir de su punta.
De vez en cuando Tord dejaba de lamer o de meter su lengua en esa entrada para solamente agarrar ambas mejillas y jugar con ellas como si un chico estuviese jugando con los pechos de una chica.
Amaba como ese trasero se marcaban sus propios dedos y se le hacia sumamente tierno ver como Edd tenía un pequeño lunar en su mejilla derecha.
—Tienes un hermoso lunar bebé —susurró Tord en su oreja al darle una pequeña nalgada suave.
El británico tembló por la nalgada y si bien no le dolió nada por la delicadeza con la cual Tord se lo implantó, fue imposible no gemir al sentir una descarga en toda su espina dorsal.
Mientras Edd intentaba recuperarse de la pequeña descarga eléctrica, Tord se lamió muy bien su dedo para después empezar a jugar con la entrada rosada del británico.
La cerradura del castaño más chico comenzó a temblar por las cosquillas del dedo y en cuanto este empezó a hacer presión fue imposible no poner resistencia.
Resistencia que al final fue inútil ya que ese dedo al ponerle más fuerza logró abrirse paso entre esas paredes internas y calientes.
Naturalmente Edd dio un pequeño jadeo de dolor, era la primera vez que algo entraba en él y era muy difícil que se abriera paso rápidamente.
Los jadeos y gemidos adoloridos de Edd provocó que Tord parará de vez en cuando, lo que menos quería era lastimar al chico que tanto deseaba en su vida.
Aunque era difícil hacer eso ya que Tord podía ver lo estrecho, caliente y húmedo que era el interior de Edd.
Mierda, realmente se estaba conteniendo en no lanzar todo a la basura e insertar su miembro en ese trasero redondo y apretado para empezar a moverse como un animal en celo.
Quería realmente entrar y usar a Edd como si fuese un consolador o como si fuese una muñeca sexual.
La idea de follar a Edd en diferentes poses y que este le suplicase por más lo llevó hasta el limite que fue inevitable soltar la otra mejilla del británico para acariciarse un poco y calmar el dolor que le estaba dando por tener un buen tiempo su erección.
En cuanto el dedo del semi humano estuvo totalmente dentro de esas paredes internas y calientes, Edd no pudo evitar dar pequeños chillidos con diferentes tonos de voz al sentir como ese dedo comenzó a moverse de un lado a otro como si intentase buscar algo.
Y vaya que si fue así, porque lo único que Tord estuvo haciendo fue buscar su próstata.
Solo fue cuestión de segundos para que el chico de ojos plateados rosara levemente un pequeño abultamiento como una especia burbuja dura.
Eso provocó que la toda la fuerza de voluntad de Edd se viniera abajo.
Esa sensación, esa exquisita sensación que lo dejó sin habla, prácticamente lo llevó a un nuevo mundo de placer.
—¡T-Tord! —lloriqueó —, ¡M-Más! —
—¿Mmm? —murmuró divertido —, ¿Más? ¿Algo como esto? —
El semi humano con algo de burla volvió a mover su dedo como la ultima vez, pero la diferencia fue que esta vez logró presionar directamente la próstata.
Consiguiendo otro gemido y tambaleo de Edd.
—¡S-Si! —dijo al rodar los ojos —, ¡A-Ahí! —
Tord ronroneó de forma descarada por ver su reacción y mientras Edd intentaba analizar el nuevo placer desde esa parte el semi humano aprovecho su nube de confort para introducir otro dedo.
El resultado fue evidente, Edd dio un gritillo adolorido por haber sido tomado por sorpresa y si bien el dolor fue algo fuerte como para poder provocar que su cuerpo se tensara, la dulce sensación de ambos dedos rozar su próstata logró tranquilizarlo de forma rápida.
La dulce y apretada entrada de Edd se aferraba de forma sorprendente en los dedos de Tord y este ultimo con mucho trabajo podía moverlos como tijeras.
—Vaya Edd... —llamó su atención —, Eres muy apretado... dudo mucho que yo pueda entrar. —
—Puedes entrar, sé que puedes. —
—Pero...—
—Tord, por favor...—
—Está bien. —
El semi humano al ya no querer hacer sufrir más al castaño más decidió finalmente meter otro dedo para comenzar a estirar y dilatar esa entrada.
—Mientras más te relajes Edd, más rápido podre prepararte. —
El mencionado dio un suspiro tembloroso.
El dolor de esos tres dedos lo dejaba con las piernas temblorosas y era muy difícil intentar tranquilizarse.
Era como si algo caliente y desgarrador estuviese dentro de él y con mucha dificultad se aguató las ganas de llorar.
Los segundos se convirtieron en minutos y si bien Edd ya lograba aguantar los tres dedos invasores eso no significaba que estaba listo. Al menos para Tord ya que este realmente no quería lastimarlo.
Los tres dedos del semi humano se movían de un lado a otro al mismo tiempo o de vez en cuando se movían a distintas direcciones como si intentasen expandir el estrecho lugar en donde se encontraban.
—Tord...—
—¿Sí? —
—Basta. —
—¿E-Eh? —habló sorprendido —, ¿Quieres que pare? —
—Si. —
—Oh...—
El semi humano algo decaído decidió hacerle caso para después sacar sus dedos de ese lugar tan cálido y apretado.
—Esto no funciona. —
Tord no dijo nada, en su lugar se quedó parado frente a Edd con el rostro rojo al creer que había hecho algo malo.
—Solo... solo hazlo. —
—¿Eh? —
—S-Solo hazlo Tord —dijo al esconder su rostro en cuanto jaló la almohada —, Yo te pediré cuando pares. —
El semi humano de ojos plateados se quedó estático como si le hubiesen dado una noticia impactante.
Ahí estaba su amado Edd ofreciéndole su trasero mientras intentaba ocultar su rubor con la almohada.
Con manos temblorosas, Tord se fue acercando más y más hacia el británico castaño hasta que por fin logró tomar las caderas de este para poder posicionarlo mejor.
—P-Prométeme que me dirás si te duele. —
—Lo prometo...—susurró.
El de ojos plateados al recibir esas palabras confiadas prosiguió a subirse un poco a la cama para después agarrar con su mano derecha su propio miembro de ocho pulgas y guiarlo hasta la pequeña entrada rosada que pulsó al tacto.
La entrada algo dilatada por sus dedos y su propio miembro resbaloso por el líquido preseminal logró ayudar bastante como para que la cabeza de su parte masculina entrara en ese estrecho lugar.
Pero Edd al ser un chico totalmente virgen de esa parte fue muy difícil como para que el resto de ese miembro invasor se abriera camino.
Obviamente el castaño más chico dio un grito de dolor ya que la propia cabeza del pene de Tord era más grande que sus propios dedos.
Mientras Edd intentaba acostumbrarse a ese invasor mucho más grande que los anteriores, el chico de ojos plateado se quedó totalmente tenso con una mueca de dolor.
La estreches del castaño era mucho y con tan solo tener la punta dentro de él podría jurar que en cualquier momento explotaría su orgasmo por la calidez que este le estaba otorgando.
La sensación caliente, húmeda y apretada que Tord estaba sintiendo lo dejo totalmente inmóvil por escasos segundos antes de cerrar los ojos e inclinarse hacia adelante para poder descansar su barbilla con el hombro de Edd junto con un suspiro tembloroso. Pero gracias a su peso y al haber hecho esa posición solo logró que un poco más de su propio miembro se abriera paso entre las estrechas paredes que pareciese lo estaba succionando.
Como era de esperarse Edd dio un chillido de la sorpresa y lo único que pudo hacer fue retorcerse del dolor. Algo que logró sacar a Tord de sus nublados pensamientos para darse cuenta de su pequeño error.
—Oh por dios, lo siento, lo siento Edd—susurró preocupado.
El mencionado no dijo nada.
El dolor lo dejó totalmente cayado como si le hubiesen puesto pegamento en los labios y lo único que podía hacer esa temblar y lanzar pequeños lloriqueos lastimeros.
Esto hiso que Tord se sintiera mal consigo mismo, había lastimado a Edd sin querer y lo único que podía hacer era implantarle suaves besos en la mejilla mientras le acariciaba sus caderas con sus propias manos.
Aunque era algo difícil porque la sensación de estar rodeado de algo apretado y húmedo que lograba distraerlo fácilmente.
Los segundos pasaron lentamente hasta que se convirtieron en minutos hasta que casi se formaron treinta minutos desde que comenzó todo.
Cualquiera en ese punto podría haber perdido la excitación, pero el único que estaba sufriendo eso fue Edd y solamente por el dolor, no por el tiempo.
En cambio Tord solamente sentía su miembro pulsar por la necesidad de seguir empujando o de sacar.
Aunque su mente primitiva decidió hacer lo primero que se le vino a la mente.
Con algo de presión con sus caderas, Tord comenzó a abrirse paso en esas estrechas paredes, que, para su sorpresa, estas lo aceptaron de forma rápida e inmediata como ya estuviesen acostumbrados a recibir algo por ahí.
Edd se había relajado tanto en ese punto que apenas y había sentido un poco de dolor en cuanto sintió esa fuerte herramienta hacerse camino dentro de él.
En cuanto el miembro de Tord logró llegar a la mitad del camino, el chico de ojos plateados volvió a parar para dejar que Edd se acostumbrarse.
—Mierda bebé —habló con voz ronca —, Estas apretado, suave, cálido...—ronroneo.
El castaño más bajo sonrió de lado al ver como tenia a Tord en un estado bastante curioso como si estuviese drogado.
Esos pequeños besos, esas pequeñas caricias en su cadera y la calidez que radiaba el cuerpo de Tord fue algo que deleitó por completo al británico.
Además, esa sensación que sentía en esos momentos de estar lleno no fue para nada incomodo (dejando a un lado el dolor claro está), fue más bien una sensación extraña y confrontante.
Podía sentir claramente como el miembro de Tord pulsaba lentamente y al no querer hacer sufrir más al chico que estaba encima de él se mordió el labio para prepararse de lo que estaba a punto de hacer.
Con un movimiento rápido y brusco de su cadera hacia atrás, Edd logró empalarse por completo en ese miembro masculino de Tord. Y este último al sentir su miembro totalmente dentro de Edd dio un jadeo y abrió los ojos junto con su boca mientras el pobre chico que hiso ese movimiento intentaba reprimir su grito de agonía.
El pobre semi humano prácticamente se quedo sin habla y su ultima barra de coherencia que le impedía moverse fue desapareciendo lentamente.
Y eso no fue para nada bueno para el pobre Edd que apenas y se estaba recuperando del fuerte dolor de su parte trasera.
Con un gruñido primitivo por parte de Tord, el joven semi humano agarró firmemente las caderas de Edd para después empezar a moverse hacia atrás.
—¡E-Espera Tord! —dijo Edd —, ¡S-Solo dame un...!—
Fue demasiado tarde.
Tord no lo podía escuchar al estar totalmente perdido en la lujuria y olvidándose por completo de todo a su alrededor.
La fuerte embestida consiguió un gemido animal por parte de Tord y un grito algo afeminado por parte de Edd.
Pero eso solo fue el principio porque el semi humano comenzó nuevamente a mover sus caderas hacia atrás y hacia adelante para enterrar su propio miembro masculino entre esas entrañas que lo estaban abrazando tan fuertemente como unas pinzas.
Los lloriqueos de Edd no cesaron, es más, se intensificaron en cuanto Tord lo comenzó a embestir como si no hubiese un mañana.
Sabia que el mismo jugó con fuego y que ahora mismo se encontraba en un incendio que posiblemente no se podría apagar. Así que lo único que pudo hacer fue apretar fuertemente las sabanas y dejar que sus lagrimas de dolor se perdieran entre la almohada.
El dolor era insoportable, era como si alguien le estuviese metiendo y sacando un cactus. Pero sin saberlo, ese dolor a espinas si estaba sucediendo ya que Tord estaba tan perdido en el placer que era muy difícil para él concentrarse y ser un humano al cien por cierto.
Sus orejas, bigotes y cola de gato estaban muy presentes y su propio miembro al ser un felino se encontraba rodeado de varias espinas.
Sus ronroneos fuertes calmaban un poco a Edd al ver que en verdad Tord lo estaba disfrutando, aunque desearía que él también se sintiera bien.
Tord estaba feliz, feliz de deslizar su carne caliente y palpitante dentro de ese estrecho agujero, pero al recordar quien era el dueño de esas paredes tan apretadas y suaves rápidamente dejó de moverse como al mismo tiempo volver a su forma humana al cien por ciento.
—¡M-Mierda Edd! —jadeó.
El mencionado no dijo nada, lo único que hiso fue dar fuertes suspiros un tanto alivianados al ya no sentir esa especie de espinas y del mismo modo ese dolor desgarrante por cada embestida.
—Edd lo siento tanto, me dejé llevar. —
Tord estaba totalmente preocupado, sus palabras costaban mucho entenderles por el tartamudeo y Edd al estar tan callado supuso que se había enojado.
—Mete... mete el resto. —
—¿Eh? —
—Mete el resto. —
—Pero Edd eso te...—
—Solo hazlo, quiero que ves que estoy dispuesto a todo con tal de reparar mis errores —habló con voz rota —, Quiero que veas lo que estoy dispuesto hacer para demostrar cuanto me importas —jadeó —, Así que por favor, solo mete el resto y déjame unos minutos para acostumbrarme. —
Tord se quedó totalmente mudo por sus palabras.
Con unas pequeñas lagrimas que salieron de sus ojos, el joven semi humano se mordió el labio inferior al meter el resto de su miembro nuevamente entre esas paredes tan apretadas que lo volvían loco.
El pobre Edd dio un fuerte chillido adolorido, la diferencia era que ahora no fue tan fuerte al no estar recibiendo una embestida por cada dos segundos.
Mientras el británico intentaba acostumbrarse a ese invasor, Tord se quedó nuevamente jadeando y suspirando pesadamente. Sabia muy bien que tarde o temprano su instinto animal se haría cargo y lo único que podía hacer en esos momentos era besar la mejilla de Edd y acariciar su cuerpo para poder relajarlo lo más que se llegase a poder.
Y eso fue de mucha ayuda ya que el británico más chico solo podía sonreír levemente por los pequeños gestos de amor y más al notar como Tord restregaba su rostro con el suyo con pequeños ronroneos.
Lo hacía recordar cuando aún era un pequeño gato pidiendo alimento o cariño cuando regresaba de trabajar.
Edd no sabe cuánto tiempo pasó desde que Tord le dio el ultimo empuje para que se acostumbrara, pero podía escuchar como los ronroneos de este fueron cambiando hasta el punto de ser ronroneos algo desesperados.
La sensación de estar lleno sin el dolor era algo sumamente raro para él, pero no podía mentir del cómo se sentiría sentir ese miembro deslizarse dentro y fuera de él ahora que el dolor ya no estaba presente.
¿Cosquillas? ¿Placer? ¿O simplemente no sentiría nada?
—T-Tord...—tragó duro —, C-Creo que ya puedes empezar a moverte. —
El semi humano dio un suspiro pesado y con un movimiento algo torpe por haber pasado tanto tiempo en una misma posición comenzó a mover sus caderas hacia atrás.
La sensación ahora no dolorosa provocó que Edd temblara un poco, no sintió cosquillas ni dolor, sino que fue una sensación extraña. Antes de que siquiera intentara encontrar las palabras indicadas de lo que estaba sintiendo, una fuerte embestida provocó que sus ojos se abrieran como platos al igual que su boca.
Sus manos nuevamente se aferraron a las cobijas que estaba debajo de él y su espina dorsal nuevamente tembló.
Esa sensación, esa nueva e indescriptible sensación dejó a Edd sin habla.
Cada vez que Tord golpeaba su trasero con su propia pelvis provocó que la cama rechinara y que el sonido de la piel chocando resonara al unísono junto con los pequeños jadeos y gemidos sorprendidos de Edd.
Ahí estaba la respuesta, la maldita respuesta del porque había chicos que les gustaba ser follados por atrás como si fuesen una chica, la respuesta del porque su amigo y vecino con un temperamento algo agresiva disfrutaba tanto hacerlo con Matt.
Los pocos pensamientos coherentes del británico que seguían estando a flote comenzaron a desaparecer lentamente por cada embestida que Tord lograba darle.
Y más en cuanto este nuevamente comenzó a tocar esa parte que lo hacia ver las estrellas con sus dedos.
El semi humano sentía que su orgasmo estaba a punto de acabar y al estar totalmente perdido en la lujuria fue imposible evitar que nuevamente sus orejas, bigotes y cola de gato salieran de él.
El iris de sus ojos volvieron a tomar una forma ovoide como al de los gatos y Edd sabía que eso estaba pasando ya que logró sentir nuevamente las espinas.
—Tord... —gimió —, T-Tú espinas. —
El mencionado frunció levemente el ceño al no comprender sus palabras.
—Tus espinas... —volvió a repetir —, R-Recuerda que eres un gato. —
Un gato.
Oh, ahora entendía todo.
Tord con algo de dificultad cerró sus ojos e intentó nuevamente ser un humano antes de que esas dichosas espinas de su miembro se desarrollaran por completo. Aunque al final fue inútil ya que, para la mala suerte de este, su orgasmo llegó primero junto con un gruñido bastante dominante.
Edd se quedó totalmente estático.
Esa sensación caliente le provocó un cierto ardor y más por haber sido un poco rasgado por esas púas en la primera vez.
Mientras el joven semi humano temblaba de su primer orgasmo después de mucho tiempo de haberlo hecho, el chico que estaba debajo de él solamente no podía dejar de gruñir o jadear en voz baja.
Dejando a un lado el dolor que sufrió en el camino, Edd realmente disfrutó la sensación de las embestidas que sintió.
Aunque le hubiese gustado que durase más.
—V-Vaya Tord —rio levemente —, E-Eso realmente se sintió bien...—
Edd con algo de dificultad por sus brazos temblorosas comenzó a alzar su cuerpo que seguía estando pegado en la cama.
Su cuerpo se encontraba totalmente caliente por el alcohol y por todas las emocionas y sensaciones que acababa de sufrir. El poco tiempo que logró disfrutar de ser el de abajo solo le dejó un pequeño rastro de sudor que la mayor parte estuvo en su frente.
—S-Supongo que es mejor que nos bañemos...—pausó —, Aunque me hubiese gustado durar más tiempo. —
Y con esas pequeñas palabras fue lo suficiente como para que Tord le tomara de las caderas e impidiera que Edd se saliera por sí mismo.
Antes de que el pobre británico lograra decir algo este ya se encontraba encima de Tord en una nueva pose y con su miembro aún muy profundo de él.
La posición nueva tomó por sorpresa a Edd ya que ahora Tord dejó de agarrar sus caderas para tomar sus piernas y alzarlas un poco para después comenzar a embestir nuevamente su miembro dentro de esas paredes internas suyas en el borde de la cama.
Un gemido fuerte sorpresivo salió de Edd por ese movimiento.
Esa posición lograba darle perfectamente su punto g y si bien era algo vergonzoso no podía mentir que realmente quería volver a sentir esas embestidas algo rudas pero placenteras ahora que se había acostumbrado a ese invasor.
—¡T-Tord! —
Las palabras titubeantes de Edd logró que el dueño de ese nombre solamente sonriera de lado.
Amaba escuchar sus gemidos, sus titubeos y sobre todo amaba ser el primer ser en profanar esas estrechas paredes que ahora estaban muy resbaladizas por su primera corrida.
El semi humano con una sonrisa descarada consiguió que nuevamente su cuerpo tuviera las partes gatunas al igual que las espinas de su miembro palpitante, la diferencia era que ahora había controlado esta última parte para que las espinas no fueran lastimeras.
Y Edd sin duda alguna lo sintió.
Las "espinas" ya no tenían consigo las puntas afiladas, sino más bien un tanto circulares como si apenas se estuviesen desarrollando.
La sensación de estas pequeñas espinas con puntas circulares rosaban a cada momento su punto sensible y por ende, sus gemidos y jadeos se comenzaron a descontrolar mientras se retorcía de placer.
—Eso es...—gruñó al seguir embistiendo —, Gime para mi Edd... demuéstrame cuanto quieres esto. —
—¡A-Ahh! —gimió —, ¡T-Tord, Tord! —
Edd no podía ni siquiera formular una palabra o pensamiento.
La punta del pene de Tord conseguía golpear su punto en casi todas las embestidas y si no lo hacia entonces las pequeñas espinas con puntas circulares conseguían rosarlo.
Sus ojos no dejaban de rodar y cada vez que salía de su nube de confort nuevamente era tragado por el placer.
—¡Tord! —gimió —, ¡M-Más! —
—¿Más? —sonrió con malicia —, ¿Enserio deseas más bebé? —
Edd tembló.
Esas ultimas palabras que le susurró en el oído le provocó no solo cosquillas, sino también provocó que un gemido saliera.
La voz de Tord sonaba tan dominante pero al mismo tiempo tan cariñosa como si le preocupase que en verdad disfrutara de lo que le estaba haciendo.
—¿Te gusta sentirme dentro de ti Edd? —
—¡A-Ahh! —jadeó —, ¡G-Gah! —
—¿Eh? —rio —, No entiendo nada de lo que dices si solo balbuceas. —
—¡S-Si! ¡Aahg! —
En cuanto apenas había afirmado la pregunta de Tord, este envolvió su mano alrededor de la propia erección de su pareja que estaba totalmente hecho un lio por sus propios fluidos.
Ya teniendo un agarre firme, la mano suave del semi humano comenzó a moverse hacia arriba y hacia abajo con gran velocidad gracias al estar totalmente bañada por el líquido preseminal. Al querer que Edd tuviera su segundo orgasmo en esa noche de pasión optó por comenzar a jugar con la punta de su miembro palpitante.
La reacción fue inmediata, Edd arqueó su espalda por sentir ese dedo moverse alrededor de su pene y tras unas pequeñas embestidas más provocó que una gran erupción saliera disparada como si fuera un gran adolescente totalmente reprimido.
Aunque técnicamente esto último si era real.
—Eso es... —sonrió —, ¿Qué se siente Edd? —gruñó al sentir una presión en su miembro —, ¿Qué se siente sentirme dentro de ti? —
—¡T-Tan bien! —tartamudeó —, S-Se siente... se siente tan... tan bien. —
La forma en la que Edd hablaba dejó muy en claro que realmente disfrutaba ser follado. Sus palabras no eran para nada fluidas y casi siempre tenia que repetir todo al perderse en sus propias palabras entre tanto placer.
Las paredes internas del castaño más bajo se contrajeron por su segundo orgasmo y Tord al sentir dicha estrechez en su parte sensible fue inevitable volver a soltar su segundo orgasmo.
Mientras el británico volvía a sentir ese ardor caliente dentro de él, el semi humano que estaba debajo se encontraba totalmente inmóvil mientras mordía su labio inferior para evitar que un gemido animal saliera tan fuerte.
Pero la presión con la cual se mordió fue tanta que incluso comenzó a salirle sangre.
El sonido de la lluvia era lo que más opacaba en esa habitación lleno de pequeños gemidos y jadeos en donde los dos chicos se habían quedado tan quietos como si fuesen dos personas modelando en una escultura.
Una escultura muy erótica por su posición.
En cuanto Tord sintió sus brazos cansados fue inevitable que el peso de Edd se le viniera encima y que los dos quedaran recostados en la cama.
—W-Wow...—jadeó —, T-Tord eso... eso fue...—sonrió —, Fue maravilloso. —
—¿T-Te gustó mucho Edd? —
—Diablos si...—risilla —, ¿Qué demonios me hiciste Tord? —dijo al mirarlo.
—¿Eh? —parpadeó.
—¿Dónde dejaste mi heterosexualidad? —
—Oh —rio —, No lo sé, pero... creo que ya no lo necesitas —pausó —, ¿Verdad? —
—No, creo que no. —
Ambos, totalmente felices por su pequeña charla fue inevitable que sus risas llenaran la habitación por un corto periodo de tiempo hasta que cesaron. Aunque eso fue muy difícil ya que cada vez que paraban nuevamente volvían a reír como si sus risas fueran contagiosas por un virus.
En cuanto las miradas de los dos chicos enamorados chocasen entre sí, fue como si el aliento de ambos se escapase en un pequeño jadeo.
Con un movimiento lento como si estuviesen bajo cámara lenta, sus rostros se fueron acercando más y más hasta que por fin sus labios volvieron a unirse para fundirse en un gran beso de amor.
En ese largo pero lento beso, los dos lograron saborear distintas cosas; lo primero fue el sabor metálico de la pequeña herida de Tord y la segunda fue un sabor salado por el sudor que ambos expulsaron de su cuerpo.
Al terminar de besarse, los dos nuevamente se quedaron viendo con una sonrisa cálida.
—Eres tan perfecto Edd...—susurró al acariciar su rostro —, Deseo pasar toda mi vida contigo. —
—Yo también Tord... —pausó —, Yo también...—
—¿Sabes algo? —
—¿Qué cosa? —
—Aun puedo seguir haciendo esto. —
Antes de que siquiera Edd le preguntase de que estaba hablando, un fuerte gemido salió de su boca al sentir nuevamente una embestida en su parte baja.
—¿Qué dices Edd? —sonrió con malicia —, ¿Listo para que te deje en sillas de ruedas? —
—M-Mierda...—titubeó —, C-Creo que seria feliz de eso. —
●▬▬▬▬▬▬▬▬ Al día siguiente ▬▬▬▬▬▬▬▬▬●
—¿Disfrutaron de su estadía? —preguntó la chica mientras tenia su barbilla recargada en su mano.
—S-Si...—habló Tord con el rostro sonrojado y con grandes ojeras —, E-Esto... —
—¿Sí? —dijo al tomar las llaves.
—¿Cuánto será el extra? —
—¿Extra? —parpadeó.
—B-Bueno — tragó duro —, Mi compañero y yo hicimos un desastre en la habitación y-y —rio nervioso —, Realmente me sentiría mal si la persona que pasase a limpiar no reciba algo extra.—
—Oh ya veo —sonrió con malicia —, ¿Se puede saber a que hora terminaron de hacer "eso"? —
La mirada picara de la chica y sus cejas al moverse hacia arriba y hacia abajo solo consiguió que Tord riera nervioso más de lo que ya estaba.
Sin el efecto del alcohol era muy difícil para él hablar de ese tipo cosas y más al tener a Edd totalmente dormido en su espalda.
—¿C-Como a que hora? —miró a los lados —, ¿Las siete treinta de la mañana? —
—Vaya eso explica porque hasta apenas se están despertando —dijo al mirar el reloj.
Tord al escuchar eso podía recordar claramente como él junto con Edd lo hicieron tantas veces en diferentes posiciones que incluso hasta su parte baja seguía estando adolorida.
De no haber hecho su ultimo acto en la ducha posiblemente en esos momentos apestarían peor que un baño público.
—¿Entonces? —
—¿Uhh? —volteó —, Oh. No te preocupes, la señora de la limpieza recibe una buena paga, incluso gana casi lo mismo que el gerente de este lugar. —
—¿Enserio? —
—Oye esa mujer tiene que lidiar con cosas peores créeme. —
—Entiendo... —bostezó —, B-Bueno gracias por todo. —
—Hasta pronto —respondió amablemente al verlo salir por la puerta.
En cuanto Tord salió por la puerta inmediatamente miró a los lados para poder orientarse y saber de donde habían llegado.
Al reconocer el restaurante a unas cuantas calles adelante sin duda alguna se puso en marcha mientras llevaba consigo a un dormido Edd con el cabello totalmente peinado por la almohada.
En el transcurso del camino Tord paró de caminar para poder descansar un poco. Si bien era fuerte como para cargar el peso del británico, su espalda le dolía mucho al igual que su trasero.
Esa noche llena de pasión igualmente le dejó a Edd que intentara ser el dominante como su primera vez.
Cosa que funcionó ya que descubrió que la cola de Tord era muy sensible y que gracias a eso consiguió que semi humano alzara su trasero hasta el límite.
En cuanto el semi humano llegó a su auto de color rojo, este por arte de magia se quitó la alarma y la puerta se abrió.
Al principio Tord quedó sorprendido por ese acto paranormal, pero al ver el pequeño brillo azul en la puerta del auto inmediatamente se dio cuenta de lo que sucedía.
—Laurel...—sonrió —, Gracias por todo...—
Mientras una pequeña lagrima salía de su ojo derecho, una chica de cabello azul junto con un chico de cabello color arcoíris se encontraban en el techo de un edificio mirándolo con suma tranquilidad.
—Vaya...—silbó —, Realmente funcionó. —
—Te lo dije Daniel —habló con orgullo —, Matt y Tord eran los indicados. —
El chico con lentes de sol se quedó en total silencio ya que se encontró bastante enfocado en la vista que tenía en frente.
Podía ver ahora con otros ojos el amor que Tord tenia con su dueño Edd.
La forma en la que lo acomodó en el asiento del copiloto junto con un pequeño beso en la mejilla le dio a entender que en verdad le preocupaba su bienestar.
Por algo su hermana había insistido tanto en ayudarlo.
—Tienes razón —cruzó los brazos —, Espero que Ringo igualmente encuentra su pareja.—
—Podemos preguntarle a nuestra madre...—
—No Laurel —rodó los ojos —, No le pediremos que nos muestre el futur...—
Antes de que Daniel terminara de regañar a su hermana de cabello azul, un fuerte sonido curioso logró llamar su atención al igual que la chica que estaba con él.
[...]
—¿Tom? —
—¿Mmm? —murmuró.
—¿Aun no te a llegado nada? —
—No Matt, ni Tord ni Edd me han enviado un mensaje. —
—Ohh...—
—No te preocupes Matt —dijo Ringo mientras miraba su celular —, Dudo mucho que algo malo les llegase a pasar. —
Si bien la respuesta no dejó para nada contento al pobre Matt que estaba sentado al lado de su pareja. Prefirió confiar en su amigo gatuno, después de todo lo peor ya había pasado.
La noche anterior se quedaron totalmente dormidos en el sofá de su vecino al haberlo esperado un buen rato.
—A todo esto Ringo —dijo Tom —, ¿Qué haces después de todo? —
—Nada importante, solo viendo algunas cosas por internet. —
—¿Estas viendo una tienda online no? —
—Bueno si pero... —pausó —, Oigan alguien tiene que aprovechar que su hermano y su mejor amigo tienen dinero infinito. —
—No somos carteras Ringo —dijo Matt con mala cara.
—Yo no dije que lo fueran... —rodó los ojos —, Aunque no soy el único que se ha aprovechado de eso...—
Las palabras inmediatamente puso nervioso a Tom y Matt al haber escuchado eso miró de forma fulminante a su pareja que al parecer intentaba perderse entre su vaso de agua y mirando fijamente la televisión.
—¿Tom? —habló serio —, ¿Has usado mi dinero sin permiso? —
—¿Y-Yo? —rio con nerviosismo —, ¿C-Como crees eso? —
—Mmm —entrecerró los ojos —, ¿Ringo? —
—Te respondería de no ser que Tord me mandó un mensaje. —
—¡Oh! —dijo feliz —, ¿Y que dice? —
—Dice que está en una farmacia, al parecer a él y a Edd les duele trasero —pausó —, Sep, esta noche estuvieron como conejos en celo. —
—¡Que alegría! —chilló feliz.
—¿Te da alegría que les duela el trasero? —frunció el ceño.
—¡N-No Ringo! —respondió con el rostro rojo —, Me refiero a que estoy contento de que por fin estén saliendo de nuevo. —
—Dejando a un lado eso... —interrumpió Tom —, ¿En cuanto tiempo tardaran en llegar?—
—Vendrán mañana. —
—¿Eh? —
Tom al igual que Matt se quedaron el rostro perplejo.
—¿Y por qué? —
[...]
—¿Tord? —preguntó con el ceño fruncido por el dolor.
En cuanto el semi humano de ojos plateados cerró la puerta atrás de él inmediatamente se acomodó con cautela en su asiento para evitar que el dolor de trasero que llevaba consigo le molestase en el camino.
—¿Si Edd? —respondió con un pequeño suspiro de satisfacción.
—¿Por qué quieres llevarme a la casa de la playa? —
Antes de que Tord le respondiera esa pregunta metió primeramente su mano en la bolsa de plástico para sacar una botella de agua y extenderla a un adolorido Edd que acababa de despertar.
—Porque hace mucho tiempo no voy ahí y creo que el sonido de las olas nos relajará después de una noche... —tosió falsamente —, D-Después de una noche agitada...—
—Oh...—susurró con el rostro rojo al abrir su botella —, Suena genial Tord, pero te recuerdo que mañana tengo que trabajar. —
—No es así —dijo al sacar un pequeño frasco de pastillas —, Paul te dará el día libre.—
—Ya veo... —pausó —, ¡Espera! —gritó confundido —, ¿Cómo lo sabes? —
—Porque... —habló al tragar las pastillas con agua —, Él me prometió eso a cambio de que tú le cubrieras ayer. —
—¿Acaso mi jefe y tu planearon todo esto? —
—Si —rio al darle el frasco —, Realmente es un buen sujeto. —
—L-Lo es... —susurró al mirar el pequeño contenedor —, Pero, ¿Cómo es que tú y él organizaron esto si apenas y se conocen? —
—En realidad Edd —se rascó la nuca —, Él me conoce mucho más de lo que piensas.—
—¿Y se puede como de qué? —habló tras toser un poco después de haberse tragado las pastillas.
—Bueno... —rio con nerviosismo al encender el motor —, Digamos que un día cuando él estaba recibiendo el cargamento de su tienda...—
—¿Sí? —
—Él recibió ayuda de alguien para darse cuenta que le estaban robando. —
—Oh —pestañó —, ¿Le ayudaste esa vez? —
Edd no podía dejar de mostrar interés, recordaba muy bien como una patrulla se llevó a los sujetos que se encargaban de llevarles algunas cosas. Al principio todo fue una confusión total hasta que Paul explicó del cómo le cambiaban los productos buenos con los malos para que ellos dos se quedaran con las cosas buenas.
—¿De ahí se conocieron mejor? —
—Mucho, pero mucho —dijo al frenar en el semáforo.
—Vaya eso es bueno. —
—Si... —pausó —, Aunque él sabe muy bien quien es "Rojo" en realidad. —
—¡¿Qué?! —
●▬▬▬▬▬▬▬▬ Tiempo Después ▬▬▬▬▬▬▬▬▬●
—¿Bonita vista verdad? —dijo Tord al apagar el motor.
—Realmente lo es —sonrió —, Aunque hace algo de calor...—
—Vamos a fuera niño bonito. —
—¿Niño bonito? —contestó con una pequeña risa —, ¿Y tú que eres? ¿Mi papá?—
Edd al darse cuenta de lo que dijo inmediatamente se tapó la boca con ambas manos totalmente sonrojado, en cuanto él hiso eso, Tord lo miró de forma divertida.
—Puedo ser tu papi si quieres...—ronroneó con un guiño al extenderle el collar en forma de cabeza de gato.
—¡N-No digas eso! —gritó sonrojado al arrebatárselo —, ¡Tord no vuelvas a decir eso!—
—Oh vamos —rio —, Te gustó lo de anoche, ya casi estabas a punto de decir ese tipo de cosas. —
—¡Fue el alcohol! —se excusó mientras se colocaba el collar.
«No mientas»
Edd al principio se asusto al escuchar una voz en su cabeza, pero al recordar la función principal del collar inmediatamente se calmó.
«Estábamos lo suficientemente coherentes para ser totalmente testigos de nuestras acciones» respondió mientras salía del auto «, Bueno, tú más que yo. »
Mientras Tord se quitaba sus botas y calcetas en la caliente arena de la playa, un sonrojado Edd apenas se encontraba saliendo del auto deportivo para después seguirle el paso al chico de ojos plateados.
—¿Bonito verdad? —dijo mirando el atardecer.
—Bastante... —suspiró —, Realmente aquí hace una temperatura diferente. —
Tord al escuchar eso no pudo evitar quitar su vista de en frente para mirar a su lado y poder ver al castaño más bajo.
Con un movimiento tranquilo, Tord rodeó la cintura de Edd con su brazo derecho para guiarlo a la arena y poder sentarse.
Ya estando los dos con trasero adolorido en la caliente arena el británico de ojos color chocolate recargó su cabeza en el hombro del más alto para seguir viendo las olas moverse mientras reflejaban el caliente sol que se encontraba ocultando.
Tord al sentir ese pequeño gesto de su nuevamente novio no pudo contener las ganas de recargar igualmente su cabeza en la cabellera castaña más oscura.
Ambos chicos tan diferentes pero al mismo tiempo tan iguales se quedaron en total silencio durante varios minutos hasta que presenciaron por sus propios ojos como el sol desaparecía lentamente para después ser remplazado por su hermana la luna.
Las respiraciones monótonas y tranquilas de ambos tenían un ritmo casi idéntico al movimiento de las olas y en cuanto ambos comenzaron a sentir el cambio de temperatura fue inevitable mirarse para saber que ahora tenían que entrar a la casa de Tord (y de Matt).
En cuanto Tord se levantó inmediatamente extendió su mano para que Edd la tomara y le ayudase a levantarlo.
Ya estando los dos de pie se tomaron de la mano para después ponerse en marcha hacia la dirección de la casa muy moderna.
En el camino Edd se agachó para tomar sus pertenencias al igual que las de Tord, aunque este último no había pensado recogerlos ya que al estar alejados de la gran ciudad no tenían de que preocuparse de que si alguien se las agarrase de una noche a otra.
Antes de siquiera lograran pisar el piso de madera de la casa, Tord envolvió con ambas manos el cuerpo cálido de Edd para solamente recargar su barbilla en su hombro mientras metía sus manos dentro de la playera verde del más chico.
—¡T-Tord! —titubeó —, ¡N-No hagas eso! ¡S-Saca tus manos de ahí! —
—¿Mmm? —sonrió—, ¿Y por qué? —
—¡Porque es vergonzoso! —paró de caminar —, ¡Me haces sentir gordo! —
—Oh Edd —rio al apretar suavemente su estomago —, Tu no eres gordo, solo tienes un poco de grasa de bebé y te hace ver super lindo. —
—N-No digas eso...—
—Edd —dijo al besar su mejilla —, Eres lindo, eres sexy, eres perfecto. Cada pedazo de ti me encanta y me siento el chico-gato más afortunado del mundo...—
Al terminar de decir esas palabras, el collar con liquido plateado comenzó a brillar y Edd al sentir todas las emociones que Tord sentía en esos instantes fue inevitable poder sonrojarse hasta el punto de tener más calor.
—Venga Edd no te chives conmigo —dijo al darle otro pequeño apretón —, Me gusta esta parte de ti además de tus ojos...—ronroneó —, Si quieres tomar más confianza podría caminar desnudo todo el día. —
—Pervertido. —
—Ahh... —extendió sus palabras mientras volvían a caminar —, Pero soy tú pervertido.—
El británico junto con el semi humano rieron al unísono mientras subían las escaleras de la fina madera de la hermosa casa de la playa.
Al estar arriba y quedar frente a la puerta Tord sacó sus manos de la playera de Edd (a regañadientes) para sacar una copia de sus llaves que se encontraba dentro de un pequeño gnomo al lado de un florero que estaba cerca de la ventana.
—¿Guardas tus llaves ahí? —
—Oye...—habló "dolido" al meter su llave en la cerradura —, Lo aprendí de ti. —
Nuevamente los dos soltaron una risita y al entrar Edd dejó las cosas en el suelo al lado del perchero totalmente vacío mientras Tord se encargó de prender las luces.
Sorprendentemente la casa se encontraba totalmente limpia y había un tenue olor a piña colada.
Posiblemente Matt y Tom han ido a ese lugar.
—¿Tienes hambre? —
—¿La comida que hay aquí sigue sirviendo? —
—Tal vez... —pausó —, ¿O prefieres pizza? —
—Tord la pizzería más cercana está como a dos horas y media de aquí. —
—Puedo ofrecerle al repartidor un millón de dólares si nos trae dos pizzas grandes. —
—¿Hablas en serio? —
—Tengo el celular en la oreja ¿crees que no soy capaz? —
—Eres increíble —rio —, Veré si la cuenta de Netflix sigue estando vigente o si no tendré que poner mi cuenta. —
—Aunque primero sería mejor que checaras si hay internet...—susurró Tord para si mismo mientras escuchaba el pitido de su celular.
Mientras Tord intentaba convencer al repartidor de la pizza que les llevase la comida, Edd se encargó de prender la televisión de la sala para poder navegar entre las aplicaciones y ver con sorpresa como todo parecía seguir funcionando.
Al abrir la aplicación de Netflix, Edd esperó tranquilamente a que Tord terminara de hablar por su teléfono. Sorprendentemente notó que este chico oji plateado no dejaba de sonreír de oreja a oreja.
—Espera...—habló estupefacto —, ¿Lograste convencerlo? —
—Sep —sonrió —, Fue difícil, tuve que tomar varias fotos de afuera y de aquí para que viera que en verdad había alguien aquí. —
En cuanto Tord se sentó en el sillón blanco, ambos chicos quedaron en total silencio mientras sus miradas se quedaban en frente al no saber que decir.
Aunque al final ese silencio tuvo que romperlo Edd al tener un pequeño pensamiento en la cabeza.
—Tord. —
—¿Sí? —volteó.
—¿Podrías transformarte en gato? —
—¿Por qué? —
—Quiero recordar viejos tiempos...—sonrió —, Esos tiempos en donde creía que mi gato era cien por cierto un gato. —
El semi humano de ojos plateados mostró una cara serena durante pocos milisegundos para después sonreír de lado y asentir levemente la cabeza.
Al ya tener bastante experiencia transformándose en humano y en gato Tord se transformó frente a Edd con suma facilidad y sin necesidad de cerrar los ojos.
Pero para Edd todavía era extraño ya que ver a una persona hacerse más pequeñas y ver como el rostro junto con las partes del cuerpo se deformaban por escasos segundos era muy espeluznante como si fuese una película de terror.
En cuanto la criatura peluda quedó en el lugar en donde antes había un chico de chaqueta negra Edd extendió sus brazos para alzar ese pequeño cuerpo peludo para colocarlo entre sus piernas.
—Tus ojos siguen brillando a pesar de cambiar de forma. —
El gato sonrió al escuchar eso y al sentir una mano en su barbilla fue inevitable ronronear mientras su cola se movía de un lado a otro.
La mano de Edd vagó de la barbilla hacia las orejas y de las orejas a la espalda con un ritmo tranquilo y suave para que el oji plateado lograra disfrutar esa caricia que se le estaba otorgando.
Cada caricia lograba sacar un ronroneo y Edd no podía evitar sonreír cálidamente al recordar todas esas noches en donde acariciaba a Tord para tomar un poco de felicidad después de sus días de soledad.
Esas noches lluviosas en donde intentaba llorar en silencio al no tener a nadie a su lado fueron siempre interrumpidas por Tord y Ringo al intentar animarlo.
Esas tardes aburridas en donde dibujaba o tomaba su Coca-Cola se hacia mucho más alegres al tener a alguno de los dos gatos encima de su escritorio o mesa.
Esas mañanas desayunando frente al televisor se volvieron más felices al tener a dos pequeñas mascotas peludas a sus costados.
Terminado de acariciar a Tord, Edd se quedó totalmente inmóvil y lo único que se movía era su pecho al respirar.
Tord al ya no sentir la exquisita sensación de ser acariciado fue inevitable que mirar hacia arriba para saber que estaba pasando.
Pero al ver como Edd lo miraba con mucho amor no pudo quejarse.
«¿Sucede algo? »
—No —murmuró —, Solo tuve una idea algo loca. —
«¿A si? »cabeceó «, ¿Cómo qué? »
—Como esto. —
Tomando por sorpresa a Tord, Edd implantó sus labios rosado en el pequeño hocico del gato.
Al principio el semi gato se quedó en shock hasta que al final dejó que Edd terminara de darle ese pequeño beso para después mirarlo con asombro.
—Se que es raro besar a un gato —rio al terminar de hacerlo —, Pero al fin de cuentas sigues siendo mi pareja. —
«Tal vez, pero oye... »risilla «, Ya tuviste el miembro de un semi humano dentro de ti.»
—N-No me recuerdes eso. —
Tord al ver ese sonrojo se levantó en dos patas para poder recargar las otras dos en el pecho de Edd y mirarlo a los ojos con mucha atención para después poder lamerle con cariño la nariz.
—Para —rio —, Me haces cosquillas aliento de atún. —
El semi gato al escuchar esa declaración inmediatamente se transformó en humano para encararlo.
—¡¿A quien le dices aliento de atún?! —
—¿A quien más? —volvió a reír a poner sus manos en las caderas —, Ahora baja de ahí que parece que me quieres montar. —
—No me molesta la idea Edd —desafió —, Aunque estoy seguro que tú eres el que quiere montarme. —
—¿Por qué no ambas? —
—Oh Edd —rio—, Me encantas, por favor no cambies. —
En cuanto los dos terminaron de reír, los labios de ambos se unieron como si fuesen imanes y ese beso que ambos implantaron duraron varios segundos hasta que sus pulmones les pidieron oxígeno.
—Te amo Tord. —
—Y yo a ti Edd, yo también te amo. —
Fin
"Solo como mascota"
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