Capítulo 7
—Ya no tardan —suspiro nervioso —, Ya no tardan...—
—Tranquilo Edd —rio ocultando su nerviosismo —, ¿P-Porque estas así? —
—N-No lo sé —dijo al sentarse en el sillón —, Hay algo en Rojo que me pone muy, muy, muy nervioso. —
Tom se quedó callado, odiaba admitirlo pero se sentía de la misma forma que su amigo, ambos se quedaron en silencio y lo único que se podía escuchar era el sonido del reloj.
Ya casi era la una de la tarde y sus dos amigos peludos se habían ido como de costumbre a las doce y media del día, no pudieron negar que las ganas de saber a dónde iban los dejaba un tanto trastornados.
Estaban a punto de seguirles hasta que recordaron a los chicos.
Ambos intentaron nuevamente marcar y para su suerte si contestaron esa vez, tras una pequeña chara los dos quedaron de acuerdo en ir a sus hogares para conocerse más.
Ahora mismo los dos se encontraban en la sala de Tom esperándolos.
Su tortura de los nervios al creer que no irían se esfumo por completo al escuchar el timbre con bonita melodía clásica.
—L-Llegaron —dijo el oji negro al levantarse.
—Si—hablo aun nervioso.
Ambos caminaron con pasos tranquilos hasta la puerta, aunque su nerviosismo fue tanto que las piernas prácticamente estaban temblando como si fueran de gelatina. Al abrir la puerta se encontraron con los rostros conocidos del día anterior.
—¡Hola! —hablo entusiasmado.
—Hola Max—titubeo el oji negro.
—Esperamos no haberlos echo esperar —dijo "Rojo" tranquilamente al recargarse en la entrada.
—P-Para nada —trago duro —, R-Rojo...—
Ambos chicos sonrieron internamente al notar como sus humanos tenían el rostro rojo, sabían que estaban logrando algo y apenas estaban comenzando.
—Entonces —rompió el silencio que se formó —, ¿Qué quieren hacer? —pregunto el oji plateado.
—Ayer por todo lo que paso no pudimos conocernos mejor y...—se sobo el hombro —, Nos gustaría conocerlos más a fondo. —
—Oh, me parece bien Edd. —
Tom entrecerró los ojos, había logrado escuchar en esa respuesta un suave coqueteo, al mirar a su amigo noto como se había puesto más nervioso y podía notar como comenzó a sudar.
Cosa que no le gusto para nada.
No quería que Edd pasara por otro enamoramiento en esos momentos, mucho menos por un chico, apenas se había recuperado de la última ruptura y no quería que todo acabara mal de nuevo o mucho peor, estaba a punto de aventarse encima de él hasta que la voz amigable y alegre del peli naranja hiso presente en su pequeña charla.
—¡Esto será divertido! —tomo sus manos —, ¿Verdad Tom? —
—S-Si...—trago duro.
Toda la ira del de sudadera azul desapareció por completo al sentir las suaves y cálidas manos del chico pecoso, al mirarlo a los ojos sintió su rostro enrojecer como un tomate y su corazón comenzó a latir fuertemente.
—¿Entonces que estamos esperando? —dijo "Rojo" alegre —, ¿Verdad Edd? —
El mencionado tembló al sentir el brazo del chico alrededor de su cuello, aun sonrojado y sorprendido por la acción, no tardo ni un segundo para que una aroma sumamente embriagante de una loción lo golpeara fuertemente, él no era un chico que usara lociones y por primera vez en su vida le gusto realmente el aroma de uno, el que estaba usando "Rojo".
Mientras Tom guiaba a "Max" hacia la sala, "Rojo" cerró la puerta para caminar junto con Edd. En cuanto los cuatro se sentaron en los sillones comenzaron a hablar.
Laurel los estaba viendo desde las sombras de la casa y al ver como los dueños de las mascotas estaban felices y nerviosos no puedo evitar sonreír, estaba muy feliz de que Tord y Matt estaban cumpliendo su palabra de hacer feliz a sus humanos.
Así fueron varios segundos hasta que decidió irse como si fuera un espejismo.
—Entonces te gusta dibujar. —
—Sí, mucho para ser sincero Rojo—sonrió —, Aunque aquí no tengo mis dibujos...—
—Descuida —palmeo su hombro —, Ya llegara un momento en donde me quieras enseñar tus obras de arte. —
Edd perdió la cuenta de las veces que se sonrojo por ese chico, se había sentido tan alagado por haber escuchado que sus dibujos fueran obras de arte.
—N-No es para tanto —agacho la cabeza—, Son solo dibujos. —
—Aun así es arte —tomo su mano —, Y estoy seguro que los haces de forma hermosa y maravillosa. —
El castaño de sudadera verde no dijo nada, en cambio no pudo dejar de mirar esa mano que estaba apretando la suya, podía sentir una extraña y sofocante calidez en sus palabras y sintió varias emociones salir.
—T-Tengo unas capturas de mi comic en mi celular. —
"Rojo" tuvo que soltar la mano de su humano para dejarlo sacar su artefacto un poco desactualizado, gracias a los conocimientos que Laurel le dio sabía muy bien que el celular de su humano ya era de hace cinco años atrás, antes de que el naciera.
La idea de comprarle uno nuevo no paso por desapercibido.
—Mira —dijo Edd al abrir la galería.
"Rojo" se inclinó un poco y con mucho asombro notó como la primera fila del comic estaba tan bien dibujada que incluso pareciese que fuera de un comic de algún centro de revistas.
—Increíble...—silbo —, Realmente sabes dibujar Edd. —
—Gracias Rojo —desvió la mirada.
—Me gustaría que me enseñaras a dibujar...—
—¿E-Eh? —
—¿Si puedes? —sonrió —, Me gustaría aprender de alguien tan bueno como tú. —
—C-Claro que puedo...—
—Genial. —
Mientras ellos dos se ponían de acuerdo en eso, los otros dos se encontraban hablando como si estuvieran solos en la habitación.
—¿Entonces sabes tocar la guitarra? —aplaudió entusiasmado —, ¿Y eres bueno? —
—No es por presumir pero...—sonrió orgulloso—, Soy alguien muy bueno. —
—Eso es genial —tomo sus manos —, ¿Un día podrías tocar para mí? —
—C-Claro que si...—
"Max" sonrió al ver como su humano había sonreído de forma graciosa, como si tuviera sueño. Algo que lo dejo sumamente feliz y emocionado.
—¿Desde cuándo comenzaste a tocar? —
—Desde los seis años. —
—Vaya, ¿Tan joven? —hablo sorprendido.
—Larga historia...—se mordió el labio —, Mi familia en ese entonces tenía muchos problemas...—
Tom sintió la garganta cerrarse, la mitad de su vida fueron varias peleas en su hogar por parte de sus padres y el único lugar en donde se sentía seguro era en la habitación de su hermana mayor Tamara, el cual ella en ese entonces no se encontraba en casa por sus estudios.
—Descuida —acaricio su mejilla —, Viendo tu rostro sé que no es un tema que quieras hablar, y lo entiendo. —
—Gracias...—
El oji negro no pudo evitar tomar esa mano cálida que tocaba su mejilla, la última vez que alguien le había hecho eso fue su hermana.
●▬▬▬▬▬▬▬▬ Tiempo Después ▬▬▬▬▬▬▬▬▬●
—Listo —sonrió —, Mi pollo asado esta listo. —
Ringo junto con Tord miraron la gran ave cocinada, ambos se lamieron los labios inconscientemente.
—Descuiden —dijo risueño —, Les prometí que hoy les daría una pieza. —
Ambos les brillaron los ojos y como unos pequeños ángeles se sentaron frente a sus platos recién lavados para su gran noche.
Después de haber pasado todo el día con "Rojo" y "Max", Edd junto con Tom terminaron bastantes hambrientos y el de sudadera verde no dejaba de estar emocionado por las futuras clases de dibujo que le enseñaría a su nuevo amigo.
«Realmente está muy feliz. »
«Lo sé »sonrió orgulloso «, Todo gracias a mí, hermanito. »
«Si, si, si »rodo los ojos «, Solo me pregunto cuanto a durar tu farsa de ser Rojo, Tord. »
«Solo hay que saber jugar bien las cartas. »
«¿Qué? »arqueo una ceja.
«Cartas, un juego de mesa. »
El gato lo miro curioso.
«Lo que luego juegan los humanos... »bufo al ver que seguía sin comprender «, Olvídalo. »
«Hermano... »hablo serio «, Sé que ahora eres mitad humano y me alegra saber de qué tu sueño se cumplió para poder cuidar de Edd »pauso «, Pero... solo es cuestión de tiempo para que Edd y Tom lo descubran, ¿Siquiera has pensado como reaccionarían?»
El de ojos plateados abrió los ojos como platos, nunca se había preguntado eso.
«Al juzgar por tu rostro yo diría que no »negó con la cabeza «, Solo espero que todo salga bien.»
—Una pierna para cada quien —coloco las piezas —, Y un poco de puré de papas mezclado con atún especial para ustedes. —
Los dos gatos ignoraron por completo la comida por la pequeña charla, aunque Edd no lo notó puesto que después de servirles se comenzó a servir su parte.
El castaño estaba sumamente alegre, ese chico de ojos plateados con sonrisa socarrona lo hiso sumamente feliz a pesar de apenas conocerlo, al mirar por la ventana logro ver a la distancia a su amigo igualmente feliz con Matt.
La suave lluvia no dejaba de caer en toda la gran ciudad y la mayoría de familias se encontraban ahora en sus hogares cenando, pero en el caso de Edd y Tom, se encontraban con sus amigos peludos, los cuales consideraban familia.
«¿Hasta cuándo piensas decirle Tord? »
«No lo sé »miro su comida «, Realmente no lo sé hermano.»
«Eres alguien muy inteligente hermano »comenzó a comer «, Estoy seguro que encontraras la forma de hacerlo, aunque será mejor que sea en cuanto Edd ya tenga plena confianza en Rojo. »
«¿Tú crees? »
«Claro. »
Al terminar de hablar Tord empezó a comer deleitándose de inmediato con la comida. Edd sabía cocinar muy bien y cuando tenía días libres lograba cocinar algo en su hogar, gracias a sus vacaciones casi todos los días lo hacía, mantenía la casa algo caliente y además daba un ambiente sumamente tranquilo.
Edd no dejaba de mirar a sus dos amigos peludos, estaba feliz, muy feliz.
Tord junto con Ringo no dejaban de tener sus mejillas un poco rosadas por la comida cálida, amaban la comida que Edd les daba, nunca los descuido, siempre los mantenía limpios, desde que eran recién nacidos.
Esa es una de las tantas razones por la cual Tord sentía algo por su humano, su sonrisa, su humildad y bondad eran unas, pero lo que más le gustaba al gato de Edd, era que siempre trataba bien a todos a pesar de la situación.
Además les daba un cariño sumamente especial, agradecían de qué Edd los adoptara para que fueran su familia.
Al acabar de comer, Edd lavo todos los trastes que ocupo y arreglo un poco la cocina por el desorden que hiso al cocinar.
—Listo —se secó las manos —, ¿Quieren dormir o quieren ver una película? —
Los dos gatos alzaron su cola como bandera y rápidamente caminaron hacia él para pararse en dos patas y poder recargarse en sus piernas, Edd sabía muy bien cuál fue la respuesta.
Mientras el castaño de sudadera verde preparaba algunas botanas, Tord junto con Ringo fueron con pasos tranquilos hasta la habitación de Edd en donde lo esperarían en la cama.
Los dos gatos no tuvieron que esperar mucho, al escuchar el sonido de los escalones comenzaron a menear sus colas de un lado a otro con el ritmo de los pasos. Edd al entrar no pudo evitar reír para sí mismo, le encantaba la forma en que sus dos amigos lo esperaban.
En cuanto coloco sus cosas en su mesita de noche tomo su control remoto para poder poner una película y disfrutar de la compañía de sus amigos peludos.
La película fue de fantasía con extraña mezcla de acción, la película duro casi dos horas pero en ese tiempo Edd ya se había quedado dormido al igual que dos gatos, aunque Tord se despertó por el fuerte ruido de un trueno.
No tenía miedo, en primera porque no diferencio bien el sonido y en segunda porque estaba pegado a su humano que lo hacía sentir seguro.
La lluvia había comenzado a caer de forma brusca y Tord al ver a Edd temblar del frio no dudo ni un segundo en jalar la cobija y poder acobijarlo. Checando que todo estuviera en orden, estaba a punto de volver a dormir hasta que miro detalladamente el rostro de su humano, esos labios rosados y carnosos estaban totalmente expuestos para él.
Al comprobar que se encontraba totalmente dormido, cerró sus ojos para volverse humano de forma rápida.
Ya estando totalmente transformado no pudo evitar unir sus labios con el castaño que daba pequeños y suaves suspiros, al ser un beso algo pequeño y rápido Tord no tuvo tiempo de disfrutarlo.
—Te amo Edd...—susurro al acariciar su rostro —, Te amo como nadie lo ha hecho. —
Su rostro se enrojeció enormemente por lo que acaba de hacer y sin miedo enrollo sus dedos en el cabello sedoso de Edd, el castaño chocolate del humano le gustaba tan mal, brillaba mucho por la luz y su aroma natural lograba deleitarlo por completo.
Al ver que su humano comenzó a moverse, no dudo ni un segundo en volverse a su forma original para evitar ser descubierto, con movimientos algos lentos camino hasta quedar en su regazo para poder dormir en forma de rollito.
«Buenas noches Edd »dijo cansado.
Tord no se había dado cuenta pero Laurel se encontraba flotando en la ventana mirando la escena.
«Oww esto es tan lindo »coloco ambas manos en su rostro «, ¿Cómo estará Matt? »
Al cambiar de casa sonrió al ver por lo que vio, Matt y Tom estaban abrazados mientras dormían y la única luz que había en la habitación era el de la mesita de noche. Laurel solo miro la escena unos pocos segundos antes de chasquear los dedos para apagar la luz.
—El amor...—suspiro con anhelo —, Tantas formas de expresarlo y decirlo...—
La chica de cabello azul se fue elevando en el cielo mientras las gotas de agua la rodeaban dejándola completamente seca.
Laurel comenzó a volar como si se tratase de un súper héroe hasta llegar a la gran ciudad y quedar encima de una torre de telecomunicaciones, la gran ciudad de noche se veía sumamente hermosa desde ahí.
Al recargarse en el barandal chasqueo los dedos haciendo que varios y pequeños portales la rodearan, todos mostraban personas con sus parejas, algunas se estaban besando y otras estaba durmiendo.
Sin poder evitarlo comenzó a cantar su canción favorita mientras hacía que la lluvia callera de forma suave y pacífica.
Los portales más destacables eran sobre Karen, Eric, Jacob, Linda, Paul y Patryck, todos con sus parejas y felices. Aunque logro desaparecer cada uno de ellos al chasquear los dedos y dejar únicamente a Tord con Edd y Matt junto con Tom.
—Ustedes pueden lograrlo chicos —suspiro —, Solo deben encontrar la forma de expresar su amor...—
—Siempre tan, pero tan cursi. —
—Ugh...—quito su sonrisa —, ¿Qué no te cansas de arruinar los bellos momentos? —desapareció los portales.
—Laurel...—
—Nop—cruzo brazos —, No me importa. —
—Sabes que nuestra madre se molestó contigo por convertir a esos animales en humanos ¿Y aún así lo vuelves hacer? —
—Deja de molestar —pauso —, Daniel. —
El chico de cabello arcoíris suspiro, al jalar su cabello hacia atrás se recargo en el mismo barandal para ver el paisaje.
—Sigues teniendo una bonita voz hermana. —
—Obviamente —rio —, ¿Cómo te va? —
—Más o menos —se estiro —, Mi trabajo se ha puesto algo complicado últimamente. —
—¿Y eso? —
—Ya sabes cómo son los humanos —frunció el sueño —, Casi siempre fingen ser alguien para agradarle a alguien. —
—No lo niego...—suspiro —, Tarde o temprano la cara de la otra moneda va hacer aparición. —
—Exacto —miro la luna —, ¿Por qué los ayudas? —
La chica de cabello azul sonrió de oreja a oreja.
—Es fácil...—chasqueo los dedos —, Tord y Matt realmente aman a sus humanos, quieren hacerlos felices, quieren salvarlos de la soledad y estoy dispuesta a todo para ayudarles. —
Daniel miro los dos portales, las imágenes de los animales con sus dueños no dejaban de pasar en secuencias como si se tratase de una película.
—Laurel...—negó con la cabeza —, ¿Acaso no vez que ellos dos adoptaron a esos animales por una causa? —
—Lo sé...—se mordió el labio —, Pero aun así no pude evitarlo hermano, tengo fe en que ellos dos lograran cambiarlos. —
—Solo no cometas mi error hermana —suspiro —, No me quiero imaginar lo que podría pasar si Tord y Matt descubren por completo como son los humanos, ellos dos están segados creyendo que todos son buenos. —
Silencio.
—Si Edd y Tom no los aceptan lo más probable es que los corran. —
—N-No creo que ellos dos sean capaces de hacer eso con Tord y Matt. —
—Tú no lo sabes Laurel —saco un caramelo —, No lo sabes —hablo al ponerlo en su boca —, Si eso llegara a pasar no me quisiera imaginar su futuro —pauso —, O el peor de los casos, terminen acabando con sus vidas. —
—¡No les pasara nada! —saco una paleta de hielo —, No pasara nada —suspiro.
—Podemos ir con nuestra madre para que nos muestre el futuro de ellos. —
—No —hablo secamente —, No quiero saber que podría pasar, quiero ver como sucede todo con mis propios ojos. —
—Entiendo —se encogió de hombros —, Como sea, es tu problema, no mío—carcajeo —, Tengo que irme Laurel, tengo que guiar esas pobres almas al más allá. —
—Buena suerte —hablo sin importancia —, Trata bien a los niños. —
—Eso siempre hago —dijo ofendido al chasquear los dedos.
Un portal del tamaño de una puerta apareció atrás de ellos de color arcoíris.
—Bye, bye. —
La chica ignoro por completo la voz inglesa de su hermano para seguir mirando los dos pequeños portales del tamaño de una libreta.
—Sé que pueden...—sonrió —, Solamente tienen que intentarlo. —
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