Capítulo 22
—No lo puedo creer —sollozó de alegría—, Por fin reparamos todos los recuerdos. —
Ringo con lágrimas en los ojos empezó a caminar entre las calles en donde Matt vio por última vez a su hermano mayor Tord.
—Si... —sonrió —, Por fin después de casi tres meses. —
—Tal vez fue mucho tiempo Edd—dijo Laurel—, Pero Tord por fin estará de vuelta con nosotros.
Edd dio un pequeño suspiro de alegría, esos tres meses fueron largos y el británico de sudadera verde simplemente se había enamorado más de Tord al ver sus recuerdos.
Nunca esperó ver todo el esfuerzo que puso sobre la mesa para aprender a ser un humano, jamás esperó que Tord junto con Matt se esforzaran tanto como para hacerlo feliz al igual que a Tom.
Ahora todo quedó claro; las salidas en las tardes, las veces en las que "Rojo" y "Max" desaparecían por completo y no contestaban por el celular e incluso cuando ambos los habían invitado a una cena a su hogar y cada vez que volteaban estaban en su forma humana o animal.
Sin duda alguna al verlos sufrir para hacerlos felices les dio a entender que tenían que valorarlos más.
En especial cundo ambos semi humanos se habían dividido para que sus partes animales y humanas estuvieran en la misma habitación al mismo tiempo.
Edd cambió durante ese tiempo en ver los recuerdos de Tord, su determinación en proteger ahora a Tord se convirtió en su prioridad número uno.
Aunque no podía negar que ahora más que nada deseaba sentir los brazos cálidos del oji plateado alrededor de él, al igual que su primera vez en la playa.
Primera vez que por cierto tuvo que repetir.
Para desgracia de Matt, Tom, Ringo y Laurel tuvieron que escuchar los gemidos y gritos de placer por parte de ambos ya que ninguno podía salir del recuerdo hasta que terminara.
Pero no todo es miel sobre hojuelas.
En varios recuerdos de Tord lograron volver a ver a ese extraño sujeto de prendas negras.
Además de que al mismo tiempo fue el que sedujo a Edd para que intentara suicidarse tras haber terminado con su novia, fue el mismo el que sedujo a Eduardo y a sus amigos para intentar matar a Tord y a Edd en la carrera.
Él es el causante de que todos descubrieran el secreto de Matt por las cámaras.
Él es el causante de todos los problemas que le habían sucedido a Tord.
Incluso ayudó para romper su mente, aunque obviamente ninguno de esa organización criminal se dio cuenta.
Ese sujeto resultó ser el tío de Laurel, un ser que se consumió en la oscuridad y él lo único que quiere hacer es caos en la humanidad ya que les tiene un odio puro.
Los odia tanto que prácticamente los quiere extinguir de la tierra y a todos los animales domesticados que los siguen.
Y eso los llevó justamente hasta donde estaban ahora, en el recuerdo en donde Tord fue secuestrado.
—Tenemos que tener cuidado chicos. —
—¿Por qué Laurel? —
—Ya viste lo que ha hecho mi tío, dudo mucho que nos deje en paz —dijo mientras sacaba de su mochila un extraño gancho con cuerda.
—¿Y eso? —preguntó Tom extrañado —, ¿Vamos a escalar una montaña? —
Antes de que alguno intentara pensar para que sirviera ese gran gancho que normalmente los usan en películas y series para subir a edificios, Laurel dejó de caminar.
—Llegamos. —
Todos fruncieron el ceño y en especial Matt al ver que en donde se encontraban era justamente por donde Tord fue secuestrado.
—¿Laurel? —
—Chicos —ignoró a Matt —, Voy hacer algo que no les gustara para nada —volteó —, Pero necesito que confíen en mí. —
—¿Laurel? —
—¿Confían en mí? —
Los cuatro chicos se quedaron totalmente callados y compartieron miradas mutuas antes de volver a verla para asentir la cabeza.
—Confiamos en ti Laurel —dijo Edd —, Pero queremos saber que vas hacer ya que prácticamente estamos en donde comenzó todo. —
—Exactamente Edd... —
Laurel de forma sorpresiva golpeó la palma de su mano izquierda con su puño derecho para de esa forma hacer un extraño sonido como al del fuego quemando.
De forma sorpresiva sacó de su palma izquierda una gran espada con flamas azules con la empuñadura justamente dentro de su puño derecho.
—¡¿Laurel?! —
Todos creyeron que la gran bruja los había traicionado y estaba a punto de matarlos, pero la gran chica enterró su espada en el suelo.
—Hora de eliminar...—
La gran calle del recuerdo se partió a la mitad, las flamas salieron del gran hueco como si de un terremoto les hubiese separado y en cuanto las dos partes empezaron a dejar un gran hueco la gran bruja guardó nuevamente su espada con un chasquido.
Con sus manos dentro de dos grandes flamas azules, Laurel apuntó hacia la parte en donde la camioneta desaparecía de la vista de todos con Tord abordo.
—¡Eliminar! —
Gritando esas palabras, las grandes flamas salieron disparadas de sus palmas y todo el resto de ese recuerdo junto con las torturas que Tord sufrió fueron quemándose, quebrándose.
Para dejara de existir.
La destrucción fue tanta que solamente quedó un mundo totalmente blanco con varias cenizas negras y con tres extrañas islas en forma de triángulo.
Si bien la forma de esas islas era sumamente extraña, el tamaño que tenían lo era más.
La primera isla era más grande, tenía el tamaño como al de una cama matrimonial, la segunda parecía tener el tamaño de un sillón individual y finalmente la tercera tenía el tamaño al de una almohada.
—Ahora —volteó —, Este es el último recuerdo de Tord. —
—¿U-Ultimo? —tartamudeó Ringo —, ¿Q-Qué hay de cuándo despierta? ¿O-O cuando lo torturan?
—Los elimine, si yo los hubiese dejado Tord podría tener un trauma —cruzó los brazos —, Si ustedes estuviesen en su lugar, ¿No querrían que les borraran esos recuerdos traumáticos del dolor y sufrimiento? —
—Buen punto... —dijo Tom —, ¿Y que son esas extrañas rocas flotantes? —
—Esos son el punto de partida, ósea... —volteó —, El pequeño motor que almacena los recuerdos. —
—¿Almacena? —arqueó una ceja —, ¿Y cómo? —
—Veras Edd —dijo mientras empezaba a girar el gancho de tres picos —, Esas tres islas en forma de triangulo deben estar juntas para que los nuevos recuerdos de Tord se guarden.—
—¿Cómo si fuera un lápiz y dibujara en papel? —
—Algo así, el chiste es que ahora que destruimos esos recuerdos dañinos tenemos que volver a unir esas islas para que ahora en adelante pueda crear nuevos recuerdos. —
Al asegurar que el gancho estuviera muy bien sujetado en la isla más pequeña, Laurel junto con los demás empezaron a jalar.
Tom, Edd, Ringo y Matt estaban bastante sorprendido de que a pesar de que los cinco estaban jalando la gran cuerda para mover la pequeña isla no lograban moverla ni un poco.
—E-Esto no funciona...—gruñó Tom.
—Tienes razón... —suspiró —, Supongo que tendré que usar algo de magia para esto. —
Todos dejaron de jalar la cuerda al escuchar eso y Laurel con algo de precaución sacó de su bolsillo un polvo azul para frotarlo un poco en la cuerda.
Tras haber frotado ese polvo todos notaron como la cuerda cambio de su color natural a uno azul.
Estaban a punto de ponerse en marcha con la cuerda hasta que una risa bastante siniestra y sarcástica logró poner a los cinco con la piel chinita.
—Divertido e inesperado y que gran hazaña tienen para salvarlo—aplaudió —, Aunque al mismo tiempo fue muy estúpido de su parte en venir en esta zona tan peligrosa. —
Todos voltearon de forma brusca y vieron con asombro como el mismo sujeto encapuchado se encontraba arriba de un edificio con sus mismas prendas oscuras de cuero.
—Mierda...—susurró—, ¡¿No te cansas de fastidiar tío?! —
—Laurel —sonrió —, Mi dulce y tierna sobrina —volvió a reír —, Que alegría volverte a ver, ¿Cómo están tus padres y tu hermano? —
—Como si en verdad te importara. —
—Tienes razón... —cruzó los brazos —, Realmente no me importa saber como están. —
—Dudo mucho que te importe algo. —
—No me conoces...—
Para sorpresa de los cuatro chicos el sujeto encapuchado empezó a quitarse su capucha para que de ese modo revelara su rostro. Al hacerlo, fueron recibidos por un sujeto de no más de veinticinco años.
—Veo que sigues teniendo esa cicatriz que te dejó mi padre, tío Rex. —
Rex tenía un cabello de afro firmemente sujetado por una liga gruesa que lograba que su cabello estuviera en forma de cola de caballo, sus ojos eran de color amarillo y su piel era algo morena.
Lo que más llamaba la atención de este era la gran cicatriz que tenía en la mejilla derecha.
—Y veo que tú no has perdido tu sentido del humor...—
Terminando de decir esas palabras las luces de la calle se apagaron, el viento empezó a moverse de forma brusca, los relámpagos de las recientes nubes formadas empezaron a chocar con diferentes cosas; arboles, autos, lámparas e incluso con las personas artificiales de los recuerdos.
—¡¿Estás loco?! —gritó —, ¡Alterar los recuerdos es muy peligroso para todos los que estamos dentro de la mente de alguien! ¡Incluso para nosotros dos! —
Rex simplemente comenzó a reír como un maniático y tomando por sorpresa a todos, varios trozos de vidrio salieron atrás de él y al alzar los brazos automáticamente salieron disparados hacia su dirección.
Edd junto con los demás chicos sonrieron confiados e hicieron creer en sus mentes que esos vidrios no eran reales.
Pero para su sorpresa de los cuatro Laurel con un empujo de aire los alejo de dichos vidrios, haciendo que esas cosas afiladas se destruyeran en el suelo.
—¿Por qué hiciste eso Laurel? —dijo Matt al levantarse —, Se supone que no nos pueden hacer daño si no...—
—¡Todo lo que él haga es real! —gritó al sacar su espada —, ¡Ustedes encárguense de jalar las pequeñas islas! —
—Oh ¿Así que te enfrentaras a mí? —rio —, Que bien mi joven sobrina. —
Laurel prendió con fuego a su espada y en cuanto Rex sacó de sus manos dos extrañas espadas de energía muy parecidas a los de star wars ambos se lanzaron contra el otro.
El sonido de sus golpes lograba que los vidrios del lugar se rompiera, rayos de color azul cayeran del cielo y flamas del mismo color salieran de grietas del suelo.
Edd junto con los demás evitaron todo ese tipo de peligros y con mucha velocidad se fueron corriendo para sujetar nuevamente la cuerda.
—¡Jalen! —
Edd no tuvo que repetir la palabra y que todos al unísono empezaron a jalar y gracias a la magia que Laurel coloco en la soga llegaron a mover un poco la primera isla.
Aunque con algo de dificultad claro está.
Pero mientras ellos estaban ocupados en acomodar esas islas en el vacío blanco, Rex y Laurel de no dejaban de pelear en el aire.
Su pelea entre espadas era sumamente majestuosa, digna como la de una película de ficción y fantasía.
Rex con un gran movimiento dio una patada en el pecho de la chica y logró que esta se estrellara con un puesto de periódicos.
Aprovechando que ella estaba aturdida empezó a girar como un taladro y al tener su sus brazos extendidos se lanzó directamente hacia ella para intentar cortarla en varios trozos.
Y eso estuvo a punto de hacer hasta que una gran flama azul salió de las innumerables grietas.
—Que tonterías —dijo al destruir la flama —, Tu junto con tu familia son una deshonra. —
Mientras él decía eso Edd junto con los demás lograron unir las dos primeras islas y solamente les faltaba unir la última junto con el suelo de esa media ciudad destruida.
—La raza humana es un parasito para nuestro querido planeta tierra —habló con odio mientras guardaba sus armas de energía —, Lo único que quiero es extinguir este parasito para que toda la naturaleza junto con la vida silvestre viva en paz y armonía ¿Es que no lo entiendes Laurel? —
La chica con algo de dolor lo miró.
—Únete a mí —extendió la mano —, Tu más que nadie sabe que lo que digo es verdad, podemos evitar que la naturaleza junto con sus especies siga sufriendo por la raza humana...—
—S-Sabes que jamás haría eso...—
—Oh...—murmuró al retirar su mano —, Entonces es una pena que tenga que desarme de ti querida sobrina —sonrió —, No te preocupes, le diré a tu familia que moriste con honor al tener poco poder...—
La chica de cabello azul al ver como Rex sacó nuevamente sus armas sabía muy bien que era su fin.
En cuanto su familiar alzó su primer brazo para prepararse para el golpe final, fijó su mirada hacia atrás de él para sonreír de oreja a oreja al ver como Edd con los demás unió las tres islas con el suelo del último recuerdo.
—¡Todo esta listo Laurel! —gritó Ringo al voltear —, ¡L-Laurel! —
—No te preocupes Ringo — dijo Rex con una sonrisa —, En cuanto acabe con ella serás el siguiente al que matare para que tu alma descanse lejos de ese horrible cuerpo humano.—
Todos gritaron un fuerte "No" al ver como este bajó su brazo con esa extraña arma de energía.
Todo pareció detenerse.
Laurel cerró los ojos aceptando su destino mientras Rex los cerraba para disfrutar de la sensación de matar a alguien.
La fría mano áspera y de diferente tono del sujeto bajó completamente y los rayos azules de las nubes quedaron suspendidos en el aire al igual que las flamas del mismo color.
Terminando de hacer eso, todo volvió a la normalidad.
Las flamas desaparecieron, los relámpagos pararon y las nubes grises se fueron esfumando mientras las luces de la calle se fueron encendiendo.
Todo eso sucedió mientras Rex sonreía de oreja a oreja creyendo que había matado a la hija de su hermano.
Pero al no sentir el frio líquido en su mano no tuvo de otra que abrir los ojos.
—¡¿E-Eh?! —tartamudeó sorprendido.
Laurel abrió los ojos y Edd junto con los demás se quedaron boquiabiertos por lo que estaban viendo.
Frente a Laurel se encontraba Tord, un Tord con ojos de color carmesí y con sus prendas totalmente rojas.
—¡¿T-Tú?! —
Rex sorprendido de ver al chico sosteniendo su brazo con ambas manos no dudó ni un segundo en intentar matar al chico de ojos rojos con su otro brazo.
Pero antes de que esa extraña arma azul tocara el cuerpo de Tord, otro Tord exactamente igual salió del árbol de al lado como si fuese un fantasma para detener su otro brazo.
—¿Q-Qué esta pasando? —dijo sorprendido.
Laurel estaba totalmente sorprendida, jamás había visto o escuchado de que alguien en su propia mente creara entidades sólidas para detener a los huéspedes.
Rex estaba a punto de decir algo hasta que de la nada, otro Tord apareció del cielo para darle una fuerte patada en el rostro.
Los dos Tord que lo estaban sujetando lo soltaron por el fuerte golpe.
Todos vieron con asombro como Rex salió disparado hasta el supermercado que estaba atrás de él.
—¿L-Laurel? —
—T-Tampoco sé que está pasando R-Ringo...—dijo con dificultad —, Aunque pareciesen ser algún especie de anti cuerpo... ¿Cerebral? —pausó —, No sé en realidad que esté pasando pero parece que todo fue gracias a que ustedes unieron nuevamente el punto de partida en la cabeza de Tord. —
Rex al salir de su pequeño aturdimiento no tardó mucho en que su ira lo consumiera y con un gran estallido saliera de la tienda con sus armas nuevamente encendidas dispuesto a matar a los tres Tord.
Pero en cuanto estuvo a punto de atacarlos, otros tres clones salieron del suelo y como si hubiesen ensayado para una película de acción los tres lo golpearon al mismo tiempo con una patada en el rostro.
Dos de los clones le aplastaron el rosto a los costados mientras que el tercero le golpeó fuertemente el rostro, haciendo que toda la suela de sus zapatillas se quedara marcada en el rostro de Rex.
—Wow...—dijo Tom —, Esto es inesperado...—
—E-En realidad yo creo que eso es más inesperado Tom...—dijo Ringo mientras señalaba los techos.
Todos a excepción de Rex voltearon hacia arriba y vieron con asombro como había varios Tord exactamente iguales. Todos tenían ojos color carmesí, prendas rojas y sin alguna emoción en el rostro.
Como si fuesen robots.
Si ellos no eran suficientes entonces los Tord en su forma animal si lo eran junto con sus versiones semi humanas y semi animal.
—Dios parecen clones —dijo Edd en cuanto notó como varios empezaron a salir del suelo como fantasmas.
Rex al darse cuenta de que estaba rodeado no tuvo de otra que empezar a disparar flamas de fuego desde sus manos para intentar erradicar a todos las extrañas entidades.
Todos los Tord humanos, gatos y semis humanos con gato se abalanzaron contra él para atacarle.
—¡Laurel! —
Los cuatro chicos y en especial la mencionada voltearon hacia arriba para ser recibidos con la presencia de su hermano de prendas de diferentes colores junto con su padre con traje de oficina.
—Daniel... papá. —
Mientras su padre le ayudaba a levantarse, su hermano sacó de sus palmas una gran espada exactamente igual a la de su hermana.
—¿Cómo es que...?—
—¿Acaso olvidaste que tu madre sabe cuándo estas en peligro? —respondió su padre.
—Oh... —rio —, Si, si lo olvide papá. —
—¿Me puedes decir que es esto Laurel? —preguntó Daniel al ver varios Tord peleando con Rex.
—Créeme, no tengo ni la menor idea. —
El padre de los dos brujos se quedó en total silencio para simplemente presenciar la feroz batalla entre los miles de Tord y su hermano menor.
—La conciencia de Tord detectó a Rex como un veneno —sonrió —, ¿Alteró un poco los recuerdos del chico Laurel? —
—S-Si... —pausó —, Aunque no pasó nada cuando yo destruí unos recuerdos papá. —
—Lo que pasa Laurel es que tú los destruiste cuando el punto de partida aún no estaba conectado —dijo al ver las tres pequeñas islas conectadas —, Al juntarlas detecto a Rex como una amenaza. —
—Dios ¿Tanto poder tiene la mente de una persona? —dijo Tom con el ceño fruncido.
—Chico —lo miró —, El poder está en la mente...—
—Bueno como sea —dijo Daniel —, Hora de acabar con esto. —
El chico de cabello arcoíris se posiciono con arma en manos y que en cuanto vio la oportunidad de atacar no la desaprovechó.
Rex estaba tan enfocado en destruir a las múltiples manifestaciones de Tord que no se había dado cuenta en que momento había llegado su hermano y su otro sobrino.
Aunque al final se dio cuenta al sentir la caliente espada en su espalda.
Edd junto con los demás chicos creyeron que lo habían matado hasta que Daniel dijo unas palabras en otro idioma y sacó de sus bolsillos un pequeño frasco como al de las lociones.
Rex empezó a gritar de dolor mientras se iba iluminando como si él fuese un foco vivo. La luz que este desprendía era tal magnitud que dejó a todos cegados durante varios segundos hasta que desapareció dentro del pequeño frasco.
—Que rara forma de acabar con el malo —dijo Tom cruzando los brazos.
—Me recordó a una película... —continuó Edd.
Daniel al agarrar el frasco aseguró de que la tapa estuviera muy bien colocada y mientras él hacia eso todas las entidades de Tord empezaron a desaparecer en el suelo como si la arena movediza se los estuviese tragando lentamente.
Aunque entre todas esas entidades había una el cual estaba frente a Edd dándole la espalda.
Al girar, miró atentamente sin emoción a Edd directamente a los ojos y este último simplemente se puso nervioso por esa mirada tan penetrante.
Antes de que intentara decir algo, la última entidad desapareció como si fuese niebla.
—Okay... —tembló —, Eso fue perturbador. —
Todos asintieron al estar de acuerdo con Edd por lo que acababa de pasar.
—¿Murió el chico malo? —preguntó Matt llamando la atención de Daniel.
—Rex es inmortal —suspiró —, Lo único que podemos hacer es encerrarlo durante varios años —mostró el frasco —, Para que él se libere de esta pequeña prisión ustedes ya no estarán vivos en este mundo. —
—¿Enserio no pueden hacer algo más para mantenerlo encerrado para siempre? —
—¿Edd cierto? —preguntó el señor mientras lo miraba.
—S-Si señor. —
—Veras chico, mi hermano es muy fuerte —miró el cielo —, Me atrevería decir que es más fuerte que yo pero simplemente lo vencemos por numero —sonrió —, Las entidades de tu mascota ayudaron mucho y por lo que veo salieron justamente en el momento oportuno. —
—T-Tord ya no es mi mascota...—
—Sé que tuvieron complicaciones desde la última vez que nos vimos —dijo al caminar hacia él —, Pero estoy seguro que por todos los recuerdos que viste Tord, él estaría siempre dispuesto para ser tu mascota o para algo más... —arqueó una ceja.
—Al igual que esos dos —señaló.
Ringo y Matt con el rostro enrojecido desviaron la mirada por las palabras de Daniel.
—Supongo que ya terminamos aquí Laurel...—
—Creo que si Edd...—suspiró.
Laurel con algo de dificultad chasqueó los dedos.
[...]
Tic, tac, tic, tac.
El sonido del reloj era sumamente profundo y monótono en la habitación.
Todos abrieron los ojos algo aturdidos y mientras se intentaban recuperar del fuerte dolor de cabeza notaron que la madre de Edd estaba algo asustada por los dos sujetos que habían entrado a su casa por la fuerza.
—¿Sucede algo mamá? —preguntó Edd se tallaba los ojos.
—¿Q-Quiénes son esos? —señaló.
—Mil disculpas señora, mi nombre es Daniel —dijo con gentilidad mientras agachaba la cabeza —, Hermano de Laurel. —
El padre de Laurel igualmente se presentó y como su hijo igualmente agachó la cabeza.
Mientras ellos hacían eso, Edd junto con Ringo y Matt se quedaron justamente mirando el rostro tranquilo de Tord.
En esos tres meses largos se había curado de la bala que le habían extirpado de la espalda y del mismo modo lograron cambiarle de ropa para que no estuviese casi desnudo.
Su cabello había crecido tanto hasta el punto en que empezaba a cubrirle un poco el rostro y sin duda alguna necesitaba su peinado de diablillo para evitar eso.
—¿Ya podrá despertar Laurel? —
—Debería Ringo. —
La sala empezó a llenarse de ruidos por las interminables charlas y mientras Edd le explicaba a su madre todo lo que pasó, Laurel se quedó hablando con su familia.
Todo fue así durante varios minutos hasta que cierto chico de sudadera roja empezó gruñir muy bajamente por el interminable ruido.
—Chicos...—murmuró —, ¿Pueden guardar silencio? —bostezó al sentarse —, Quiero seguir durmiendo...—
Todos dejaron de hablar al escuchar la voz somnolienta de Tord y al girar la cabeza vieron como el chico de ojos plateados parecía estar bastante adolorido y con mirada cansada.
—¡¿Ósea que después de estar dormido tres meses como bella durmiente aun quieres seguir durmiendo maldito idiota?! —gritó Tom molesto.
—Hey...—dijo al bostezar —, No grites... Tom. —
Nuevamente todos se quedaron callados hasta que Tord comprendió las palabras y al mismo tiempo reconoció la voz.
—¿T-Tres meses? —abrió los ojos —, ¡¿T-Tom!? —
Tord no sabía si sorprenderse más por el hecho de ver a todos frente a él junto con un chico que se parecía ser su reflejo o sobre todo el hecho de ver como por la ventana tenía algo de nieve.
—¿Qué a pasado? —gruñó —, Mi cuerpo duele y mi garganta está muy adolorida...—
—Créeme —dijo al sentarse —, Es una larga historia...—
—¿Edd? —susurró sorprendido.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro