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Capítulo 12

—N-No lo sé Rojo —trago duro —, Y-Yo nunca he hecho esto...—

—Tranquilo —rio —, Todo saldrá bien, tu solamente disfruta. —

Edd soltó un suspiro, las cálidas manos del oji plateado estaban adentro de su playera y podía sentir como los pulgares le daban pequeños masajes en las caderas.

Las caricias se fueron extendiendo hasta su pecho y los suaves besos que le daba en su estómago lo hacían temblar de la sorpresa. Eso era algo nuevo para él.

"Rojo" continuo su masaje y sus pequeños besos un buen rato hasta que las prendas del castaño más chico se hicieron estorbosas. Con movimientos rápidos, "Rojo" comenzó a retirar la sudadera verde junto con la playera gris.

Edd estaba sonrojado totalmente del rostro, no podía creer que ahora mismo estaba siendo tocado por un chico, nunca espero que de un día para otro cambiara su sexualidad.

No se quejaba claro está.

"Rojo" dejo de recorrer con sus manos el cuerpo del castaño para dejarlas únicamente en las caderas. Edd estaba a punto de preguntar porque lo dejo de hacer en cuanto un chillido casi afeminado salió de su garganta al sentir como el chico con cabello de cuernos comenzó a jugar con sus pezones con la lengua.

—¡R-Rojo! —

—Shh...—sonrió —, ¿No quieres despertar a los vecinos, verdad? —

La sonrisa seductora del chico solamente hicieron que Edd sintiera su parte baja pulsar, no podía creer que "Rojo" lograra volverlo loco con tan solo su lengua y sus caricias.

En cuanto menos se lo espero, "Rojo" se subió hasta quedar encima de él y sus dos órganos calientes y excitados quedaran pegados, lo único que les impedía sentir por completo la carne del otro eran sus propios pantalones.

—¿Lo estas disfrutando Edd? —

—S-Si...—

Edd no pudo evitar gemir y soltar pequeños jadeos al sentir como el chico de ojos plateados estaba meneando sus caderas para que sus miembros se estimularan más de lo que ya estaban, adentro de sus pantalones.

—R-Rojo...—

—¿Mmm? —

—Por favor —jadeo —, Quiero... quiero...—

—¿Qué es lo que quieres Edd? —

—Quiero, quiero correrme. —

La voz ronca del castaño solamente hiso que el chico de ojos plateados sonriera de oreja a oreja.

—Como desees...—

Edd sintió los labios temblorosos al notar como "Rojo" comenzó a desabrochar sus pantalones. Al bajar los pantalones y su ropa interior hasta las rodillas notó como el chico de ojos plateados ya se había bajado igualmente los pantalones.

El castaño amante de la Coca-Cola mentiría si dijera que no se comió con la mirada el miembro de "Rojo", y este último en cambio sonrió de lado al ver eso.

—¿Qué estas viendo? —ronroneo mientras fingía no saberlo.

—N-Nada. —

—¿Enserio? —cabeceo divertido —, Yo juraba que no dejabas de mirar mi pene Edd. —

El mencionado trago duro.

Tomándolo por sorpresa, "Rojo" junto los dos miembros calientes y palpitantes, junto con sus dos manos, comenzó a masturbar a los dos al mismo tiempo.

Edd simplemente comenzó a gemir, podía sentir como el líquido transparente del chico castaño miel se juntaba con el suyo propio, el calor que radiaba era algo sofocante pero muy excitante.

Las manos cálidas de "Rojo" se movían en un ritmo sumamente placentero para los dos, sin poder evitarlo, "Rojo" se quedó encima de Edd para seguir moviendo ambos miembros juntos.

Sus gemidos se intensificaron, sus cuerpos temblaban. Ambos volvieron a unir sus labios para un beso apasionado.

Edd estaba completamente al merced de "Rojo", al quererlo tener más cerca envolvió sus brazos alrededor del cuello del chico que estaba encima de él.

Ambos movían sus caderas, querían seguir sintiendo ese placer tan nuevo para ambos.

El amante de la Cola tenía la mente nebulosa, el placer que sentía lo volvía loco.

Ambos gruñeron, ambos gimieron en la boca del otro al sentir que estaban a punto de acabar.

Sus respiraciones se volvieron bruscas y al sentir el climax, tuvieron que separar sus bocas para gemir fuertemente al correrse.

La sustancia blanca y viscosa logro manchar por completo ambos cuerpos, en especial al joven Edd al estar abajo.

Sus cuerpos temblaban, sus cuerpos sudaban, se sentían débiles, sus piernas se sentían como gelatinas.

Ellos ya necesitaban eso desde hace tiempo.

En especial Edd.

[☾★ ]

Edd abrió los ojos de golpe.

La alarma de su reloj no dejaba de sonar las molestas campanillas, el sol no dejaba de entrar por la ventana y el canto de los pájaros tenía un ritmo especial.

—V-Vaya sueño...—trago duro.

Sus ojos se abrieron de golpe al sentir algo húmedo, al alzar las cobijas vio cómo su ropa interior junto con su pijama gris estaba totalmente empapados.

Su rostro se puso totalmente rojo al darse cuenta que su primer sueño húmedo lo hiso correrse.

—H-Hora de bañarme —rio nervioso.

Ringo ignoro por completo a su humano para solamente mirar sin emoción a su hermano se encontraba murmurando cosas en su sueño.

No necesitaba preguntarle que estaba soñando en cuando despierte puesto que notó como comenzaba a menear las caderas. Agradecía mucho de que estuviera adentro de las mantas de su pequeña cama.

«Pervertido. »

●▬▬▬▬▬▬▬▬ Tiempo Después ▬▬▬▬▬▬▬▬▬●

—¿Edd? —

—¿Mmm? —

—¿Te encuentras bien? —

—Sí. —

—¿Seguro? —

—Aja...—murmuro.

—¿Y si te digo que tu casa se esta incendiando? —

—Genial. —

Silencio.

—¡¿Qué?! —grito.

—Es broma —rio —, Estas muy distraído. —

—Uh...—se ruborizo —, Lo siento Patryck, soñé algo esta noche y simplemente estoy recordando...—

—Eso suena interesante —dijo al acomodar unos dulces de su estantería —, ¿Y de que trato? —

—Uh...—

«Oh nada, solamente soñé que mi amigo, el chico que me gusta, me estuvo besando todo el cuerpo y comenzó a frotar nuestros miembros hasta corrernos, de ahí nada. »

—Preferiría guardármelo para mí mismo, Patryck. —

—¿Tiene que ver algo con ese tal Rojo? —

—Si...—

—¿Qué cosa dicen de mí? —

Edd no pudo evitar gritar como una mujer.

Patryck en cambio solamente se le cayeron algunas cosas al suelo por el susto.

—¡Rojo! —

—Hola Edd. —

"Rojo" sonrió al levantar sus lentes de sol, dejando a la vista sus ojos plateados tan brillantes.

Los dos chicos se sonrojaron al ver al portador de esos ojos.

"Rojo" tenía puesto una camisa hawaiana de color rojo y blanco, también tenía puesto unos pantalones cortos de color café y unas sandalias amarillas.

Patryck sintió su corazón latir de forma fuerte y Edd en cambio miro con asombro a su amigo. "Rojo" tenía la piel bronceada hasta el punto en que solamente en donde estaban sus lentes de sol tenía otro color.

—Me quede dormido mientras tomaba el sol... —rio nervioso —, Por suerte me puse una crema para el bronceado. —

—¿T-Tu eres Rojo? —

—Si —asintió la cabeza —, ¿Y tú eres? —

—P-Patryck. —

Edd entrecerró los ojos, podría notar muy bien ese sonrojo en el rostro de su compañero.

—Hola Patryck —estrecho su mano.

—¿Y qué sucede Rojo? —dijo Edd interesado.

—Oh —sonrió —, Bueno...—vacilo.

—¿Si? —

—Ya falta poco para que salgas de trabajar hoy, ¿Verdad? —

—Sí, en cinco minutos termina mi turno. —

—Cuando termines, dirígete al estacionamiento — le guiño un ojo  —, Te tengo una sorpresa Edd. —

"Rojo" volvió a colocarse sus lentes de sol y se despido del polaco para después caminar nuevamente hacia la salida.

—¿Un regalo? —parpadeo —, ¿Qué podrá ser esta vez? —

—¿Ye te ha regalado algo Edd? —

—Si —asintió la cabeza —, Mi celular nuevo. —

—Oh cierto...—murmuro al ver el aparato —, Oye, ese aparo si es caro. —

—¿Enserio? —

—Sí, realmente cuida ese celular. —

—No sabía que fuera tan caro...—

Silencio.

—Bueno, te dejo —cruzo brazos —, Paul me dijo que fuera a su oficina en cuanto terminara de acomodar esto. —

El chico de cabello bien arreglado sonrió de oreja a oreja al saber porque le llamo.

—Suerte. —

En cuanto Patryck se fue del lugar, Edd comenzó a limpiar un poco su zona de trabajo con un trapo algo húmedo.

Terminando, miro el reloj que había en una pared. Al ver que su turno había acabo comenzó a dirigirse hacia la sala de empleados para tomar sus cosas.

Estando cambiado y listo, se dirigió a la salida trasera para ir al estacionamiento en donde "Rojo" le había dicho que lo esperaría.

No podía mentir, estaba algo emocionado por saber que regalo le iba a dar su amigo. Al llegar al estacionamiento, giro la cabeza a todos lados intentando buscar el auto del oji plateado.

Pero extrañamente no lo encontró.

—¡Edd! —grito —, ¡Por aquí! —

El mencionado giro la cabeza y miro con asombro como su amigo se encontraba saliendo de un auto verde, se podía notar que el auto era nuevo y de último modelo.

—Vaya —dijo asombrado —, ¿Nuevo auto? —sonrió —, Que envidia Rojo. —

—Gracias —rio —, Pero este auto no es mío. —

—¿No? —cabeceo.

—Nah —se rasco la nuca —, Es tuyo. —

—¿Cómo dices? —

El joven Edd sonrió inocentemente al creer que había escuchado mal, ¿Y cómo no?, una cosa era que te regalaran un celular, pero otra era un auto.

—Ya me escuchaste —volvió a reír al ver su rostro —, Toma. —

Edd quedo en shock en cuanto las llaves del auto cayeron en sus manos.

—Y no hay nada que puedas hacer —saco unos documentos —, El auto está a tu nombre y ya tiene todos los gasto pa-ga-dos—remarco.

El castaño aun estupefacto miro los documentos.

—Solamente necesitas firmas aquí y será tuyo por completo —pauso —, Ah, además tienes que ir este sábado para la prueba de conducción, pero será fácil para ti, digo, ganaste una carrera muy peligrosa. —

Silencio.

—¿Edd? —arqueo una ceja —, ¿Estas bien amigo? —

El mencionado tenía los ojos abiertos como platos, incluso "Rojo" creyó que los ojos de su humano se saldrían. Estaba a punto de volverle hacerle la pregunta hasta que notó como su humano estaba cayendo de espaldas.

—¡Edd! —

Y de un momento para otro, todo se volvió negro.

Negro.

Negro era todo lo que Edd podía ver, sentía que estaba cayendo hacia un vacío sin fondo. Silencio, el silencio que había dejaba mucho que pensar, aunque por cada segundo que pasaba se lograba escuchar algo. Una voz, una pequeña voz que se fue haciendo más clara y más fuerte por el paso de los segundos.

—¿Edd? —

—Ngh...—gimió —, ¿Qué paso? —susurro.

—Estas bien... —suspiro —, Que alivio amigo. —

El castaño parpadeo, su vista se estaba aclarando, por un momento creyó que estaba viendo a Tord por sus ojos plateados, pero al ver el rostro de "Rojo" se dio cuenta de lo que equivocado que estaba.

—¿Rojo? —pestaño —, ¿Q-Qué paso? —

—Te desmayaste. —

—¿Enserio? —

—Sí, creo que darte el auto fue algo sumamente impactante para ti. —

—¿No fue un sueño? —

—Nop —rio —, El auto es tuyo, solamente ve el sábado para conseguir tu licencia de conducir —mostro un cupón —, Este pequeño papelito venía con los documentos del auto, con esto podrás hacer la prueba gratis. —

—Rojo —dijo al borde del llanto —, N-No debiste...—

—¿Y porque no? —sonrió —, ¿Qué no puedo consentir a mis amigos? —

—N-No es eso...—se limpió las lágrimas con su manga —, E-Es solo, es solo que yo eh recibido tantas cosas por ti que no quiero que pienses que solo te quiero por eso. —

—Edd, yo nunca pensaría mal de ti. —

«¡Claro que lo haces pervertido! »maulló Ringo.

«Cierra la boca... »pensó ocultando su molestia.

—Tranquilo Edd —pauso —, Venga has la prueba, será fácil para ti. —

El mencionado asintió la cabeza aun intentando limpiarse las lágrimas, estaba tan enfocado en eso que no se dio cuenta que estaba ahora mismo en el sillón de su hogar y con un chico encima de él.

—Cuando pases el examen...—sonrió —, El domingo vas a mi hogar. —

Edd abrió los ojos sorprendido por lo que escucho.

—¿A-A tu hogar? —

—Sep —asintió la cabeza —, Recuerda que yo vivo cerca de la playa, por eso este bronceado —se rasco la nuca avergonzado —, Aunque me pase un poco hoy. —

—Vaya, n-no sé qué decir. —

—Tu tranquilo, Max se encargara de invitar a Tom —pauso —, La pasaremos bien, ustedes con nosotros, comiendo maricos, en la playa, arena dentro de los calzones...—

Ambos rieron.

—Y-Y el mar por si ustedes tres desean nadar. —

—¿Y tú? —

—Hehehe...—rio nervioso —, Y-Yo no sé nadar —se sobo el hombro —, ¿Gracioso verdad?, vivir en una playa y no saber nadar. —

—Yo te puedo enseñar, fui muy bueno en natación—risilla —, Tú me enseñaste a manejar, ahora déjame enseñarte nadar. —

—Me parece genial, aunque te lo advierto —trago duro —, Sera muy difícil para mí que aprenda a nadar. —

—Descuida, seré un buen maestro. —

—Lo sé. —

«Este domingo será inolvidable para ti Edd »sonrió «, Es hora de decirte mis sentimientos.»

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