Capítulo 1
Ya habían pasado dos semanas desde que Edd y Tom adoptaron a sus nuevas mascotas, Matt siempre estaba de buen humor y era muy juguetón con todos, en especial con Tord, el cual este último se llevaba muy bien con el perro.
Eso alegro mucho a los dos dueños puesto que lo que temían era de que los dos se pelearan como la sociedad lo había descrito, perros y gatos no se llevan.
Aunque Ringo no se peleara con Matt, él prefería estar solo curioseando la casa, metiéndose en cajas, rompiendo alguno que otro traste al estar a la orilla, cosas de gatos, aunque Tord hiciera las mismas cosas prefería pasar el rato con su humano y con Matt.
—¿Entonces hoy vas a intentar invitarla a salir? —
—Si Tom —rio nervioso —, Ella es dulce... amable...—hablo al recordarla —, Y ni hablar de su voz...—
—Para chico empalagoso. —
Los dos comenzaron a reír.
—Espero que tengas suerte Edd. —
—Gracias Tom—miro a sus mascotas —, Solo mira a esos dos. —
El oji negro volteo la cabeza, su sonrisa no pudo ocultarse al ver al perro de pelo naranja jugar con el gato castaño miel, Tord estaba encima de la barriga del perro y Matt no movía ningún musculo cuando esos ojos de plata lo miraban, pero en cuanto los ojos plateados miraban otro lado el perro giraba la cabeza para verlo.
«¡Te tengo! »volteo «, Diablos... »
El perro de pelo naranja lo volvió a mirar en cuanto volteo el gato.
«¡Te tengo! »volteo «, ¡Maldición! »
Odiaba admitirlo pero Matt tenía unos muy buenos reflejos, aunque se le ocurrió una idea para atraparlo, en cuanto su cabeza iba a la mitad del camino para voltear a otro lado, rápidamente volteo su cabeza para intentar atraparlo, pero fallo.
«¿¡Mierda como lo haces Matt!? »
«Reflejos mi querido amigo »sonrió con orgullo «, Necesitas ser mucho más rápido para poder atrapar este rostro perfecto. »
El gato de ojos plateados comenzó a reír al ver lo narcisista que resultó ser el perro, al bajarse de su barriga comenzó a caminar hacia la cocina para poder tomar agua, Matt al no querer quedarse solo camino hasta quedar entre las piernas de su humano.
El cual prácticamente era su mundo de felicidad.
—¿Nunca te has preguntado si hablan? —
—Yo no le doy tantas vueltas Edd—acaricio la cabeza de su perro—, Solo mira cómo se pone Matt al acariciarle la cabeza —sonrió —, ¿Quién es un buen chico? —
«¡Yo soy, yo soy! »ladro alegre.
—Ven aquí campeón —extendió los brazos.
En menos de lo que canta un gallo Matt se lanzó hacia el oji negro que tenía esos brazos bien extendidos, amaba estar entre los brazos de su humano, amaba a su humano.
Edd dio una pequeña risa al ver como el perro naranja no dejaba de lamer el rostro del Tom, el cual este último arrugo la cara mientras tenía los ojos cerrados, al principio para él fue muy incómodo eso, pero al paso del tiempo se acostumbró.
—Te he notado muy feliz —cruzo brazos —, ¿Algo que decir? —
—Todo esa alegría se lo debo a él Edd—rio al sentir otra lamida —, Matt realmente me trae mucha felicidad, ya no me siento tan solo después de regresar del trabajo —beso la nariz del perro —, ¿Sabes algo? —lo miro —, Cuando me voy a trabajar siempre se queda sentado frente a la puerta y cuando regreso ahí sigue, no sé si en verdad se queda ahí esperándome o solo ya sabe a qué hora voy a llegar. —
—Vaya —hablo sorprendido —, ¿También a ti? —
Los dos gatos como por arte de magia saltaron en el regazo de Edd en cuanto dijo esas palabras, ambos gatos empezaron a ronronear mientras frotaban sus cabezas en su humano.
—¿Hacen lo mismo? —pregunto curioso.
—Al principio creí que sí, Ringo espera unos minutos y luego se va hacer sus cosas—acaricio su lomo—, En cambio Tord...—lo miro —, Me sigue. —
—¿T-Te sigue? —abrió los ojos de la sorpresa.
Incluso Matt volteo a verlo asombrado.
—Tal vez la pérdida de su madre le afecto más de lo que pensé y solo quizás...—se rasco la nuca —, Tiene miedo de perderme a mi también. —
Tom y Edd no lo podían ver, pero el rostro del gato oji plateado estaba totalmente rojo, la pequeña risa de Ringo logro molestarlo un poco, él no se sentía de esa forma, el solo lo seguía puesto que le daba curiosidad lo que hacía en el día, o eso se justificaba él mismo.
Ambos gatos comenzaron a ronronear al sentir la mano de Edd rascar sus barbillas, pero en cuanto su mano pasó por el cuello del gato castaño, este tembló de tal forma que casi pareciese ser un juguete con vibrador.
(No piensen mal...)
Obviamente Edd dejo de hacerlo en cuanto vio su reacción, pero Tord quería seguir sintiendo esa mano y lo único que hiso para lograrlo fue poner sus dos patas delanteras en su pecho mientras lo miraba a los ojos y su cola se extendía como si fuera una bandera.
—Creo que quiere que lo sigas haciendo. —
—¿Tu crees? —
—Inténtalo Edd, tal vez le guste que le rasques esa parte. —
El de sudadera verde hiso lo que le dijo su amigo y volvió a rascar la misma parte que toco hace unos segundos atrás, para el deleite de Tord la sensación tan satisfactoria volvió, Ringo junto Matt solamente rieron al ver la reacción que estaba tomando Tord.
Toda la paz de la sala se fue de golpe en cuanto dos celulares comenzaron a sonar, ambos chicos dieron un suspiro pesado, dejando a sus mascotas a un lado sacaron sus celulares del bolsillo.
—Ya me tengo que ir al trabajo Edd. —
—Igual...—se levantó.
—Esto...—rio nervioso —, ¿Puedo dejar a Matt aquí? —
—Claro, igual y Tord junto con Ringo no se aburren. —
El perro de pelaje naranja movió su cola entusiasmado al escuchar eso como al mismo tiempo al sentir la mano de su humano en su cabeza, Tom le dio una palmaditas en la cabeza antes de empezar a caminar a la salida con Edd.
—Tord, Ringo —los miro mientras abría la puerta —, No quiero nada de destrozos por favor. —
Los dos gatos solo se le quedaron viendo mientras se sentaban en frente de la puerta, Edd no los podía escuchar pero ambos dijeron un profundo y aburrido "Si señor".
En cuanto el castaño salió por la puerta Ringo junto con Matt volvieron a caminar hasta la sala, solo Tord se quedó unos pocos minutos sentado frente a la puerta, quería seguirlo como normalmente lo hacía pero al tener a su amigo canino ahí no podía dejarlo solo.
Con sus suspiro y con cabeza mirando el suelo se dirigió en donde se encontraba Matt y Ringo.
«¿Qué quieres hacer Tord? »pregunto entusiasmado.
«No lo sé Matt »negó con la cabeza «, ¿Hermano Ringo? »
«Seco... »hablo perezosamente «, Creo que solo voy a echar la pata un rato. »
«¡Flojo! »grito divertido al verlo subir las escaleras.
El perro de pelaje naranja dio una pequeña risa, al no tener nada que hacer opto por acostarse en el tapete de la sala, Tord al ver a su amigo recargar su cabeza entre sus patas decidió hacer lo mismo al acostarse frente a él los dos se quedaron en total silencio.
«Tord »rompió el silencio.
«¿Si Matt? »
«¿Recuerdas como era tu madre? »
«No »se acostó de espaldas «, Mis recuerdos son mu nublosos, solo recuerdo haber visto el rostro de Edd, ¿Por qué la pregunta Matt? »
«Yo tampoco la recuerdo »sonrió «, Solo recuerdo despertar en unas cálidas manos y haber escuchado mi nombre por primera vez. »
«Ya veo... »pauso «, Por cierto, ¿Cómo te trata Tom? »
El perro comenzó a menear la cola entusiasmado al escuchar el nombre del oji negro.
«¡Es increíble! »se levantó «, ¡Siempre juega conmigo, me da premios si le hago caso! » suspiro «, Me saca a pasear... y las pocas veces que rompí algo nunca se molestó conmigo, aunque yo mismo me sienta mal. »
«Ya veo »sonrió.
«¿Y cómo es Edd con ustedes? »volvió a sentarse.
El corazón del oji plateado comenzó a latir más fuerte en la silenciosa habitación, cosa que llamo mucho la atención del canino.
«No me quejo... »volteo para mirarlo «, Es un gran chico, nos cuida muy bien y nunca nos falta nada. »
El gato de pelaje castaño miel se subió con un brinco al sillón de color verde para poder mirar una fotografía que se encontraba en la pequeña mesa que tenía en el lado derecho, Matt curioso camino unos pasos para poder ver lo que estaba mirando su amigo.
La fotografía era reciente, Edd se encontraba en su cama con los dos pequeños gatos recién nacidos dormidos en su pecho, la selfi que el mismo se tomó con los dos nuevos integrantes de su hogar mostraba una sonrisa sumamente feliz.
«No podría pedir a alguien mejor »lo miro «, Estoy feliz de que Edd me diera un hogar junto con mi hermano Ringo. »
«Ellos dos son los mejores »hablo alegre mientras volvía a mover su cola entusiasmado.
«Si »rio suavemente.
Los dos amigos continuaron hablando acerca de sus dueños, pero lo que no sabían era que una mujer de cabello azul se encontraba escuchando toda su conversación.
«Interesante... »sonrió mientras los miraba.
[...]
—N-No —
—¿Ah no? —rio al ver su rostro sonrojado —, Venga Paul solo será una pequeña salida—guiño el ojo —, Tu... yo... ir a un restaurante a comer comida de segunda clase. —
—P-Pero la gente nos podría v-ver raro y-y—trago duro.
—¿Y a quién le importa eso? —acaricio su rostro —, Cada quien en lo suyo, venga tenemos casi un año de estar saliendo y nunca has querido tener una cita en público. —
—Es solo que tengo miedo...—trago duro —, ¿Qué pasa si mi clientela se entera de mis gustos? —abrió los ojos —, ¿Y-Y más si se enteran que uno de mis empleados es mi novio secreto? —
El sonido de pasos en el pasillo hiso que los dos se separaran y volvieran a su lugar en donde antes estaban para actuar normalmente.
—Hola señor Paul, Patryck. —
—Edd —saludaron los dos a distancia.
—Mmm—entrecerró los ojos —, Hay algo distinto en ti compañero Edd. —
—Si bueno...—se rasco la nuca —, Hoy voy hacer algo y estoy súper emocionado. —
—Ya veo —asintió la cabeza.
En cuanto Edd marco su boleto de entrada al trabajo camino hasta su casillero en donde tomo su uniforme del supermercado para poder colocárselo, al checar que su pequeño gorrito azul con blanco se encontraba en perfecto orden se miró en el espejo que tenían en la habitación de empleados.
—Hey Edd. —
—¿Si Patryck? —se acomodó la placa de su nombre.
—¿Tienes algo planeado el sábado? —
—Eh...—intento recordar —, Pues no realmente, solo estaré un poco ocupado antes del medio día—volteo —, ¿Por qué? —
—Curiosidad—rio —, Tengo una fiesta planeada, ¿Quieres venir? —
—Eh...—vacilo —, Lo siento pero no soy de fiestas. —
—Que lastima —volvió a reír —, Bueno aun así estas invitado por si cambias de opinión, ¿Ok? —
—Vale. —
●▬▬▬▬▬▬▬▬ Tiempo Después ▬▬▬▬▬▬▬▬▬●
El sol ya casi se había ocultado por completo, algunas personas ya estaban de camino a sus hogares después de una larga jornada de trabajo, estudiantes salían de sus escuelas para ir a sus casas y poder descansar mientras que otros simplemente se van con sus amigos para pasar el rato.
Y todo eso lo podía ver Edd desde el enorme cristal del supermercado, estaba algo impaciente, en cuanto el castaño viera el reloj marcar la hora de su salida saldría corriendo como un rayo, o eso quisiera hacer puesto que tiene que guardar su uniforme y sellar su boleto de salida.
Mientras esperaba a que el reloj marcara su hora de salida noto como el polaco ignoro varias veces a su jefe Paul, cosa que era sorprendente puesto que desde que entro a trabajar ahí Patryck siempre intentaba hablar con él en el mayor tiempo posible. Al principio creyó que lo hacía para su propio bienestar, pero al conocer mejor al polaco se dio cuenta que él no sería capaz de hacer eso.
Aprovechando que la clientela estaba algo tranquila miro hacia arriba, las rejas del conducto de ventilación eran sumamente grande como para que una persona delgada pudiera entrar, sonrió al notar que su amigo peludo de ojos plateados no estaba.
Hace tres días atrás descubrió que su amigo gatuno lo seguía hasta el trabajo, eso lo llego a descubrir en cuanto escucho los ruidos, aunque al principio lo regaño no podía mentir que le gustaba saber que su pequeño amigo quisiera estar con él todo el día.
Y eso que aún no ha terminado de crecer los dos gatos.
En cuanto vio que el reloj marco la hora de su salida espero unos pocos minutos antes de dirigirse a la zona de empleados y poder cambiarse de ropa, pero antes de abrir la puerta escucho algo, curioso, pego su oreja en la puerta.
—V-Venga Patryck, amor no te enojes conmigo...—
«¡¿Amor?! »abrió los ojos.
—¿Por qué estas molesto? —pregunto al borde del llanto —, ¿Es por lo que hablamos hace rato? —
—Si —dijo secamente.
—P-Pero...—
—Paul —lo miro —, Ya tenemos casi año saliendo y no es posible que aun quieras tener esto bajo secreto. —
—¿Crees que no quiero que el mundo sepa que estoy saliendo con el chico de mis sueños? —
—Pues no parece—cruzo brazos.
—No es fácil Patryck...—suspiro —, Este súper mercado fue de mi tatarabuelo y fue pasando de generación en generación y yo solo quiero seguir el legado que me dejo mi padre antes de morir. —
Edd abrió los ojos de la sorpresa al escuchar eso.
Paul nervioso al ver la mirada seria del polaco empezó a jugar con su corbata intentando de esa forma no ver esos ojos que siempre lo hacían tartamudear.
—Paul...—suspiro —, Se por lo que estás pasando pero eso no significa que no puedas decir tus gustos—pauso —, Ya no estamos en la época en donde te mataban por solo gustarte los chicos, ¿Tu que dices Edd? —miro la puerta.
El mencionado junto con el de cejas grandes se pusieron tensos, Paul miro la puerta cerrada y sintió sus piernas temblar al ver como esta se estaba abriendo dejando ver al de sudadera verde.
—¿S-Sabias que yo...?—
—Vi tu sombra por debajo de la puerta. —
—Oh...—rio nervioso —, P-Pues yo no le veo nada de malo Patryck... señor Paul. —
—¿Vez? —hablo victorioso.
—¿No mientes Edd? —
—¿Para qué mentiría señor? —sonrió —, Además de que soy de mente abierta estoy acostumbrado a respetar los gustos de los demás. —
—Oww Edd—lo abrazo del cuello —, Eres un gran amigo hetero. —
—¿G-Gracias P-Patryck? —rio nervioso.
El de cejas pobladas no pudo evitar separarlos para tomar el polaco entre sus brazos mientras miraba serio a Edd, Patryck dio una risa al ver lo posesivo que era su pareja.
—Pues yo ya me tengo que ir...—señalo su casillero con el pulgar.
Aun nervioso por la mirada seria de Paul se dirigió hasta su casillo para guardar su uniforme y tomar sus pocas cosas, al comprobar que sus llaves se encontraban en sus bolsillos se despidió de la pareja que aún seguía abrazada.
Al salir por la puerta trasera del supermercado camino por el pequeño estacionamiento para ir por su bicicleta, con algo de dificultad encontró la llave para su candado por la poca luz que había en esa parte, estaba a punto de introducirla en la pequeña cerradura hasta que su celular comenzó a vibrar.
Con un suspiro volvió a levantarse para poder sacar su celular, al ver nombre de su amigo no dudo en responder.
—Tom —sonrió —, ¿Qué pasa? —
—Hola Edd—pauso —, Apenas estoy saliendo del trabajo, supongo que igual tú. —
—Sip. —
—Y supongo que iras a visitar a Karen. —
—Yep—sintió sus mejillas enrojecer.
—Bueno te llamaba para pedirte un favor. —
—Soy todo oídos—se agacho nuevamente para abrir su candado.
—Hoy fue un día súper agotador y quisiera estar toda la noche en mi cama viendo películas con mi amigo peludo—rio —, ¿Puedo entrar a tu hogar para recogerlo? —
—Claro —sonrió mientras guardaba su cadena —, Tengo una llave debajo del gnomo de la parte trasera. —
—¿El de forma de caricatura? —
—Si —cerró su mochila.
—Vale gracias, suerte con ella amigo. —
—Lo intentare Tom gracias—termino la llamada.
Al suspender su celular rápidamente lo guardo para poder subirse a su bicicleta, al estar listo comenzó a pedalear.
En esos momentos ya se había ocultado el sol y la fría noche comenzó hacerse presente, las temporadas de lluvia ya no tardaban en llegar y eso preocupo un poco al castaño, no quería irse en autobús, no otra vez desde que una chica lo acuso de acoso solo porque su mochila roso su espalda.
Un Taxi le saldría muy caro y no quería descuidar a sus pequeñas mascotas comprándoles comida barata, al ver a la distancia la veterinaria de Karen aumento la velocidad, no solo porque quisiera verla, sino porque quería comprarle a Tord y a Ringo dos collares y algunos juguetes, aunque pudo comprarlos en el supermercado prefirió ir con ella.
Ella, la chica con hermosa sonrisa para sus ojos.
Al quedar frente al veterinario se bajó de su bicicleta para poder estacionarla entre los pequeños espacios que hay específicamente para bicicletas en la acera, en cuanto se aseguró de que su candado estaba bien entro al pequeño establecimiento.
La chica de cabello negro volteo al escuchar la campana de la puerta.
—Edd—sonrió.
—Hola Karen. —
—¿Qué te trae por aquí? —extendió la mano—, ¿Le sucede algo malo a Tord y Ringo? —
—Oh no —rio nervio al estrechar su mano —, S-Solo pasaba por aquí y-y...—trago duro—, Vine a comprar unos collares y juguetes para ellos. —
Karen sonrió por lo que escucho y sin quitar la sonrisa de su rostro guio al castaño hasta un apartado específicamente para gatos.
—¿Cómo cual collar te gustaría? —
—Vaya no lo sé...—miro la pared —, ¿Me ayudas? —
—Claro —hablo alegre juntando sus manos—, ¿Con o sin cascabel? —
—Sin cascabel, no quiero estar escuchando a cada rato el pequeño sonido. —
—Entiendo...—
La chica rápidamente dejo de mirar los collares con cascabeles y opto por seguir viendo los demás, tardo casi un minuto en elegir dos indicados.
—Este le quedaría perfecto a Ringo. —
Edd tomo el pequeño collar de tela negra, al pasar sus dedos notó que era demasiado suave como para fuera estorboso.
—Y este para Tord. —
El castaño dejo el collar negro en su muñeca como si fuera algún brazalete para poder tomar el otro collar de color rojo, al igual que el anterior la tela era muy suave.
—¿Por qué tienen estos pequeños huecos en la parte del seguro? —
—Ahí se pueden poner dos placas para grabar los nombres de la mascota y poner del mismo modo la dirección de tu hogar por si se llegaran a perder. —
—¿Aquí los graban? —hablo al escuchar eso último.
—Claro solo deja se los doy a mi compañera. —
La chica guio a Edd hasta otra habitación en donde se encontraba una chica rubia con varios tatuajes en sus brazos.
—María. —
—Hey Karen —sonrió —, ¿Collares? —
—Sep. —
Edd al escuchar eso entrego los dos collares con la chica rubia, al decirle los nombres de sus mascotas y su dirección en un papel la mujer comenzó a escribir con una extraña máquina.
—Mientras ella hace eso vamos por los juguetes. —
Los dos dejaron a la chica rubia para ir a otra habitación en donde había varios juguetes para distintos animales, como era la primera vez que tenía una mascota le pidió a Karen ayuda puesto que no sabía que llevarse para sus amigos peludos.
Y aunque fue algo tardado al final Edd logro elegir cuatro juguetes que creyó que le serían muy divertidos a sus gatos, en cuanto terminaron de salir de la habitación María ya tenía listo los collares con los datos en perfecto orden.
El castaño al tener todas sus cosas camino hasta el mostrador para pagarlas, mientras Karen metía las cosas en una pequeña bolsa de plástico un chico de cabello blanco con peinado loco pero a la moda entro a la tienda.
—Aquí tienes Edd. —
—Gracias Karen —sonrió —, O-Oye...—trago duro —, Yo quería preguntarte algo...—miro nervioso.
—¡Karen! —grito interrumpiendo al castaño.
—¡Dany! —
Los dos chicos se abrazaron inmediatamente dejando a un confundido Edd, pero esa expresión no duro mucho puesto que los dos besaron con mucho amor y sentimiento, olvidando por completo de sus alrededores.
Eso no solo sorprendió a Edd, sino al mismo tiempo sintió su corazón partirse por la mitad, al no querer interrumpirlos salió de la tienda con pasos tranquilos sin emoción alguna en su rostro.
Al guardar sus cosas en la mochila quito el candado de su bicicleta y con mucha tranquilidad empezó a pedalear a la dirección a su hogar.
Su rostro seguía sin mostrar emoción alguna y en cuanto lograr estar lo suficiente lejos de la tienda sus labios comenzaron a temblar, sin poder evitarlo comenzó a llorar.
El camino se le hiso demasiado corto a Edd, sin haberse dado cuenta ya había llegado a su hogar y ahora mismo se encontraba guardando su bicicleta en la entrada.
Una pequeña sonrisa apareció en su rostro al encontrar a sus amigos peludos esperándolo en la puerta, Tord junto Ringo lograron sentir su estado de ánimo y sin pensarlo mucho se lanzaron hacia él para consolarlo.
—Gracias chicos—los abrazo —, Gracias...—
Las lágrimas volvieron a salir y los dos gatos empezaron a lamer las lágrimas, Tord sin saberlo comenzó a llorar, le dolía el corazón a ver a su humano tan destrozado, él no quería ver eso, él quería ver esa sonrisa tan brillante y pura en su rostro.
Y se aseguró de que haría hasta lo imposible para seguir viéndola todos los días.
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