Los días, semanas y meses pasaron en un abrir y cerrar de ojos, la amistad entre los dos niños se fue fortaleciendo así también como el poder de ambos, ya llegaba el momento de la partida de Gokú y su abuelo, ahora ambos tenían 13 años y el momento de decir adiós había llegado; pero algo dentro de estos dos jovencitos había cambiado con la convivencia se habían llegado a conocer más cada uno sabia que virtudes y defectos del otro, ambos siempre se buscaban para conversar sea de día, tarde o noche, eso se había vuelto prácticamente una necesidad.

Fri pan:

En la parte trasera de un castillo dos jovencitos se encontraban platicando alumbrados por la luz de la luna.

Mañana, mañana es el día, decía una linda jovencita pelinegra a la luz de la luna, con unas lágrimas asomando por sus bellos ojos negros.

No estés triste, pronunciaba un jovencito de cabellos azabaches alborotados, mientras la abrazaba contra su pecho, al tiempo que agregaba:  Yo vendré a verte, recuerda, que...

Somos amigos por siempre, dijeron juntos en un solo sonido el par de niños.

Ambas miradas se unieron bajo la luz de la luna y un pequeño cosquilleo en el estomago que ellos no sabían que era empezaban a sentir mientras sus rostros se acercaban poco a poco. En eso Gokú pareció salir del trance en que se encontraba y con un beso en la mejilla de la jovencita se despidió para dirigirse a su habitación.

Al día siguiente:

Gohan y Gokú se encontraban despidiéndose de Ox Satán.

¡Gracias maestro por su ayuda y también a ti Gokú!, decía el rey.

No te preocupes Ox, lo hice con mucho gusto, espero pronto volvernos a ver, respondía el anciano antes de salir con su nieto hacia la salida del castillo.

Cuando iban saliendo por el gran portón del castillo, una voz muy dulce pero a la vez muy agitada hicieron que abuelo y nieto detengan su avance.

Gokúuuuu, espera, yo aún no me he despedido de ustedes, decía la linda princesa.

Milk se acerco a Gokú y con una tierna sonrisa y cruzando los dedos le dijo: ¡Promete que volverás!

Gokú la abrazo y respondió con una bella sonrisa en su rostro: Por supuesto que volveré, eso no lo dudes, yo estaré aquí cada 15 días para ver cuánto mejoraste y para nuestra revancha.

Esa sonrisa termino por derretir el corazón de Milk, que se lanzo a sus brazos, diciéndole: Me harás mucha falta, ¡Te quiero mucho!

Yo también, ¡Te quiero Milk! respondió Gokú.

Cof cof cof, hijo será mejor que nos vayamos ya, decía el anciano.

Si abuelo, cuídate mucho Milk, nos veremos pronto le, agregó Gokú guiñándole un ojo a la pelinegra.

Minutos después: "Afueras del castillo" 

Hijo que fue lo que vi, creo que fui muy claro al decirte que la princesa es la princesa, y no anduvieras de confianzudo con ella le, decía el anciano a Gokú.

No se ha que te refieres abuelo, pero Milk, es muy buena, fuerte y es mi gran amiga y a ella no le gusta que le diga princesa, respondía Gokú suspirando.