Capitulo 17 : "Rompiendo las Normas"
(Últimos capítulos)
Bulma, querida, llamaba la señora rubia a su hija.
¿Qué pasa madre?, decía la linda peli azul.
Hija un joven muy apuesto ha venido a verte, pronunciaba sonriendo la madre de la joven, mientras entraba a la habitación.
Está bien, madre ahora bajo, ¿no te dijo su nombre de casualidad?, agrego Bulma.
No hija, decía saliendo de la habitación la señora dejando a una intrigada joven.
La joven termino de alistarse y bajo a recibir a la inesperada visita. Cual fue su sorpresa al encontrase frente a quien menos espero que fuera a verla después de la discusión que tuvieron.
¡Tú, aquí! decía la jovencita peli azul señalando con un dedo al orgulloso príncipe quien la miraba desafiante.
Así es Bulma, necesito hablar contigo, respondió el orgulloso príncipe.
¿Y ahora que se le ofrece a su majestad?, no me digas que vienes a pedirme disculpas, decía sarcásticamente la peli azul.
Claro, que no, quiero que me digas ¿Dónde se llevo el insecto a Milk?, pronunció Vegueta con firmeza.
¿Quéeeee?, yo no sé nada, y así supiera, jamás, óyelo bien, jamás te lo diría, dijo Bulma con firmeza.
Mira Bulma es necesario que me lo digas, sabes que mi padre lo anda buscando ¿verdad?, agrego Vegueta.
Si ya lo sé, ¿y eso qué?, dijo Bulma.
Mira quiero darle una oportunidad al gusano, acotó Vegueta.
¿Una oportunidad?, ¿a qué te refieres?, decía una sorprendida peli azul.
Le daré su revancha, si quiere a Milk, que luche conmigo y demuestre quien es el mejor, respondió un orgulloso príncipe.
Pero eso no está en las normas del reino, contesto la peli azul.
Y a mí que me importan sus estúpidas normas que solo han traído problemas, si él me la gana como se debe yo me haré a un lado, pero si no el tendrá que hacerlo, dijo Vegueta con firmeza.
Vaya, veo que sigues siendo, el mismo caprichoso de siempre, pronunció con tristeza la peli azul, dolida por la actitud del príncipe.
¿Por qué lo dices?, ¿pensabas que volvería contigo?, decía burlonamente el joven príncipe.
No Vegueta, ya no eres la misma persona que conocí, eres otro y a este otro Vegueta lleno de rabia y rencor ya no lo amo, ni pienso ayudar, respondió Bulma.
Imagine que esa sería tu repuesta mujer, pero espero no te arrepientas cuando veas al insecto ese morir como un gusano, yo quería darle la oportunidad de perder dignamente ante mí, pero mi padre anda pidiendo su cabeza, ¡tú decides mujer!, ya sabes donde encontrarme, agregó el orgulloso príncipe mientras se retiraba de la casa.
Bulma, se quedo pensando en lo dicho por Vegueta, decidió ir a Paoz a contarle a Gokú lo acontecido, mientras el príncipe se dirigía a palacio con un solo pensamiento.
Querida Bulma las cosas no son como parecen, decía un triste príncipe.
Mientras tanto: "Paoz"
Dos jóvenes se encontraban de lo más felices corriendo como dos niños entre los árboles.
Espera Gokú, no seas malo, decía una agitada princesa cuando llego darle alcance al joven de cabello alborotado.
Jajajaja, te gane, ahora quiero mi premio, respondía Gokú sonriendo.
¿Premio?, decía una desconcertada princesa.
Si preciosa, dame un ........
Cuando en eso el sonido de un helicóptero interrumpió su conversación, Gokú tomo de la mano a Milk y corrieron a ver quien había llegado a interrumpir tan mágico momento.
¡Bulma! dijeron ambos jóvenes en un mismo momento.
¡Hola chicos! disculpen que sea tan inoportuna, pero tengo algo importante que contarles, pronunció la joven peli azul.
Bulma puso al tanto de la visita que Vegueta hizo en su casa a ambos jóvenes quienes trataban de analizar la oferta.
Está bien Bulma, dile que acepto, dijo de manera firme el joven pelinegro.
Pero, cariño, y si él te gana, respondió una preocupada princesa.
Nunca lo he visto pelear, pero si hay una mínima oportunidad para que al fin seas libre, y tú y yo podamos casarnos lo intentaré sin dudarlo, además de esa forma no tendré que buscar a mis abuelos, contesto el joven de cabello alborotado.
Está bien Gokú, como siempre confío en ti, dijo la bella princesa, mientras le daba un efusivo abrazo a su novio.
Bueno, entonces los dejo, voy con ese orgulloso, pronunció la peli azul subiendo a su helicóptero para dirigirse al castillo Ouji.
En tanto en el reino Este:
Un hombre alto, mayor vestido con trajes muy elegantes, observaba un papel con la imagen de un jovencito, que le recordaba mucho a alguien.
¡Bardock! dijo el hombre con nostalgia.
En el castillo Ouji:
Un furioso rey caminaba impaciente de un lado a otro, esperando alguna noticia de aquel irrespetuoso joven.
No puedo creer, que sean tan inútiles, decía el hombre a unos soldados que le traían los reportes del día.
Disculpe su alteza, pero aquí la señorita Brief, quiere hablar con el príncipe, pronunciaba una modesta joven con temor.
Está bien, ve a avisarle, decía el orgulloso hombre mientras observaba a la linda jovencita que se encontraba al frente de él.
Buenas tardes, pronunció la joven haciendo una leve inclinación en señal de respeto, al tiempo que acotaba: Soy Bulma Brief.
¿Eres hija de los multimillonarios Brief, los dueños de corporación cápsula?, decía el hombre levantando una ceja, como analizando la situación.
Así es, respondió tímidamente la joven peli azul.
Vaya eres muy bella, ¿y de dónde conoces a mi hijo?, dijo el rey.
Justo cuando Bulma iba a responder apareció Vegueta, interrumpiendo el momento.
Hola Bulma, sabía que vendrías, acompáñame, dijo con una sonrisa de lado, girando y dirigiéndose a dentro del castillo para que su padre no pueda escuchar su plática.
Bulma hizo lo mismo, aunque previamente se despidió del rey.
Haber, ¿Qué tienes que decirme?¿me llevaras con el insecto?, pronunció Vegueta.
Hable con él y me dijo que acepta tu reto, dijo la peli azul.
Bueno entonces hablare con mi padre para decirle que deje de buscarlo, respondió el joven cabello de flama.
¿No estarás tramando una emboscada verdad?, dijo una preocupada peli azul.
No Bulma, es lo mejor para todos ya lo veras, contestó con una sonrisa sincera por primera vez el príncipe, dejando intrigada a la peli azul.
¿Y cuándo será la revancha?, dijo Bulma.
Déjame conversarlo con mi padre y te aviso para que le informes. Bulma ¿Cómo está Milk?, acoto Vegueta.
Ella está muy bien, ambos se ven felices, dijo Bulma.
Mientras que en el Castillo Este:
Padre, estoy de acuerdo con la decisión, decía una mujer madura de cabello azabache recogido en un moño, quien llevaba puesto un vestido muy elegante de color rosa.
Abuelo nosotros queremos acompañarte, decían dos jóvenes uno de cabello negro largo y el otro de cabellera alborotada muy parecido a Gokú, solo que de piel morena, ambos llevaban puestos unos trajes color azul muy elegantes.
Está bien hijos, mañana partiremos a Fri pan, respondía un hombre de avanzada edad.
Los dos jóvenes se retiraron, del despacho del rey, para dirigirse a sus dormitorios.
Si que tiene buenos gustos nuestro primito, decía riendo el joven parecido a Gokú, haciendo una pausa acotar: Si yo hubiese llegado antes de mi viaje, también me hubiera presentado en ese concurso.
Yo también, pero ni modo, nos la gano, mira que robársela a Vegueta, habla muy bien de su valentía, decía riendo el otro joven, dirigiéndose a su habitación.
Aunque no conozco al tal Vegueta debe ser muy fuerte para que tu digas eso decía el otro joven, también yendo hacia su habitación.
Mientras esto pasaba en el Castillo Este, en el Castillo Ouji, el Príncipe Vegueta trataba de convencer a su padre para que acepte el duelo.
Padre, es la mejor manera para recuperar mi honor, además de darle su escarmiento al insecto y aprenda a no haberse metido conmigo, pronunciaba Vegueta.
No lo sé hijo, y que tal si no llegas a ganar, no es que desconfié de tu fuerza, pero que va pasar si por alguna extraña razón el irrespetuoso ese gana, sería una humillación, decía preocupado el rey.
No padre, no creo que llegue a pasar, pero si así fuera no sería una humillación, aceptaría mi derrota, creo que es de valientes aceptar y reconocer cuando alguien nos supera y creo que todo nuestro reino e incluso yo me sentiré orgulloso de tal acto, ¿acaso tu no sentirías orgullo de una acción así?, respondió Vegueta con calma.
Sí hijo, me sentiría orgullosos de ti, pero mucho más si ganas, decía el hombre.
Lo sé padre, contesto el príncipe.
Entonces estoy de acuerdo con tu idea, mañana iremos a Fri pan a primera hora para hablar con Ox, y ponernos de acuerdo con la fecha del nuevo duelo, decía el rey.
Está bien padre, y gracias, por la confianza, acotó el príncipe.
No hijo, yo solo quiero que tú seas feliz, dijo el rey.
Lo seré padre, añadió el príncipe retirándose a su habitación.
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