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En el estudio se encontraban los encargados de la iluminación proyectando los focos hacia un lugar específico en el cual los chicos se situarían para posar delante de las cámaras. Lis sabía bien que otra vez tenía que intentar resistirse ante las miradas penetrantes que se clavarían nuevamente en ella. No obstante, en ese día no entendía el por qué, pero desde el momento en que los jovenes caminaron hacia el centro del estudio Jungkook fue el único que evitó todo tipo el contacto visual con ella. Confusa pensó que tal vez estaría un poco enfadado debido a las llamadas que no le había cogido hacía unos días, se lamentó bajando levemente la mirada y después cogió su cámara con las manos lista para dar comienzo a una sesión.

Amber se situó en el otro extremo para grabar unas cuantas secuencias sobre la sesión y posteriormente se unió a Lis realizando la primera fotografía al líder del grupo quien posó con una sonrisa perfecta mirando a la cámara. Cuando trancurrieron los primeros cuarenta y cinco minutos, las fotos en grupo dieron por finalizadas pero más tarde, fue el momento de que cada uno mirara a la cámara de Lis, cosa que le resultó algo complicado a Jungkook. Sabía que si la miraba fijamente podía acabar sintiéndose sensible y frágil al descubrir el brillo en sus ojos, un brillo que su amigo y compañero había logrado iluminar.

A los demás no les fue tan díficil, de hecho para Taehyung le pareció tentador hacerla de reír mientras que hacía muecas divertidas. El Director del estudio lo advirtió en varias ocasiones, pero ni si quiera él pudo resistirse a soltar varias carcajadas al ver la química que tenía con la fotógrafa más novata del lugar. Taehyung y Lis sonrieron de forma juguetona y se dedicaron unas burlas con la lengua, algo que a Jungkook le estaba resultando incómodo de ver pues tuvo que darse media vuelta y simular ver vídeos en su móvil para evitar ver aquella escena tan rídicula.

- Creo que alguien se te ha adelantado.

Jungkook miró por encima de su hombro al escuchar una voz burlona de carácter femenino, descubrió a una de las fotógrafas responsable de tomar unas segundas tomas de él. Ella tenía el pelo castaño recogido en un moño alto, obtenía unas lentes negras sobre los ojos y una sonrisa guasona se le dibujaba en el rostro. Jungkook se giró para escanearla de abajo hacia arriba y simuló una sonrisa falsa.

- ¿Perdón? No sé de que me estás hablando.

- Míralos y dime que ves. - Amber se cruzó de brazos y observó como Taehyung se acercaba a Lis para hacerle cosquillas en los costados, después volvía a situarse y dejaba que Lis sacara las fotos con una sonrisa tímida. - Observa la química...

- ¿Qué química estás viendo...? - Jungkook puso los ojos en blanco e intentó no perder los nervios delante de aquella chica. - S-solamente son amigos... - dijo Jungkook desviando la mirada hacia su móvil.

Amber observó al menor del grupo y descubrió como su rostro se había vuelto pálido de forma progresiva, ella se rascó la cabeza e intentó consolarlo dándole unas pequeñas palmaditas sobre la espalda. Él se separó bruscamente y negó con la cabeza fingiendo que apenas le importaba la relación de Taehyung con la chica que le gustaba, sin embargo,  sus ojos podían delatarlo fácilmente. Minutos después el Director mencionó a Jungkook para hacer las últimas fotografías en solitario, le dijo que posara con un rostro sensible algo que no iba a resultarle tan díficil ya que no tenía las mínimas ganas de sonreír.

- ¡Lis! - llamó el Director. Ella corrió rápidamente hacia él con la cámara entre las manos y esperó sus órdenes. - Quiero que saques algunas fotos de Jungkook desde un plano inferior y después, todas las demás, como hemos hecho hasta ahora.

Lis asintió  y le hizo una leve reverencia como señal de haber entendido perfectamente sus deseos, después volteó su cuerpo y ladeó su cabeza mirando fijamente a Jungkook con su mejor sonrisa. La sangre de Jungkook se heló al instante y antes de que el Director se sentara en la silla cogió por la muñeca a Amber y tiró de ella.

- Prefiero que me las haga ella. - dijo al Director.

En ese momento, Lis observó al joven con preocupación dando por confirmado su pensamiento de enfado que tenía con ella. Amber intentó deshacerse de su mano con disimulo, pero no obstante, el Director asintió y le ofreció una de las sillas contiguas a Lis para que descansara en su turno. Seguidamente, Jungkook arrastró a Amber por el estudio hasta que la situó a pocos metros de él. Ella tenía el rostro arrugado y por unos segundos se quedó imóvil frente a él, quien la ordenó empezar con la sesión.

Lis miraba con atención el extraño aspecto de Jungkook mientras que posaba mirando fijamente a la cámara de su amiga, aunque en varias ocasiones no pudo contener desviar la mirada hacia ella para descubrir si también lo estaba mirando. Cruzaron miradas por unos segundos, los suficientes para que él descubriera que estaba siendo observado. En aquellos segundos pudo ver la preocupación que tal vez estaba sintiendo la chica que le gustaba, sin embargo quería mantener cierta distancia, pues solo así podría aguantar la tentación. O eso creía.

Cuando la sesión dio por finalizada, Lis se levantó de la silla y se acercó hacia Jungkook con lentitud para cogerle por el brazo y llamar su atención. Él se giró lentamente y la miró a los ojos notando como se había apoderado del tiempo que pasaba con rápidez en el reloj que colgaba de la pared del estudio. << Ella podía detener el tiempo y hacerme sentir de tal manera>>, pensó Jungkook en silencio.

- ¿Estás bien? - Lis se acercó a su rostro cuando él lo escondió bajo su cabello por unos segundos para tomar un poco de aire. - Jungkook... - susurró.

Lis levantó una de sus manos, la llevó hacia su rostro e intentó cogerlo de la barbilla para levantar su cabeza con suavidad. No obstante, Jungkook se lo impidió poco antes de llegar a sentir su tacto cogiéndola por la muñeca. Ella se sobresaltó y pudo notar el ligero apretón por unos segundos, después él se marchó rápidamente del estudio dejándola completamente sola. Se acarició la muñeca para, de alguna manera, aliviar el dolor que le había causado.

۵  ۵  ۵

- ¿Sabes que deberíamos hacer? - comentó Jimin mientras saboreaba la deliciosa pasta con ensalada. - Podríamos hacer corazones y pegarlos en algunas partes del cuerpo. ¡Seguro que les gustará! - dijo refiriéndose a las fans.

- ¿¡Y se puede saber qué es lo que he dicho yo!? ¡No me robes las ideas, por el amor de Dios! - se quejó Jin.

- Es una idea genial, yo lo veo bien. - afirmó J-hope tomando de su vaso de agua.

- ¿Tú como lo ves, Jungkook? - preguntó Namjoon observándole.

Jungkook estaba sentado con las piernas estiradas sobre el sofá mientras que observaba una nueva revista en la que salían ya las fotos publicadas que Lis les había realizado días antes, cuando todo estaba bien y todavía tenía una oportunidad para salir con ella. Pasaba las páginas dejándose absorber por la burbuja negra de malos pensamientos que no le dejaban concentrarse en la realidad, detuvo las hojas parar mirar embelesado el rostro definido de Lis en una imágen en la que salía con su pelo rubio recogido y su flequillo liso sobre la frente. Se fijó en el comentario que ella misma escribió y se decepcionó cuando leyó que un gran amigo le había ayudado a llegar a cumplir su sueño, seguramente refiriéndose a Taehyung. <<Todo el mérito se lo llevaba él>>, susurró para sí en voz baja sin darse cuenta de que todos los demás estaban atentos de obtener una respuesta. Taehyung lo escuchó y sin poder evitarlo sonrió ante lo cierto, después se acercó a él y lo cogió por los hombros para atraerlo hacia ellos. Jungkook abrió los ojos como platos, por fin volviendo a la realidad.

- ¿Qué piensas hacer en el próximo concierto? - le preguntó Taehyung intentando hacerle sentir algo mejor. - Sobre los corazones...

- No lo sé, supongo que pensaré en ello. - parpadeó quedándose apenas sin voz. - De hecho, voy a hacerlo ahora mismo. - Se levantó bruscamente del sofá y dejó caer la revista sin fuerza sobre la mesa, después se dirigió hacia su cuarto y se encerró allí hasta la tarde.

En el otro extremo de la ciudad, Lis se estaba arreglando para salir a tomar algo con Amber quien la estaba esperando impacientemente en el salón, aburrida de escuchar los sabios consejos de su madre acerca de chicos. No entendía por qué se lo estaba comentando como si ella fuera una hija más, pues hacía poco que se habían conocido. Suplicaba al universo o a quien quiera que fuese que hiciese los milagros para que Lis bajara de la escalera y se la llevara lejos, muy lejos de su madre. No obstante, como tanto deseó, Lis se acercó a ella por la espalda con una sonrisa.

Hana abrió la boca estupefacta al ver como su hija estaba usando un atuendo poco apropiado según su criterio. La regañó al instante y la obligó a ponerse algo más discreto para tapar sus piernas desnudas que yacían desde por debajo de la falda. Lis puso los ojos en blanco y miró a Amber quien fruncía el ceño sin entender la personalidad de su madre, pues eran jovenes y tenían que lucirse ahora que podían. De todos modos, Lis no iba enseñando nada en especial. Lis agarró a Amber de la mano y caminaron juntas hacia la salida, Hana las siguió con el dedo por delante mientras que intentaba no gritar ante su nueva amiga. Honestamente, le pareció imposible no hacerlo.

- No me esperes despierta. - las palabras de Lis salieron como si de una flecha se tratase, como una flecha que se había clavado en el pecho de su madre. Aquellas palabras significaban independencia, significaba que no estuvieran atenta de ella por que claramente haría lo que le diera la gana.

- Por favor, no seas así. - advirtió Hana.

- Mamá, está todo bien, ¿vale? - Lis apretó sus dientes y le dió un beso en la mejilla.

- ¿Irán chicos con vosotras? ¿Irá Taehyung? No haréis cosas indebidas, ¿verdad? - Hana se acercaba a la puerta a medida que Lis y Amber salían al exterior y caminaban hacia la acerca. - ¡Prométeme que no harás nada indebido! - gritó Hana.

- Dios... - Lis se mordió el labio de la vergüenza,  Amber soltó varias carcajadas y pegó varios saltitos a su lado, emocionada por librarse de aquella situación tan incómoda. 

Caminaron hacia la estación de autobuses por unos diez minutos, observaron el sol caer por el horizonte y notaron la primera brisa del anochecer. Esperaron en la estación a que llegara el autobús y entre tanto, se hicieron las primeras fotos de la tarde. Amber miró con curiosidad el oufit que su amiga llevaba y lo bien que le quedaba, de hecho no paró de preguntarle por qué últimamente vestía de forma más atrevida.

- ¿Tal vez alguien te está dando esa seguridad? - preguntó arqueando las cejas.

- ¿Seguridad? - Lis agachó la cabeza para esconder su sonrisa y negó con la cabeza. - No.

- ¡Es Taehyung! Lo sé. Os he estado viendo y a mi no me mientes.

- De acuerdo. Te contaré un secreto... - Lis se acercó al oído de Amber y le contó algo con las mejillas enrojecidas. Amber la miró boquiabierta y después rió a carcajadas.

- ¡Dios! Entonces fue especial.

Lis puso los ojos en blanco intentando disimular su alegría debido a los sentimientos que estaba sintiendo por Taehyung, después el autobús se detuvo a pocos centímetros y Lis fue la primera en subir por las escaleras mirándola por encima de su hombro.

- Fue especial. - se sinceró asintiendo con la cabeza, después pagó el viaje y se dirigó hacia los asientos para situarse cerca de la ventana.

La furgoneta que había estado siguiendo meticulosamente a las dos jovenes había arrancado su motor y comenzado a circular por la vía detrás del autobús. Los hombres que se encontraban en el interior se concentraron en no perder de vista el rastro de ambas, aunque uno de ellos estaba harto de obedecer al que se encontraba sentado de copiloto. Este estaba haciendo horas extras solamente para llevar el dinero que faltaba a casa para dar de comer a sus tres hijas pequeñas y a su hijo de diécisiete años que estudiaba en una de las mejores escuelas de Seúl.

A veces, le resultaba complicado soportar al menor que lo llamaba cada dos por tres para supuestamente proteger a la chica, sin embargo, sabía bien que no se trataba solamente de eso, pues a sus cincuenta años ya sabía diferenciar el rostro del joven muchacho. Lo miraba de vez en cuando, observaba como movía sus dedos con nerviosimo sobre sus piernas y como se mordía el labio inferior con impaciencia. Más de alguna vez se había preguntado por qué no conducía él mismo el vehículo, de todas maneras ya sabía cómo hacerlo.

Siguieron al autobús durante al menos una eterna y larga hora hasta que se detuvo frente a un club nocturno donde Lis y Amber se bajaron cogidas de las manos decididas a introducirse en el interior del local. El chico que yacía en el asiento del vehículo miró la hora en su reloj con confusión, después observó a su conductor dormitando con la cabeza hacia atrás y esperó a averiguar que pasaba a unos metros de él. Las dos jovenes estuvieron hablando unos segundos con el hombre robusto que aguardaba la entrada y después entraron perdiéndose entre la multitud que salía en sentido contrario.

- ¿Qué demonios...?

Se mordió ligeramente el labio inferior y apretó los dientes antes de escabullirse del vehículo sin despertar al conductor. Cerró la puerta y se miró a sí mismo, admitiendo que su atuendo era el adecuado para no llamar la atención de la gente. Llevaba una chaqueta de cuero negra con unos vaqueros y una camiseta blanca de manga corta, su cabello estaba algo revuelto pero no le importó lo más mínimo y sobre su cabeza, llevaba puesta un gorra que ocultaba un poco su identidad. Tomó un poco de aire y dirigió sus pies hacia la fila, donde allí esperó con impaciencia durante unos cinco minutos. Fácilmente y por suerte,  se coló con facilidad entre la multitud cuando se encontró con uno de sus viejos amigos de la infancia y lo ayudó a pasar. Una vez dentro, comenzó a buscar.

❁  ❁  ❁

¡Hola! Ya tienen otro capítulo. Lo siento mucho, hay muchos errores, creo yo. Seguro. Pero al fin, estoy trabajando asi que intento sacar tiempo cuando puedo y también cuando mi mente funciona para pensar, por que si no... xD De todos modos, os dejo aquí el capítulo. Si luego cambia cuando lo corrija os saldrá en notificaciones. Pasen una buena semana!

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