Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

¿Estás siendo sincero?

Intentaba escuchar al profesor, pero no podía. Por mi mente cruzaban mil pensamientos y dudas. Si Nataly y sus amigas no sacaron esas fotos, ¿quién fue? Era imposible que fueran los chicos. ¿Qué pasó exactamente en esa fiesta? Sí, bebí mucho. Pero yo normalmente recuerdo lo que hice estando borracha, así que me parece extraño.

Y encima, los chicos no me hablaban. ¿Qué culpa tenía yo? Ninguno se presentó en clase, V no está viniendo al instituto estos días y cuando los veía en los pasillos ni notaban mi presencia. Ni siquiera Jin y Jungkook.

Me voy a volver loca.
¿Debería volver con mis padres?

Preguntas como esas pasaron por mi cabeza. Por un segundo pensé que era buena idea, pero luego tiré esa opción.
Así que estaba decidida a hablar con J-Hope.

Cuando la campana sonó dando aviso de que ya era la hora del recreo, salí como un rayo a buscarle.

Me dirigí rápidamente a la azotea, y ahí estaba, sentado contra la pared.

Me acerqué sigilosamente mientras dudaba de si realmente era necesario hablar del tema.

— Oye... — susurré. — Ho Seok.

Mordió su labio y miró al suelo. Claramente no tenía ganas de hablar. Di media vuelta decidida a irme, pero su voz me interrumpió.

— Tenías razón. No deberíamos seguir juntos.

Me volteé lentamente. Lo que había dicho me había herido como si me clavaran un cuchillo en el pecho.

— ¿Por qué dices eso? — pregunté con un hilo de voz.

— Todo esto ha sido una estupidez. No deberías seguir con nosotros, ________.

— ¿Qué? — suspiré. — ¿Cómo puedes decir eso?

— Por favor, vete. Terminemos esto aquí.

— Debes de estar bromeando. — dije frustrada. — Esto tiene que ser una broma.

— ¿No te das cuenta? Todo por lo que estás pasando es por nuestra culpa. Hagamos como si nada haya pasado, todo esto ha sido un error.

— ¿Cómo puedes decir que fue un error? Para mí no lo fue en absoluto.

— Para mí sí. — susurró.

Vale. Esto fue como una bomba. Sentía que explotaría en un segundo y que me iría yo sola a la mierda.

Se levantó y me dio la espalda dispuesto a irse.

— ¡Espera! — le grité, agarrándolo del brazo.

— ¿Por qué me sigues haciendo las cosas difíciles? — exasperó, apartando mi mano. — ¿No te puedes ir y ya está?

— ¿Por que eres tan frío? — Murmuré, a punto de estallar en lágrimas.

— Bien. No creí que tuviera que contarte esto. — suspiró sin mirarme aún.

Fruncí el ceño extrañada.

— ¿Recuerdas ese rumor que había sobre ti en tu otro instituto, de que te acostabas con todos? — se calló de repente.

— ¿A qué viene esto?

— Yo lo hice. Yo hice ese rumor.

No podía creerlo. Era imposible. Era totalmente imposible. Me sentía estúpida, avergonzada. Esto no me podía estar pasando.

— Eso es mentira — le contesté.

— No lo es. — se giró para mirarme. Podía notar los nervios que tenía en su cara. — Uno de los estudiantes más populares y más admirados me hizo la vida imposible. Pero, ¿sabes qué? Tú le gustabas a ese chico. — hizo una pausa. Le costaba revelar todo esto. — Como venganza, inventé el rumor de que te acostabas con todos, pero te afectó mucho ese rumor y me sentí culpable. Hubo la casualidad de que volvimos a estar juntos en el mismo instituto, así que me porté bien contigo para pagar la deuda. Esto ya ha llegado demasiado lejos.

Tenía un increíble nudo en la garganta. Deseaba que todo esto fuera una broma oculta, porque me sentía despreciable. ¿Cómo me puede estar haciendo esto? ¿Fue todo una mentira?

— ¿Qué? No. — dije — No puede ser.

— Me siento más aliviado ahora. — exasperó.

— No, no. Dime que es mentira. — supliqué.

Negó con la cabeza con cara inexpresiva.

— Entonces... Entonces tú...— Tartamudeé. No podía aguantar esto y mis mejillas ya estaban bañadas en lágrimas. — Entonces tú... ¿No me quieres? — mordí mi labio, sintiendo el sabor salado de mis lágrimas.

— No.

— ¿Estás siendo sincero? — pregunté sintiéndome totalmente inútil.

— Sí.

Asentí decepcionada. Había estado siendo una estúpida todo este tiempo. Me había ilusionado yo sola. Ahora lo comprendía todo.

— Está bien. — mordí mi labio de nuevo. — Esto ha sido una estupidez. Es cierto. — me limpié las lágrimas, aunque luego volvieron a caer más.

Me alejé hasta llegar a la puerta de la azotea y fruncí el ceño.

Fue un placer conocerte.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro