Capítulo 6
—¿Jamie? —me preguntó una vez más.
Puse a un lado mis pensamientos y me giré hacia el brevemente. Tenía que contestarle.
Lo miré fijamente, olvidándome por un momento de lo que sucedía en la cocina.
—Nunca pensé que diría esto, pero, estoy excitada. —le dije mientras sin poderlo evitar volvía a mirar hacia la escena en la cocina.
—No hay nada de malo en mirar Jamie. —me susurró una vez más mientras sentía sus manos enredándose en mi cintura.
—Siento como si estuviese invadiendo su privacidad.
—A ellos no les molesta que los miren. —me dijo mientras deslizaba una mano desde mi vientre hacia mi sexo.
Agarré su mano entre la mía y cerré mis piernas. Había tomado tequila, pero no lo suficiente como para dejarlo tocarme frente a los demás.
—¡Cassey! ¿Qué estás haciendo?
—Comprobando si lo que me acabas de decir es cierto.
—¿Imagino entonces que has practicado sexo en público? —le pregunté mientras me giraba hacia él brevemente.
—Si, y no.
—No te entiendo.
—He participado en intercambios sexuales, Jonathan siempre ha estado conmigo en la mayoría, pero nadie nunca ha sabido quien yo era. —hizo una pausa. —Imagino que sabes que me acosté con tu amiga en una ocasión.
—Sí, ella me lo contó antes de saber quién tú eras, eso se lo conté yo.
—Entonces, ¿quieres saber que se siente ser observado mientras tienes sexo?
—No creo estar preparada para eso Cassey.
—Todos tenemos algo de voyeur Jamie, además te las has apañado muy bien en el set de filmación.
—Eso es diferente.
—¿Diferente? ¿Acaso no nos estaban viendo todos? Es exactamente lo mismo Jamie. Solo déjate llevar y olvídate de todo a tu alrededor. —me dijo mientras unía sus labios con los míos.
Introdujo la lengua en mi boca y ahí mismo me olvidé de todo. Cuando sus labios tocaban los míos me olvidaba hasta de mi nombre. Enredé mis manos en su cuello y tiré de él más cerca de mí.
—No te voy a desnudar Jamie, no voy a pedirte tanto hoy, pero si quiero tocarte y sentir lo excitada que estás al ver a otros teniendo sexo en tu cocina. —me dijo mientras introducía la mano dentro de los jeans.
Y lo dejé.
Dejé que su mano explorara y tocara entre mis piernas.
—¡Dios! Estás muy mojada. —me dijo en un susurro mientras introducía un dedo en mi interior.
Arquee mi cuerpo hacia atrás involuntariamente y Cassey aprovechó para acostarme en el sofá. Y entonces sus labios vinieron desesperadamente sobre los míos mientras su otra mano masajeaba uno de mis senos. Sus labios bajaron hacia mi cuello.
Mordiendo.
Chupando.
Y no puede evitar que un gemido escapara de los míos. Bajé mis manos por su cuerpo hasta el botón de sus jeans, zafándolo y metiendo una de mis manos dentro. Necesitaba tocarlo, sentirlo.
Su miembro caliente vibraba y se endurecía en mi mano. Y sabía exactamente lo que deseaba.
—¡Jamie! Vamos para la habitación, necesito poseerte, sentirte, enterrarme en ti. —me decía mientras yo comenzaba a bajarle los jeans y sacaba su miembro del interior.
Continué masajeándolo mientras el gemía ahora contra mis labios.
—¡Jamie! Estas jugando con fuego y te voy a tomar aquí mismo. —me dijo mientras me miraba fijamente a los ojos.
—Pues tómame. —le dije con la respiración acelerada.
No me importaba nada, solo necesitaba sentirlo en mi interior.
Y entonces Cassey rápidamente me bajó los jeans solo lo suficiente para poder enterrarse en mí, arrancándome un gemido. Y entonces me mordí el labio inferior para contenerlo.
—No lo hagas, escuchar a alguien gemir puede hacer que aumente la excitación sexual. —me dijo mientras comenzaba a moverse en mi interior.
Y entonces lo sentí.
Sentí los gemidos de Jonathan y Jade mucho más altos ahora, y eso, combinado con los movimientos de Cassey dentro de mi, hizo que me excitara aún más. Ya no podía contener los gemidos que escapaban de mis labios. Enredé las piernas en la cintura de Cassey. Necesitaba más de él. Necesitaba sentirlo profundamente en mi interior, que llegara a lugares donde antes no había llegado.
Bajé una de mis piernas y lo apreté por las nalgas. Y el solo me sonrió.
—¿Eso es lo que quieres? ¿Qué te posea salvajemente?
—Si. —le dije en un jadeo.
Cassey me terminó de sacar los jeans, subió una de mis piernas y la colocó en su hombro, y la otra la subió hacia mi pecho. Y entonces comenzó a moverse.
—¡Dios! —cerré mis ojos.
De esta forma lo sentía muy dentro de mí mientras se movía rápidamente en mi interior. Esto era exactamente lo que a ambos nos gustaba.
Sexo duro y salvaje.
Y los gemidos que antes al menos podía controlar, de esta forma eran incontrolables. Mis paredes comenzaron a apretarse a su alrededor. Esto si que era demasiado para mí.
Los gemidos de Cassey se mezclaban con los de Jade y Jonathan en el otro extremo de la habitación. No creo que aguante mucho más.
Esto era demasiado. Un gemido del otro lado de la habitación me hizo abrir los ojos. No era un gemido normal, era una serie de gemidos rápidos que solo podían significar una cosa.
Orgasmo.
Y eso fue suficiente para hacerme llegar al orgasmo también mientras me aferraba fuertemente a mis piernas. Me quedé mirando fijamente a los ojos de Cassey mientras mi cuerpo se estremecía completamente de placer y lo sentía llenándome completamente.
Pero el no se detuvo, continuó envistiendo dentro de mí. Y yo solo lo miré fijamente. ¿Qué se estaba proponiendo?
Acercó su rostro hacia mí.
—¿Alguna vez has tenido un orgasmo múltiple Jamie? —me preguntó de repente mientras continuaba con sus movimientos.
Y entonces me percaté de lo que se proponía cuando mis paredes comenzaron a apretarse alrededor de su miembro una vez más. No podía evitarlo, los gemidos escapaban de mis labios sin yo siquiera percatarme. Y rápidamente me vi envuelta en un orgasmo arrasador una vez más.
Y después de varias envestidas más, Cassey comenzó a bajar el ritmo de sus movimientos hasta detenerse. Bajó mi pierna de su hombro y estiró la otra.
—Te prometo un masaje más tarde. —susurró contra mis labios mientras me besaba y tiraba del labio inferior. —Ahora vamos a ponernos más decentes. —me dijo mientras se sentaba en el sofá y tiraba de mi hacia él.
Cassey se puso de pie, se subió la ropa y yo hice lo mismo con la mía. Entonces se sentó nuevamente a mi lado.
—¿Por qué cambiaste de idea?
—No lo sé, me dejé llevar por la pasión del momento.
—Veo que has comprendido lo esencial, dejarte llevar por el momento y olvidarte de todo. Pero quiero que me contestes con sinceridad lo que te voy a preguntar. ¿Qué has sentido?
Lo pensé por un momento. No había sentido vergüenza, solo había sido placer absoluto desde el comienzo.
—Lujuria, lascivia...
—Y solo has sido una observadora. Todo lo que has sentido se multiplica por diez cuando participas en el intercambio.
—¿En serio?
—Sí. ¿Cómo te lo explico? —me dijo pensándolo por un momento. —Es como si toda tu vida hubieses practicado el sexo de forma normal, donde se involucran las dos partes, y un día te sometes a la voluntad de alguien para que haga contigo lo que desea. Con la persona correcta las sensaciones son...
—Sé a qué te refieres Cassey. —y lo sabía perfectamente.
No sabía lo que me estaba perdiendo hasta que lo conocí a él. Me quedé mirándolo entrecerrando los ojos por un momento.
—¿Puedo preguntarte algo sin que te molestes?
—Puedes preguntar lo que sea Lex. —me dijo mientras deslizaba una mano por mi mejilla.
—¿Desde cuando estas metido en este mundo? —inquirí con curiosidad.
—Hace varios años ya. —ahora tenía mucha más curiosidad que antes. Ahora quería saber cómo había comenzado todo.
En ese instante regresaron Jade y Jonathan a nuestro lado. Y Jade se sentó a mi lado sonriéndome perversamente. Y sabía lo que significaba esa sonrisa. Cuando estuviéramos sola me esperaba un interrogatorio. Y este iba a ser de los buenos.
—¿Qué película era la que iban a ver? —preguntó Jonathan mientras se sentaba casualmente en el extremo opuesto del sofá al lado de Jade.
Estábamos los cuatro sentados en el sofá como si fuese lo más normal del mundo. Como si no hubiese sucedido nada hace apenas unos minutos.
—¿Qué no estaban de paso? —preguntó Jade con curiosidad.
Pero sabía muy bien a que venía su pregunta, ella quería continuar con nuestra noche de solo chicas.
—Estábamos, ya no tiene mucho sentido salir esta noche, ¿cierto Cassey? —preguntó Jonathan mientras Cassey dejaba de mirarme y le sonreía.
—Cierto, ningún sentido. Veamos la película. —dijo mientras me estrechaba entre sus brazos.
Jonathan y Jade se marcharon entrada la madrugada en el auto de Cassey. Nos despedimos de ellos y entramos a la casa. Me dejé caer en el sofá mientras Cassey cerraba la puerta. Llegó donde yo estaba y tomó una de mis manos entre las suyas haciendo que me levantara.
—Vamos, te prometí un masaje. —dijo envolviendo mi cuerpo entre sus brazos y llevándome hacia el cuarto.
En cuanto llegamos a la habitación Cassey me desvistió lentamente.
—Lista, ahora a la cama. Imagino que no tienes aceite para masajes, ¿verdad?
—No. —le contesté mientras me sentaba en la cama.
—¿Y alguna crema?
—En el baño.
Cassey salió en dirección al baño y regresó con mi crema favorita.
—Boca abajo. —me dijo en tono autoritario.
—Si Señor. —le dije riendo a modo de broma.
Pude sentir a Cassey reír mientras se sentaba a mi lado en la cama. Sentí como abría el tubo de crema y untaba un poco en mi espalda.
—¿Vainilla?
—Me gusta mucho ese olor. —le contesté.
—A mi también. —me dijo mientras comenzaba a frotar suavemente.
—Mmm.
Cassey masajeaba mi espalda como todo un profesional. Esto si que jamás me lo esperaba.
—Me dijiste que podía preguntarte cualquier cosa.
—¿Qué quieres saber Lex?
—¿Cómo te metiste en este mundo?
Las manos de Cassey se detuvieron en mi espalda. Al parecer había tocado un tema sensible. Me giré en la cama y me senté para mirarlo fijamente a los ojos.
—No quiero meterme en lo que no me importa Cassey, disculpa, solo tenía curiosidad.
—No te disculpes Lex. Solo que me tomaste por sorpresa, no imaginé que fuera eso lo que querías saber.
—Te repito, no tienes que contarme si no quieres.
—Quiero contártelo. Por primera vez, quiero compartir esa parte de mi vida con alguien importante para mí. Además, creo que necesitas saber cómo ocurrió todo. Acuéstate Jamie.
Hice lo que me pidió. Cassey comenzó con su masaje nuevamente. Y entonces comenzó a relatarme su historia. La que nadie conocía, solo él, y ahora yo.
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¿Están listas para su historia?
Déjenme sus comentarios y no olviden votar.
Xoxo🐦⭐
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