Capítulo 5
En la sala estaban todos sentados conversando animadamente. Me dirigí hacia la cocina y continué preparando las cosas para la película. La conversación con Cassey debía ser a solas.
—¿Estás molesta conmigo? —me preguntó a mi espalda, pero no me giré.
Sí, lo estaba por haberme colgado el teléfono.
—¿Pensaba que tenías algo que hacer esta noche?
—Tengo algo que hacer con Jonathan, pero insistió en venir aquí primero.
Terminé lo que estaba haciendo y me giré hacia él. necesitaba decirle todo lo que estaba pasando por mi mente o iba a estallar.
—Sé que fue una estupidez lo que hice, pero buscaré la forma de solucionarlo. Se que me habías pedido que no hablara, que tu te encargarías de todo, pero al ver que no decías nada, tomé la palabra. Discúlpame, es algo que hago cuando estoy nerviosa, hago las cosas sin pensar en las consecuencias que tendrán después.
Cassey me miraba fijamente sin decir una palabra. Creo que debo darle tiempo para que procese lo que acabo de decirle. Cogí las palomitas y me dispuse a pasar por su lado. Pero el no me dejó. Se paró frente a mi y me quitó las palomitas de las manos poniéndolas nuevamente en la encimera.
—Discúlpame Lex, sé que no debí haberte colgado, pero estaba molesto. —me decía mientras se pasaba, frustrado, las manos por el pelo. —Esto es algo nuevo para mí.
—¿Qué cosa es nuevo para ti?
—Estar en una relación, tener novia, ponerme celoso. Nunca en mi vida he tenido celos por nadie. Nunca he estado en una relación seria como para tener que dar explicaciones, o pedir disculpas cuando discutamos. Nunca antes me ha interesado lo que hacían las mujeres con las que salía. Hasta ahora.
Me quedé mirándolo fijamente mientras interiorizaba lo que me acababa de decir.
—¿Soy tu novia?
—Pensaba que eso la habíamos dejado claro ya. —me dijo mientras se pegaba a mi acorralándome contra la encimera.
—No creo que hayamos aclarado muchas cosas. —le dije mientras comenzaba a ponerme nerviosa por su cercanía.
—Pensaba que con el sexo ardiente que hemos tenido había quedado claro que nos deseamos mutuamente.
—Bueno eso sí me ha quedado claro.
—¿Qué quieres, que te lo pida oficialmente? —me preguntó enarcando una ceja.
—No es eso, es que pensaba que nuestra relación...—pero el me interrumpió.
—Jamie...—me dijo mientras se pegaba a mi, su frente pegada a la mía, sus labios tentándome a besarlos. —Te deseo desde que bailaste en el club nocturno. Esos movimientos fueron mi perdición, y esa chispa que salta entre nosotros cuando estamos juntos es lo que hace que no te pueda sacar de mi mente. Eres mi tortura personalizada. ¿Quieres ser mi novia?
Jamás hubiese imaginado esto.
Cassey Walker pidiéndome que sea su novia.
Le sonreí abiertamente mientras me mordía ligeramente el labio inferior.
—¿Puedo pensarlo? — le pregunté enredando las manos en su cuello.
—¿Necesitas pensarlo? Porque puedo hacer algo para convencerte y que aceptes. —me dijo pegando sus labios a los mío y tirando de mi labio inferior.
Juro que de no ser porque tenía mis manos enredadas en su cuello en estos momentos estaría en el suelo.
—Me gustaría que lo intentaras. —susurré contra sus labios.
—¿Ya terminaron con las palomitas? —nos gritó Jade desde la sala.
Cassey sonrió contra mis labios. Y en ese momento supe que estaba planeando algo perverso para que yo aceptara su propuesta.
—Vamos para allá. —gritó el mientras se separaba de mí.
Me cedió el paso y yo salí hacia la sala con las palomitas. Me giré hacia atrás para ver a Cassey donde mismo lo había dejado.
—¿No vienes?
—Ahora te acompaño, necesito hablar algo con Jonathan. —me dijo mientras le hacía señas a este.
Continué mi camino y me senté en la sala al lado de Jade.
—¿Todo bien con Cassey? —me preguntó mientras yo miraba hacia la cocina tratando de adivinar lo que estaban hablando.
—Si, me acaba de pedir que sea su novia. —le dije sin prestar atención mientras cogía unas palomitas.
—Y lo dices así sin más. Imagino que le dijiste que sí.
—No le he contestado. —le dije frunciendo el ceño como si así tuviese la habilidad de leer labios. —¿De que están hablando? —le pregunté mientras Jade miraba hacia donde mismo lo hacía yo.
—Aún no sé leer labios, sabes, pero si tuviese que adivinar...diría que están hablando de sexo. —me contestó mientras yo la miraba y me reía.
—¿Y porque tendrían que estar hablando de sexo? ¿Acaso no pueden hablar de otra cosa?
—Créeme, y lo sé por experiencia. Cuando alguien llama a Jonathan para hablar algo con él es por dos motivos, o por trabajo o para hablar de sexo. Y entre tu y yo, no creo que Cassey esté hablando con él de trabajo.
En ese mismo instante Jonathan se quedó mirando en nuestra dirección.
—Es oficial Lex, están hablando de sexo. Conozco esa mirada de Jonathan.
—Cassey me había dicho que tenía algo que hacer esta noche con Jonathan. ¿Crees que se refería a eso?
—No lo creo, Jonathan no me comentó nada, y ese es uno de los acuerdos en nuestra extraña relación.
Aparté la mirada de Cassey y me quedé mirándola fijamente para que continuara con su explicación.
—Acordamos no participar en ningún intercambio sexual si el otro no está presente.
—Ah.
Ahora si iba entendiendo algo. Pero no entendía porque ambos miraban fijamente en nuestra dirección. Cassey le puso una mano en el hombro y le sonrió. Lo dejó parado en la cocina mientras se dirigía en mi dirección.
Se detuvo frente a mi muy sonriente.
—Jonathan necesita hablar contigo. —le dijo a Jade mientras ella se levantaba y se alejaba.
Cassey se sentó a mi lado y me pasó la mano por los hombros mientras enredaba un dedo en mi cabello.
—¿Qué estás tramando? —le pregunté mientras toda mi piel se erizaba ante su contacto.
—Estoy planeando pervertirte un poco.
—Estamos hablando de sexo, ¿Cierto?
El solo me sonrió malévolamente mientras con la otra mano apartaba el cabello de mi cuello, y me atraía para besar mi cuello. Cerré los ojos al sentir sus labios deslizándose por mi cuello, calentando mi piel.
—Pero lo voy a ir haciendo poco a poco, no quiero escandalizarte. —me decía mientras bajaba hacia mi hombro. —No quiero perderme ninguna de tus reacciones. Ya la otra noche probamos algo, y no puedes negar que te gustó. —me dijo mientras separaba sus labios de mi piel.
Y entonces me quedé mirándolo fijamente a los ojos.
—Fue algo frustrante al principio, pero sí, me gustó el resultado. —le dije sonriéndole.
—Déjame preguntarte algo. ¿Cómo te sentirías practicando sexo en público?
—Horrorizada. —le contesté sin siquiera pensarlo.
—¿Y viendo a alguien practicarlo?
—No podría mirar.
—¿Acaso nunca has visto una película porno? —me preguntó de repente.
—Sí, pero no es lo mismo.
—Claro que no lo es, cuando ves una película quisieras ser tu quien hace todo o a quien se lo hacen, ¿o me equivoco?
Yo no podía contestar. ¿En que momento la conversación se había vuelto tan ardiente?
—¿Imagino que nunca has hecho un trío?
—No. —podía sentir mis mejillas arder mientras le contestaba.
No he hecho mucho. Mis relaciones sexuales se reducían a sexo tradicional, ya fuera en un auto o a escondidas. Pero nada más. Nada de juguetes sexuales. Hasta que conocía a Cassey y comenzó a introducir el sexo de una forma diferente en mi vida.
—¿Te gustaría participar en uno?
Y en ese mismo instante comenzaron a pasar cientos de imágenes por mi mente. Imágenes de sexo ardiente entre dos hombres.
—Imagino que estás imaginando como sería, pero te aseguro que lo que tu mente imagina ni siquiera se acerca a la realidad. —me dijo mientras deslizaba una mano por mi mejilla.
Pero aún no entendía a que venía toda esta conversación. ¿A dónde quería llegar Cassey con todo esto?
—No tienes que tener miedo de nada Jamie, ya diste un paso muy grande aquella noche en el VIP cuando te sometiste a mi voluntad y después en la fiesta cuando me dejaste esposarte a la cama.
—¿Qué es lo que quieres de mi Cassey? — le pregunté mientras me perdía en su mirada.
—Quiero que me dejes guiarte, que me dejes mostrarte un mundo diferente al que conoces. Un mundo de placeres ocultos y prohibidos de los que muchos no se atreven a hablar.
¿Acaso yo quería eso?
Hasta el momento el sexo con Cassey ha sido extraordinariamente asombroso. El mejor sexo de mi vida. ¿Acaso había algo más excitante que lo que el me había mostrado?
—Puedo ver la curiosidad reflejada en tu rostro, Jamie.
—No puedo evitar sentir curiosidad, eso fue lo que me puso en esta situación, ¿Cierto?
—No pienso obligarte a nada que no quieras, así que si estas de acuerdo, y lo deseas, podemos comenzar esta noche.
—¿Esta noche?
—Si muero por ver tu reacción.
—¿Mi reacción?
—Sí, mientras hemos estado hablando de sexo, ¿Sabes que ha estado haciendo Jonathan con Jade?
—No lo sé. —no podía saberlo pues me encontraba de espalda a donde ellos estaban en la cocina. —¿Conversando? —Cassey sonrió.
—Sí, eso lo estaban haciendo hasta hace apenas unos minutos, en estos momentos están muy ocupados uno con el otro. —¿él no podía estar hablando en serio?
Me giré suavemente hacia la cocina. Y juro que mis ojos se abrieron como plato. No estaba preparada para lo que me iba a encontrar.
—Hoy quiero que veas, quiero saber lo que sientes al ver dos personas teniendo sexo frente a ti. Sé que sería mucho pedir para la primera vez, pero si lo deseas podemos unirnos a ellos...—y dejé de escuchar lo que Cassey decía.
No podía concentrarme en lo que el me estaba diciendo mientras veía a Jade desnuda, sentada sobre la encimera mientras Jonathan le daba placer con la boca. Podía ver como ella cerraba los ojos y se dejaba llevar por las sensaciones que la embargaban. Podía sentir como los gemidos escapaban de sus labios.
Intenté apartar la mirada de allí, pero me era imposible.
Jonathan salió de entre sus piernas y subió por su cuerpo besando su piel. Besó sus senos y continuó subiendo hasta unir los labios con los de ella. Y entonces todo se volvió más ardiente, más apasionado. Jade bajó sus manos hasta los jeans de Jonathan y se los zafó mientras este se los bajaba completamente junto a los bóxers. Y entonces mientras devoraba uno de sus senos con la boca y tiraba del otro pezón, se introdujo en ella.
Esto era demasiado para mí.
Sus gemidos se escuchaban perfectamente donde yo estaba. Podía ver sus movimientos claramente mientras entraba y salía de ella.
—¿Dime que sientes Jamie? —me susurró Cassey en el oído.
No podía contestarle ya que no encontraba las palabras para hablar. Pero mientras miraba fijamente hacia mi cocina sentí una sensación familiar comenzar a crecer en mi interior. Sentía como mi respiración se aceleraba y como la sangre comenzaba a calentarse en mis venas. Sentía el latir acelerado de mi corazón y como mis mejillas ardían aún más.
Y no lo entendía.
No entendía porque ver lo que estaba viendo, algo prohibido, algo que nunca jamás me hubiese pasado por la mente hacer, podía provocar esto en mí. No podía negar lo que estaba sintiendo, sería como engañarme a mí misma.
Estaba excitada.
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¿Se esperaban que sucediera esto?
Déjenme sus comentarios y no olviden votar.
Xoxo🐦⭐
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