Salí del camerino detrás de Jade y Jonathan con mi máscara puesta, mezclándome entre la multitud que bailaba o estaba prestando atención a las chicas que bailaban en la pista y no me reconocían. Subimos hacia el VIP y Jonathan nos condujo por un pasillo tenuemente iluminado hasta que se detuvo frente a la puerta del final.

—Cassey está detrás de esa puerta. —me dijo mientras yo miraba la puerta fijamente. —Diviértanse. —nos dijo con una sonrisa mientras le daba un beso a Jade. —Te espero al lado.

Y desapareció por donde mismo habíamos venido.

—Ponte esto. —me dijo tendiéndome una liga de goma que me puse en la mano.

—¿Para que es? —le pregunté con curiosidad.

—Ya verás. ¿Lista? —me preguntó mientras me mostraba una llave.

—¿Para tener sexo? Para eso siempre estoy lista. —le contesté con una sonrisa mientras ella introducía la llave en la cerradura.

Giró la manilla y empujó la puerta hacia adentro mientras entraba en la habitación y yo detrás de ella. Jade cerró la puerta y yo me quedé parada a su lado. La habitación estaba completamente a oscuras, excepto por una tenue luz que había sobre la cama, la cual iluminaba levemente a Cassey allí sentado.

—¿Quién está ahí? ¡Jonathan, eres tú!

—No puede vernos mientras estemos aquí paradas. —me susurró Jade en el oído. —La cama está justo en el centro de la habitación, si caminas con la mano por la pared como guía, el nunca te verá. Solo te podrá ver si te paras a un metro de la cama. —terminó de decirme mientras yo reía para mis adentros.

—Bien, no te muevas de aquí.

Estiré la mano hacia la pared. Y entonces me fijé en la pulsera, era de neón. Comencé a caminar alrededor de la habitación. Los tacones que llevaba puestos retumbaban en el suelo de madera de la habitación y llamaban la atención de Cassey. A medida que le daba la vuelta a la habitación podía ver como Cassey se giraba en mi dirección tratando de saber quién yo era.

—¿Quién eres? ¿Quiénes son? —corrigió.

Pero yo no le contesté. Solamente terminé de dar la vuelta y me detuve nuevamente cuando llegué al lado de Jade. Pude saber que estaba a su lado por la pulsera que ella traía.

—¿Quieres mantener tu identidad oculta? —me susurró Jade en el oído.

—Sí. —le contesté en un murmuro apenas inaudible.

Jade tomó mi mano y me condujo a un lugar específico de la habitación donde nos detuvimos. Ella presionó un interruptor en la pared y se iluminó una luz muy tenue desde el suelo hacia arriba entre nosotras dos. Nuestros rostros se veían tenuemente casi irreconocibles podía decir.

—¡Le dije a Jonathan que no quería celebrar! —gritó.

Jade se inclinó hacia la pared nuevamente y presionó otro botón. Y comenzó a sonar Lost Control de Alan Walker. A Jade le gustaban mucho sus canciones y esta me la había puesto en incontables ocasiones.

—Solo déjate llevar por la música. —me susurró en el oído.

Y entonces colocó las manos en mis hombros mientras las deslizaba hacia abajo por mi cuerpo a medida que me daba la vuelta. Y comenzó a bailar alrededor de mí. Utilizándome como si fuera un poste.

Era como si estuviésemos bailando en la pista y me dejé llevar por el ritmo pegajoso de la música. Y comencé a mover mi cuerpo al ritmo de la música mientras deslizaba mis manos por el cuerpo de Jade. Jade me sonrió mientras llevaba sus manos a mis hombros y dejaba caer al suelo el sobre todo que yo traía puesto. El conjunto que llevaba puesto cubría el tatuaje de mis costillas. Así que Cassey no me reconocería hasta que no me lo quitara. Y continuamos bailando sensualmente.

Jade pegó su frente a la mía mientras nos mirábamos fijamente y ella deslizaba sus manos hasta acariciar levemente mis senos.

—¡Jonathan! —gritó Cassey mientras intentaba zafarse

Y no sé porque, pero en ese instante no pude hacer otra cosa que reír y Jade siguió mi risa con una carcajada. Jade movía su cuerpo contra el mío mientras bajaba hasta el suelo meneando su cuerpo mientras se sostenía de mis caderas. Cerré los ojos y me dejé llevar por la locura que estaba cometiendo. Y entonces sentí la boca de Jade por mi vientre.

Abrí los ojos mientras miraba hacia abajo. Esto no me lo esperaba. No esperaba que ella hiciera esto, y tampoco esperaba excitarme a medida que ella subía lamiendo mi cuerpo. Mi respiración comenzó a acelerarse y cuando sentí su lengua deslizándose por encima de mi pezón dejé escapar un jadeo de mis labios.

Jade continuó subiendo por mi cuerpo. Llegó a mi cuello y yo cerré los ojos. Nunca había pasado por mi mente que esto pudiera excitarme. Jade separó los labios de mí. Abrí los ojos y la miré ahora fijamente. Coloqué las manos en sus hombros mientras movía mi cuerpo al ritmo de la música. Y le saqué el sobre todo de ella. Y entonces bailé alrededor de su cuerpo, bajando hasta el suelo y subiendo nuevamente. Me quedé mirando su vientre a medida que subía.

Esto no estaba en los planes. Pero tenía que saber que se sentía, moría por saberlo. Acerqué mis labios hacia su vientre y deslicé la lengua de un lado al otro mientras daba pequeñas mordidas. Separé los labios de su vientre y subí moviendo mis caderas hasta mirarnos a los ojos.

Jade tenía una sonrisa estúpida en los labios. Y conocía el significado de esa sonrisa. Me estaba desafiando.

—Nunca pensé que te atreverías a hacer eso. —me susurró muy bajo.

—Ni yo tampoco pensé hacerlo. —le dije mientras bajaba las manos hasta sus senos y los acariciaba suavemente.

Jade solamente me sonreía y dejaba escapar algún que otro gemido. Y entonces no pude controlarme.

El escuchar a Jade gemir hizo que me excitara aún más y perdí todo el control que me quedaba, y todo pensamiento racional se fue a la mierda. Me olvidé de todo y solo pensé en obtener placer. Acerqué mis labios a los suyos y tiré de su labio inferior.

Pero Jade me detuvo.

—Creo que te estás olvidando de lo más importante. —susurró contra mis labios.

Y entonces lo recordé. Me había olvidado de Cassey.

—Vamos, creo que es momento de que te diviertas con él. —me dijo mientras se separaba de mi cuerpo.

Recogió el sobre todo de ella del suelo y después de coger algo, me tomó de la mano y me condujo hacia donde estaba Cassey. Cuando nos detuvimos frente a él, Cassey nos miró a ambas.

—Jade, le dije a Jonathan que no quería celebrar, suéltame por favor, tengo que salir de aquí. Tengo algo importante que hacer.

—Nosotras también tenemos algo importante que hacer. —le dijo Jade mientras el se me quedaba mirando.

Al parecer entre la máscara y la poca iluminación, Cassey no me reconocía.

—Jade, no quiero tener sexo contigo ni con nadie que no sea Lex.

—¿Estás seguro que no quieres? —le preguntó Jade mientras yo me acercaba a él.

Cassey estaba sentado en el borde de la cama. Tenía una mano esposada al cabecero de la cama. Me detuve frente a él. Jade tomó la mano que tenía suelta y le colocó otra esposa mientras tiraba de él hasta que quedó acostado en la cama.

—Lo mejor será que no te resistas Cassey. —le dijo Jade.

Le zafé la camisa que llevaba puesta dejando su pecho descubierto.

—Lex te va a matar cuando se entere de lo que hiciste. —dijo mientras yo aguantaba la risa.

Jade bajó de la cama y me ayudó a sacarle los zapatos y los jeans.

—Adelante. —me dijo Jade mientras yo subía hacia la cama y comenzaba a besar su pecho.

Deslicé la lengua por todo su pecho en dirección sur y cuando llegué a los bóxers, metí una mano dentro. Su miembro estaba duro, caliente y palpitante. Saqué la mano y me senté a horcajadas sobre él, sintiendo la dureza de su miembro debajo de mi.

—Creo que mi trabajo aquí ha concluido. —dijo Jade mientras yo la miraba brevemente.

La cogí por la mano y le sonreí levemente. Esta era mi forma de agradecerle por ayudarme. Jade subió a la cama y me sorprendió con un beso en los labios.

—Después me cuentas como terminó todo. —me dijo mientras me colgaba una cadenita en el cuello con la llave de las esposas.

Se bajó de la cama y salió de la habitación.

—No te ofendas cariño, pero no puedo tener sexo contigo. —me dijo mientras yo deslizaba la lengua por mis labios.

Me moví sobre él sintiendo su miembro duro debajo de mí. Me bajé y saqué su miembro de adentro de los jeans, y deslicé la mano arriba ya bajo por su extensión mientras lo miraba a los ojos fijamente. Y entonces bajé mi boca hacia su miembro, deslicé la lengua por la punta, dando vueltas en círculos, casi sin apenas tocarlo.

—¡Por dios! —exclamó Cassey.

Continué haciendo lo mismo mientras sentía sus manos tirar de las esposas. Bajé la lengua hasta la base y volví a subir para repetir los mismos movimientos una y otra vez. Quería que el suplicara. Y lo hizo después de varios minutos en mi tortura.

—Acaba conmigo de una maldita vez para que me pueda marchar. —gritó desesperado.

Pero yo no iba a darle lo que él deseaba. No esta noche. Esta noche el iba a hacer lo que yo quisiera y cuando yo lo quisiera. Me saqué las bragas y me senté sobre su pecho, de espalda a él. Me incliné hacia adelante y esta ves introduje solo un poco su miembro en mi boca. Y sentí como a Cassey se le escapó un gemido. Deslicé mi lengua por su miembro mientras levantaba mis nalgas de su pecho, dejando mi sexo cerca de su boca, tentándolo.

Me deleité saboreando su miembro una y otra vez, disfrutando de cada instante. Podía sentir su aliento sobre mi sexo, pero el no se atrevía a acercar sus labios. Me incliné más hacia atrás y entonces introduje su miembro completamente en mi boca y lo mordí levemente mientras lo sacaba.

—Lo siento Lex. —escuché que dijo muy bajo.

Eso había sido suficiente para que el acercara sus labios a mi sexo y comenzara a devorarme. Y yo comencé a chupar más rápidamente su miembro. Cuando lo sentí endurecerse aún más, supe que estaba cerca. Me bajé de encima de su cuerpo dejándolo al borde del placer.

—¡Pero que mierda! —gritó enfurecido mientras yo le sonreía.

Me senté sobre su abdomen y coloqué mis manos en su pecho. Deslicé las manos por su cuerpo hasta llegar al mío. Y entonces comencé a deslizar las manos por mi cuerpo hasta llegar a mis senos. Cerré los ojos y comencé a acariciarme como mismo lo hacía el. Apretando y tirando de los pezones a medida que masajeaba.

—¿Esto es una especie de tortura? —preguntó el mientras yo sonreía.

Tiré de un pezón y se me escapó un gemido. Creo que estoy llegando a mi límite de placer. Esto no es solo una tortura para él, lo es también para mí. Llevé mis manos hacia detrás y zafé el conjunto, para después deshacerme de él lanzándolo a algún lugar de la habitación. Y rápidamente me acosté sobre su cuerpo, dirigí mis labios hacia su cuello, besando, mordiendo, como mismo lo hacía el. Tiré de el lóbulo de su oreja.

Me corrí hacia detrás hasta que estuve sobre su miembro nuevamente. Llevé una mano hacia su miembro y lo coloqué en mi entrada.

—¡Espera! No puedo hacer esto sin preservativo. —gritó mientras yo lo introducía lentamente en mi interior.

Y no pude aguantar más la tentación de decirle algo. El tenía que saber que era yo.

—Sí, si puedes. —susurré en su oído antes de sentarme a horcajadas sobre él.

Su miembro entró completamente en mi y yo dejé escapar un gemido audible mientras cerraba mis ojos y absorbía las sensaciones.

Abrí los ojos y Cassey me miraba fijamente. Llevé las manos hacia la máscara y me la quité lanzándola a un lado de la cama.

—¡Lex! —exclamó asombrado.

Bajé mis labios sobre los suyos y lo besé con todo el amor que tenía por él. Cassey me devolvió el beso mientras yo me movía sobre él. Separé nuestros labios y me senté nuevamente sobre él. Coloqué mis manos en su pecho y comencé a bajar y subir sobre su miembro. No necesitábamos mucho. Ambos estábamos al borde del placer. Pero yo aún no había terminado con lo que tenía planeado para esta noche. Saqué su miembro de mi interior y me senté sobre él, frotando su miembro contra mi sexo.

—¿Me amas Cassey? —le pregunté mientras él me sonreía.

—Te amo más de lo que pensé que podría hacerlo jamás.

—¿Y eres mío? —le pregunté mientras continuaba moviéndome sobre él.

—Soy todo tuyo. —me contestó mientras yo le sonreía.

—Eso es exactamente lo que quiero, que seas todo mío y ser completamente tuya. —le dije mientras cogía su miembro y lo posicionaba en la entrada de mi ano.

—No Lex, esta no es la mejor forma de hacerlo.

—Quiero que sepas que por ti soy capaz de hacer cualquier cosa. Y te quiero entregar mi cuerpo completamente.

—Ya sé que eres capaz de hacer cualquier cosa Lex, me lo acabas de demostrar, pero el sexo anal no es algo que se hace sin preparación. Eso lleva tiempo si quieres que sea placentero. Quiero hacerlo contigo, pero no quiero que sientas dolor.

Retiré su miembro de donde estaba y lo introduje nuevamente en mi interior.

—Ya tendremos tiempo para prepararte, ahora comienza a moverte que no aguanto más esta tortura. —me dijo mientras yo reía.

Y comencé a moverme. Necesitaba terminar con esto, no podía aguantar más. Mis paredes rápidamente se apretaron a su alrededor y rápidamente me vi gritando su nombre y gimiendo de placer cuando lo sentí llenándome completamente.

Me dejé caer sobre su pecho. Su corazón latía a la misma velocidad que el mío.

—No te olvides de quitarme las esposas. —me dijo mientras yo comenzaba a reír.

Me levanté, le zafé ambas manos del cabecero de la cama y después me dejé caer a su lado nuevamente.

—Tenía pensado hacer algo diferente esta noche. —me dijo deslizando una mano por mi cabello.

—¿Era algo como esto?

—No, definitivamente mis planes no involucraban un baile erótico, mis planes iniciales eran más privados, solo entre tu y yo.

—Podemos posponer lo que tenías pensado para otro día. —le dije mientras el detenía el movimiento de su mano en mi pelo.

—He estado posponiéndolo desde el sábado. —me dijo muy bajito.

Levanté la cabeza y lo miré a los ojos fijamente.

—¿Qué estas planeando Cassey? —le pregunté mientras el me sonreía y se sentaba en la cama.

—Mejor te muestro mis planes, después de lo de esta noche no puedo seguir posponiéndolo ni un segundo más. —me dijo mientras se levantaba de la cama.

Me senté en el borde de la cama mientras lo observaba recoger sus jeans del suelo y buscar algo en el bolsillo. Cassey estaba de espalda a mi y no supe que fue lo que sacó del bolsillo. Solo sé que se giró hacia mí con una mano cerrada.

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