Capítulo 19
Después de esa escena siguieron otras. Una antes de almorzar y otras en la tarde. A las 7:30 pm me encontraba en mi tráiler, descansando para la escena que venía a continuación. Teníamos que hacer horas extras, además que la escena que filmaríamos era de noche. Una en la cual necesitaríamos muchos extras. Y mientras releía la escena, fui planeando algo para esta noche. Apenas y había hablado con Cassey. No habíamos podido estar solos ni un minuto, solamente durante la filmación. Y por la mirada que me lanzaba de vez en cuando sabía que me necesitaba, igual que yo a él. Busqué el teléfono y le marqué a Jade. No tenía idea si estaría en L.A o en Santa Ana.
—¿Pensaba que Cassey te había hecho olvidar a tus amigas?
—Aún no. —le contesté riendo.
—Fui a ver a tu hermano ayer, está bastante recuperado para lo sucedido.
—Sí, hablo con él todos los días. ¿Aún estás en Santa Ana?
—No, estoy en L.A, en casa de Jonathan. ¿Necesitas algo de allá?
—No, en realidad necesito que me ayudes con algo.
—¿Algo que involucra a Cassey?
—Sí. No hemos tenido mucho tiempo juntos y quiero hacer algo desde hace unos días.
—¿Que está planeando esa cabecita tuya?
Y comencé a contarle mi plan.
Media hora más tarde, alguien tocaba a mi puerta.
—Adelante.
Levanté la vista hacia la puerta por la que se asomaba la asistente de Mary.
—Jamie, ya te puedes marchar, hubo un problema con los extras de la escena y la directora se está encargando.
—Gracias, espera. —le grité antes que desapareciera por la puerta.
Pero fue demasiado tarde, ya ella había desaparecido. ¿Y ahora como regreso? Solamente tenía una opción, y la tenía muy cerca. Me levanté de la cama, cogí el celular y salí del tráiler. Iba a tocar en su puerta cuando esta se abrió.
—¿Necesitas algo? —inquirió con una sonrisa deslumbrante.
—Sí, esta mañana Mary me trajo, pero ahora no tengo como regresar.
—Sí, mi madre acaba de llamarme pidiéndome que te lleve hasta la casa, que ella está ocupada y no puede hacerlo.
—Gracias.
—Vamos. —me dijo indicándome el camino.
Cassey caminó junto a mi hasta el parqueo. Lo vi sacar las llaves del bolsillo de los jeans mientras me sonreía. Y me perdí en su mirada mientras llegábamos junto a su auto.
Y entonces la sonrisa se borró de mi rostro.
Su auto se había encogido y había cambiado de color. Volví a mirar a Cassey que no quitaba su estúpida sonrisa del rostro.
—Estaba esperando un auto. —le dije enarcando una ceja.
—Y yo no pensaba llevarte a casa, así que anda, monta. —me dijo después de montarse él y darme el casco.
Monté detrás de Cassey y me aferré a su cintura mientras el aceleraba la moto.
—No me lo tienes que decir, ya estoy agarrándome fuertemente.
Sentí su risa debajo de mis manos mientras conducía hacia la casa de su madre. O eso pensé yo cuando lo vi conducir en una dirección completamente diferente, y unos minutos más tarde entrábamos a su casa. Afuera habían apostados varios paparazzi que comenzaron a disparar fotos en cuanto nos vieron.
—No te quites el casco hasta que no entremos a la casa. —me dijo mientras parqueaba la moto en el garaje.
Me bajé de la moto y me quité el casco cuando estuve fuera de la vista curiosa de los paparazzi.
—¿Pensaba que me llevabas a casa de tu madre? —le pregunté mientras el bajaba de la moto y yo le daba el casco.
—Eso será después. —me dijo poniendo el casco a un lado y aproximándose a mí.
—¿Después? —le pregunté mientras mi respiración se aceleraba.
—Sí, después que nos duchemos y cenemos.
—¿Solamente eso? —Cassey se acercó más donde yo estaba.
—¿Quieres hacer algo más Lex? —se detuvo frente a mí, sus labios muy cerca de los míos.
—¿Pensé que eras más creativo?
—Puedo ponerme creativo, pero eso será después que me des un beso.
—¿Te lo tengo que dar yo?
—¡Mierda Lex no me tientes más! —dijo separando la distancia entre nosotros y pegando sus labios y su cuerpo al mío.
Su beso era desesperado y yo se lo devolví con la misma desesperación y ansiedad que él. Sus manos acariciaban mi cuerpo mientras yo enredaba las mías en su cuello y el me empujaba dentro de la casa. Choqué contra algo detrás de mi y caí sobre el sofá mientras Cassey devoraba mis labios y descendía por mi cuerpo. Entonces el celular de él comenzó a sonar. Cassey lo sacó de los jeans, rechazó la llamada y lo dejó caer en la alfombra del suelo sin apartar sus labios de mi cuerpo.
El celular volvió a sonar insistentemente.
—¿No deberías contestar? —le pregunté mientras el me sacaba la blusa.
—Es solo Jonathan, no hay nada más importante en este momento que tú. —me dijo mientras bajaba sus labios lentamente hacia los míos.
Y el tenía razón.
No importaba nada más.
Solo nosotros.
El teléfono comenzó a sonar nuevamente y Cassey separó los labios de los míos. Buscó el teléfono y respondió.
—Estás en speaker Jonathan, si no es de vida o muerte voy a colgar.
—Hola también para ti. ¿Estás de mal humor? Se de algo que te bajará esos humos.
—Estoy de mal humor porque estás interrumpiendo algo importante. —dijo mientras bajaba sus labios hacia mi cuello.
Y no pude evitar que escapara un gemido de mis labios cuando sentí sus manos jugueteando dentro de los jeans.
—Siento interrumpir tu jugueteo con Jamie, hola Jamie, pero estoy en camino a tu casa a recogerte.
—¿Que es tan importante como para que vengas a recogerme?
—Vamos a ir a ver el local del que hablamos el otro día, el dueño nos está esperando.
En ese instante Cassey separó sus labios y manos de mi cuerpo.
—Estoy llegando en diez minutos, ponte presentable. —eso fue lo ultimo que dijo antes de finalizar la llamada.
Cassey se sentó en el sofá y yo hice lo mismo.
—Lo siento mucho, pero es un compromiso pendiente desde hace tiempo, no puedo posponerlo.
—Lo entiendo. —le dije mientras recogía la blusa y me la ponía.
—Vamos a bañarnos y vestirnos. —me dijo mientras se ponía de pie y tiraba de mi mano rumbo a su habitación en el piso superior.
—¿Vestirnos? —le pregunté a medio camino de las escaleras.
—¿No pensarás que te voy a dejar aquí sola?
—Cassey, no voy a ir a una reunión de negocios contigo, no haría nada ahí más que estorbar, mejor me quedo aquí y preparo algo delicioso para cenar.
—No quiero dejarte sola. —me dijo sosteniendo mi rostro entre sus manos. —No sé cuánto demore.
Me le quedé mirando fijamente.
—Le puedo pedir a Jade que venga a hacerme compañía.
—Llama a Jade... —me dijo entre besos por mi rostro. —...tengan una divertida noche de chicas...—me quitó la blusa y la tiró a alguna parte. —...porque cuando regrese con Jonathan nos vamos a divertir los cuatro juntos.
La ultima vez que habíamos estado los cuatro juntos en una habitación había sido excitante. Pero sabía que el observar solamente, no era lo que Cassey tenía planeado para esta noche.
No voy a negar que me había excitado al ver a Jade y a Jonathan, pero de ahí a participar activamente en un intercambio. Creo que Cassey iba a necesitar barias botellas de vodka o unas cuantas jarras de margarita si quería que yo me atreviese a hacer algo de eso.
Veinte minutos más tarde Cassey se había marchado con Jonathan y Jade llegó unos minutos después en su auto.
—¿Por qué te demoraste tanto? —le pregunté cuando le abría la puerta.
—Estaba dejando todo listo. —me dijo sentándose en el sofá.
—¿Me acompañas a cenar?
—Por supuesto.
Una hora más tarde habíamos terminado de cenar y estaba terminando de alistarme para salir.
—¿Tienes todo lo necesario? —me preguntó desde la puerta de la habitación.
Y por un momento me quedé mirando fijamente a Jade. Lo que me había dicho Cassey antes de irse, estaba dando vueltas en mi mente.
—¿Te sucede algo? —me dijo llegando donde yo estaba y sacándome de mi ensoñación.
—No es nada, solo algo que dijo Cassey antes de salir.
Jade caminó hasta donde yo estaba y se sentó a mi lado.
—Y me imagino que tiene algo que ver con lo que sucede en el club.
—Cassey dijo algo de divertirnos los cuatro juntos cuando regresara.
—Nunca hemos hablado de lo que sucedió aquella noche. ¿Quieres hablar de eso?
Me quedé callada. Lo que menos necesitaba en estos momentos era perturbarme más con esos recuerdos. Pero entonces una idea comenzó a formarse en mi mente. Una idea pervertida que me hizo sonreír.
—No quiero ni saber lo que esta pasando por tu mente. —no le contesté, solamente le sonreí aún más.
—Vamos.
Hacia tiempo que no venía al club, pero continuaba igual que siempre. Cuando llegamos a los vestidores todas las chicas comenzaron a gritar antes de saludarme.
—¿Vas a bailar con nosotras hoy?
—Lo siento, pero no. No es que no quiera, es que no puedo.
Y no podía. Había entrado a escondidas y si alguien me veía y me reconocía, sabía que los paparazzi no tardarían en llegar.
—Chicas ya es hora de salir al escenario.
Todas se despidieron de mí y salieron a hacer la función de todas las noches. Comencé a desvestirme para ponerme la ropa que utilizaría esta noche. Y me quedé mirando fijamente a Jade que se había quedado sentada en sofá.
—¿No vas a bailar esta noche? —le pregunté con curiosidad mientras cogía el conjunto del vestidor.
—No.
—¿Tienes algo mejor que hacer? —le pregunté mientras comenzaba a vestirme.
—Dímelo tu Lex. —y se quedó mirándome fijamente. —¿Te atreverías a hacer lo que estás pensando desde que salimos de la casa?
¿Cómo sabe lo que estoy pensando? Es imposible que lo sepa. Y me repetí la pregunta a mí misma.
¿Podría hacerlo?
En las veces que habíamos bailado juntas, ella había deslizado sus manos por mi cuerpo y yo por el de ella. Habíamos bailado sensualmente una con la otra. Pero nada más.
—¿Puedo preguntarte algo? —Jade solamente me sonrió mientras se levantaba y buscaba un conjunto en él vestidor.
—La respuesta a tu pregunta es si. —me contestó mientras me alcanzaba unos tacones negros de aguja.
—¿Sí?
—Sí, he estado con mujeres, Lex. Y no, no es algo de gustos, no me gustan las mujeres. Solamente lo he hecho por placer.
—Ni siquiera voy a preguntar con cuantas. —dije muy bajito mientras me sentaba a ponerme los tacones.
—Tres o cuatro, no llevo la cuenta.
Me quedé en silencio he inmóvil por un momento. No sabía como preguntarle. Tenía curiosidad. Quería saber que se sentía.
—¿Desde cuándo te has vuelto tan tímida hablando de sexo Lex? —me preguntó con una sonrisa mientras me alcanzaba un sobre todo negro y comenzaba a vestirse.
—No es timidez Jade, es solo que no sé cómo preguntarte. —continué poniéndome los tacones.
—El sexo es diferente, por supuesto que lo es. —dijo dejándose caer a mi lado en el sofá. —Pero las sensaciones, si tuviese que compararlas con mis experiencias con otros hombres, son mucho más profundas. No sé si me explico bien.
—Creo que no.
—¿Cómo te explico? —Jade hizo una pausa mientras buscaba un término comparativo para explicarme mejor. —¿Qué tan bien conoces tu cuerpo, sexualmente hablando?
—Perfectamente.
—Exacto. Sabes exactamente donde debes tocarte, cómo debes tocarte, y el punto exacto que te lleva al borde del placer.
—Hum. —fue lo único que pude decir.
—Los hombres nunca llegan a conocer el cuerpo de una mujer a la perfección ni tan profundamente como ellas mismas. Para ellos las zonas eróticas no existen, solamente existen dos cosas esenciales. —me dijo mirándome muy seriamente. —Vagina y tetas. —me dijo mientras ambas nos reíamos a carcajadas.
Creo que Cassey no entraba en el listado de esos hombres. Es probable que Cassey me conozca mejor que yo misma.
—Nunca me imaginé pidiéndote esto. —le dije mientras me ponía de pie y me colocaba él sobre todo.
—No es como si no te hubiese visto desnuda nunca. —me dijo poniéndose el sobre todo mientras yo reía. —Además, ya te he visto masturbándote y teniendo sexo con Cassey.
—Lo había olvidado.
En ese instante tocaron a la puerta y entró Jonathan muy sonriente. Jade se levantó de mi lado y corrió hacia sus brazos.
—Hola J.—le dijo dándole un beso.
Y yo me reí muy bajito ante la forma en que ella se refirió a Jonathan.
—Ya todo está listo, Cassey está arriba en la habitación oscura, esposado y furioso. —lo ultimo lo dijo muy bajito.
—Eso ha sido rápido. ¿Cómo salió el negocio?
—Todo bien, dentro de poco tendremos otro local igual a este.
—Será mejor que te sientes, tenemos un ligero cambio en los planes de esta noche.
—¿Un cambio? —dijo mientras se sentaba a mi lado y Jade sobre sus piernas.
—Sí. Lex quiere meterse de lleno en esto del intercambio de pareja.
—¿Exactamente qué es lo que quieres hacer?
—Estaba pensando comenzar con un trío.
— ¿Para el disfrute de él o tuyo?
—De él.
—Y me imagino que lo quieres hacer con Jade. —por dios que acaso mis pensamientos escapaban de mi mente sin yo percatarme.
—Sí. Confío en ella, es mi mejor amiga.
—Además de que ya la he visto desnuda. —añadió Jade con una sonrisa.
—Solo hay un problema con eso. —dijo Jonathan mirándome seriamente. —Ningún hombre que no sea yo puede tocar a Jade sin mi presencia.
—Por eso no debes preocuparte, Cassey no la va a tocar. Solamente lo haré yo.
¡Mierda! ¿Yo acabo de decir eso?
Esta conversación se está volviendo demasiado excitante.
—Bueno, si están listas podemos ir subiendo. No quiero que Cassey me mate por lo que le hice.
—Pues vamos entonces. —dije poniéndome de pie.
—Imagino que quieres una máscara. —me dijo Jade mientras iba hacia un armario.
Había olvidado coger la máscara con la que todo había comenzado.
Jade regresó un minuto más tarde y me tendió una máscara exactamente igual a la que yo conservaba.
—Gracias. —le dije mientras me la ponía y salíamos hacia los VIP.
Esta noche es la definitiva. Hoy me convierto en una persona completamente diferente. Voy a hacer cosas que nunca imaginé que haría y de las que sé que no me arrepentiré. Y lo hago por amor. Porque quiero integrarme a él en todos los sentidos. Quiero que vea que soy capaz de hacer locuras por él.
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¿Que creen que va a suceder en el club?
Déjenme sus comentarios y no olviden votar.
Xoxo🐦⭐
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