Namjoon miraba a través de la ventana como habitualmente lo hacía, era otro día lluvioso, sujetaba una taza de café humeante mientras “Solitude” de Billie Holiday sonaba de fondo. Estaba siendo una mañana relajante, las ramas de los árboles se estremecían por el viento y la lluvia parecía ir al compás de la canción.

De repente pensamientos intrusivos brotaron en su mente: ¿Estaría solo toda su vida? ¿Llegaría alguna vez a amar? ¿Estaría con alguien? ¿Y Jungkook? ¿Qué hay sobre Jungkook?

Ama enteramente a Jungkook, con toda su alma, pero ellos han sido amigos desde hace años. Por increíble que parezca jamás han mencionado nada al respecto, Namjoon lo respeta tanto como Jungkook a él. Había aceptado el hecho que eran algo así como aquellas almas gemelas que están destinadas a encontrarse, pero a no ser.

Triste, desolado, y resignado, Namjoon subió a su dormitorio a retomar su lectura. Al menos eso le haría parar de cuestionarse hasta su existencia. Probablemente en otra vida, ellos vuelvan a encontrarse para amarse como solo los amantes saben hacerlo.

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