Capitulo 6
Me duele
Me quema
Me lastima
La falta de sueño.
Sin duda este fin de semana no descansé. No pude pegar ojo pensando en los últimos acontecimientos en mi vida, Blake Turner fue un huracán que revolucionó todo. Y no en buen sentido. Sus ojos verdes me atormentan, me siguen a todas partes y es como si no pudiera controlar mi mente. Siempre llegan. Y su mirada... He intentado buscar en mi subconsciente y sigue sin aparecer el recuerdo abstracto de esa turbia mirada llena de una mezcla de sentimientos.
El segundero suena perturbando mi tranquilidad, el sonido consistente me tiene de los nervios. Estoy perdida. No me inmuto ante la clara orden de la clase.
Realizar los ejercicios (Han de entregarse al final de la clase)
No me interesa. Un número no va a definir mi futuro. Mi hoja en blanco me perturba, es muy... Vacía. No tiene vida.
Los ojos sin vida de Ami.
La imagen de mi hermanita desangrándose con sus ojos estáticos y claramente muertos logró terminar de arruinar mi vida.
No, no otra vez...
Y sin siquiera poder controlarlo. El fatídico día en que mi vida se fue a la mierda, invadió mi mente sin piedad alguna. Tras pensar que lo había bloqueado y encerrado en una caja dentro de mi cerebro para no salir nunca.
— Venga Alex — La risueña risa de Amelia hizo que sonriera ampliamente. La emoción en su voz causaba estragos del mismo sentimiento dentro de mi. Iríamos de picnic los cuatro, le prometí a Ami que le ayudaría a volar su nueva cometa con forma de pinky pie. Y que luego iríamos un rato al lago. — Apúrate anciana.
Solo le saqué la lengua.
— ¿O sea que cuando tengas trece vas a ser una anciana? — Encarné una ceja sonriendo ampliamente. Si bien las respuestas de Amelia eran excelentes para su corta edad, la idea de superarla me fascinaba.
— No... Porque... — Se quedó callada un momento y un puchero se formó en su rostro — ¡No se vale! — Se cruzó de brazos — Tramposa, le voy a decir a mamá — Me sacó la lengua e hizo un puchero. Solo pude reír al tiempo que negaba.
Drama queen
— ¡Mamá! — Gritó. Su voz chillona inundando mis oídos y haciendo cimbrar mi cabeza en dolor.
— Cállate sapa — Reí levantándola de la silla de su bicicleta y tapándole la boca. Ella pataleó, dándome fuertes golpes en las piernas.
Maldita niña con fuerza e inteligencia sobrenatural.
Gemí de dolor y la dejé ir.
— Vamos ya, o sino no te compro helado — Se quedó inmuta ante mis palabras, mirándome fijamente.
¿Enserio está intentando leerme?
Ilusa.
Encarné una ceja, intentando verme retadora. Probablemente ella si se sienta amenazada, ya que es una niña. Pero si le hago esta cara a alguien como Cassidy Thompson, solo se reirá en mi cara.
Puta Cassidy.
Puto Justin.
Putos todos.
— Vamos anciana — La voz de Amelia me sacó de mis pensamientos. Relajé mi expresión.
No debo pensar en ellos ahora. No son importantes. Estoy con la gente que más amo. Gente que SI vale la pena.
Mi respuesta hacia Ami fue una sonrisa leve y subirme a mi bicicleta de nuevo. Volvimos a conducir.
Mierda, está haciendo mucho calor. El parque, como dije anteriormente, tiene un lago, en el que después del picnic nos bañaremos con Ami. Llevamos planeando esto por semanas. Y daría hasta mi alma a Satanás por ver más seguido esa sonrisa de emoción en su carita.
— ¡Ya estamos cerca chicas! - Escuché a mi mamá gritar desde un poco más atrás. Amelia chilló y le subió la velocidad a su recorrido.
Me estaba adelantando. Y no como antes, sino que ya se encontraba a algunos metros.
— ¡Ami, espérame! — Le grité frunciendo el ceño preocupada al ver que se acercaba a una calle. Teníamos tres reglas para andar en bicicleta.
1. Siempre usar seguridad
2. No ir tan rápido para evitar accidentes
3. (Esta es solo para Amelia) Esperarme a mi, a mamá, a papá o al mayor que este con ella para cruzar una calle.
No tengo claro si me esta ignorando o tan solo no escucha. Pero no parecía querer detenerse.
Iba a toda velocidad y por mas que intentara. No lograba alcanzarla.
Cuando su rueda hizo contacto contra el pavimento de la calle, todo pareció pasar en cámara lenta.
La camioneta Jeep negra, la bicicleta de Ami... Y su grito de terror y dolor.
— ¡Amelia! — Un grito desgarrador salió del fondo de mi pecho. El tiempo pareció detenerse, lo que parecieron horas y sólo fueron unos segundos me dejaron totalmente inmóvil.
Alex, Alex, Alex
Escuchaba los murmullos a lo lejos pero no lograba identificar de quiénes eran. Lo único que podía ver era el pequeño cuerpo de mi hermana en el piso, inmóvil y desde aquí se alcanzaba a ver la sangre.
Alex... Alex... Alex...
— ¡Alex! – La fuerte y ronca voz de Justin me sacó de mi trance. Di un salto en mi puesto y subí la mirada encontrándome con sus profundos ojos.
— P-Perdón... — Tartamudeé — ¿Me estabas llamando hace mucho?... — Murmuré.
— No mucho... Pero... Ajá — Se encoge de hombros — ¿Estas bien? Parecías en otro mundo — Una sonrisa de lo que me imagino es diversión se formuló en su rostro.
No estoy bien.
Nunca volveré a estar bien.
Debí ser yo. No ella.
— Si... — Asentí lentamente. Mi comentario sonó más como pregunta. — Si — Afirmé esta vez más fuerte — Estoy bien.
Al parecer mi respuesta no le convenció, puesto que hizo una mueca.
— ¿Estas segura? — Asentí de nuevo a lo que el solo suspiró. Se me quedó mirando por incontables segundos.
Incómodo.
No voy a negar que Justin es un chico atractivo. No lo veo de la misma forma de cuando era niña, pero es atractivo. Solamente que... No me siento cómoda alrededor suyo, en especial después del beso de ayer.
Me siento perra.
Siento que lo traicioné al pasar toda la noche con Blake.
Y casi follar con el.
Aún fuera de mi vida, ese drogadicto sexy me sigue cagando todo.
— Estaba pensando en que podríamos salir hoy a hacer algo — Rompió el silencio, su voz tan suave como el terciopelo.
Hice una mueca.
— No puedo... — Suspiré — Le he prometido a Sophia que la acompañaría a...
Dudé entre decirle a donde iríamos o no. Anoche en nuestra larga charla con mi amiga, ella me había implorado que la acompañara al pique de su novio.
Pique.
Carrera ilegal en motos o carros desarrollada en los suburbios de Madrid.
El chico correría y a ella le daba miedo salir sola.
No le pude decir que no.
Obviamente no me olvidé de mi "castigo". Ya veré como me escapo, así sea por unos minutos.
En ningún momento juré que me quedaría por mucho.
— Un sitio. — Completé mi frase. De nuevo dudando con mi mediocre respuesta.
Blake arruinó hasta mi creatividad para poder dar buenas respuestas.
— Lo siento. — Hice una mueca a lo que él negó con una sonrisa.
— No te preocupes, saldremos otro día de estos — Acarició mi mejilla con la yema de sus dedos, causando un corrientazo en mi entrepierna.
Malditas hormonas.
Le respondí con una sonrisa, claramente fingida.
Deja de ser idiota, idiota. Dale una oportunidad, Blake no es nadie. No es nada. Fue una ilusión. Una pesadilla
Fiuu
¿Viste? Desapareció
— Le voy a preguntar a Soph si puedes venir... — Me encogí de hombros — A lo mejor la pasamos bien — Sonreí de lado al ver como sus azules iris se iluminaban.
— Claro — Exclamó sin disimular en absoluto su entusiasmo.
— Ahorita te paso la dirección — El escuchar el fuerte timbre, dando paso a la siguiente clase detuvo nuestra conversación. Me despedí con mi mano colgando mi bolso sobre mi hombro.
Joder.
Mierda.
¿Por que soy tan idiota?
¿Cual era la siguiente clase?
Pues literatura.
¿Que significa eso?
Oh, que debo seguir haciendo mi investigación sobre Blake.
— ¿Que ha pasado? — La chillona voz de Sophia me sacó de mis pensamientos.
— Le odio.
— ¿A Justin? — Abrió su boca tan grande que dudé en que se le cayera la mandíbula.
— No, a Blake. — Bufé.
— ¿Te ha stalkeado y escrito? — La burla en su tono era notoria.
— No — Chillé. — Pero mi investigación de literatura...
— Se trata de él — Me interrumpió riendo. — Eso te pasa por perra obsesiva.
La miré mal.
No es mi culpa.
Es la de el. Por ser un sexy extraño misterioso.
— Alex — Me sobresalté al sentir la fuerte sacudida por parte de Sophia — ¡Me di cuenta de algo! — Exclamó dando saltos de emoción en su sitio.
— ¿Que? — Encarné una ceja.
— Tienes tu propio Joe — Sonrió ampliamente y yo rodé los ojos.
Imbécil.
— ¿¡Sabes de que me di cuenta yo?! — Intenté copiar su sonrisa.
— ¿¡Que?! — Sus ojos brillaron.
— Que tienes retraso mental — Me volví a poner seria dándole un golpe por detrás de la cabeza, causando que ella soltara un jadeo de dolor.
— La falta de sexo te tiene amargada — Me sacó la lengua, adelantándose con su típico paso sensual. Rodé los ojos divertida.
A pesar de todo, amo a mi mejor amiga.
— ¡Soph! — Le llamé fuertemente antes que se alejara lo suficiente para no escucharme. Ella de inmediato se volteó. — Ven — A pesar de la distancia me pude dar cuenta que rodó los ojos y se acercó.
— ¿Que? — Preguntó seria posándose frente a mi con una ceja encarnada.
— ¿Justin puede venir a la vaina de tu novio hoy? — Una gran sonrisa comenzó a formularse lentamente en su blanco rostro.
— Picarona — Me dio un golpecito en el brazo riendo — ¡Claro que si! Entre más mejor — Por ver esa sonrisa en su rostro, hasta me follaria a Michael.
— Vale, entonces... Nos vemos — Sonreí de lado.
— ¡Estoy muy feliz por ti, Alex! — Me dio un beso en la mejilla volviendo a correr hacia lo que me imagino, era su salón. Negué riendo. Ella no cambia.
Caminé lentamente hacia mi clase como normalmente. Nunca llegaba a tiempo. Nunca me ha interesado. Perdí realmente el interés por las cosas desde la muerte de Ami.
Eso fue hasta que Blake llegó a ponerme dudas en la cabeza. A darme una motivación para seguir.
¿El amor?
¡No! What the fuck.
La curiosidad de saber porque mierda me acosa. Se que me prometí que lo dejaría atrás, a él y todo lo que lo concierna su existencia. Pero...
¡No puedo! Necesito saberlo. ¿Por que sabe de mi? ¿Que sabe de mi? ¿¡Quien es?!
No lo conozco de nada.
Solo conoces a que sabe. Camila Cabello está orgullosa de ti.
Joder... Entre más vueltas le doy al asunto, más me desconcierta. Tal vez su agresividad fue lo mejor. Tal vez debía alejarme de él.
Siento que me estoy metiendo en un hoyo del que no voy a poder salir si no acabo con esto a tiempo. El destino nunca ha jugado a mi favor, y dudo que esta vez sea así.
Blake Turner saldrá de mi vida el día en que descubra que intenciones tenía conmigo.
Lo juro.
[***]
¿Que incentivó a Joe a ser un acosador?
¿Me están acosando?
¿Como detener un acoso sin que el acosador se dé cuenta?
He releído más de cinco veces mis preguntas. Son estupidas lo se. Pero en mi reflexión, la broma de Sophia comenzó a asustarme aún más.
¡Tienes a tu propio Joe!
¿Blake es un psicopata acosador? ¿Va a matar a Justin? ¿Debo mudarme a otro país y cambiarme el nombre a Koquita?
Mis dudas me estaban revolviendo el estómago. Cada segundo me altero mas.
Blake Turner me terminó de volver loca.
Miré hacia atrás, y al ver que no estaba el profesor cerca, me decidí por hacer una locura. Abrí Google Chrome y me plasmé viendo las teclas.
Lo hago
No lo hago
Lo hago...
No, no lo hago.
Si lo voy a hacer.
Mis dedos actuaron con mente propia comenzando a anotar la razón de mi falta de sueño todos estos días. Mi corazón comenzó a palpitar con fuerza cuando vi que estaban comenzando a cargar los resultados.
2.543 resultados encontrados para
Blake Turner
El acosador resultó acosado.
Entré al primero que me apareció, el cual consistía en una página de Facebook. Mientras cargaba, me dispuse a mirar el televisor de la biblioteca en el que estaban transmitiendo las noticias.
— Siguen sin darse noticias sobre el paradero del hijo de Harrison Miller. — Mostraron a la periodista de unos cincuenta y pico de años hablando fijamente a la cámara, su tono de voz tan serio que parecía un robot.
Miller, Ja. Irónico. Su hijo desaparecido, y Blake y yo como vándalos irrumpiendo en su edificio.
La imagen pasó a Harrison Miller, quien al parecer odiaba la prensa, puesto que mientras caminaba a su destino sólo los esquivaba.
— Christian volverá, yo lo sé — Fue la única respuesta que dio antes de subir a su lujoso auto.
Christian Miller es un joven de 21 años quien escapó de casa hace aproximadamente un año. Nadie sabe nada de él desde entonces. Ni siquiera hay certeza que siga vivo. Harrison no permite que publiquen fotos suyas. Su cuenta en Instagram está privada y dudo que publique algo si es que es fugitivo o aún vive. Es un caso realmente estupido.
Solo es famoso porque, el señorito Miller es el puto heredero de la empresa más famosa y rica de España.
Mi concentración volvió hacia el computador, viendo que la página ya había cargado. Di una última mirada hacia la puerta y me dispuse a stalkear él perfil.
No... No lo estoy stalkeando. Estoy investigando. Si, investigando.
Suspiré y comencé a mover la ruedita del mouse hacia abajo, el perfil no tiene foto. Cuando por fin llegue a una prueba de existencia un flujo de bilis subió desde mi estómago hasta casi salir por mi boca. Pero lo retuve.
Ese no es Blake.
Cerré rápidamente Google y cerré los ojos intentando sacar esa asquerosa imagen de mi cabeza.
Un viejo de unos setenta años, con el pecho peludo (De canas) y gordo, en una tanga narizona. Me removí asqueada en mi puesto.
Creo que es suficiente investigación por hoy.
Y para toda la vida después de ese trauma.
Piensa en cosas buenas... Piensa en Ares Hidalgo, piensa en Heist Stein, piensa en Adrik Cash... Eso... Ellos si... Ellos.
Suspiré más calmada.
Heist Stein....
Mayne.
Abrí rápidamente Word, antes que la pregunta que flotaba por mi cabeza se desvaneciera.
¿Que trastorno psicológico lleva a alguien a acosar a una persona?
— ¿Como vas? — La voz del profesor me sobresaltó pero supe disimularlo.
— Encontré mi tesis, o bueno, la más indicada para mi tema — Murmuré. Como si lo dijera más alto, no sería posible. Como si lo gritase, dejaría de ser buena y solamente sería una ridiculez.
— ¿Cual es?
— ¿Que trastorno psicológico lleva a alguien a acosar a una persona? — Leí, seguido de voltearme un poco para poder mirarle.
— Muy buena — Asintió — Continúa, y recuerda, cualquier duda — Levantó un poco su mano — Levantas la mano — Está vez fue mi turno de asentir.
Volví a abrir Google, esta vez fuera del alcance del tal Blake Turner, viejo y asqueroso. Al momento en que mis dedo iban a teclear la pregunta. Me detuve.
No pude.
No quise.
No puedo, ni quiero saber que lleva a Blake a hacer lo que hace.
No puedo, ni quiero saber que tan loco esta.
Y sin duda, no puedo, ni quiero saber que es capaz de hacerme.
Como si fuera una bombilla prendiéndose, uno de los recuerdos de anoche en la comisaría inundó mi cabeza. O al menos el fragmento de este.
— Debes volver a casa — La voz sonaba lejana y desconocida ante mis oídos.
— No debo, ni quiero soy mayor... — Pude identificar con facilidad su voz, se trataba claramente de Blake.
— Debes llevar a esa chica a casa y alejarte de ella... — Dijeron más cosas que no pude entender. Ni siquiera veía más que una imagen borrosa de lo que parecía una celda — La drogaste, y fue por un propósito.
Salí de mi trance con un miedo inexplicable. La frase de lo que me imagino era una de los oficiales resonando por todo mi cuerpo.
La drogaste y fue por un propósito
Si no nos hubieran detenido, el...
— ¡Profesor! — Grité, para que me escuchara. El señor Hernández, prácticamente de inmediato se acercó.
— ¿Que sucede, Clark?
La sola mención de mi apellido me acordaba a Blake.
El solo recuerdo de Blake me alteró aún más.
— No me siento bien.... ¿Me puedo ausentar antes? — Antes que siquiera me respondiera, agarré mi bolso y salí prácticamente corriendo de allí. Estaba hiperventilando, la respiración me fallaba, el corazón me latía tan rápido que dolía.
Estaba entrando en un ataque de pánico.
El ataque de pánico o crisis de ansiedad se define como una experiencia de intenso miedo, que aparece de forma súbita y va acompañada de síntomas físicos.
— Alex... — Una voz que parecía conocida pero que no pude reconocer sonó a la distancia, o tal vez cerca, no lo sé. Ya no sé nada. No quiero saber nada.
Mi visión comenzó a nublarse, como si un velo negro cayera ante mis ojos. Mis piernas habitualmente fuertes comenzaron a temblar como gelatina. Mi cuerpo entero parecía que se iba a derretir en cualquier momento. Y entonces... Cuando comencé a sentir que mi respiración recuperaba su velocidad normal. Sentí un fuerte golpe en la parte derecha de todo mi cuerpo y todo se volvió negro.
[###]
Desde el principio Blake supo como traerme problemas, siempre fui alguien pacifica y sin ninguna alteración, ni siquiera después del accidente de Amelia. Eso fue hasta que ese idiota llegó. Lo único que trajo a mi vida fueron complicaciones.
¿Saben que es peor que un asesino en serie?
Un mentiroso.
El asesino te mata físicamente, pero siempre me ha gustado creer que tú alma reencarna en algún otro ser.
El mentiroso mata tu alma. Te convierte en un ente andante, ya no solo no sientes. Sino que no vives. Solamente sobrevives, pasa el tiempo y sigue todo igual. Hasta que envejeces y te das cuenta que nunca tuviste vida. Porque ese mentiroso te la robó el día en que se cruzó en tu camino.
Te lo quitó todo.
Terminó de destruir lo que las heridas del pasado ya habían comenzado.
Y lo peor de todo.
No le ha importado.
[***]
Mis ojos pesaban y dolían, el solo tener que abrirlos estaba siendo una puta tortura. Mi cuerpo dolía en exceso, como si un camión hubiera pasado encima mío sin piedad alguna. Cuando los pude abrir un poco, solo pude distinguir una luz.
No era cegadora como detallan en los libros, pero era una luz. Volví a cerrar los ojos. Me dolía mucho abrirlos.
Escuchaba murmullos al fondo, una voz parecía femenina y la otra de un chico.
Venga Alex, un último esfuerzo para abrir los ojos.
Con el dolor carcomiéndome viva, lentamente abrí los ojos. Mi visión estaba borrosa y solo podía ver que junto a mi estaban dos personas.
No podía distinguir quienes eran.
Al parecer estaba acostada en un salón blanco, puesto que en las paredes ese era el único color visible. Intenté hablar, pero mi garganta dolía demasiado para hacerlo.
¿Que mierda me pasó?
— ¿Alex? Oh, Alex no sabes cuanto me alegra que estés bien — La voz femenina de a poco que hablaba comenzó a tomar sentido y me di cuenta que era Sophia.
— ¿Soph?... — Murmuré. Hablar dolía, y mucho.
— Shhh — Me puso un dedo en los labios — No hables tranquila.
— Nos diste un susto gordo, Alex — Al tiempo de mis sentidos auditivos, mi visión comenzó a mejorar y lo primero que encontré fueron los penetrantes ojos azules de Justin mirándome fijamente con preocupación — ¿Estas bien?
Iba a responder pero la voz de Sophia me interrumpió.
— No la hagas hablar, idiota — Le dio un codazo y luego me miró, suavizando su expresión la cual estaba arrugada en un ceño fruncido.
— ¿Que me pasó?... — Murmuré —
— Te haz desmayado. — La suave voz de Sophia no le quitó la incertidumbre y la clara seriedad al asunto.
¿Me desmayé?
¿Por que?
Lo último que recuerdo es cuando llegue a clase de literatura.
— ¿Que horas son? — Pregunté.
— La una de la tarde.
¿¡Una?! Pero si eran las Diez...
— Alex — Volvió a hablar Sophia — No voy a ir hoy a lo de Samuel, me voy a quedar aquí... Cuidándote — Yo negué de inmediato.
— Iremos los tres, la pasaremos genial y no acepto un no como respuesta. — Sophia iba a hablar pero la callé.
Me puede pasar una estampida de bufalos por encima.
Pero jamás le voy a romper una promesa a nadie, y mucho menos a alguien como lo es Sophia para mi.
[***]
Suspiré viendo todo. Había sido algo difícil el convencerlos que estaba bien y que viniéramos. Pero que puedo decir...
Tengo mis encantos.
Nos encontrábamos en una de las zonas más rurales de la ciudad. El lugar estaba lleno de lo que parecían delincuentes, alcohólicos y drogadictos.
Si pienso sobrevivir esta noche, debo al menos ingerir un poco de alcohol. Agarré una cerveza de uno de los refrigeradores de plástico en el piso y le di un largo sorbo. De cierto modo la presencia de Justin, y su brazo alrededor de mis hombros me hace sentir protegida.
Sophia desapareció, me imagino que para ir con su novio. Y la verdad, lo prefiero así. Después de lo que ocurrió hoy, y con el apoyo incondicional de Justin. Me ha dejado claro que vale la pena. Me ha dejado claro que debo darle una oportunidad.
Me acurruqué contra su pecho.
La idea de venir a los suburbios en esta época del año sin chaqueta ha sido la más idiota que he tenido en mucho tiempo.
Pero que puedo decir, tuve poco tiempo para planear mi "outfit". Debía salir mientras mi mamá estaba de compras y antes que mi papá llegara del trabajo. Porque, el castigo obviamente no desapareció mágicamente.
— ¿Quieres mi chaqueta? — Murmuró contra mi oído a lo que yo asentí con una sonrisa. No se la iba a negar.
El cuero sobre mis hombros y su brazo de nuevo donde estaba antes me trajo una sensación de comodidad y calor increíbles.
— ¡Tortolitos! — Escuché la chillona voz de Sophia causando que ambos nos volteáramos. Venía agarrada como una sanguijuela de gancho con el que me imagino es Samuel.
— Ella es Alex mi mejor amiga — El castaño con tatuajes y pinta de Hardin Scott, me dio una sonrisa cálida — Y él es Justin, su novio — La miré mal.
— Hola Samuel — Lo saludé con cortesía y una sonrisa leve — Soph me ha hablado mucho de ti. El... — Puse mis manos sobre el pecho de Justin — Es Justin, nuestro... Amigo — Remarque la palabra mirando fijamente a Sophia quien tenía una sonrisa de Inocencia insoportable. La amo pero a veces solo quiero darle un golpe.
— Clark — Una ahora muy conocida y ronca voz resonó por todo el lugar. Me encontré con los ojos verdes que me han hechizado por las últimas noches. Bajé mi mirada hacia su pecho, encontrándome con una pelirroja contra este. Sentí la sangre hervir en mis venas y un gran enojo apoderarse de mi cuerpo.
— ¿Que haces aquí? — Dije entre dientes, para evitar que se notara mi clara molestia con la presencia de la chica tan cerca de él.
— Te hago la misma pregunta. Esta es mi pandilla — Una sonrisa maquiavélica y claramente malvada se curvó en su rostro. Lo estaba disfrutando el imbécil.
¿Me puedo desmayar, ahora?
¿Puede venir la estampida de bufalos y aplastarme?
— Va a ser una muy divertida noche — Dijo Samuel con una sonrisa de clara emoción.
Oh si, será divertidisima.
La mejor noche.
Pero para morir.
Hola Pauters,
POR DIOOOOS. Hace muchos no nos leemos ahre. ¿Que piensan del reencuentro de ese par?. ¿Y de la relación de Alex y Justin? TENEMOS UNA ALEX EN INSTAGRAM.
/ morir.
Vayan a seguirla porque es una divina @alexiaclark.sr. El jueves entro al colegio y voy a estar aún más inactiva. Hablando de Instagram, vayan a seguirme que antes de subir cada cap, subo unos cuantos spoilers. (Cuenta en mi bio). En fin estoy hasta la madre dijo la Lucrecia, de andar escribiendo así que...
Asta la procsimaaaa
- P A U
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