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Capítulo 20

Las ruedas chirreaban contra el pavimento con cada curva que tomaba. Ya me podía imaginar las tantas motos de patrulla detrás de mí, pero poco me importaba. Nada me importaba ahora. Nada que no fuera Blake Smith. Su imagen invadía mi mente sin piedad alguna. Sus ojos, su sonrisa, sus pómulos, su todo. Alrededor mío solo sonaba Can't take my eyes off you a todo volumen. No podía perderlo, no era capaz, no creería soportar una muerte más... No era tan fuerte. Mi auto patinaba en la acera debido a la fuerte lluvia que caía. Comenzaba a pensar que quizás el clima se alineaba con mis sentimientos, todos estos maravillosos días con Blake habían sido soleados y perfectos. Pero está noche el cielo lloraba, un estruendo caía encima de la ciudad. Sabía que si seguía conduciendo así acabaría estrellándome. Pero ¿qué más da?...

No quiero una vida sin Blake...

No seas imbécil Alexia. Por Dios, piensa en tus padres, piensa en Sophia, quizá él esté bien y haya sido un susto. Maneja con más calma, Blake es fuerte... Blake te quiere y estará para ti.

Sí, eso... Conciencia, por fin sirves de algo.

Solté una fuerte respiración y bajé la velocidad, a fin de cuentas, ya estaba cerca del hospital, de hecho, alcanzaba a verlo desde aquí. A pesar de querer apretar el acelerador con toda mi fuerza. No lo haría. Si Blake estaba bien quería estar ahí para él, para acompañarlo ahora y en la vida que nos quedaba juntos.

Poco me importó la manera de estacionar mi auto. Solo quería verlo, solo quería saber que tal estaba, solo quería acompañarlo. Salí con rapidez de mi auto, el aguacero recibiéndome. Las gotas de lluvia golpeaban mi cuerpo con fuerza, lo empaparon de inmediato. Sin embargo, no le tomé importancia, simplemente caminé rápidamente hacia la entrada a urgencias. En zancadas largas me acerqué hacia recepción, había un hombre ahí, pero en ese momento no me importó. Solo me importaba Blake.

––Señorita, por favor espere su turno y...

––Blake Smith––Le interrumpí––¿Qué tal est...

––Alexia––Una voz me interrumpió. Me giré de inmediato encontrándome con un Camilo en terrible estado. Su camiseta estaba arrugada, su pantalón se notaba que era de pijama, puesto que era viejo y muy desalineado, traía unos tenis y medias diferentes. Su cabello estaba desordenado y bolsas colgaban bajo sus ojos. ––Yo te contaré que sucedió ¿vale? Deja a la señora trabajar––Intentó sonreír, pero salió más como una mueca. Yo me limité a asentir dándole una mirada fugaz a la enfermera. Comencé a caminar hacia él con la mirada gacha.

––Vamos por un café y lo hablamos con más tranquilidad ¿si? ––Murmuró cuando ya estaba frente a él, yo me negué frunciendo el ceño.

––Quiero estar aquí si hay noticias de él, no me voy a mover hasta saber de Blake.

Él suspiró y respondió un simple vale.

–­–Voy a ir por unos cafés, tu... Quedáte aquí o... No sé haz lo que

quieras––De nuevo hizo una sonrisa fallida y se retiró hacia la cafetería, o eso me imagino. Solté aire con fuerza para después ir a sentarme en una de las sillas libres. Apoyé mis codos sobre mis rodillas y me dediqué a examinar mis pies. Quizá eso me distraería de toda esta situación. Mi cabello goteaba, y el agua iba a parar al piso. Tenía frío. Ahora más que nunca me vendría bien uno de esos abrazos de Blake, necesitaba sus palabras de aliento. Le quería, ojalá estuviese aquí.

Si lo pierdo...

No debo pensar mal, él estará bien. Es fuerte. Y de paso una plaga, ese imbécil no querrá dejar de joderme ahora que me tiene.

Sonreí ante mis ocurrencias. Me imagino lo que estaría haciendo ahora. Probablemente se estaría burlando del hospitalizado mientras hablaba sus babosadas y fumaba un cigarrillo.

Dios... No lo había visto drogarse hace un tiempo. Por un momento pensé que quizá... ¡Que estúpida fui! Quizá si le hubiera puesto más atención a él que a mí, habría predicho esta situación. Todo lo indicaba. Ayer sus ojos estaban inyectados en sangre, antes de ayer estaba manejando con algo de torpeza. Pues claro, debía de estar colocado. Todo esto es mi culpa... YO debí darme cuenta, YO debí haberle dado más prioridad a él que a cualquier drama estúpido. Me concentré más en Justin, un buen chico que no significa nada para mí, que, en Blake, el chico que amo.

Amar.

El amor es el sentimiento supremo que una puede experimentar hacia alguien. Amar no se trata solo de afinidad o de química entre dos , el amor es sentir , conexión y al estar junto con otra persona. Es una unión no material, espiritual. No se trata solo de demostraciones físicas, sino afectivas, emocionales.

Lo amo, mierda, lo amo tanto. No necesito investigarlo, ni tampoco pensarmelo. De no amarlo no estaría aquí, sentada en la silla de un hospital, titiritando de frío mientras tengo una boleta para el mejor festival de España. Comiéndome las uñas pensando en lo vacía que sería mi vida, de nuevo, si él llegara a irse.

––Alexia...––Levanté mi mirada al escuchar a Camilo llamarme. Ahí estaba él, con su cara representando exhaustividad, con dos vasos de cartón en la mano. Intenté sonreírle, pero tal y como le ocurrió a él, me salió una mueca. El pelinegro tomó asiento a mi derecha y me extendió el vaso, yo lo acepté con gusto. Solté un suspiro de alivio al sentir el calor abarcar mis prácticamente congeladas manos.

––Sé que tienes muchas dudas... Joder, yo también las tendría. Solo... Confía en mi ¿si?... Todo lo que te voy a decir a continuación es cierto.

Yo asentí confundida. Claro, con todo este embrollo lo último que había rondado mi cabeza era por qué Camilo y Blake se conocían. Pero ahora la duda comenzaba a atormentar mi cabeza.

––M...-––Suspiró––Blake y yo nos conocemos desde hace mucho tiempo. Somos amigos cercanos, yo solía vivir en Barcelona... Me mudé hace unos meses aquí, junto con otros chicos, una banda––Sonrió con amargura––Éramos solo nosotros en el piso, hasta que cierto personaje hizo acto de presencia, prácticamente implorándome quedarse. No le podía decir que no, claramente... Yo...––Se rascó la nuca––No te puedo decir mucho, porque no me corresponde, pero...––Se quedó mirándome fijamente unos segundos en silencio, sus ojos gritando algo que no pude descifrar––Blake te quiere, y te quiere de verdad... Que su jodido pasado no afecte su relación... Todos hacemos cosas de las que nos arrepentimos, pero a pesar de todo... Te quiere, Alexia. Si su pasado vuelve a él, que no sea un obstáculo para ustedes. Que las acciones de...––Frunció el ceño––Otros––Remarcó tal palabra con desdén––No les afecte a ustedes.

Fruncí el ceño, sin habla. No sabía que decirle. Blake ya me había contado hace un tiempo parte de su pasado. ¿Eso era tan malo? No dejaría que su padre se metiera entre nosotros, él no merece pagar por las acciones de ese hombre. Yo sé que Blake es una buena persona, confío en él, le quiero.

––Familia de... Blake Smith––Un doctor interrumpió el silencio que se había formado. De inmediato Camilo y yo nos incorporamos, mi café cayendo al piso en el proceso. Pero para ser sincera, me importó un comino.

Caminamos hacia el señor. Mis manos comenzaron a sudar y las palpitaciones de mi corazón se sentían fuertes y casi dolorosas contra mi pecho. El doctor transmitía completa confianza. Era bajito y regordete, su pelo era canoso y tenía un bigote, sus mejillas estaban sonrojadas. Todo en el hombre irradiaba ternura. Una sonrisa amable estaba curva en su rostro.

­––Está estable––Murmuró. Joder... Solté el aire que llevaba reteniendo desde que había recibido la llamada de Camilo. De la sorpresa y el alivio, casi me caigo para atrás, sin embargo, el antes mencionado me sostuvo de la espalda evitándolo––Pero... Debemos hacerle más observaciones, para estar del todo seguros.

––¿Podemos ir a verlo? ––Me apresuré a preguntar. Necesitaba verlo para asegurarme que se encontrase bien. Él asintió causando que una sonrisa se formara en mi rostro.

––Judy––El doctor habló con algo de fuerza, unos segundos más tarde, una enfermera de unos cuarenta años se acercó hacia nosotros––Guíalos hacia la 327

––Oh, la del hi...

––Solo guíalos––Ella se vio interrumpida por la voz del doctor... Mierda, no le he preguntado su nombre, que descortés.

––Muchas gracias, Doctor...

––Rose––Me extendió su mano y yo no tardé en apretarla–Con todo gusto señorita...

––Clark––Sonreí de nuevo––Alexia Clark

Fruncí el ceño ante su reacción. Pensé que simplemente sonreiría o asentiría. Pero, parecía aterrado. Sus ojos se abrieron como platos y su labio inferior tuvo un leve temblor. Sin embargo, tal expresión solo tardó unos segundos. Se aclaró la garganta y su cara se tornó seria.

––¿Eres hija de Nathan y Helena?

Mis cejas se unieron aún más. ¿De donde conocía a mis padres?

––Sí, pero...

––Yo los atendí una vez... En fin––Soltó un suspiro––Vayan a ver al señor Smith, no tienen mucho tiempo.

Camilo prácticamente me jaló hacia donde caminaba la enfermera. Entre más pensaba el asunto, más extraño me parecía. ¿Cómo conocía a mis...

Oh mierda... Mierda, mierda, mierda. El mundo comenzó a darme vueltas. El recuerdo de esta tarde invadió mi mente. Esto no... No era posible... Yo... No...

7 horas antes

Me sentía como en misión imposible, incluso en mi cabeza podía escuchar el característico soundtrack de la película. Tenía la casa sin vigilancia, no estaban mis padres ni George... Por fin podía hacer lo que tanto llevaba queriendo desde pequeña. Por fin descubriría que era lo que tanto ocultaba el despacho de mi padre. Contuve el aire al estar frente a la puerta de madera que tanto me habían prohibido cruzar durante mi infancia. Era ahora o nunca. Con mi mano temblorosa toqué la chapa. Era de metal, estaba fría y estaba segura que si pasaba una uña, la pintura dorada se descascaría de lo vieja y maltratada que estaba.

Cerré los ojos con fuerza y la giré. Si, estaba abierta. Mis padres confían en que entendí que este lugar es prohibido. Odiaba traicionar su confianza. Pero... Necesito saber qué es lo que tanto ocultan, y si eso incluye a Christian Miller.

Tragué saliva en seco y me adentré en el lugar. Una sonrisa se instaló en mi rostro. Era, no se... Mejor de lo que imaginaba. Era muy rústica, construida totalmente de madera. En la pared derecha había un pizarrón de corcho con fotos pegadas e hilos conectores, más tarde lo vería. En el fondo había un escritorio de madera, encima estaba todo completamente ordenado, la silla de cuero café estaba metida en el hueco del escritorio. En una mesita en la esquina izquierda había todo tipo de botellas de tragos. Pensaba que mi padre no bebía... Había Whisky, Vodka, e incluso Champagne. Mis dedos rozaron la pared e hice una mueca de asco, al estos acumular gran cantidad de polvo. Los sacudí para apartar la suciedad. El lugar huele a vejez, trago y a mi padre.

Cuanto lo extraño...

Siempre he sido más apegada a él que a mi madre. La amo, obvio, pero la relación con mi papá no tiene comparación. Lo adoro. Quizá por eso me siento tan culpable por andar esculcando sus cosas, pero necesito saber qué es lo que tanto oculta... O no podré estar en paz en todo el día. Y necesito estarlo. Es la gran noche y quiero que mi atención esté del todo concentrada en solo una cosa: Blake.

El escritorio se sintió suave contra mis dedos, tenía pequeñas grietas. Tomé aire. Llegó la hora. A los dos lados de este había tres cajones, respectivamente. Me puse de cuclillas y primero revisé los de la derecha. Solté el aire comprimido y abrí el primer cajón. Tuve que reprimir mi grito con el dorso de mi mano.

¿Por qué mi padre tendría un arma? ¿Para que la necesitaría?

Cerré ese cajón de inmediato y apreté mis ojos, Dios... Esto es más turbio de lo que pensaba. Exhalé y abrí el siguiente cajón, estaba lleno de papeles arrugados, pero uno llamó mi atención en específico. Era un sobre. Pero no cualquiera. Era de Ginetec, en Barcelona...

Es una clínica que practica abortos...

Quizá es un malentendido, tal vez su ginecólogo atendía a mi madre ahí, o algo por el estilo ¿no?

Saqué el sobre y me incorporé, para después sentarme en la silla de mi padre. Ya estaba abierto. Abrí la pestaña y saqué todo lo que tenía adentro, mientras tragaba saliva en seco. Había un papel y varias fotos. Primero quise ver las fotos. La primera que encontré, me hizo sonreír, era una de cuando Amelia había nacido y habíamos ido a visitarla al hospital con papá. La otra era una mía recién nacida...

Nunca había visto esa foto. Mamá me cargaba en la camilla del hospital, y me miraba con el amor que tanto le caracterizaba. Papá estaba a su izquierda, me miraba con la misma adoración. Pero... Miller también estaba ahí, a la derecha de mamá, su ceño estaba fruncido y me observaba fijamente. Pareciera como si me odiase, como si fuese su peor enemiga... Me miraba como yo miro a Cassidy. Pero ¿Por qué? En vez de aclarar dudas, cada vez me llegaban más.

Dejé la foto de nuevo sobre el escritorio y cogí la última. Era vieja, parecía de los noventas. Estaban de nuevo mi padre, mi madre y Miller. Pero algo no cuadraba... Christian tenía a mi madre agarrada por la cintura, mientras pareciera que papá sobraba ahí.

¿Mamá salió con Christian Miller? No, no creo... O sea, si, el hombre era y es atractivo. Pero mis padres siempre me han dicho que su amor fue a primera vista, que sabían que iban a estar juntos eternamente desde que cruzaron la primera mirada.

Todo esto era muy raro...

Fruncí el ceño y dejé la foto junto a las demás. Era hora de ver el papel. Tomé aire profundamente y lo volteé para observarlo.

23 de junio de 1998

Nombre del paciente: Helena Kozlov

Mi madre es de ascendencia rusa. Leí con rapidez el resto de los datos irrelevantes, pero mi corazón se detuvo y mis ojos se abrieron como platos al comenzar el informe. Fue como si un balde de agua fría me hubiera caído encima.

La paciente presentó un aborto voluntario.

El procedimiento estuvo a cargo del Doctor Jasper Rose.

¿ABORTÓ? ¿Por qué lo haría? Dios, yo... No entiendo nada... ¿Acaso iba a tener otro hermano? Pensé que... Yo... No... Joder. El mundo comenzó a dar vueltas alrededor mío, veía todo en la oficina borroso. Como pude, me levanté y me acerqué a la mesa de tragos de mi padre, seguido de agarrar la primera botella que encontré para después darle un largo sorbo. Apreté los ojos e hice una mueca al sentir el Vodka quemar mi garganta. Al abrir los ojos, la habitación se había vuelto estática de nuevo. Suspiré. Investigaría mejor eso. Mis ojos se dirigieron hacia el pizarrón de corcho. Creo que ya no quería ver nada más en el escritorio. Al menos no por hoy. En un tambaleo me acerqué de nuevo hacia el escritorio y guardé todo en el sobre para después meterlo en el cajón otra vez.

Suspiré. A la carga. Le di otro largo sorbo a la botella y me acerqué a la pizarra. Había una foto de mi madre, mi padre y Miller, esta se conectaba a una foto de Christian actual, y esta se conectaba a una de él con un niño, Christian Jr me imagino. Decidí acercarme a la imagen, esos ojos... Los ojos del niño... Se me hacían, tan conocidos, tan familiares, tan...

––¡Señorita Alexia! ––Di un salto en mi puesto al escuchar la voz de Olga. Me apresuré a regresar la botella a su sitio y salir del lugar con rapidez. Sabía que si me encontraban, mi padre me mataría al regresar. Con extremo sigilo cerré la puerta detrás de mí y subí las escaleras. Encontrándome a la señora saliendo del comedor.

––Dime, Olga––Fingí una sonrisa––Estaba en el salón de juegos.

Actualidad.

Alexia... Alexia... Alexia...

Podía escuchar mi nombre llamado por una voz lejana. Rose... El del aborto, por eso había reaccionado así. Por lo tanto, era cierto... Me había querido engañar el resto del día con que quizá era algo falsificado... Pero era cierto. Mi madre había abortado.

––¡Alexia! ––Salí de mi trance al sentir el batuqueo de alguien. Y volví a la realidad. Ya estábamos en el piso de las habitaciones. Camilo y la enfermera me miraban fijamente, con una mueca de preocupación.

––¿Qué pasa? ––Murmuré intentando sonar lo más normal posible.

­––Creí que se te había derretido el cerebro.

Lo fulminé con la mirada.

––Solo familia puede entrar a la habitación­–Contribuyó la mujer.

Oh mierda...

––Ella es su prima––Se apresuró a decir Camilo empujándome hacia delante.

––Oh, perfecto entonces––La enfermera sonrió––Sígueme por aquí.

Yo me limité a asentir y a perseguirla hacia la habitación de Blake. Mi Blake. Después se lo agradecería a Camilo. Dios... No era el momento en enfocarme en mis padres, ellos no son de importancia, no ahora. Solo debería pensar en mi chico.

Contuve la respiración al verlo por la ventanilla, mi corazón se detuvo por un segundo. Estaba ahí, acostado, con sus ojitos cerrados, con un montón de cables y uno de esos tubos que ayudan a la gente a respirar. Respiré hondo. Esto era peor de ver de lo que me imaginaba. Se veía tan... Acabado. Su característica luz estaba desaparecida, y fue reemplazada por una horrible oscuridad. Suspiré y caminé hacia la puerta, mi cuerpo temblaba, me imaginaba lo peor. No quería verlo morir. No podría. Observé la manija de la puerta y con temor abrí la puerta.

El lugar estaba iluminado por una tenue luz blanca, olía a alcohol desinfectante. Cerré la puerta detrás de mí y con paso lento me fui acercando a la camilla. Mis ojos se mantuvieron rectos en Blake. Se veía tan pálido... Dios... Esto cuesta, y mucho.

Tragué saliva en seco y me senté en un pequeño espacio que había entre el colchón de su camilla y él. Por unos segundos me mantuve estática, simplemente admirándolo. Hasta en estas ocasiones se las ingeniaba para verse extremadamente sexy. Estoy segura que su ego sigue por los cielos.

Sonreí ante mis ocurrencias. Agarré su mano y fruncí el ceño al sentir lo frío que estaba. Añoraba su calor tan característico. Lo añoraba a él. Les rezaba mentalmente a todas las religiones para que despertara y estuviese bien. Daría todo por él.

––Por qué lo hiciste, ¿eh? ––Mi voz salió con un temblor involuntario––Pensé que... Que...––Tuve que tragar saliva. Las palabras se dificultaban para salir––Si me hubieras dicho te hubiera ayudado. Como tú haces conmigo... Te prometo que apenas despiertes, yo misma me voy a encargar que superes esto. Estaré a tu lado a pesar de todo...––Aun temblando subí nuestras manos hacia mis labios, para después depositar un beso en estas––Nosotros no vamos a terminar así... No somos Luke y Weigel ni Romeo y Julieta, no... Somos Chuck y Blair, somos Raquel y Ares, somos Darcy y Elizabeth...––Respiré hondo––Te quiero––Murmuré cerrando los ojos con fuerza.

––Yo quería que Blair se quedara con Nate...

Abrí mis ojos de inmediato. Ahí estaba, bien, seguro, vivo... Sus ojos estaban entreabiertos y su sonrisa arrogante de imbécil adornaba su rostro.

––Bonito discurso, a la próxima lo escribes en algún sitio y lo utilizas para un libro de tragedia

Mi alma volvió mi cuerpo, por unos segundos me mantuve inmóvil. Quería asegurarme que esto fuera cierto, que Blake estuviera ahí y no fuera un truco despiadado de mi mente. Mis labios se ensancharon en una amplia sonrisa y me apresuré a juntarlos con los de él. Mierda... Por fin podía volver a respirar.

Subí mis manos hacia sus mejillas y las apreté. Nuestros labios se movían en una coordinación torpe, pero era perfecta... Amaba todo de él, sus labios, su sonrisa, sus ojos, a él. Le quería, lo amaba a Blake.

––¿Estuviste despierto todo el tiempo?––Susurré contra sus labios.

––Desde que el doctor se fue de aquí––Sonrió––Quería hacerme el dramático, por eso no deje que te avisara.

––¿Cómo sabías que estaba aquí? Pude haberme ido a Night's Young sin ti.

––Porque te conozco...––Con su mano acomodó un mechón de mi pelo hacia atrás de mi oreja––Y sé que me amas––Sonrió con egocentrismo, y no pude evitar volver a contagiarme. Dios, no sé qué haría sin su humor de imbécil.

De nuevo junté nuestros labios. Ya no era un beso desesperado, este era más dulce... Pero apasionado, lleno de emoción. No necesitábamos palabras para decirnos lo mucho que nos anhelábamos el uno al otro.

––¿Por qué lo hiciste?––Interrumpí el beso––No te había vuelto a ver...

––Clark––Me interrumpió––Sé que no te gusta, por eso no lo hago frente a ti... Pero mientras no estás, aprovecho...

––Pero...

––Estoy muy jodido... Eso me ayuda a olvidarlo. Quizá si no recuerdo por unas horas todos mis demonios, pueda ser normal. Lo suficiente para ti...––Acarició mi mano, sus ojos dirigiéndose de inmediato hacia allí.

––Eres más que suficiente, Blake... Mírame...––Moví levemente su cabeza para que conectara sus ojos conmigo––Lograste lo que nadie pudo durante cuatro años. Lograste hacerme sentir.

––No quiero decepcionarte, ni herirte...––Frunció el ceño.

––No puedes––Sonreí­­––Tu eres mi alegría, eres la razón de mis sonrisas... Nunca podrás decepcionarme. ¿Oíste? Te amo, Blake Smith. Y lo voy a hacer siempre a pesar de todo.

Él se limitó a incorporarse levemente para juntar nuestros labios en un beso incluso más intenso y apasionado que el anterior.

Santa Papaya, sus labios son adictivos... Son MI droga.

––Perdón...––Murmuró separándose. Yo fruncí el ceño confundida. ¿Perdón por

qué? ––Sé que querías ir a Night's...

Coloqué mi dedo índice sobre sus labios para callarlo.

––Quería estar contigo. Quizá no es la misma circunstancia ahora, pero... Solo me importa que estés bien ¿vale?––Él asintió.

––No te merezco, Clark––Negó lentamente.

Yo me limité a darle un pico. Después simplemente nos quedamos en silencio. De nuevo el recuerdo de Rose y el aborto de mi madre, llegó a mi cabeza. Blake estaba bien... Por lo tanto, quizá debería preocuparme por ese tema ahora. O... Tal vez él pueda ayudarme, al parecer es buen hacker...

––Blake...––Murmuré. Él me respondió con un simple ¿mhm? Su concentración estaba posada en las caricias que estaba otorgando a la palma de mi mano––Debo decirte algo...

La duda me invadió. ¿Podía confiarle esto? Confiaba en él, pero a fin de cuentas... Era ajeno a mi familia, y a sus problemas.

––Hoy Justin me ha pedido ser su novia.

No me atreví. No fui capaz. Lo amo, pero no puedo hablarle de esto... Al menos, no por ahora. Sus caricias se detuvieron abruptamente y sus cejas se juntaron en una fina línea.

––Me imagino que le habrás dicho que no.

Agaché la mirada.

––Alexia...––Me llamó por mi nombre, claramente estaba molesta.

––Lo ha hecho frente a todo el colegio, es mi amigo... No podía humillarlo así––Él rodó los ojos.

––Hey...––Subí de nuevo mi mano izquierda a su mejilla––Sabes que no siento nada por él... Tu eres él único que me importa––Sonreí y le di un casto beso, el cual no correspondió.

Estaba muy cabreado.

––Le voy a decir que no... Mañana... Lo juro.

Él se mantuvo en silencio, sus ojos mirando directamente mi mano. ¿Me iba a ignorar? ¿Enserio?

––No––Respondió tras un minuto largo de silencio. Ahora yo fruncí el ceño.

––¿Qué?

––Que no––Respondió con simpleza––Odias a la tal Cassidy, ¿cierto?­––Asentí––Bueno...––Sonrió con lo que noté, era malicia. De nuevo subió su mirada hacia mi––Y a ella le gusta él, ¿Verdad?––Asentí de nuevo.

Pero lo entendí... Dios... Era un cínico. Tenía mente de total cabrón.

––No puedo hacerle eso a Justin...––Susurré y él rodó los ojos.

––Podrías vengarte de esa zorra... Me dijiste que has querido eso desde lo de esa fiesta, ¿no?

Asentí. Pero... ¿Aprovecharme de Justin? ¿Jugar con él? No me creía capaz.

––Venga Alex-ia... Después le terminas y ya.

––Pero...

Me interrumpió con un beso. No como los otros. Este era fuerte y parecía autoritario.

––No pierdes nada... Simplemente... Si follan, yo mismo me encargo de ir y cortarle las bolas, ¿entendido?

Sonreí. Solamente él podía decir ese tipo de cosas y lograr sacarme una sonrisa.

––Me lo voy a pensar...––Murmuré.

Al parecer él quedó satisfecho con mi respuesta, puesto que me dio su tan encantadora sonrisa ladina.

El resto de tiempo en el que me dejaron quedarme con él, simplemente nos besamos y hablamos de cualquier tema que saliera. Dios... Lo amaba tanto, nunca había sentido esto por nadie y... Dudaba hacerlo. Ahora estaba segura que Blake Smith era el amor de mi vida.

Cuando estás enamorado, propendes a pasar las cosas por alto. Él me dio tantas señales, me demostró tantas veces la mierda que podía llegar a ser... Pero no quería verlo, lo amaba, solo eso me importaba. Quizá debí haberme fijado en los detalles, tal vez si así hubiera sido todo... Yo no estaría así ahora.

Hola chikiperras,

¿Enserio creían que iba a matar a Blake? PINCHES ILUSAS JAJAJAJJAJAJ. Obvio no, Blake esta vivito y coleando;). DEBO ACLARAR ALGO, Alex esta de acuerdo con el aborto. Sin embargo, pues descubrir que tú mamá abortó no es algo... ¿Agradable? En el momento, obvio. Solo está sorprendida. ¿QUE PENSARON DE TODOOOOO?

Leo teorías;). Vayan a colaborarle a los lectores de Psdt, recuérdame a llegar a los votos necesarios para que actualice JAJJAJAJJAJ. De paso, sigo aceptando cuentas de Instagram para cualquiera de mis novelas:). Continúo a los 35 votos juju.

En fin, los amo, muacks •3•

- P A U

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