Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 14

Podía oír la voz de Sophia lejana, probablemente mostrándome uno de sus tantos vestidos. Pero simplemente no me podía concentrar. Los acontecimientos con Blake me habían dejado desconcertada. Mi cabeza no paraba de girar alrededor del asunto, estaba aterrada. Una marca parecida a un chupetón se había formado en mi cuello, sí, tendría que cubrirla definitivamente. No tengo ganas de explicarle a mis padres lo ocurrido.

Hola mamá y papá, me he estado hablando con un extraño que resultó estar loco, pero loco, loco. Me estranguló hoy en el colegio, ¿Y cómo va su día?

Si, irrevocablemente eso no era una opción. Quizá Soph pueda cubrirlo con base o algo por el estilo, la conozco demasiado bien y sé que eso hace cuando regresa de sus ''tardes de estudio'' con su novio. La amo, pero parece perra en celo.

–Alex–La chillona voz de mi amiga me sacó de mi trance. Me giré hacia ella intentando verme lo más natural posible, no quería preocuparla más. Creo que para ella fue igualmente traumático lo de hace unas horas. Comenzó a caminar hacia mi dejando el gancho que tenía en su mano encima de uno de los sillones en su habitación.

He de aceptar que es hermosa, muy al estilo princesa, muy ella. Se puso de cuclillas frente a mí, yo estaba sentada al borde de su cama, mis pies colgando. En su cara era notoria la preocupación y odiaba eso. Ella no merecía pagar por mis imprudencias, no mereció ver esa escena. Quizá yo sí, por ser tan estúpida para confiar en un extraño que sabía que me acosaba. Por dejar las cosas salirse de mis manos.

–No tienes que ir si no quieres... Después de lo de hoy si simplemente te quieres quedar aquí a ver Netflix, está bien.–Murmuró acariciando ligeramente mis piernas. No voy a negar que la idea de no asistir ha estado rondando mi cabeza. Pero no, no voy a dejar que mis planes se arruinen por culpa de Blake. Voy a cagarle el día a Cassidy, y nadie me va a hacer cambiar de parecer.

–Quiero ir, Soph–Le agarré de las manos.–Todo se me va a pasar cuando Cassidy quede como ridícula enfrente de todo el mundo–Sonreí ampliamente. Si, valdría la pena sin lugar a dudas. Mi amiga por su parte no parecía muy convencida, quizá sigue nerviosa por lo ocurrido.

–Él no va a aparecer, ¿vale? Y aunque lo hiciera, no creo que haga ninguna locura enfrente de tanta gente.

–Ah y lo de esta tarde frente a todo el colegio, ¿Qué fue, Alex?–Suspiró–Ese tipo está loco y tiene una obsesión enfermiza contigo. Deberías denunciarlo a la policía–Comenzó a elevar la voz y su ceño a fruncirse. Se estaba molestando.–Si yo no hubiera estado ahí, ¿Qué habría pasado, eh? ¿Te hubiera matado? No te lo tomes a la ligera, este es un tema serio. Ni siquiera sabemos si su nombre real es Blake, tal vez tiene treinta años, aparenta veinte y es un ex preso. No lo conocemos.

En eso tenía toda la razón. No conocía a Blake. No tenía idea de quien era realmente, y lastimosamente comencé a descubrirlo de la peor manera.

–Entonces toca investigarlo–Propuse–Puedo fingir que quiero algo con él y lo usamos para averiguar quién es... Necesitamos pruebas para realizar cualquier denuncia.

–¿Te vas a usar como carne de cañón por él?

–Quién sabe a cuantas chicas les ha hecho lo mismo que me está haciendo a mí, si de esta forma podemos detenerlo; lo haré sin dudarlo dos veces, Soph.

He de aceptar que soy algo terca. Cuando tengo un propósito no descanso hasta cumplirlo, y esta vez no sería la excepción. Blake me trae malas vibras, no puedo confiar en él. Y si debo arriesgarme a mí misma para evitar que él le haga lo que me está haciendo a mí, lo haré. Al menos habré hecho algo bueno en mi vida. Siempre he sido un estorbo, ya es hora de marcar una diferencia en el mundo.

–No quiero que te pase nada–Susurró negando, sus ojos cristalizándose–Te perdí hace unos años, después de lo de tu hermana... No quiero volver a perderte, Alex–Su voz se rompió y yo de inmediato la abracé. Quisiera decir que su reacción me causó algo, pero por más que intente engañarme. No pasa. No siento nada.

–Solo voy a jugar con él un rato...–Susurré contra su oído–Descubrir lo que hace y como lo hace, apenas sepa todo... Él ya no podrá hacer más daño. Voy a estar bien ¿vale?–Ella se limitó a asentir y se separó de mí, algunas lágrimas en sus parpados. Yo me apresuré a limpiarlas, no dejaría que nada me pasase ni le pasase a otra chica. Descubriría la verdad de Blake.

–Podrías ir vestida así a señorita España y ganarías–Exclamó mi rubia amiga con una amplia sonrisa. Después de que ella siguiera llorando un rato, por fin comenzamos a buscar la vestimenta indicada. No es algo que me emocionara mucho, pero... Quería humillar y herir a Cassidy en todo sentido posible.

No lo iba a negar, me veía bastante guapa. Di una vuelta observando mí silueta, ni siquiera parecía yo misma. Lucía como Sophia o incluso Cassidy. Me veía estilizada. No era nada sobrecargado, pero sí, lograría resaltar. Mi atuendo consistía en un vestido rojo con encaje, no muy corto, pero tampoco muy largo. Unos tacones negros de terciopelo con los que se me dificultaba un poco bastante caminar, pero bueno, los sacrificios de la vida ¿no? Mi cabello estaba completamente alisado, dejando de lado mi ondulación natural. He de aceptar que con el maquillaje sobrecargado que me había dado Sophia podría salir a medianoche y hacerme llamar Trixie.

–¿Ya le has escrito para que venga?–Yo estaba demasiado ocupada admirándome, si, lo sé, suena súper engreído pero a quien puedo engañar. Me veía como un bombón. Por lo tanto, le pedí que le escribiera a Justin por mí. Estoy segura que probablemente revisó todas mis conversaciones antes de hacerlo, si es que siquiera lo hizo.

–Ya te he dicho que sí–Exclamó con un tono de fastidio. Sí, es cierto, a veces puedo llegar a ser intensa. Pero a quien engaño, estoy nerviosa. Es el suicidio social de Cassidy o el mío, con solo hacer una cosa mal estoy muerta.

–Relájate ¿si? Vas a dejar el vestido oliendo a sobaco antes que empiece la fiesta.–La miré mal. A veces podía llegar a ser muy cruda con sus expresiones. Sophia es de esas chicas que tienen cara de princesa y vocabulario de albañil.

–¿Crees que lo voy a lograr?–Tragué saliva en seco. No lo diría en voz alta, pero hoy más que nunca necesitaba las palabras de aliento de mi mejor amiga.

–¿Tener sexo con Justin? Obvio mi ciela.–Sonrió con diversión y picardía causando que yo rodara los ojos. A veces se me olvida que ella tiene retraso mental y su cerebro con tamaño de nuez no logra captar las indirectas.–Bromeo amargada–Rió leve–No estoy de acuerdo con lo que haces, pero si te pone de mejor humor... Sí, creo que todo saldrá genial y Cassidy saldrá chillando de esa fiesta.

Ok, eso definitivamente estuvo mejor. Quizá la subestimo demasiado.

Abrí mi boca para responderle cuando escuché el pito del carro del que me imagino es Justin. De inmediato me volví a tensar, mis manos comenzaron a sudar y mis piernas se debilitaron. Era ahora o nunca. Planeando todo me sentía tan valiente, pero ahora que era real, estaba cagada. Incluso más que en esta tarde.

–¿Lista?–Sophia me miró expectante y me quedé paralizada. No podía moverme, no podía hablar, no estoy segura de poder lograrlo. Cassidy es una chica poderosa en el colegio, con solo chasquear los dedos me puede arruinar. En cambio yo soy una simple mortal con aires de grandeza. No es como que me importe mucho lo que los demás digan de mí, pero sinceramente quiero pasar mi último año en el colegio relajada e intentar disfrutarlo al máximo. 

–Mírame–Mi amiga me agarró de los hombros y acercó nuestros rostros. Por un momento incluso pensé que me iba a besar, pero nos mantuvo algunos centímetros alejadas.–Tu eres Alexia Putas Clark, la única chica en todo el colegio que le puede cerrar el pico a Cassidy, la única chica a la que Justin Mikaelson ha invitado a salir aparte de su mejor amiga, la única chica que no derrama una lagrima desde hace años. Esto no es nada para ti, ¿vale? Ahora anda, ve a esa fiesta y patéale el puto culo a Cassidy Thompson.–Dios, la amo tanto. La pasión en sus ojos, la firmeza en sus palabras hizo que recobrara la fuerza que había adquirido en el último par de días. Lo haría, mandaría a la mierda a Cassidy. Mandaría a la mierda su autoridad y dictadura en el colegio. Mandaría a la mierda su ego. Lo mandaría todo a la mierda, a fin de cuentas... ¿Qué tengo para perder? Mi mejor amiga me apoya en esto, y no necesito que los demás me acepten o me entiendan, nunca los he necesitado, ni los necesitaré. Me conformo con tener a Sophia. Probablemente mi vida volvería a ser gris si ella volviera a alejarse.

–A acabar con perras–Sonreí de lado y encarné una ceja, intentando verme lo más intimidante posible. Probablemente fracasando en el intento.

–A la carga–Dijo mi amiga sonriendo coqueta.–Ahora baja, no dejes a tu caballero esperando.–Me empujó ligeramente hacia la salida. Respiré hondo y comencé a caminar a las escaleras. Es increíble cómo han pasado años y aún me acuerdo de toda la casa de Sophia. Se me hace tan familiar y nostálgico. Aún su aroma característico, a esencia de vainilla. A pesar de no ser tan grande como mi casa, la de mi amiga no se queda atrás. Pero creo que la mayor diferencia es la esencia y el sentimiento. Apenas se entra a la casa de los Reynolds se siente un aire de cariño y familia. En cambio, en mi casa desde la muerte de Amelia todo se volvió frío, lúgubre y apagado. Creo yo que todos perdimos la felicidad ese catastrófico día. Todos éramos negros y Ami era nuestra luz. Luz que se vio extinta.

Decidí alejar esos pensamientos de mi cabeza. Hoy debía concentrarme exclusivamente en Cassidy y como arruinar su fiesta, nada más. No me voy a amargar, no es el momento. Con mi mano temblorosa abrí el portón de su casa y lo cerré tras de mí. El fuerte viento de las nueve de la noche trajo un escalofrío instantáneo alrededor de mi cuerpo. Bajando las escaleras de entrada se encontraba la camioneta de Justin.

Como dijo Sophia...

A la carga

–No tengo palabras para agradecerte esto, Alex.–Comentó Justin en un suspiro. Estábamos caminando con nuestras manos entrelazadas hacia el ascensor del edificio. Nos encontrábamos en los parqueaderos del lugar, al parecer Cassidy invitó a media escuela puesto que muy apenas encontramos puesto. Y no creo que tanta gente viva en este edificio.

–¿Por qué agradecerme? Para mi es todo un gusto–Fingí una sonrisa y él se limitó a darme un beso en la mejilla. Dios, era muy ingenuo. Podría estar besándome con otro tipo en sus narices y no diría nada. Y no era razón para que me gustara menos. Su personalidad dulce y atenta había logrado robarme el aliento. Pero de cierto modo me irrita que sea tan fácil de manipular. En estos momentos eso esta a mi favor, pero igualmente para una relación a lo largo... Quizá no sea lo que busco. Yo quiero a alguien con carácter que se oponga a lo que cree injusto, que me conozca tan bien que sepa cuando estoy mintiendo, que sea mi compinche en todas mis travesuras, alguien con quien pueda pelear y que me deje callada, alguien que pelee conmigo. Alguien único.

Salí de mis pensamientos al escuchar las puertas del ascensor abrirse, Justin como el caballero que es obviamente me dejó subir primero. Yo le agradecí con una sonrisa y me dispuse a prepararme mentalmente. Ahora sí, era el momento... Pasaría, ya no puedo arrepentirme. Esto puede salir muy bien o muy mal. Y ruego porque salga bien, porque Dios... Cassidy se lo merece.

–¿Estás bien?–Rompió el silencio Justin y yo subí mi mirada hacia él. La diferencia de altura era notoria. Él es un poste andante y yo un hobbit, por lo tanto diferimos mucho. Igual que con... ¡Ya, Alexia! Recuerda:

Blake malo, Blake estrangula. BLAKE TÓXICO.

­–Si–Asentí con una sonrisa–¿Por?

–Estás muy callada.

–Tú también–Rebatí y él comenzó a asentir con una leve sonrisa.

–Touché.–A eso me refiero. Se da por vencido muy rápido, no intenta buscar argumentos para cerrarme la boca. Me deja ganar. No me gusta eso. Me gusta ganar por mis propios méritos, no porque el contrincante me deje. Eso es peor derrota, que el hecho de perder en sí.

–Aquí es–Suspiró cuando las puertas del ascensor volvieron abrirse dejando ver la decorada azotea. Debía aceptarlo, Cassidy se fajo. Habían bebidas y bocadillos por todo el lugar siendo llevados por camareros. El lugar estaba adornado por luces neón; palitos, gorros y collares de flores fosforescentes. En la piscina ya se podían ver varios chicos, los demás estaban regados entre la pista improvisada que habían armado y el mini-bar. Estaba estupefacta, esta fiesta se veía como la de las películas de adolescentes que me gusta ver cuando tengo bloqueo del lector.

–¡JJ!–Distinguí su chillona y refinada voz al instante. Solté aire discretamente. Era mi momento de brillar. Pude distinguirla fácilmente entre la multitud, estaba exuberante. Su cabello rojizo caía en hondas por su cintura, tenía un vestido corto y ajustado plateado de lentejuelas y unos tacones dorados altísimos. Me dio algo de pesar. Parecía una prepago. Y su maquillaje, ni hablar... Por un momento creí que se trataba de una máscara. Tenía una amplia sonrisa en su rostro... Hasta que me vio.

Paso uno, disgustarla. Completado.

–Feliz cumpleaños, Cass–Justin la envolvió en un abrazo causando que una punzada de celos se formara en mi estómago.

1 punto para Cassidy.

–¿Qué hace ella aquí?–Murmuró entre diente señalándome con su cabeza, me imagino que pensó que no la había escuchado.

–Yo la invité–Volvió a entrelazar su mano con la mía. Una sonrisa triunfante comenzó a curvarse en mi rostro.–No hay problema, ¿cierto?

La mandíbula de la pelirroja estaba tensa, sus ojos me quemaban en furia. Juraba que iba a explotar.

Boom perra.

–No–Murmuró con la sonrisa más falsa que había visto en mi vida–Vamos con los chicos, ¿Si, JJ?–Ella agarró la mano libre de Justin haciendo que la picada de antes volviera.

Con que buscaba pelea, eh. Pues ni modo, saldría perdiendo.

–Y Alex...–Murmuró él mirándola fijamente, de inmediato sentí un calor en mi pecho. Me sentí poderosa, invencible, como si pudiera arrasar con todo el mundo en este momento.

–Si, claro.–Dijo esta vez sin una sonrisa ni su anterior tono de entusiasmo.

Alex 10000 – Cassidy 1

Suspiró echando su cabello hacia atrás.

–Vamos ya, ¿Si?–Rodó los ojos y comenzó a caminar al lugar donde estaba antes. Justin me jaló ligeramente y comenzamos a seguirla.

–¿Le sucede algo?–Pregunté con fingida inocencia. Debía verme lo más natural posible. Nadie debía sospechar de mis verdaderas intenciones.

–No lo sé...–Murmuró con el ceño fruncido.–Ya se le pasará–Se encogió de hombros para después girarse hacia mi.–Lo importante es que nos divirtamos–Me dio su característica sonrisa con hoyuelos para después agacharse levemente y darme un beso corto en los labios.

¿Cassidy lo habrá visto? Ojalá.

–¡Hola chicos!–Saludó mi chico entusiasmado apenas llegamos al círculo de unas ocho personas. Pude reconocer a algunos chicos del equipo de fútbol y las amigas de Cassidy. Todos me miraban fijamente, igual de sorprendidos.

–Ahm... Hola.–Sacudí ligeramente mi mano fingiendo una sonrisa. Tratar con estas personas sería más difícil de lo que pensé. Camila, quién estaba junto a Cassidy se inclinó hacia ella y comenzó a susurrar algo en su oído. Las chicas se miraron entre ellas mientras los chicos seguían observándome fijamente. Desvié la mirada incómoda, la tensión en el ambiente era notoria.

–Y...¿Qué hacían?–Preguntó Justin, quizá para alivianar la situación.

–Jugábamos Yo nunca reto.–Yo nunca reto consistía en el famoso juego yo nunca nunca, la penitencia si bajabas todos los dedos era hacer un reto que eligieran los demás en el grupo.

–Entonces...–Justin nos abrió un hueco en el círculo y se sentó jalándome junto a él. Había una leve fogata en el centro, y todos tenían cojines propios. Menos mi chico y yo, quienes tuvimos que compartir uno. Una de mis nalgas quedó afuera contra el frío pavimento.

Antes era incomodidad emocional, ahora es emocional y física.

–Sigamos–Terminó su oración.

–Entonces empecemos una nueva ronda–Contribuyó Carson.–Para que Davis y Alexia se unan.–Los chicos en mi colegio tendían a llamarse por sus apellidos y nunca por sus nombres.

–Vale...–Asintió Bethany, una de las amigas de la hueca de Cassidy.–Entonces empecemos–Incorporó sus dos manos con los dedos estirados, todos en el grupo la seguimos.

–Yo nunca nunca me he follado a alguien de los de este círculo­–Alzó la voz uno de los chicos del equipo. No sé su nombre, ya que es menor, pero sé que el número de su camiseta es el 22. Por lo tanto, lo llamaré veintidós.

Yo matuve todos mis dedos quietos, como la Virgen santa y puritana que soy. Giré mi cabeza hacia Justin y sentí nauseas al ver que había bajado un dedo. Por más que quisiera engañarme lo más probable era que se tratara de Cassidy, ella igualmente bajó un dedo.

–Vamos por las manecillas del reloj.–Volvió a hablar Carson.–Dale Murphy–Señaló con su boca al chico junto a Justin.

–Ahm...–Pasaron varios segundos en donde simplemente se quedó viendo el fuego sin hablar. No lo voy a negar, ya estaba comenzando a impacientarme.

–¡Habla Charlie! No tenemos todo el día.–Por primera vez en mi vida, estuve de acuerdo en algo con Cassidy. Este tipo se demoraba una eternidad.

–Nunca me he emborrachado–Dijo rápidamente–¡No sé!

Todos bajamos un dedo. Fruncí el ceño al notar la mirada provocativa que le estaba lanzando Cassidy a mi chico. Debía tener paciencia, todo esto valdría la pena.

–Dale JJ–Comentó con su tonito de perra en celo.

–Este...–Acarició la parte de atrás de su cabeza y después sonrió ladinamente.–A mí nunca nunca me ha gustado alguien de los de este grupo.–Me lanzó una mirada fugaz causando que mi corazón se acelerara. Bajé un dedo, él igual, sorprendentemente Carson igual y también Cassidy.

Esto huele a drama... Un drama del que me enteraré después de resolver mis demás problemas. Como Blake.

No estúpida, no es el lugar, el momento ni la circunstancia para pensar en él. BLAKE NO ES NADIE, SÚPERALO. No debes pensar en él, debes pensar en estrategias en cómo acabarlo... Pero no ahora.

–Vas tú, Alexia–Murmuró Camila mirándome fijamente.

Vale, debía pensarlo bien... Debía ofender a Cassidy pero no podía ser directo. Debía ser discreta.

Elevé mi comisura derecha.

–Yo nunca nunca me he vestido y maquillado como ramera–Encarné una ceja dejando los mismos ocho dedos. Pude escuchar un uhh, sin embargo no pude distinguir quien lo dijo. También comenzaron a hacerse presentes algunos murmullos.

–Alexia, ¿Qué puta mierda pasa en tu cabeza? ¿Vienes a mi fiesta a insultarme? Para eso te puedes ir largando, eh–El leve grito de Cassidy causó que todos se callaran abruptamente. Me miraba directamente, una vena comenzando a resaltar en su frente.

–Cassidy nunca dije, ''Cassidy se viste y se maquilla como ramera''–Hice comillas–Solo dije el coso del yo nunca nuca. Ya si tu te sientes identificada es tu problema.–Me encogí de hombros. Ella comenzó a fulminarme de peor manera.

–Tiene un punto–Dijo el tal Charlie.

–Cierra la boca, Charlie.–Espetaron Cassidy y Camila al mismo tiempo.

El juego siguió, cada uno tuvo su turno. Tenía cuatro dedos cuando fue el momento de Cassidy. Y temí lo peor. Se vengaría estaba segura, pero ¿De que manera?

–Dale Cass–Camila le sonrió con complicidad. Llevaban susurrándose cosas desde que llegamos. Probablemente de mi.

–A mí nunca nunca me han hecho un chupetón.–Tenía una irritante sonrisa en su rostro.

¿Un chupetón? ¿Qué?

–Alexia... No seas hipócrita, baja tu dedo.–Su tono parecía incluso... Simpático. Todos se giraron hacia mí, contando a Justin quien tenía el ceño fruncido.

¿Yo? ¿Chupet...

Oh...

La marca...

La marca de Blake.

–¿Podemos hablar en privado?–Me susurró Justin al oído. Yo asentí. No quería que todos estos extraños escucharan esa historia, incluso me sentía bastante desconfiada en contarle a él.

Nos levantamos del círculo y nos dirigimos hacia una de las esquinas.

–¿¡Me puedes explicar que mierda esta pasando?!–Estaba molesto, y mucho. Su grito llamó la atención de varios chicos.

–A mí no me hables en ese tono, eh–Fruncí el ceño–¿Quién te crees?

–¿¡Qué quien me creo?! ¡Me creo tu novio, Alexia! Estoy en todo mi derecho en molestarme por ver a mi novia con un chupón que no es mío

–¿Tu y yo desde cuando somos novios?–Encarné una ceja–Porque fíjate que no me entere.–Él abrió la boca pero casi de inmediato la cerró. Exacto.

–Un loco casi me mata hoy en la tarde, si no me crees preguntale a Sophia. Pero de todas maneras yo no te debo ninguna explicación, somos amigos. ¿Crees que besarnos nos hace novios? No seas idiota, Justin. ¡Mira el show que armaste, por creerle a Cassidy! ¿Ya estás feliz?

–Yo, Alex...–Se rascó la nuca– Este...

–Ahórrate los comentarios–Lo interrumpí. Ya no tenía razones para estar aquí. A la mierda cagarle la noche a Cassidy, la humillada aquí fui yo. Y sinceramente prefiero irme ahora con todo mi orgullo y dignidad.–Eres solo un niño–Murmuré mirándolo fijamente–No tienes la madurez suficiente para tener una novia–Sonreí falsamente y me encaminé hacia el ascensor; quitándome de encima con un empujón a todo el que se me atravesara. A la mierda la hipocresía. Soy Alexia Clark y nadie se mete conmigo. Ya después veré que hago con Cassidy, pero no estaba molesta con ella. Estaba molesta con Justin, de Thompson me puedo esperar todo... Pero con Justin... Con él tenía demasiadas expectativas. Que se acaban de ir a la basura.

Solté una larga respiración cuando las puertas del ascensor se cerraron. Por fin paz y soledad. Supongo que siempre he sido de las que disfrutan más estar solas que mal acompañadas. Y al parecer mi suerte de mierda solo me traía malas compañías. Me di cuenta que eso del ''amor'', nunca sería para mí. Y quizá debía acostumbrarme y aceptarlo, la soltería no era tan mala.

Salí por portería y deje salir un suspiro al sentir el frío viento de mi ciudad en mi cara. Decidí caminar, sin rumbo alguno. Este era un buen barrio, por lo tanto las posibilidades que me hicieran algo eran limitadas

¿Cuándo esta noche se convirtió en este desastre? Todo iba tan bien, y ahora terminó en esto. Quizá fue una señal del destino, demostrándome que Justin no es alguien de fiar. Al menos no cuando está Cassidy cerca. Tal vez ese ''gusto'' que pensé que había desarrollado fue otra jugada de mi cerebro, como con Blake.

Mierda Blake... ¿Por qué tenía que acabar siendo un loco? No le iba a decir a Sophia esto, pero de cierto modo lo extrañaré. A pesar de todo, era el único que lograba entenderme un poco. Con quien podía quejarme del mundo y sabría que no me juzgaría, simplemente debatiríamos. Pensé que él era de esas personas que apenas conoces conectas, como el hilo rojo del destino, o algo así. Pero como siempre me equivoque.

Una bocina me sacó de mis pensamientos junto con una voz que reconocería a diez millas de distancia diciendo un simple: Hola guapa. Ay Dios... Me giré hacia la calle.

–¿No te bastó lo de esta tarde y ahora me sigues?–Me crucé de brazos.

Mierda, ¿Por qué tenía que ser tan atractivo? Su castaño cabello se movía con el viento y tenía su irritante, pero sexy, sonrisa egocéntrica.

–No eres el centro del mundo, Alex-ia. Estaba dando una vuelta y te he visto aquí.

–Vale...–Asentí–Ahora desaparécete–Volví a caminar aunque sabía que me estaba siguiendo.

¡Dios no puede entender que me quiero alejar de él porque me hace daño y no quiero ser masoquista!

–¿Te consigues una vida?–Volví hacia él bruscamente.

–Calmada fiera–Rió levemente.–Ven...–Señaló con su cabeza el espacio del asiento detrás de él.

–Ni loca... ¿Tienes Alzheimer o qué? ¿Crees que voy a salir contigo después que casi me matas?–Su sonrisa se desvaneció y apartó la mirada.

–Perdón por eso, ¿si?... Sé que me salí de mis casillas, solo que...–Se agarró el puente de la nariz–Confía en mí, Clark.–Volvió hacia mi conectando nuestros ojos. Dios, lo odio por ser tan guapo.

Confía en él... Fíngelo... Descubre todo acerca de él, y después bye bye Blake.

Suspiré dando un par de zancadas hacia el borde de la calle para que quedaramos frente a frente.

–Vamos directo a mi casa.–Su comisura izquierda se elevó en una sonrisa ladina. Dios, me lo está poniendo difícil. Culpo al Altísimo y a la Virgen de los abdominales por haber hecho a un chico tan perfecto.

Hola Pauters,

Les dije que iba a haber salseo ALSJKAJSKA. Puedes desahogarse aquí:

¿Que pensaron del cap? ¿Les gustó? No saben lo feliz que me hace el apoyo que está recibiendo la novela. Espero que les esté gustando tanto como a mi. Recuerden que si quieren cuentas en alguna red social de los personajes solo deben escribirme, los estaré autorizando;). Ya me conocen, amo el spam JAJJAJAJAJJA. Pásense por mis demás novelas :), son cheveres. Y el # del día es...

#Blacklivesmatter. Nunca lo olviden ❤️.

En fin, muacks •3•

- P A U

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro