En el colegio, es común que grupos comiencen a diferenciarse. Están los geeks, los frikis, los deportistas, los marginados y obviamente; los populares. En el cine se hacen claras parodias de ello, una famosa podría ser mean girls.

Me gustaría decir que soy la Regina George de mi colegio, pero estaría mintiendo. Soy la niña callada que creen que sacará una escopeta en cualquier momento. Aunque ganas no me faltan. La Regina George de aquí es ni más ni menos que la mismísima...

Cassidy Thompson.

Nunca me quedó claro como se ganó el título de reina aquí. Pero todos parecen venerarla, es la puta Diosa y nadie se puede meter con ella. Por lo tanto, el hecho de haberle dejado el pico de Kardashian que tiene cerrado; me trae una sensación de poder inexplicable. Me siento invencible, como si pudiera destruir a todo el que pasara sobre mi. Siento que nada puede acabarme, y dudo que esa sensación se vaya por un buen tiempo.

— Sigo insistiendo, le debimos haber tomado una foto. — Exclamó Sophia entre risas.

Estábamos en la clase de Artes plásticas. Deberíamos estar haciendo un retrato de nosotras, yo de ella y ella de mi, pero simplemente no logramos concentrarnos. El evento con Cassidy fue una bomba y estoy segura que el chisme llegará a boca de muchos, seguramente en mal sentido para mi. Porque conociéndola, va a distorsionar la información. Aunque la verdad, no me importa, en mi cerebro quedará el recuerdo de cómo la bajé de su pedestal por unos segundos a esa perra.

— Hola — Una voz masculina interrumpió nuestro momento. A juzgar por la expresión de Sophia, que era de clara picardía, me pude imaginar de quien se trataba.

— Hola Justin — Levanté mi mirada encontrándome con sus sorprendentemente hechizantes ojos azules. Una sonrisa ladina se curvó en su rostro. Era una tierna, como si se tratara de un perrito; a diferencia de la de Blake, que siempre trae burla y un toque de malicia.

— ¿Puedo? — Señaló el espacio de la banca junto a mi.

Si algo me gustaba de este colegio, eran sus instalaciones. No puedo negarlo, son preciosas. Los salones de artes especialmente, ellos pueden resaltar a comparación de los demás. Son bastante espaciosos, en consecuencia, cada persona puede tener su espacio privado sin tener que escuchar conversaciones ajenas y sin que se escuchen las propias. Al lado norte estaba la entrada y obviamente salida, se trataba de unas grandes puertas de cristal, que tenía un tipo de plástico que evitaba observar hacia afuera; solo se podían detallar las siluetas de las personas pasando. Se abría desplegando ambas puertas hacia los lados. Al lado suyo dos altos muros de concreto de un tono LemonChiffon, al igual que todo el salón en general. Después alrededor de este se podían encontrar mesas en las esquinas con materiales, muchos caballetes separados el uno del otro, y muchos más materiales. Un par de metros después de la entrada, a los lados del salón, cerca del centro se encontraban dos columnas en metal de color negro. Me imagino que son un soporte para el alto techo que es de una madera Mukali al igual que el piso. En el sur del salón hay un gran ventanal, divido por barras de color blanco creando pequeños cuadrados alrededor del gran vidrio. De esta manera el salón tiene mucha más iluminación. En el oeste podemos encontrar una puerta que nos lleva a un salón más pequeño el cual nos gusta llamar: El salón de la concentración. Es igual al otro, solo que este consta de bancas alrededor del sitio, aquí nos podemos dirigir cuando el ruido no nos deja trabajar. Porque si, estamos alejados, pero el salón es gigante, por ende hay mucho eco y podrán imaginarse.

En este mismo sitio estábamos Sophia, yo y ahora Justin en este momento. La rubia estaba sentada en el piso, recostada contra la pared y yo en una de las bancas.

— Claro — Le respondí con una leve sonrisa. Justin es un buen tipo y aún sigo apenada por haberle dejado plantada.

Pero, si me pusieran a elegir entre una tarde con Blake y una con Justin. A diferencia de mi sueño, elegiría mil veces la tarde con Blake. No se que tiene ese chico, pero siempre me la paso tan bien con el.

El castaño-rubio procedió a sentarse junto a mi, nuestras piernas rozándose al instante. Estoy segura que si eso hubiera ocurrido con Blake, una corriente de deseo hubiera recorrido mi cuerpo.

Pero una vez más. Justin no es Blake. Y nunca lo será. Justin es un adolescente, un chico común y corriente con buen corazón. Blake es un hombre, y no sabría decir si es de buen corazón. Pero eso es lo que me atrae a él...

Que no se absolutamente nada de su vida, ni de su personalidad. Y su intrigante manera de ser, me tiene ante sus pies. Y odio eso.

Quisieras estar de rodillas.

Por Dios, debo ir más a misa...

— Estaba pensando... Ya que no pudiste el Viernes... Podríamos salir hoy, si quieres claro.

— Hoy no puedo. — Respondí casi de inmediato. Ya lo he dicho, nunca cancelaría un plan con Blake por Justin; ni por otra persona en general, yo creo. El hizo una mueca, lo cual me hizo sentir un remordimiento tremendo. Debe creer que lo estoy esquivando.

— Pero podríamos salir mañana, no tengo planes y creo que pasaríamos un buen rato... — Le di una sonrisa ladina la cual él correspondió, pero unos pocos segundos después hizo una mueca y rascó su nuca.

— Mañana no puedo... — Masculló — Es el cumpleaños de Cassidy y... Va a hacer una fiesta y...

— Podrías llevarla — Intervino mi amiga, una sonrisa cómplice en su rostro. Rodé los ojos ante eso. — Si tanto quieres salir con ella, no creo que haya ningún inconveniente, ¿cierto?

La idea de ir al cumpleaños de Cassidy me revolvía el estómago. Pero ir a amargarle la existencia, y con Justin me parece muy atractivo. Es obvio que a ella le encanta y... Ver a su enemiga, en su cumpleaños, con su crush todo el tiempo...

Oh si, pagaría una fortuna por ver eso.

— Por mi no hay ningún problema... — Dio una sonrisa de boca cerrada — ¿Que hay de ti, Alex? Sé que no te llevas muy bien con ella y...

— Voy a ir — Lo interrumpí con una sonrisa. ¿De emoción? ¿De felicidad?

Claramente no. Cualquiera que me conociera bien sabría que es de clara malicia. Oh joder... Soy tan mala persona, me voy a disfrutar el ver sufrir a Cassidy, como hoy disfruté el verla derrotada.

Su sonrisa se anchó, dejando ver sus relucientes dientes blancos.

— ¡Entonces perfecto! ¿Me pasas tu celular? — Encarné una ceja.

— ¿Para que?

— Pues para hablarte, boba. — Comentó Sophia obvia, a lo que Justin rió.

— Si, y ademas, para cuadrar a qué hora recogerte y todo eso... — Hice una mueca, pero terminé accediendo. Creo que he estado más precavida de lo común tras los eventos con Blake. Ya tengo suficiente con un acosador.

Le extendí mi celular en la sección de contactos y en unos segundos, Justin ya había archivado su numero.

— Nos hablamos, Alex. — Sus hoyuelos se hicieron notorios dándole un toque más tierno a su muy varonil rostro. Se levantó de la banca y antes de alejarse me dió un beso en la mejilla.

— ¿Que fue eso? — Espeté haciendo una mueca de confusión.

— Pues un bes-

Estoy segura que mi expresión fue lo que la hizo detenerse. Yo creo que uno, Sophia me cree estúpida o dos, Sophia es estúpida.

— Le gustas — Murmuró. Como si se tratara de un secreto.

— Pues bien por el, aunque no creo. Hay rumores que tiene algo con Cassidy.

— A Cassidy no le da besos en la mejilla — Canturreó.

— A Cassidy se la folla — Rebatí yo en el mismo tono a lo que ella sonrió juguetona.

— ¿Celosa?

— ¿De el? Nunca.

— ¿Y si fuera Blake?

El recuerdo borroso de ¿Sugar? ¿Watermelon sugar?

Ah si, Candy.

La pelirroja que estaba con Blake en mi sueño, recorrió mi mente. No sé porque, pero todas las pelirrojas parecen ser perras. Tal vez mi subconsciente asoció a la chica con Cassidy y por eso decidió hacerla tan puta.

— Muchachos — La voz de la señorita Blossom resonó por todo el salón acallando la voces de todos.

Kimberly Blossom es una mujer encantadora, en todo sentido. Su tez es oscura, su cabello crespo y abundante de un color castaño claro; a veces pareciera verse con mechones rojos a la luz del sol, sus ojos son café oscuro, sus labios son bastante grandes y naturales. Se viste muy hippie y boho. Siempre lleva ropa con esas tirillas hippie, jeans al estilo campana, habitualmente botas altas y nunca la he visto sin un pañuelo en su cabello; al estilo diadema. Es muy querida por todo el cuerpo estudiantil, y como no, si es la mujer más dulce que he conocido. Siempre lleva una sonrisa en su rostro y creo que jamás ha reprobado a nadie.

— Gracias por su silencio. — Nos dió una de sus características sonrisas, sus ojos brillando con algo que podría decir que es amor. — Tal vez no recuerden, pero hoy tenemos asamblea. Vamos yendo que ya estamos algo tarde y ya conocen al director — Hizo una mueca causando que todos rieran.

A mi no me causó gracia, pero me cae bien, por lo tanto fingí una risa.

— ¿Tú te acordabas? — Susurró Sophia contra mi oído a lo que yo me negué.

— ¿Me ves con cara de acordarme de ese tipo de cosas? ¡Por Dios, Sophia! Parezco en una novela turca — Susurré gritando mientras fruncía el ceño.

— Mentira cochina. La única novela turca que te haz visto ha sido El sultán, y a menos que Blake sea el sultán y tú su concubina; dudo que tengas vida de novela turca. — Rodé los ojos.

— ¿Como estas tan segura que es la única que he visto? No hablamos hace años.

— Porque te conozco, zorra. Ahora agradéceme — Di un quejido de dolor al sentir mi bolso golpear mi estómago — Y vámonos.

Rodé los ojos y me incorporé, colgando mi cartera sobre mi hombro.

— ¿Te han dicho que eres irritante?

— Muchas veces. — Me agarró de gancho comenzando a caminar, de esta forma jalándome junto a ella — Pero así me quieres.

— ¿Como estas tan segura?

— Solo a mi me contaste la historia de tu drogo.

Touché.

— No le digas así... — Mascullé.

— Uhh, ahora hasta lo defiendes. Alguien se enamoró — Canturreó y yo puse los ojos en blanco.

No estoy enamorada, no puedo enamorarme de alguien que ni siquiera conozco. Ni siquiera sé si soy siquiera capaz de enamorarme. No voy a negar que la posibilidad de llegar a desarrollar sentimientos por alguien me causa ilusión, a veces estoy tan harta de la monotonía en mi vida...

A pesar que Blake sea un drogadicto, acosador y loquito. Me gustaría poder sentir algo por alguien, sería maravilloso. Y si fuera el... No me disgustaría.

— ¿Para que crees que nos habrán llamado? — Murmuró Sophia.

Mientras pasábamos por los pasillos, pude observar como toda la sección de bachillerato se estaba encaminando hacia el auditorio. Había un gran tumulto de gente, probablemente si nuestro paso no fuera tan acelerado; nos perderíamos en la estampida de estudiantes.

— Ni idea. — Le respondí.

El fuerte sol pegó en mi cara causando que entrecerrara los ojos. El auditorio se encontraba fuera del edificio de Bachillerato, debido a que era para todo el colegio. Estábamos divididos en tres edificios de tres pisos cada uno.

Preescolar, casi a la entrada del colegio. Sus paredes azules con detalles amarillos, muy ambientado en el océano. Muchos lo ven innecesario, que fue una pérdida de dinero el haber hecho tales decoraciones y estructura. Pero no culpo al colegio, quieren que los niños pequeños se sientan cómodos. El edificio tiene un par de años, es bastante reciente.

Después sigue el de primaria, que es hecho en ladrillo anaranjado. Nada fuera de lo común. Tiene salones y en el primer piso una capilla.

¿Para que? No tengo idea, en los once años que llevo en este colegio nunca la hemos usado.

Bachillerato es hecho en grandes ventanales, no tiene paredes sino vidrios. Aquí están todos los laboratorios, salones de arte y salas de profesores. El último piso, el cual es el más bonito es exclusivo para nosotros, los de último año.

Agradezco estar en un colegio privado por este tipo de detalles. El piso, en vez de ser en cerámica como en los demás; es en madera. Tiene pequeñas salas con sillones acojinados y mesas con IPads.

¡Incluso van a abrir un puesto de café! O al menos eso dijo la presidenta estudiantil, quien es Camila; la única amiga de Cassidy con cerebro. Lastima que lo utilice en la manera incorrecta. Cassidy tiene el poder de volver hueco a todo el que se junte con ella, menos Justin claramente.

Es un chico admirable, una gran persona, dedicado a sus estudios; y eso se ve evidenciado en sus notas.

¿Que por que se sus notas? Simple. Tiendo a ser muy chismosa y cuando me están contando mis notas, mis ojos inquietos bajan por las de los demás. Y puedo asegurar que Justin es muy inteligente.

Aparte de eso, es un gran deportista. No voy a negar que no me gusta verlo jugar, es muy buen futbolista. Aparte esos brazos, esas piernas, ese c...

— Parece que están dividiendo las asambleas — Me removí incomoda ante mis pensamientos indecentes. Quien sabe cuánto me llevaba hablando Sophia y yo pensando en puercadas. Mis ojos se dirigieron hacia el auditorio, del que estaban saliendo niños que parecían muy enojados.

— ¡John! — Gritó Sophia.

John es el hermanito menor de mi amiga, esta en quinto de primaria y es su clara imagen. Es como ver a una mini Sophia en versión hombre. Inclusive en personalidad, aunque él es más enojón.

El pequeño rubio corrió hacia nosotras, su ceño estaba fruncido y estaba refunfuñando para sí mismo.

— ¿Que les han dicho?

— ¡Es una injusticia! — Gritó.

— ¿Pero que les han dicho?

— ¡Se volvieron locos, Sophia!

— ¿¡Pero que dijeron, cara de estúpido?! — Muy pocas veces Sophia gritaba. Era de un temperamento calmo habitualmente, tendía a ser pasiva-pasiva. Pero cuando se alteraba, sin duda era de lo más cómico para ver.

— ¡Uniformes! — Exclamó John en el mismo tono caminando hacia su salón, me imagino.

— ¿Uniformes? ¿Cómo que uniformes? ¡John! — El dio un manotazo al aire dejando a mi amiga con la palabra en la boca. Ella se dirigió a mí con una línea entre sus cejas. — ¿Como que uniformes? — Me comentó.

Debería agradecer a tu colegio ;)

¿Ah si? ¿Y eso por que?

Van a cumplir mi fantasía sobre verte vestida en un uniforme corto y sexy

Rodé los ojos. Le estaba comentando a Blake todo sobre el tema de los uniformes.

En cuarenta y pico de años nunca había tenido uniforme este colegio, pero no. Justo ahora que estoy a unos meses de graduarme deben poner uniforme.

Ya te he dicho que no todos los días es así 🙄.

Entonces sólo tienes permitido venir a verme cuando uses gala ;)

Tenemos dos uniformes. Sudadera, que es el más decente; al menos para los de Once y gala.

El de sudadera para los de último año consta en una chaqueta elegida por nosotros, la cual tendrá nuestro apodo en la esquina, una camiseta con bordes negro en cuello V, que igualmente tendrá nuestro apodo, unos jeans a nuestro gusto y unos tenis blancos o negros.

Si, lo se. No suena tan mal. El problema es el de gala.

Consta de una camisa blanca, para abotonar, una puta corbata, una falda que probablemente será más corta que la dignidad de Padme en Damián, unas medias veladas que seguramente se romperán el primer día, un blazer que va a ser más pesado que mi bolso y lo único bueno; unas baletas negras o azules oscuro.

Lo odio. Me va a limitar tanto mi expresión. La peor decisión que pudo tomar el colegio.

Eres irritante

Lo se, Clark 

¡Y sabes que dijo el hp del director!

¿Que? Que tiene un fetiche con niñas lindas como tú.

Algo así, que hizo lo del uniforme para más "organización". Creo que tu teoría tiene más sentido

Todo lo que yo digo tiene sentido;)

Claro que no, animal
Nada de lo que dices tiene sentido

Me ofendes :(
Mira mi corazoncito se rompió  💔

De malas :)

Eres mala

Lo se

— Ya llegamos señorita — La voz de Jared, mi chofer. Me sacó de mi trance en mi celular.

— Gracias Jared — Le di una sonrisa leve, observando mi casa por la ventana.

He de decir que en este sentido soy muy mimada, siempre deben abrirme la puerta en los autos y ayudarme a bajar. Me han malcriado en este sentido.

El señor canoso con bigote salió del carro y casi corriendo me abrió la puerta; le agradecí con una sonrisa y cubrí el sol con el dorso de mi mano.

Jared de inmediato corrió hacia la puerta y la abrió para mi. Dejándome de lo más sorprendida.

No estaba solo mi mamá, también estaba mi padre; quien normalmente llega tarde. Nunca esta cuando llega del colegio. Pero lo que más me sorprendió no fue verlo...

Fue verlo junto a Christian Miller.

Hola Pauters,

El uniforme lo inspiré en mi colegio JJAJAJAJAJSJA. ¿Que hará Christian en la casa de Alex? :0

Amo a Blake mal JAJJAJAJSJJA. En los próximos caps se vienen cosas CANDENTEEEEES. Así que pendientes mis vidas.

Los invito a pasarse a mis demás historias que valen la pena ;)

- P A U