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6.Juego.



Disclaimer: AMOLAD pertenece a The snipster.

—Acepto— mascullo el guerrero. Estaba intrigado y necesitaba las respuestas del representante directo de la muerte.

—Desátame— Murmuro Des. Esperando que el caballero lo hiciese; sin embargo Leo lo miró divertido, en su mirada claramente se leía "no soy tan ingenuo".

Des soltó un largo suspiro, el dolor lo estaba volviendo loco, intentó controlarse; debía hacerle ver al caballero que no era tan frágil, ni tan peligroso.

—Y bien... ¿Cómo es que no tienes corazón?...— Pregunto el joven Spindler, mientras tomaba asiento frente al dragón.

Definitivamente alguien debía enseñarle modales a ese caballero; pensó Des, mientras se acomodaba mejor y veía el grisáceo cielo de la mañana.

No lo gustaba la tundra, porque definitivamente le recordaba así mismo, había perdido tanto en comparación a lo que había ganado, "Vida eterna" a cambio de su compañero y sus sentimientos.

—Me lo arrebataron hace muchos años—"Junto con él" pensó.

No quería recordarlo, pensar en el pasado era doloroso, omitía hacer eso mientras estaba consciente, era en sus sueños donde las lágrimas brotaban y los recuerdos fluían, el tiempo no repararía jamás el daño que le habían hecho.

Veía a la nieve aglomerarse en las faldas de las montañas, regresando en su mente a aquel momento.

Corría sin miedo por el verde campo al lado de Vitae, en su estado de dragón; disfrutando de ver el cielo, de respirar el aire puro en el vuelo al estar recostado en su espalda, de verlo crear las flores de la primavera después del invierno; De verle darle vida a las ondinas, a los elfos, a los gigantes. Ninguno sería humano, puesto que aquellos habían sido creados por su padre, él sólo hacía seres humanoides, sus aliados, El dragón de la vida se lo había confesado, la primera vez que hizo un ser viviente fue un gigante de piedra y barro, en cuyo pecho fundió una inscripción en granito. Dando una orden precisa, sin embargo aquel no se movía por sí mismo, no pensaba, no sentía, había creado un soldado que seguía únicamente un mandato, le ordeno proteger lo que para él era más valioso, y en ese momento era el bosque y que después paso, a ser él.

—Cuando... nací como dragón, mi corazón fue arrebatado.—Murmuro.

Ante la insistencia de Vitae, Des cedió, quería compartir su vida eternamente con el dragón, renunciando a su humanidad para aceptar el cambio; así era, aceptar a tu destino era más que sólo tener el corazón de un dragón en tu pecho, era cederle el tuyo al contrario, era mezclar sus sentimientos, sus pensamientos, latiendo como uno solo. Des cuidaría a Vitae y cumpliría con su función opuesta, mientras el otro dormía para no alterarse por perder su corazón... sin embargo... el pacto no se cumplió.

Era un día tan parecido a ese, en los límites de la tundra y el bosque, habían decidido entregarse, el cielo era atenuado por las nubes y rebotaba en el pardo del sol, se respiraba tanta calma el día de sus votos.

—¿Estás listo? —Comento Vitae, mientras terminaba de hacer las runas alrededor de ellos con una feliz expresión.

—Lo estoy— Había dicho con confianza Des, mientras se apoderaba de sus labios. La luz que los ilumino era casi celestial, sentía como sus mentes se empezaba a volver una y sus corazones resonaban como una bella melodía, el pacto se estaba a completando....

Sin embargo; En el instante en que sus votos fueron hechos, la armada de de Nim los atacó, la separación fue ruda y dolorosa, al intentar no separarse de él, la sensación caliente de la sangre y el olor a oxido lo inundo.

Cayó al suelo y al volver el rostro lo que encontró fue a la sangre mezclándose con la piel azulada, Vitae batallando entre su forma humana y su forma de dragón, intentando deshacerse de los soldados, mientras él, cambiaba su forma a una desconocida...mientras la ira se apoderaba de él, mientras el enojo mezclaba a las llamas carmesís con los soldados.

No recordaba nada más, en su forma de Mortem se descontroló, la poderosa aura de la muerte le arrebató la vida a los soldados, y al caer al suelo el único que lo hizo voltear el rostro y recobrar la cordura, fue él, mientras le juraba que lo vería cuando despertara, que prometía hacerlo, mientras las lágrimas se mezclaban con el sudor y la sangre. Mientras su instinto de ser la muerte le decía que Vitae no cumpliría esa promesa.

Lo que ocurrió después, era recordado en su cabeza como el comienzo de su vida, se halló así mismo solo en una cueva lleno de interrogantes, se sentía diferente; el despertar de un dragón no siempre es lindo, su pecho ardía, se sentía más sensible, inestable, sentía temor a lo más mínimo, las lágrimas salían sin control por sus ojos; Quien se acerco hablar con él, fue amare, la mirada temblorosa y llena de mentira de sus ojos, el olor a muerte que llegaba a su mente, las almas pidiendo a gritos que las ayudará, todo mezclado en su inestable corazón.

Amare intentaba hablar con él, pero él no la escuchaba sólo entendió que el paradero de Vitae era desconocido, que lo habían hallado por casualidad en el prado, y que lamentablemente los guerreros se habían llevado su corazón.

—¡Imposible! ¡Mientes! ¡Él prometió estar conmigo al despertar!—gritaba en desesperación y frustración, mientras se retorcía de dolor.

—¡Cálmate! Es la verdad, Mortem—Le dijo con un poco de impaciencia y enojo Amare, habían perdido al más poderoso dragón, Ithis estaba colérico, y los humanos empezaban a atacarlos a ellos.

Sacudió su cabeza, y se libero de la prisión de la cueva, ataco la ciudad de los dragones, nadie lo podía contener, quemó cuanto pudo, y destruyó hortalizas y cabañas. Sin embargo, incluso para aquellas poderosas bestias, había a alguien a quien debían obedecer, su insolencia y el caos que desato no fue pasado por alto por el gran señor; Ithis bajo de su pedestal en las más altas montañas para reprenderlo, y hacerle ver su posición.

—Podría ayudarte Mortem, pero tu insolencia me abruma. —Contesto aquél ser que tan fácilmente lo había sometido —Tal vez, mi primogénito vio potencial en tu alma humana, sin embargo para mi sigues siendo una criatura cualquiera—se acercaba a pasos lentos hacía él, mientras sentía a su aura aplastarlo—Mírate. Ni si quiera tienes el tesoro que él te dio.—Mortem sabía a lo que se refería Ithis, el había perdido el corazón de Vitae. —E incluso has perdido a Vitae... — Lo miro sin expresión, mientras los iris verdes de él se clavaban como frías puñaladas.

Fue así como el ser más poderoso del lado de los dragones le dio la espalda, ordenándole buscar a Vitae o por lo menos a su corazón; al menos que quisiera acabar con lo que alguna vez aquel había cuidado con todo su fervor... Los años que pasaron, las veces que en unos ojos verdes busco su brillo, todos se parecían a él, Ithis quería sumamente a Vitae, y a los humanos les dio su forma, todos podrían ser hijos de él...

Los ojos de Des se cubrieron en llanto, sus iris se opacaron y las lágrimas brotaban por recordar el pasado, Leo miro con congoja al dragón, cuya expresión, se asemejaba a la mirada vacía de las personas tras perder la guerra. Acaricio con suavidad el rostro de Mortem sacándolo de su trance, aquél lo volteo a ver directo a los ojos.

—Mi corazón; el calor de sus manos; el aroma de su cabello, inundando mis pulmones; su mirada encendiendo las luces en el cielo de noche; su voz, adormeciéndome, con cada cuento que sus labios me dieron... haberlo tenido todo... y perderlo.—mencionaba el dragón—¿Has sentido alguna vez eso, caballero? Tan sediento que al beber té ahogas en cualquier sentimiento, sin que este llegue realmente a ti. —Leo desvió la mirada, Y mortem suspiro—¿Podrías decirme donde encontraste aquella capa, por favor?—La voz de Des, temblaba, se humillaría así mismo, si pudiera tenerlo de regreso.

—No... lo sé... y esa capa... le ha pertenecido a mi familia durante siglos...—Murmuro, no sabía si era verdad, pero aquella pieza, siempre había estado en sus despertares.

—Ya veo...—soltó en un hilo de voz... —Lo siento, Leo Spindler.

—¿Por qué?—contesto Leo, volteando a verlo.

—Por esto—Un movimiento rápido y Des había cortado la cuerda de runas que lo sujetaba, se recargo en el árbol en el que estaba, Leo estaba dispuesto a atraparlo otra vez, sin embargo, el fuerte agarre de algo lo hizo no poder continuar....

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Créditos: Hunger~Of monster and men.

Tienes razón
Seguiré adelante
Pero mis pulmones parecen tan pequeños
No podría respirar si lo hubiera intentado
Pongo mi cabeza en el suelo
Mi vivo corazón quería más
Pero lo guardaré y te echaré a ti


N.A:

Buenas noches, vengo otra vez con este drama dragoniano, fantasioso...

Espero haber contestado algunas de sus interrogantes, y perdonenme por la increible demora. 

Muchas gracias por continuar, y leer este pequeño texto que es corto, pero escrito con todo mi corazón.

Lamento decir, que bueno, estaré más que lenta con las actualizaciones, han ocurrido ciertas cosas,  y bueno en estos días estaré en un servicio más complicado, por lo tanto tendré que centrar mis ganas en él.  Sé que no son excusas pero, creo que es importante que lo supieran. Hum... siento que este texto va quedando corto a lo que idialice en un comienzo, no sé si es por lo corto de los capitulos, o porque que realmente no lo estoy estructurando correctamente, cualquier duda, comentario, sugerencia, piedrazo, es bienvenido. 

Sin más que decir, esperando tengan un hermoso día, hoy y siempre:

Morachan.


Este bello dibujo es obra de minduri_muerte_

La verdad me encanta como los dibujo es hermoso¡¡¡ <3 <3 <3 <3 <3

Y este dibujo es obra mía, y se lo dedico a TheCreator_01

Sin más que decir, muchas gracias por leer. <3 <3 <3 <3

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