Lloro a veces, otras los callo,
tiemblo de pena y de dolor,

Oh, cigüeña querida, me has tocado el corazón,
paso las noches en vela, imaginándote, amor,
los pensamientos que llegan a mi mente, te sorprenderían si te lo cuento:
salvajes, rudos, bestiales, delicados.

Una noche en mis brazos, caliente como el fuego ardiente,
otra noche sentada en mi regazo,
de todas formas y aspectos te tengo,
mi mente vuela de placer intenso cuando en ti pienso.

Lloro a veces, otras los callo,
tiemblo de pena y de dolor,

Quisiera tenerte más cerca, pero solo vives en mis pensamientos,
oh, cigüeña querida, cumple mis deseos y caprichos,
entrégate a mí solo una vez, no tienes nada que perder.

Lloro a veces, otras los callo,
tiemblo de pena y de dolor.