Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capitulo VII

Una tarde típica de verano.

Un pelivioleta salia de una limusina para dirigirse a su habitación acompañado de su Servamp.

A lo lejos, una peliverde observándolos a lo alto de un árbol, esperando el momento perfecto para invadir el territorio.

El chófer de la familia, una vez estacionado la limusina, se encamino hacia la casa, sin embargo se detuvo al sentir una presencia ajena.

-No debería estar aquí, señorita-se dio media vuelta para ver a la figura de la joven.

-Tanto tiempo sin verlo, Dodo-san-respondió la chica con una sonrisa.

-Debo tomar medidas, señorita-

-Lo siento, Dodo-san-

La sombra, apareció atrás del hombre, con una de sus manos cubierta por una niebla cubriéndola por completo. Este se dio media vuelta, ya sabiendo lo que la joven se traía en mano, pero su victimario fue más rápido, y lo obligo a que aspirara la niebla dejándolo en la inconsciencia.

La chica lo sostuvo antes de que cayera.

-Hay que llevarlo a la sala para que no llame tanto la atención-

Sin embargo, cuando llegaron a dicho lugar, solo lo dejaron tirarlo en suelo y siguieron su camino.

-Dijiste que no querías llamar la atención-

-Estamos corta de tiempo..... Aparte pesa mucho, y sería muy molesto llevarlo hasta al sillón. Que agradezca que nunca lo lastime-

-Aveces me pregunto si no eres la hija de él-

-Tuvo suerte que no fuera su hija-

Ambas sonrieron. 

Aveces había que mirar con una sonrisa al pasado. Esa fue la lección que aprendió la peliverde.

Continuaron con su camino con tranquilidad. Esquivando a los fieles sirvientes de la mansión Alicein y a los subclases de All Of Love-culpables de los instintos maternos de la chica, quien a todo precio quería consentirlos-.

-Deberías controlarte-reprocho la sombra.

-Deberías decirles a ellos que controlen su kawaiicidad-

-Su ¿qué?-confundida y ya frustrada, soltó un suspiro-Sigamos con nuestro cam....-

No pudo terminar debido a la presencia repentina de dos intrusos.

La sombra y la joven se miraron, decididas a dar el primer paso en el ataque, asistieron. Todo para cumplir el cometido que se habían planteado.

Se dieron media vuelta con la intención de mostrar sus armas pero se detuvieron a ver a dos pequeñas figuras de cabellera rosada.

-Emi-sama-dijeron las niñas con una sonrisa que enterneció a la chica. Las pequeñas se acercaron a la joven, corriendo, abrazándole las piernas.

-Yuri-chan, Mari-chan-dijo la chica con una sonrisa y semi sonrojada.

La sombra soltó un suspiro, quería irse la casa lo antes posible, lo sentía muy cerca.

Se agacho para quedar a la altura de las niñas, quienes la miraban curiosas.

-Nos harían un pequeño favorito-



Fue rápido.



Las pequeñas subclases pudieron distraer a la perfección al Servamp. Y en esta ocasión, la peliverde aprovecho para acercarse al Eve del vampiro, quien se encontraba en su habitación.

La chica abrió la puerta y silenciosamente la cerro, dejando ver a un chico de espalda, sentado enfrente de su escritorio.

-Lily, necesito que te comuniques con Shirota-

Silencio.

-Lily-

Silencio.

El chico interrumpió su actividad y elevo su mirada, observando al vidrio de la ventana que tenía enfrente, encontrándose con el reflejo de la intrusa.

-¿Qué haces aquí?-

La joven comenzó a acercarse a paso lento.

-Misono. Yo....-

-¿Eres consiente que no deberías estar aquí?-

-Si, pero....-

-Mi padre no te quiere ver aquí-

La chica sonrió con tristeza que fue ocultada por el orgullo.

-Más bien, tu no me quieres aquí-

Él la miro sorprendido ante su deducción. Volteo a verla.

-Oye, no es mi culpa que tu padre te halla entregado a mi-digo la chica.

-Claro que es tu culpa. Podrías haber rechazado la oferta-

-¡Como si fuera lo más fácil del mundo!-exclamo acercándose al chico peligrosamente, pero este ni se inmuto en moverse.

-¡Se supone que eres la cabeza de la familia, debería ser fácil para ti!-

-¡Aún no, maldito chibi baka. Aún no cumple los dieciocho!-

-¡No me digas chibi y baka!-

-¡Te llamo que se me de la gana!-

La peliverde detuvo su andar quedando frente a frente con el chico, lanzándose miradas que si fueran espaldas serían tan filosa y cubiertas de un veneno tan puro como el odio.

Ella suspiro, mientras cierra sus ojos, relajando sus facciones, los abre y ya calmada lo mira.

-Sé que posiblemente no le tomes importancia a mis palabras, pero....-

-Aw que tierna-la chica lo miro con el ceño fruncido-Admite que sus palabras son tan poco importante para mi-

La chica mordió con fuerza su lengua, aguantando las inmensas ganas de golpear al pelivioleta.

-No te sobrepase, uva mal nacida-

-¿Que dij....-

-¿Sabes de la existencia de Tsubaki?-interrumpió la chica al notar la perdida de tiempo que iba a causar la discusión.

-Eso ¿qué tiene que ver con esto?-

-Cuida a Lily-el chico frunció el ceño-Y otra cosa...-la chica bajo la mirada-Trata de que tu y tus amigos mantenga la misma distancia que tomaste-

-¿Solo viniste hasta acá por ello?-

-No-

No lo soporto.

Hace tiempo que no lo vea, quería al menos abrazarlo

Y así lo hizo.

Tomo al chico del brazo y lo jalo hasta ella abrazándolo como una madre a un hijo.

Dicho acto fue correspondido.

-Lamento ser una mala prometida-

-¿De que hablas?-

-Se supone que debería satisfacer las necesidades de mis candidatos. Y no puedo satisfacer tus necesidades, ni las de él-

Escuchar su última frase, logro que se molestara, debido a que ya sabía a quien se refería y uno de los motivos por la cual no tenía la intensión de hablarle o verle era por ella.

-¿Iras por él?-

-Tengo que ir por todos. Ellos ya comenzaron a moverse malinterpretando algo que desde el comienzo fue erróneo-

-Podrías evadirlo-

La chica movió un poco su rostro para ver la mirada violeta del chico.

-Descartas esas ideas idiotas. Ya no somos unos niños, no sé como harás con tu padre pero vete preparándote-se acerco más al rostro del chico, el cual no se sonrojo ni se movilizo por los nervios, solo se mantuvo serio y firme-La guerra se acerca, mi querido chibi baka-sonrió al finalizar, mientras que su acompañante solo dejo mostrar una venita en su frente, señal de molestia.

La puerta se abrió, mostrando a los dos Servamp haciendo el intento de poder comunicarse-al menos de parte de Lujuria-Pero todo se interrumpió al ver la escena que los jóvenes ofrecían por su cercanía.

Se transformo en un hurón y fue corriendo hacia el chico, atacándolo salvajemente, logrando que se separara de la chica quien solo sonreía.

.

.

.

.

Una serpiente negra recorría el zaguán de una tienda en busca de la salida, necesitaba algo de aire. Sin embargo, al conseguirlo, una mano se entre puso en medio de su camino. La reconoció en el momento, por lo que sin problema hizo un recorrido desde la mano hasta la muñeca, enredándose en ella.

El brazo se elevo dejando que la luz de la luna golpeara el rostro del animal.

-Tanto tiempo sin verte, Doubt Doubt-entrecerró los ojos-Necesito que me hagas un pequeño favor-sonrió-Pelea con Nina-

El hurón, que estaba durmiendo en el hombro de la joven, abrió sus ojos rápidamente, sorprendiéndose ante su petición. Fue esa pequeña distracción, perfecta,  para que la serpiente se tirase encima, empezando una pelea.

La peliverde siguió su camino adentrándose en el local.

Cerro la puerta y, luego, a paso lento, comenzó a caminar.

Observaba cada mínimo detalle de todo lo que la rodeaba, hasta encontrar a su rubio favorito, quien al verla se sorprendió, de todo lo que podía pasarle en el día no esperaba verla.

Ella sonrió.

-Juguemos-hablo la chica encaminándose a una mesa con dos sillas a los extremos, y en este, un ajedrez descansando.

El rubio no respondió, solo tomo a su muñeca y se acerco a la mesa sentándose enfrente de las piezas blancas.

Ella dio comienzo al juego. 



A las afuera del local, dos Servamp's, detuvieron su pelea por unos segundos.

-¿No deberías estar preocupándote por Tsubaki?-

-Estoy en todos lados, Doubt. Así que preocúpate por controlar a tu Eve y que no termine igual que su madre-

El Servamp Envidia, ofendido por el comentario, la apunto con unas de sus armas.

-Aunque no me sorprende que madre e hijo tengan el mismo destino-


Él movió el quinto Peón Blanca.

Ella se lo quito moviendo su primer Caballo Negro.

-Necesito que me hagas un favor-

Él movió su Torre Blanca hacía la derecha.

-Pasaron dos años y solo me vienes a visitar para pedirme un favor-

Ella libero a su Reina Negra moviendo su Peón Negro.

-No seas exagerado, solo fue un año y ochos meses-

Él movió su Reina Blanca, quitandole a su rival su Caballo Negro.

-Sé que debo complacerte pero me temo que tan solo por esta ocasión será al revés-

Ella movió, con el papel de Alfil, a la Reina derrotando a la Reina Blanca.

-Tal vez si me das lo que quiero te pueda escuchar-

Él movió su Torre derribando el último Peón Negro, dejándolo enfrente del Rey Negro.

-Jaque-

La chica sonrió. 

Movió su Reina Negra hasta llegar y tirar al Rey Blanco.

-Jaque Mate-dijo con una sonrisa para luego solo mirarse fijamente-Nunca podrás ganarme en esto, Mi-kun-

La chica se levanto de su asiento y camino hasta quedar enfrente de él, en donde se sentó en la orilla de la mesa.

Ella comenzó a hablar, explicando cada detalle de su idea, sin dejar atrás nada... 

O al menos eso hacía creer.

El joven soltó una mueca al terminar de escuchar a la chica.

-¿Emi?-

Ella ya sabía que él le diría.

Este cerró sus ojos y soltó un inaudible suspiro. Ya podía suponer a donde, ella, quería llegar con todo esto.

Se levanto de su asiento de manera repentina, asustando a la chica por su brusca interrupción, colocó sus brazos a los costados de está y solo se dedicó a observar su mirar.

-¿Qué es lo que planeas, niña?-su tono de voz era demasiado serio, combinado con la seriedad que también reflejaba su rostro

-Eso debería decir yo. Te apareces y desapareces cuando se te pega la gana en C3, tratas de convencer a un niño de que te dé su Servamp y ni siquiera eres capaz de arreglar tus problemas con tu padre-

-Sabes demasiado para ser de mi vida de lo que estas hablando-

-Ya te lo he dicho una vez. Eres mi candidato, piensas que abriré las puertas de mi casa así por que si a un desconocido-

-Lo hiciste con Tsuguri-

-Error. Él tuvo la amabilidad de conocerme.... O mejor dicho, tuvo la obligación de conocerme-

-Yo también tuve la obligación de conocerte-

-Ni me lo recuerdes-el rubio iba a protestar pero esta lo callo colocando un dedo en sus labios-Te escapaste en la primera "cita" que habían organizado-

El chico sonrió, tomo la mano de la joven y la aproximo a sus labios para besarlo. 

Luego fue bajando su rostro acercándose al de la chica.

-Que tonto fui-

Esa frase no fue esperada por la peliverde, tal fue así que llego a sonrojarse ligeramente.

Un disparo cerca del rubio interrumpió el momento. Los jóvenes giraron sus rostros para ver al culpable.

-Hola de vuelta, Jeje-dijo la chica con una sonrisa amable.

El hurón apareció salvajemente de la nada y se tiró en la cara de Mikuni. Sacándolo encima de la chica.

Ella se incorporo mejor.

-Nina-exclamó. El hurón, de la mala gana, se detuvo y miro a la chica-Tranquilízate. No se rompió ningún reglamento-

Aún.

En respuesta, su dueña sonrió ligeramente con un pequeño rubor en sus mejillas.

-Y si se tratase de romper algún reglamento no hay que preocuparse-giro su mirada esmeralda hacía el vampiro Envidia-Jeje hará que eso no pase-

Eso dalo por hecho

La chica le dio un último vistazo a Mikuni, quien con una sonrisa dijo antes de retirarse del lugar....

-Piénsalo, Mi-kun-


Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro