─Necesito salir a comprae unas cosas ─ digo, mientras entro a la cocina, donde ya hay empleadas por todos lados.

─¿Le ha avisado al señor Kim? ─ me contesta la ama de llaves, la encargada de todo el lugar.

─¿Ya ha regresado Taehyung? ─

Ella hace una mueca, tal parece que mi ignorancia por la llegada de mi marido le afecta.

─El señor Kim llegó hace unas horas... ─ di media vuelta para ir a buscarlo. ─¡Señora, el señor Kim ha pedido que nadie lo moleste! ─

Y no le hago caso, solo subí las escaleras corriendo, tropezando por momentos en los que me fallaban mis pies. Subí todo los escalones y me dirijo al salón donde suele pintar, pero no hay nadie. Camino apresurada hacia su habitación.

Tocó un par de veces, pero no escucho respuesta, abrí la puerta suavemente...

La imagen que veo me deja sin palabras. Taehyung duerme en la cama, las cortinas están a medio cerrar, a pesar de que una manta le cubre parte de su cuerpo, puedo ver su torso desnudo por los botones traviesos que decidieron jugar un poco.

Camino con lentitud hasta la orilla de su cama, cabellos cubrían parte de su frente. Con cuidado estiro mi mano para alejar esos mechones rebeldes. Pero al sentir su piel, no pude evitar preocuparme.

─¿Taehyung? ─ lo llamo, pero no obtengo respuesta.

Toco mejor su rostro, esta vez sin cuidado alguno. Esta ardiendo en temperatura.

─¡Alguien, por favor! ─ aviso sobresaltada, intento acomodar a Taehyung mejor en la cama, abrocho esos botones para cubrir su piel desnuda.

A la habitación entran varias empleadas asustadas, es la ama de llaves quien se acerca hasta donde estoy yo.

─Él tiene fiebre, ¿no se dieron cuenta de su estado de salud? ─ digo, en casi tono de reproche.

─El señor Kim solo dijo que estaba cansado ─ dice, su voz suena consternada.

─Necesitamos llevarlo a un hospital, no sabemos que pueda tener ─

─El señor Kim odia los hospitales ─ comenta negando suavemente.

No puedo evitarlo, me siento fuera de sí.

─¡No es momento para...! ─

─Pero llamaré al doctor privado, quien atiende siempre al señor ─

Ella sale de prisa de la habitación, dando órdenes a las demás empleadas de la casa. Sostengo la mano de Taehyung, la cual está demasiado caliente.

─¿Desde cuando estás así? ─ murmuro, veo su rostro sonrojado. ─¿Por qué no dijiste que te sentías mal? ─

Me duele el corazón de ver lo débil que se encuentra ahora, tan desprotegido y frágil. ¿Qué tan mal debe de estar en su soledad?

[...]

─Solo es agotamiento, su cuerpo no pudo soportar más la sobrecarga de trabajo ─ el doctor me miró. ─Estará bien, solo necesita tomar estos antibióticos y beber mucha agua, además de tener una comida blanda y tener reposo por al menos tres días ─

─Yo me encargaré de que descanse ─ asiento, a epsqe de que sé, será demasiado difícil que me haga caso.

─Si ven que su fiebre sube más de lo normal o no baja de hoy a mañana, o si presenta vomito, por favor, no duden en llamarme ─

─Muchas gracias doctor ─ le doy una reverencia.

El doctor me sonríe antes de salir de la habitación, siendo guiado por la ama de llaves.

Me siento en la orilla de la cama, sostengo la mano de Taehyung y suspiro, acaricio su suave piel. Él se encuentra inconsciente, la fiebre lo ha dejado débil.

─Yo cuidaré de ti, aunque no quieras tenerme cerca ─ sonrió con tristeza. ─En la salud y en la enfermedad... ─ recito los votos de nuestra boda.

Aunque parece más una condena, pero está bien, porque está persona tampoco pidió ser casada conmigo, él tampoco tuvo eleccion.

─Señora, vaya a descansar, yo me encargaré de ahora en adelante ─ no volteo, solo me quedo mirando a Taehyung.

─No lo dejaré solo, es ahora cuando más cerca tiene que estar su esposa, yo me haré cargo ─

─Señora... ─ escucho decir.

Mi decisión es firme, y no me dejaré vencer. Por favor, Dios, que esta persona se cure pronto.