Los días pasaban, parecían querer avanzar tan rápido, como si fuese agua escapando de mis manos. No había vuelto hablar con Taehyung, ni siquiera lo había mirado, solo sabía por las empleadas de la casa, que él se encontraba completamente curado además de trabajar mucho, de nuevo.

Suspirando me miró en el espejo, peino mi cabello con cuidado, mi mente está en otro lado.

Era ya por la noche, hoy todo el día había estado en el jardín, mientras Jungkook hacia su trabajo, yo le hacía compañía. Ambos platicando sobre diferentes cosas, almenos así no me sentía tan sola y agobiada.

De un momento a otro, la puerta de mi habitación se abrió, volteo de inmediato, sorprendiéndome al ver a Taehyung parado en la puerta con expresión indescifrable.

─¿Qué pasa? ─ dejo mi cepillo en el peinador y me levanto, me mantengo a un lado del mueble.

No dice nada, solo me mira por eternos segundos. Lo veo pasar su lengua por sus labios varias veces, abre y cierra la boca, pero ningún sonido sale de allí.

Me empiezo a poner nerviosa, su mirada tiembla, me mira y después mira al piso después me vuelve a mirar y de nuevo al piso. Incluso intentó irse, pero se detuvo, apretó sus manos en puño y me miró, frunciendo el entrecejo.

─Me han invitado a una fiesta donde tengo que ir, pero se requiere de tu presencia, espero y no te moleste, pero tienes que acompañarme  ─

─¿No puedes ir tú solo? ─ veo como aprieta sus labios formando una fina línea.

─No, tienes que ir, será mañana por la noche, espero y estés arreglada para ese entonces ─ aunque sus palabras son suaves, su voz es dura. ─Buenas noches ─ y sale de mi habitación como si fuese un huracán.

Me quedo estupefacta, realmente desconcertada. No dijo nada más que eso, incluso sus palabras fueron directas, pero pude ver lo difícil que fue decirlo, al momento de dudar por segundo, e incluso minutos.

─Una fiesta ─ murmuro.

Seria la primera vez desde que nos casamos que saldríamos juntos, incluso sería mi primera vez saliendo de esta casa desde que llegué.

Me dejé caer en el pequeño banco y recargue mi espalda en el peinador. Suspiré rendida, aunque hice un gran esfuerzo por no encontrarme a Taehyung en casa, pareciera que todo mi esfuerzo se fue a la basura.

En el momento que él entró, mi corazón empezó a latir rápidamente, mi tonto corazón estaba realmente enamorado de ese hombre frío y distante, que no sentía nada por mí. Tan cruel, mi corazón quería que yo muriera, pues parecía que ese pequeño órgano estaba ganando a mi cerebro.

Mi resolución flaqueo en el momento en que lo vi parado en la puerta de mi habitación, en el momento en el que habló, en el momento en el que me miró.

¿Está bien disfrutar de su compañía? ¿De sentir, aunque sea un poco, que soy cercana a él? Mañana podría ser el día para cumplir mi deseo, aunque podría salir gravemente lastimada. ¿Estará bien?

Tal vez...