Eli
Aquella mañana Nozomi se había despertado más temprano que lo usual, quería llegar cuan pronto fuera posible a la biblioteca, un día entero sin leer algún libro de aquel lugar fue una gran tortura para ella, habían tantas cosas que no conocía sobre este mundo aún, el pasado de las distintas culturas, la geografía que hubo en su momento, las plantas, la tecnología, la religión, los ideales.... Hades quería entender a fondo la mente de los humanos ahora que nadie sabía su verdadera indentidad, no podría sufrir ningún insulto al tratar de aprender más de lo "establecido" para los Dioses.
Antes de lo acostumbrado había llegado a Hakodate, conocía el camino de memoria para llegar donde Honoka y su maravillosa comida... pero por alguna extraña razón aquella mañana la sentía distinta.... como si alguna antigua presencia conocida estuviera cerca de ella... pero eso era imposible la única deidad que estaba en la Tierra a parte de ella era Umi mas no deseaba tener algún contacto con su sobrina. Quizás fue por eso o por alguna otra cosa que cuando Nozomi miró la calle de nuevo solo pudo sentir el impacto de algo, o mejor dicho de alguien sobre ella.
-Disculpa, no me fijé por donde iba- dijo una rubia mirándola-
Fue ahí cuando Hades se sorprendió.... dentro de aquella mortal estaba.... débilmente pero se mantenía en cierta forma el espíritu de su antigua esposa.... Perséfone la hija de Deméter y Zeus... ¿cómo era eso posible? El alma de la mujer que amaba debió haber desaparecido hace milenios.... ¿cómo había aunque fuera un poco algo de ella en aquella rubia? Nozomi empezó a tener miedo.... temía que esa joven pudiera llegar a identificarla, que recordara el pasado que tenía con aquel espíritu que habitaba en su interior.... ¿y si volvía a sufrir? La mente de la pelimorada se había transformado en un mar de ideas... buenas, malas.... distintas opciones pasaban casi volando en su cabeza.... pero no sabría cual de todas ellas llegaría a ser la correcta.
-Disculpa.... ¿estás bien? Llevas casi cinco minutos viéndome sin hablar- dijo la rubia acercándose- si te hice algún daño por el impacto puedo acompañarte al hospital- ve que niega con la cabeza- tienes la respiración agitada y estás sudando... ¿no tendrás la temperatura alta?-
Antes de que aquella chica que Nozomi no conocía su nombre pudiera tocar su frente, se levantó de súbito y salió casi corriendo del lugar, dejando a una rubia agachada mirando el piso para después girarse viendo como aquella mujer que no dijo nada desaparecía.
La rubia que se había topado con Nozomi, no era cualquier persona... era Ayase Eli, la nieta de la señora que Hades había salvado... la joven de origen ruso cuando fue a visitar a su abuela alcanzó a ver la espalda de una pelimorada que al parecer había terminado de decir algo para después chasquear sus dedos y desaparecer.
Al comienzo la joven cuando entró a la habitación pensó que aquella extraña trató de hacerle un mal a su abuela, pero cuando se acercó esta solo la abrazó mientras lloraba y gritaba varias veces "gracias", no entendía por qué o a quién se lo decía... pero empezó a suponer que la razón de que su querida abuela mejorara su salud se debía a esa misteriosa pelimorada.
Ese día jueves había salido más temprano que lo normal a las calles de Hakodate, tenía una extraña corazonada diciéndole que debía recorrer las calles de los locales de street food ese día y no se había equivocado.... pues pudo reconocer dentro de aquella larga chaqueta a una joven de pelo morado que visitó a su abuela el día de ayer... por desgracia no sabía su nombre, pero si llegaban a... no... si chocaban durante sus caminatas quizás Eli podría hablar con ella y agradecer su ayuda.
Pero cuando lo logró solo consiguió ver a una confundida mujer que la miraba detenidamente... pudo apreciar como de a poco la duda pasó a miedo en el rostro de aquella bella mujer... mas no lo entendía ¿por qué o a quién temía? Eli empezó a preocuparse habló un poco y al ver la gran cantidad de sudor que surgía trató de tocar su frente.... grave error... solo eso bastó para que la chica se levantara de golpe y saliera casi corriendo.
Al comienzo pensó en seguir su rutina y hacer como si nada hubiera pasado... pero algo en su interior la detenía.... era como si una voz le dijiera que buscara a la pelimorada y así lo hizo.... se levantó para empezar a recorrer la calle de los street food, miraba todo el lugar tratando de encontrar alguna pista, hasta que una joven la llamó, cuando se giró vio a una sonriente cocinera que al parecer podría ayudarla con su búsqueda junto con darle la excusa perfecta para un encuentro "casuístico".
Nozomi no lo había pensado mucho cuando salió corriendo, solo se dirigió como siempre donde Honoka, pagó su desayuno de todos los días esta vez para llevar pues la joven supuso que quería llegar más temprano de lo usual a la biblioteca debido al cierre del día anterior... la pelimorada ya había terminado de comer... estaba por entrar a su lugar favorito.... hasta que sentió que algo no iba bien con ella... pero no tenía tiempo para eso.
Suspirando entró no tan motivada como al comienzo, saludó a Hanayo y se dirigió a la sección que debió haber sido sobre la historia de Japón.... pero por alguna razón su mente empezó a divagar pues cuando al fin reaccionó ya estaba sentada en su lugar de siempre con un libro sobre el ballet en la mano más otros tantos apilados sobre la mesa... suspirando de nuevo aceptó que ese día leería eso, pues no tenía ganas de levantarse a cambiar los textos que ni siquiera sabía en qué sección iban.
-Quizás sobre actúe las cosas.... digo... ¿quién dice que es como Perséfone? ¿O que se acuerde de mí? ¿O sabe que soy Hades? Lo más probable es que exageré.... sí eso es... además.... fui un poco descortés.... pero... ya no nos volveremos a ver... ¿verdad?-
En eso escuchó una silla moverse, cosa inusual a esta hora del día, así que levantó su vista del libro para encontrarse de nuevo con aquella rubia que tenía varios libros en la mano, al comienzo pensó en huir... pero al ver que solo estaba sentada leyendo sin decirle nada decidió continuar con su lectura.
Nozomi no podía mentir de que entre los cambios de libro que hacía cuando terminaba uno observaba un poco a la rubia.... visualmente no se parecía a su ex-esposa, quizás había cometido un error... Hades no se había percatado que fue muy obvia en un momento en que dejó su lectura de lado para sumergirse en sus pensamientos, mas en cuanto volvió a la realidad su mirada se cruzó con la de la rubia quien solo atinó a sonreír, generando en la cabeza de la deidad una imagen que temía... logrando que la inmortal se pusiera algo nerviosa.
Debía escapar, tenía que escapar.... era lo único que Nozomi repetía en su cabeza ¿cómo lo hacía? Muy simple, cerró el libro que había terminado hace media hora atrás y tomó el único que quedaba en la mesa sin leer, por lo cual el texto faltante lo guardó en su chaqueta para después devolver a su sección los que ya había leído, porque Nozomi podía tener miedo pero no por eso sería una maleducada... con un poco de nerviosismo trató de dirigirse a la entrada pero un suave toque en su mano la detuvo, cuando se giró se encontró de nuevo con la rubia esta vez mostrándole un libro.
-Disculpa pero.... cuando chocamos en la mañana quería decirte.... que se te cayó esto- dijo mostrando un libro- como vi el timbre de esta biblioteca en la primera hoja vine para entregártelo.... pero como estabas ocupada pensé que lo mejor, era esperar-
-Gracias....- fue lo único que pudo decir tomando el libro-
Eli pensó que había hecho un avance con la misteriosa chica que gracias a la cocinera de aquel local sabía que se llamaba Nozomi, cuando trató de hablarle de nuevo para agradecer su ayuda se percató que ya se había ido, suspiró y corrió hacía la entrada del lugar, a diferencia de la pelimorada ella no tenía ningún libro que iba a pedir prestado y gracias a una pequeña ayuda junto con un poco de observación sabía donde estaría además de tener otra excusa para seguirla.
Nozomi se dirigió casi corriendo al minimarket compró solamente su almuerzo esta vez debido a los nervios y salió de la tienda... encontrándose de nuevo con aquella rubia que trataba de recuperar el aliento debido a una posible carrera que hizo.... en un comienzo fingió ignorarla para seguir su camino, pero el destino no quería eso.
-¡Espera!-
Era lo que más escuchaba cuando la rubia gritaba, Nozomi necesitaba perderla de vista sin usar sus poderes, pero sin importar cuantas calles cruzara o los atajos empleara la chica siempre conseguía encontrarla de nuevo.... ya no tenía ideas y el miedo empezó a superar su propio razonamiento así que empezó a trotar, como era una deidad aquel ejercicio era lo mismo que si un humano corriera.
-¡Nos corras! ¡Por favor!-
Eh inconscientemente disminuyó la velocidad pero sin dejar de trotar, no podía negar que la rubia era molestosa pero perseverante, muchos se hubieran rendido al poco andar pero al parecer aquella chica solo dejaría de insistir cuando lograra su objetivo, Nozomi se percató de dos cosas... la primera, estaban al parecer descendiendo una de las miles de calles empinadas que tenía la ciudad y la segunda, habían muchas personas transitando las calles... más que nada... subiendo por la misma vereda que ella usaba.
Sin ningún problema Nozomi esquivó a la gran masa de gente que había, pero al escuchar un choque se detuvo de golpe y se giró logrando atrapar a tiempo a la rubia, Hades pudo haber seguido su trayecto sin tomar en cuenta que su persecutora se iba a caer.... mas algo evitó que la abandonara y no lo entendía.... quizás.... aún tenía esperanzas de recupera a la única persona que de verdad amó.
Eli al comienzo no entendía por qué Nozomi la había salvado, pero eso la alegraba, cuando la vio notó que a diferencia de ella la pelimorada no estaba cansada por aquella carrera.... cuando le sonrió notó en el brillo de aquellos ojos verdes una reacción distinta a la primera vez.... era su oportunidad.
-Mi nombre es Ayase Eli- dijo separándose- quería decirte dos cosas.... primero, olvidaste tu credencial de la biblioteca- suspira- y segundo.... quería agradecerte-
Si bien la rubia pensó que Nozomi a decir algo, esta última solo tomó su credencial y la quedó mirando como si fuera lo más común en vez de responder.
-Por mi abuela.... no sé que hiciste.... pero gracias a eso su salud mejoró mucho.... los médicos habían dicho que ella iba a morir ayer.... ¡pero tú lo evitaste! Yo lo sé... aunque, solo pude ver tu espalda antes de que desaparecieras....- suspira- solo quería decirte, gracias por tu ayuda Nozomi-
La joven Ayase no entendía por qué la pelimorada estaba callada, pero pudo notar como aquella chica tenía un leve temblor en la mano que no sujetaba la bolsa con alimentos... cuando se percató en su mirada solo se confundió pues en los ojos de Nozomi había un mar de emociones que por alguna razón quería comprender.
-¿Nozomi?- dijo preocupada-
-No vuelvas a seguirme...-
No sabía si fue la sorpresa de que la pelimorada al fin dijera algo después de aquella corrieda o al fin la fatiga había llegado por completo, pero cuando al fin pudo reaccionar Nozomi ya se había ido... y dudaba que su próxima parada fuera algún parque que nombró Honoka, suspirando decidió ir al hospital a visitar a su abuela.... durante el trayecto Eli tomó una decisión mañana iría de nuevo a la biblioteca.... no lo iba a negar pero había algo en aquella misteriosa chica que llamaba mucho su atención.
La pelimorada no se había percatado cuando empezó a correr solo cuando desapareció la última muestra de civilización que había cerca de aquella parte de la montaña sintió lo rápido que estaba su pulso, por un momento no solo pensó, sino que también vio a Perséfone delante suyo en vez de la rubia, hablándole, sonriéndole... tal como en el pasado....
-Nozomi.... Nozomi... ¡Nozomi!- gritó una voz al lado suyo-
-¿Qué?- fue lo único que dijo-
No sabía en que momento había cerrado los ojos pero cuando los abrió todo cambió.... al frente suyo estaba ella... con su brillante y hermosa sonrisa, con aquella mirada que adoraba tanto... su amada Perséfone estaba al frente suyo.... y nada más le importaba.
-¿Qué te sucede? Llevas todo este tiempo ausente.... ¿no te gusta mi ropa?-
-¿Qué? ¡No, no! Me encanta como te vez... estas hermosa.... bueno... siempre lo estás solo...-
Escuchar su risa luego de milenios era maravilloso, sentir como su mano tocaba su mejilla mientras apreciaba la adoración y afecto que tenía la joven en su mirada hacia ella.. Nozomi había olvidado por completo lo cálida que era la mano de su esposa junto con lo feliz que se sentía al tenerla cerca.
-Tan misteriosa como siempre no es así- dijo sonriendo- a veces me pregunto por qué me casé contigo-
-Porque me amas-
-Sí... porque te amo con todo mi ser Hades- dijo para después besarla-
A la pelimorada no le importó ver el paisaje cambiar drásticamente... diez veces o más, ella podía teletransportarse así que era normal.... además ¿de verdad era algo relevante? Su respuesta... no..... nada de eso era de su interés, todo estaba bien de nuevo, juntas paseando escondidas a mitad de la noche en Grecia, recorriendo juntas el Inframundo, ver a su esposa jugar con Cerbero, las quejas de Atenea porque ninguna prestaban atención a las reuniones... esa era la vida que amaba, la perfecta rutina que deseaba que nunca acabara.... hasta que llegaron a un lugar que conocía bastante bien y no era para nada de su agrado.
-¿Perséfone?- dijo un tanto alterada- ¿Qué sucede? ¿Por qué estamos aquí?-
-Mi madre habló hace poco conmigo....-
-¿Tu madre?-
-Dijo varias cosas que no sabía sobre ti.... temas que todos sabían menos yo....-
-¿Qué?-
-Todo este tiempo.... ¿me estuviste mintiendo sobre que me amabas?-
-Nunca... jamás te mentiría y menos sobre eso-
-Mis padres dicen que solo te interesa mi puesto en el Olimpo.... que nunca me amaste.... que solo te intereso para gobernar los dos mundos-
-¡Mentira! Nunca me interesó el Olimpo- dijo acercándose- Perséfone yo te amo... ellos te están engañando.... no te quieren a mi lado... temen de que llegues a ser más fuertes que todos los de allá....-
-¿Por qué no respondes Nozomi?-
-No.... no, no,no, no ¡No! Debe ser una broma... ¿verdad?... ¡verdad!- pensó asustada- Perséfone... por favor.... quédate a mi lado..... no te vayas- dijo viéndola irse- ¡Perséfone!-
Pero Hades lo sabía.... siempre lo supo.... cuando trató de tomar la mano de la joven esta desapareció.... la ilusión que había creado inconscientemente con sus poderes a base de sus recuerdos.... había terminado.... la pelimorada vio las montañas.... aquellas que hace poco se transformaron en los lugares donde había formado sus recuerdos más hermosos con su esposa.... cuando todo aún estaba bien, se habían ido a lo profundo de su memoria de nuevo.... dejando a Nozomi con un dolor más nuevo y peor que el anterior... ahora ya sabía que hubiera pasado.... si ese día hubiera dicho la verdad.
-Debí detenerte ese día cuando aún podía.... pero fui una maldita cobarde-
No le importaba donde estaba, si alguien podía encontrarla o Umi sentía su debilidad... Nozomi solo se dedicó a llorar.... creyendo que tal vez así el dolor en su corazón se aliviaría aunque sea un poco.
-Te ves patética llorando en el suelo de esa forma.... hermana-
-Tienes razón Poseidón.... soy patética....-
Esta vez... entre llanto y pena.... a Nozomi no le importó escuchar la voz de uno de sus hermanos.... no tenía fuerzas para ignorarla.... no ahora.
Umaruuu fuera!!
PD: ¿es de su agrado la historia?
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