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Capítulo Cinco: Nostalgia

Maki se disculpó con Umi por cómo la trató Nico, no habían tenido una conversación tan agresiva antes.
Maki le dijo a Umi que iría a tratar de hablar con Nico, y fue hacía donde ella había ido esperando encontrarla, esperando poder hablar con ella...
Umi seguía pensando en Nozomi, sabía con seguridad que no podía confrontarla, se preguntaba a sí misma ¿que es lo que querría?, ¿porque se acercaba...?
Ella no estaba en su mejor momento, y decidió irse a casa para estar tranquila, no le aviso a nadie, ni siquiera a Maki...
Solo quería irse y tratar de tranquilizarse, volvió a cambiarse y se fue, nadie tomó importancia de eso...

Caminó hacía el lugar donde vivía estando alterada, todo ruido inesperado la hacia sobre saltarse, trataba de no actuar agresivamente con las personas que pasaban cerca de ella, sabía que sí se descuidaba podría lastimar a alguien...
Llegando lo más rápido posible a la casa de Maki, estaba frente la puerta lista para entrar... Y escucho a alguien detrás de ella.

-Buenos días. -Dijo una voz de mujer que se encontraban en la parte posterior de Umi.

Ella reconoció de quién era esa voz, se volteo hacía donde estaba aquella persona, y le respondió.

-Buenos días... Rin... -

-Vaya, parece que no se siente bien. ¿Sucedió algo? -Dijo la joven que era vecina de Maki, empezó a mover su cabeza de un lado a otro, llevando una oreja a su respectivo hombro.

Umi ya conocía a la joven, pero no se acostumbraba a hablar con ella... Rin era una joven muy activa e impaciente, que se la pasaba moviéndose al hablar con alguien, jugueteando con una pluma o haciendo preguntas sin cesar...

-¿Le duele algo?, ¿Porque regreso tan temprano?, ¿Donde esta Maki? - Cuestionó la joven, que dejo de mover su cabeza por unos momentos y prosiguió dando medio círculos hacía enfrente de su cuerpo.

Umi trataba de responder las incesantes preguntas de Rin, ellas no solía hablar mucho, casi siempre Maki era quien hablaba más con Rin.

-Hoy no me sentí muy bien... Decidí regresar a casa y descansar por hoy... Maki tenia cosas que hacer en el café... Por eso regrese sola. -Dijo Umi con un tono incomodo.

No quería perder tiempo hablando con Rin, debía pensar en que hacer sí Nozomi llegaba a Tokyo... Pero Rin insistía en hablar.
Umi tenia muchas cosas en mente, y no podía mantener la atención en su conversación.
Sin notarlo dejo de fingir su personalidad, dejándola algo más relajada, pero gracias a que no hablaba mucho Rin no notó su cambio.

-Hey, Umi san, ¿no le gustaría comer algo? Tengo bentō en casa. -Dijo alegre con una sonrisa de oreja a oreja.

Umi no tenia motivo ni ganas de ir con ella, pero antes de poder negar la petición fue tomada de la mano y arrastrada hasta la casa que estaba al lado de la de Maki, donde Rin abrió la puerta sin mucho esfuerzo, cuando estaban dentro Rin soltó a Umi en la sala de visitas.
Umi se sentía doblegada, no la habían echo semejante agravio antes, ser arrastrada cómo un saco de arroz sin poder decir nada...
Umi estaba pensando en irse cuando escucho un sonido extraño...
El maullido aterrador de un gato furioso... Umi no había escuchado algo hací antes, se sobre salto al ver que un raro animal muy peludo corrió por toda la sala sin control, subiéndose a todos lado y tirando de una pequeña mesa de centro varios libros... Umi se asusto tratando de salir del camino de ese exaltado animal.
Rin salio de la cocina también sobre saltada, viendo el desastre que estaba provocando el peludo intruso, Umi fue hacía donde Rin para tratar de ponerse a salvo, el gato en su desesperado intento de huir quedo frente Umi y Rin quienes solo lo vieron erizarse mientras les maullaba de forma intimidan te.
Umi tenia los ojos llorosos y las piernas temblorosas, nunca había visto semejante alimaña de pelos punzantes y grisáceos... Con una mirada inquietante que no les quitaba de encima, Umi empezó a sudar, y un escalofrío recorrió su espalda haciendo a esta tener una respiración acelerada.
Rin notó el comportamiento inusual de Umi, que se volteo a verla con preocupación.

-Umi san, ¿qué pasa? -Le dijo Rin con un tono nasal a Umi, parecía que había pescado un resfriado en lo que iba y venia de la cocina.

Rin supuso que tenia miedo hacía el gato, y trato de hacer espacio en el pasillo para que el gato saliera por la ventana de la cocina. Cuando trato de hacerse a un lado fue detenida por Umi, que seguía viendo al gato frente a ellas, Rin jaló a Umi dejando suficiente espacio cómo para que el gato sintiera confianza de pasar y salir a toda prisa...

La tranquilidad de Umi regresaba de a pocos mientras su respiración se normalizaba, limpiando sus llorosos ojos... Viendo hacía Rin, que tenía su nariz roja y sus ojos rojos y llorosos, Umi se sorprendió por la apariencia de la pelinaranja, que parecía estar enferma por alguna razón.

-¿Te si-sientes bien...? -Le preguntó Umi a Rin, ella parecía estar calmada y sin ningún problema.

Pero no era hací, Rin empezó a respirar con dificultad, tambaleándose un poco antes de empezar a agacharse... Umi la tomó de un brazo, levantándola y llevándola al sofá de la sala, parecía seguir tratando de respirar sin poder lograrlo.
Umi no sabia que pasaba... Estaba aun pensando en el gato que había estado frente a ellas...

-¿podría haber sido eso...? -Pensó, ella creía que el gato había envenenado a Rin cuando se escondió detrás de ella... Sí era hací podía ir por el gato y hacer una cura para ella. -Tranquila, iré por el gato, y llamare a Maki para que nos ayude. -Le digo intranquila, pensar en el gato la hacía ponerse nerviosa.

Ella estaba preparándose para ir tras el gato, pero Rin se rió, llamando la atención de Umi.

-Tranquila Umi, no tengo nada. -Le dijo con un tono mocoso. -Solo tuve una pequeña reacciona alérgica, no es nada de que preocuparse. -Dijo alegre levantándose del sofá.

-Solo estabas fingiendo... ¡Porque te atreves a asustarme hací! Ya avía tenido suficiente con ese extraño animal... -

-No creí que le diera tanto miedo un pequeño gato cómo ese, teniendo una apariencia tan seria, es algo difícil de creer. -Dijo Rin inhalando moco mientras hablaba.

-Deja de hacer eso, es irritante escuchar ese asqueroso sonido, ya estoy muy alterada con la presencia de Nozomi atormentado me... Y ese espantoso animal colmo mi paciencia. -Expreso Umi furiosa, sin notar lo que acababa de decir, algo que Rin escucho y se cuestionaba.

-¿Quien es Nozomi? -Preguntó la pelinaranja con su acento de mucosidad aun notable.

Umi escucho a Rin, y de inmediato supo que no podría salir sin responderle alguna de sus preguntas.
Ya estaba muy alterada y no se podía enfocar en lo que debía.

-Es una familiar... No es algo que te interese... -Dijo con un tono desanimado.

Aun seguía sintiendo la presencia de Nozomi, y no parecía que fuera a dar la vuelta y regresar por donde venia...

-No le hará daño contarme acerca de eso. -Menciono recogiendo los libros que el peludo intruso tiro.

-Mm... La hermana de mi padre es... Una mujer a la que hay que tenerle cuidado... Puede que sea una mujer pacífica... Pero... Tiene mucho poder cómo para deshacerse de una persona sin mucho esfuerzo... -

-¿Acaso pertenece a una mafia? -

-No... Es solo ella... No tenemos una buena relación y, creo que viene para acá... Eso me preocupa... -

-Tal vez solo viene de visita. -

-Sí, eso espero, también le debo algunos favores... Espero no quiera arreglarlos... -

-Sabe, cuando era más joven mi mamá solía decir qué, "Sí ves el lado negativo de las cosas, no podrás vivir tranquila." Es mejor pensar que su tía quiere saber cómo esta. -

-Sí... Sera mejor pensar que quiere verme... Después de todo, hace mucho que no nos vemos. -

-Ve, es mejor pensar positivo. -Expreso mostrando una sonrisa. -

Acabó de levantar lo que tiro el gato mientras Umi la veía, y se dirigió a la cocina para lavarse las manos, se dio una pequeña remojada en su rostro para hacer disminuir la alergia.
Vio a Umi preguntándole sí quería algo de comer, aun tenia algo para preparar en su refrigerador.
Umi aceptó de mala gana, sentándose con ella en la mesa occidental que tenia, el diseño de la casa era igual que la de Maki, pero está estaba al contrario, cómo sí viera el interior por un espejo.

Umi hablo un rato en la mesa con Rin, y sin darse cuenta, la presencia de Nozomi disminuyo. Volviendo a estar lejos cómo el primer día.

Al terminar de convivir, Umi se fue a casa de Maki, estaba más relajada y con un poco de motivación, pero, se dio cuenta que fue muy descuidada al estar con Rin.
Olvidando su personalidad, ella pensaba que era algo malo, pero tenia ahora algo que no había tenido hace mucho, mucho tiempo... Una amiga.

Umi al estar en casa de Maki pensó en algunas cosas, pensó en Nozomi, y en su futuro con Maki, Umi y la pelirroja se habían acercando mucho en poco tiempo, eso le daba a Umi el suficiente motivo para estar con ella.
Cuando recordó a Nozomi, volvió a ella la preocupación, pero notó que su presencia se encontraba lejos, había algo que perturbó a Nozomi por un tiempo, eso causo el repentino aumento de su presencia durante el día.

Pero ya no tenia más importancia, pues Umi sabía que en algún momento necesitaría su ayuda...
La peliazúl tuvo un pequeño recuerdo, donde ella veía su padre y madre riendo frente a ella... Trayendo a Umi un descontento que creía hace mucho ya haber olvidado.
Se dirigió al sofá donde dormía, tomó una de las almohadas de este y la abrazó contra su pecho, para después recostarse de lado para dormir un poco...

• • •

Se despertó con la noche dándole los "buenos días", ella se sentía un poco desorientada, tenia la duda de sí Maki había llegado ya.
Fue a su habitación pero no había nadie, reviso el reloj que tenia en su mueble a lado de su cama, marcaba el final de las diez de la noche.
Umi recordó qué Maki le había mencionado en una de sus conversaciones que terminaba de trabajar muy tarde en la madrugada, la peliazúl imaginó que Maki llegaría tarde ese día, por lo tanto decidió esperarla un poco en el sofá, vio la televisión frente a ella, estaba apagada y aun con las luces de la casa apagadas podía ver su reflejo en ella.

Veía en su reflejo más allá de su simple forma física, podía ver cómo se sentía en su interior... Pero por más claro que estuviese ella lo negaría con todas sus fuerzas.
Negando la verdad volvió a recostarse en el sofá, clavando su vista en el techó con un gesto serio.
Trataba de ignorar lo que sentía hacía ella y cómo ella se veía, tal vez presenciar la discusión de Maki y Nico la había afectado...
Trayendo a ella viejos recuerdos de cuándo viajaba del Olimpo al mundo humano sin ningún problema, yendo a combates y probando que tenia lo necesario para enfrentarse a cualquier problema...
Y en su mente una historia se contó... Sobre una pequeña niña que trataba de enorgullecer a sus padres... Que solo sabían compararla con sus hábiles hermanas... Todas las burlas y miradas de desagrado tenían su dirección como destino.
Por más que se esforzará para rebasar a sus hermanas... Terminaba con tanta frustración, tanta tristeza, y un sentimiento profundo de soledad... Hasta que un día, sin saberlo... Termino aceptando todo lo que decían de ella...

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