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Nikolai, de Cynthia Elliot.

[Risita siniestra] Sonó detrás de V y J, como si de un recuerdo mal soñado se tratase, ambas chicas quedaron paralizadas sin saber cómo reaccionar. Delante de ellas estaba la persona que más hicieron sufrir, y detrás se encuentra una pesadilla.

Un sonido de goteo grotesco sonaba desde la puerta de la habitación. Doll, Uzi y Lizzy voltearon la mirada y se encontraron con el cuerpo débil de una worker sumergido en sombras aunque detrás de ella había una potente luz cegadora, de aquellas que dilatan la pupila.

De un momento a otro, un largo tentáculo atravesó la sala, con un sonido agresivo perforó la pantalla de N. [Hola... hermano mayor.] dijo el cuerpo con voz monótona, casi robótica y no similar a la de un humano como es la de los drones. [Vosotras... sobrais.] y acto seguido, las 5 chicas fueron empujadas contra las paredes y una fuerza sobrenatural las aplastaba.

De un movimiento rápido, el apéndice orgánico tiró del recién resucitado N hacia ella. El movimiento del chico fue ninguno, no emitía ruidos y lo más importante es que sus extremidades seguían muertas e inmóviles. Cuando ya el desdichado muchacho estaba al alcance de la criatura, esta se torció de una forma similar a la niña del exorcista, con sus brazos doblándose y apoyando las manos en el suelo, y sus piernas retorciéndose, su cabeza quedó colgando boca abajo. Enrollando otro tentáculo en el abdomen del chico. [Es... hora... de... irnos...] y empezó a correr a cuatro patas con N en su abdomen.

Las primeras en reaccionar fueron V y J, que a pesar de su temor, de su pánico y de la creciente agonía que inundaba sus cuerpos, resistieron la fuerza antinatural producto del cadáver y lograron liberarse con todos sus esfuerzos. Quedando agotadas pero no dudaron en salir corriendo hacia N, desesperadas y tropezando en el procesó, pero apoyando sus manos en el suelo y pateandolo para salir hacia su amado.

Con un grito desgarrador, ambas gritaron: "¡N!" dejando escuchar el dolor en su voz, la ira, el llanto, su pésame, su necesidad. La siguiente en reaccionar fue Lizzy, solamente para decir. "¿Qué carajos acaba de pasar?" pero se quedó sola cuando Uzi y Doll también salieron detrás del cadáver. "¡Hey! Esperadme, no me dejéis sola en esta casa embrujada." Gritó al sentir cucarachas bióticas moviéndose detrás de ella y salió disparada detrás de su amiga y la rarita de la escuela.

Volviendo con el cadáver que se movía a través de las sombras, no dejando ver su grotesco cuerpo pero sí un rastro hediondo de aceite fermentado. El olor era tan nauseabundo que las chicas ignoraron el rastro de cadáveres y órganos esparcidos por el suelo y destrozados como si una bestia hambrienta acabará de devorarlos.

La casa había cambiado grotescamente, ahora no se encontraban en los pasillos metálicos, todo se había vuelto más... Elitista, el pasillo tenía grandes candelabros con velas ardiendo frenéticamente y manchando las paredes con poca luz. Las paredes se volvieron de ladrillos rocosos y de las ventanas se veía como gotas de lluvia golpeaban el cristal con un chapoteo doloroso y ruidoso, un ocasional trueno caía a la lejanía y dejaba ver más del cuerpo de aquella criatura.

Pelo violeta o morado oscuro, tirando a una azulado. Una especie de bata de hospital como vestido, pero lo más aterrador es que dos alas huesudas, carentes de membranas salían de sus omóplatos y sus manos y pies fueron sustituidos por garras óseas.

"¡No huyas maldita zorra!" Gritó V sustituyendo su mano izquierda por un lanzamisiles, disparando 3 veces pero en ellas vacilando con miedo de herir a su dulce N.

[Risita... no... me... alcanzaréis... zorras.] de un momento a otro, aparecieron 3 workers muy extraños y grotescos, su piel metálica perdió su tono gris-blancp y ahora era de un pálido huesudo. Gran parte de su carne de aluminio estaba podrida y siendo devorada por las larvas de las cucarachas. Dejando expuestas varias costillas, órganos y vísceras. Sus pantallas brillaban de un incidente amarillo y con una señal de {Error 606}. Sus bocas mostraban unas grotescas y putrefactas encías orgánicas, con dientes chuecos y filosos, amarillentos por la lama y suciedad. Sus manos eran largas garras, con la piel de las muñecas despellejada, rota y putrefacta. Emitiendo un rugido débil pero anormal, salieron disparados contra las chicas.

Pero, lo que dejó conmocionada a nuestras dos asesinas seriales, fueron sus vestimentas. Dos de ellas parecían llevar un uniforme de maid, sangriento y sucio, el otro un traje de mayordomo, descosido y roto. Una llevaba un corte al estilo bob, otra dos coletas y el último un pelo muy, muy conocido. V y J no lograron reaccionar, las garras de sus respectivas doppelgangers se clavaron en sus chasis, causando un dolor inexplicable.

El tercer chico, tierno, amable, gentil y... similar a 'él', dejó indefensa a Doll, quien sufrió al ver su aspecto, su demacración. Es... como si él fuera un worker... pero... extraño, raro, siniestro. Su garra se alzó en el aire y se acercó penitenciaria mente hacia el rostro de la rusa. Lizzy y Uzi se quedaron paralizadas, como si el tiempo se hubiera detenido, todo se ralentizó, las gotas de lluvia caían lentamente y el ruido se había ido, todo se estaba volviendo a sumergirse en las tinieblas.

Pero el golpe nunca llegó, la cola ofidia de Doll mordió la muñeca del drone y jalaba de ella hacia atrás. A la vez que la pantalla de Doll fallaba entre el símbolo del solver y sus ojos normales. Sus ojos miraban al mismo drone que la salvó, a quien adora, haciéndola sentir incapaz de hacer algo. Pero su corazón, su núcleo, se niega a creer que... esto... es 'él'. Utilizando toda su rabia, la cola y sus fauces aplastaron la muñeca del engendro y el símbolo del solver se centró en un punto específico, causándole una torsión testicular la cual lo derribó y le hizo retorcerse de un dolor sobrehumano.

El símbolo de error en su pantalla se contrae y cambiaba a un tono rojo, dejando salir lágrimas de los bordes, su boca producía espuma espesa y sus garras bajaron hasta su ingle, para sujetarse la zona dolorida. Inconsciente de sus propias garras, las filosas uñas se clavaron en su pene, atravesando su piel y destrozando sus cuerpos cavernosos, y causando su desangramiento.

El chico zombi comenzó a convulsionar, perdiendo progresivamente sus sistemas y callando en un fallo en cascada. Todos se quedaron callados por la desagradable situación, Lizzy y Uzi miraban con cierto asco y shock lo que acababa de hacer la Románova.

V y J, y sus respectivas copias, miraban horrorizadas lo que acababa de hacer Doll. Las copias zombies quedaron estupefactas, cosa aprovechada por cada loca para reventarle la cabeza a su copia.

La ejecutiva y la lunática corrieron detrás de aquella criatura, Doll tampoco tardó en salir corriendo detrás de ellas. "Malditas perras ninfómanas, alejaos de mi N" grito en entonación rusa, mientras sonaba el himno de la URSS.

"¡Doll, no vayas loca!" Chillo muy aguda la porrista, haciendo una pataleta mientras su pierna pisoteaba molestamente el suelo pero se quedó sola con su rabieta, volteo su mirada y al encontrarse en una incomprensible soledad, salió corriendo y gritando. "¡No me dejéis sola, hijas de vuestra recontra putísima madre!"

Todas corrían detrás de lo que fuera que le secuestró a N. En cabeza, J y V, seguidas cercanamente por una Doll enloquecida, luego una Uzi rabiosa y, por último, una Lizzy asustada.

J sustituyó sus brazos por dos Skorpion y empezó a disparar a bocajarro contra la drone. Hasta que la acorralaron, la criatura quedó cubierta por sombras y solamente expuso el cuerpo de N, quién aún tenía un tentáculo atravesando su pantalla y otro rodeando su cintura. [Eso... está... mal... J... no... queremos... herir... al... hermano... mayor... ¿cierto?] Un tercer tentáculo se metió en la situación y agarró el brazo del chico, agitándolo y señalando al grupo.

Pisadas y arrastradas se escuchó desde detrás, y los mismos tres zombies ahora estaban rodeando las, dejándolas en una situación siniestra.

Cuando un rayo rompió la tensa situación e iluminó el cuerpo del engendro. Doll quedó estupefacta, adolorida, y las lágrimas comenzaron a picar sus ojos. En las sombras se escondía Yeva, la madre de Doll, pero su aspecto es realmente grotesco.

Sus ojos fueron sustituidos por dos cruces grandes y dilatadas, que miraban capciosamente a las chicas, y brillaban de un intenso amarillo, a diferencia del maternal rojo sovietico que Doll recuerda. Su piel era de un grisáceo verdoso, putrefacto, como si su carne metálica estuviera siendo sustituida por carne orgánica. Sus costillas, su caja torácica, estaban completamente expuestas y dejando ver sus órganos internos, recubiertos por una membrana translúcida que impedía que sus órganos se desparramen por el suelo. Y los más nauseabundo, sus órganos se estaban moviendo, los cables de su núcleo se torcían y retorcían en su interior, sus pulmones bajaban y subían a lo largo de sus vísceras, cambiando de posiciones antinaturalmente, asemejándose a unas masas de carnes húmedas y podridas, cubiertas por una membranosa mucosa epitelial.

De su espalda sobresalen múltiples tentáculos de diferentes longitudes y grosores y que rezuman un líquido negruzco. Su boca es una torcida sonrisa lineal y alargada, llena de dientes afilados y desiguales. Emite un sórdido ruido, húmedo y desagradable al respirar, su olor es una mezcla de putrefacción y químicos aceitosos, casi metálicos. Además, se mueve de manera errática, como si no tuviera control de su propio cuerpo, con su cabeza que se cae de vez en cuando o los espasmos en sus manos. Su mera presencia provoca una sensación de asco y terror casi instintivos.

[No... me... digas... que... quieres... seguir... haciendo... sufrir... al... hermano mayor... J... {mirada intrigada}] Dijo mientras movía la cabeza de N como un débil títere triste. Ninguna se veía en la capacidad de hablar, la sola presencia de aquella criatura era vomitiva, y solamente se rompió la tensión cuando Doll susurró: "¿mamá?"

{Hola cariño, espero que te estés lavando bien los dientes, mamá te ama.} Emitió con acento ruso y voz normal, aquel engendro en tono de burla hacia Doll. La Caperucita roja empezó a hiperventilar, sus músculos se tensaron y sus tripas se revolvieron, las náuseas invadieron su organismo al pensar que esta... cosa es... su madre. Las lágrimas de zurda caían por sus ojos, destellando de color rojo y su cuerpo callendo en pánico, no pudiendo evitar vomitar. Sus manos agarraron su estómago al sentir un doloroso nudo, su cuerpo se curvó y sus rodillas golpearon el suelo. [Ja... ja... ja... si... que... eres... patética...] burlándose de la pobre trabajadora.

La situación se crispaba, Doll cayó patéticamente y se puso a llorar y vomitar. Lizzy se escondía detrás de Uzi, quien solo miraba estupefacta a la que una vez fue su tía. V y J estaban en posición de ataque, pero se veían obligadas a observar su alrededor al estar siendo rodeadas por sus alternas locas.

La situación se volvía peor y peor, poco a poco, los zombies se acercaban a ellas, quienes sólo podían retroceder por el miedo de lo que sucedería. [Realmente... sois... patéticas-.] Todo acabó cayendo en un ensordecedor silencio cuando el puño de N se presionó contra su mentón. Los ojos de Yeva bajaron sutilmente hasta ver la cara del chico.

Todas, incluido eso mismo, quedaron sorprendidas al verlo moverse. Los ojos de Doll se iluminaron, V y J se sintieron felices al verlo supuestamente vivo. Pero tan rápido como se esperanzaron se quedaron aterradas. La pantalla del chico no tenía el genuino amarillo solar, no había ojos ni cruces amarillas, solo... una inquietante pantalla negra, aunque... sí reflejaba algo aquel pozo de oscuridad, una cruz de neón azabache, casi imperceptible.

Su sonrisa era... rara. No es la misma cálida y feliz sonrisa que mostraba de lado a lado, o su tierna insignia de felicidad. Su boca estaba torcida hacia arriba, mostrando sus colmillos relucientes como perlas, en una mueca inquietante y mortificante.

Antes de que alguien pudiera decir o hacer algo, la mano del chico cambió rápidamente a una motosierra, atravesando su mandíbula inferior, su lengua, su paladar y toda su cabeza. Las cuchillas oscilan a una velocidad que remueve todos los circuitos internos de Yeva.

La boca de la dama quedó inerte, muerta en una estática mueca. Sus ojos, que quedaron paralizados unos pocos segundos, empezaron a mostrar errores y lentamente descendían para ver al chico mientras pasaba por estática y glitches. [¿Qué... diablos... sucede? Te... restaure... a... fabrica.] Hablo con demasiada dificultad. Sin saber qué N ya se había lanzado a morderle. Su boca se abrió absurdamente y de un momento a otro, la cabeza de la engendró ya estaba dentro de su cavidad. [¿Eh? ¿Hermano... mayor... N?] Susurro débilmente antes de que él cerrará la boca de un fuerte movimiento con grandes crujidos.

El recién resucitado empezó a jalar con sus mandíbulas, dejando ver el cuello expuesto de la criatura y como los resortes se estiran junto a la piel, los cables y los tubos de aceite. Las manos del chico agarraron por los hombros a Yeva, y usando esto como palanca, terminó de arrancar su cabeza. Pero esto no quedó así, como si N obedeciera sus instintos depredadores, su cola rodeo la cintura del dullahan y la lanzó contra una esquina poco iluminada.

Escondiéndose en la oscuridad, ruidos similares a gruñidos, humedad aceitosa, visceral y asquerosa, arañazos contra el metal y jadeos pesados.

J sustituyó una de sus manos por una linterna y enfocó la cosa más horrendamente excitante que jamás había visto. N, el mismo inútil de siempre, su lindo y adorable N, cubierto por las entrañas del engendro, su aceite y... ¿Sangre? Con una cruz... negra en su rostro, una mandíbula arrancando las partes metálicas y succionando el preciado manjar, su cola nanita atrapando sus manos y perforando las con el aguijón. Siendo una demostración de lo que es ser un desmantelador, de lo que es ser un depredador.

Y de un momento a otro, toda la realidad parecía derrumbarse, causando un nauseabundo mareo en las chicas que miraban horrorizadas el espectáculo. Cayendo todas de rodillas contra el suelo, se encontraron con el títere N en el suelo, sin un atisbó de vida en su ser salvo la oscuridad de la muerte.

"¿N?" Susurro frágilmente V, como si su voz fuera a quebrarse, su cuerpo trató de avanzar gateando pero le costaba demasiado. Sus ojos se iluminaban con falsas esperanzas y una sonrisa entre felicidad y excitación se formaba en su rostro. Los esfuerzos de moverse de J quedaron frustrados, sus manos pesaban y sus caderas cedían contra el suelo, sus dedos se aferraban al suelo y hacían toda la fuerza para tratar de arrastrarse.

Doll y Uzi quedan indecisas, no sabían si moverse o quedarse quietas. Doll solo podía mirar al qué una vez le otorgó un rayo de luz en la tan nublada Copper-9, ahí inerte, y ahora él mismo le acababa de arrebatar a su madre... ¿Acaso eso era su madre? ¿Él lo hizo sabiendo que era su madre? ¿Lo hizo para protegerla? Demasiadas preguntas y pocas respuestas, solamente alguien puede responderle y ese está ahí, apuntó de ser arrebatado por aquellas arpías. Usando sus alas, no logró transformarse al completo y se limitó a unas alas de envergadura de más o menos 30cm, las ridículamente pequeñas no eran capaces de soportar su peso y mucho menos de lograr volar muy alto, pero al menos lograba avanzar un poco.

Uzi si se quedó algo distanciada, aún procesando lo que acababa de vivir, en un momento estaba apunto de ser devorada por la versión loca y worker del mismo desmantelador que violó, y en otro está tumbada en el suelo, sin fuerzas y con hambre. Lizzy ni siquiera sabía qué hace ahí y mucho menos que pasa, solo sabe que quiere alejarse de Thad y de sus padres.

[Eso... fue... muy... sorpresivo...] Dijo la cabeza regenerada de la bastarda, la cual ahora estaba de pie. La luz roja de alarma rompía con la sórdida sombra, solamente iluminando aquellas partes más desagradables y grotescas. <Creo... que es hora que me dejes a mí los controles, pequeña...> dijo una voz más severa y adulta, menos monótona y más elegante.

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Entre Cyn y Solver se puede ver que están peleando delante de un monitor, una televisión clásica, de aquellas en las que se veía en blanco y negro. Un control de NES estaba siendo manipulado por Cyn, y Solver trataba de arrebatárselo con todas sus fuerzas, casi como una pelea entre hermanas.

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<Listos... os voy a liquidar...> dijo mientras levantaba su mano, reflejando el signo del Solver de un intenso rojo y parpadeando en amarillo. <Adiós... perdedores...> Pero su ataque nunca llego, la palma de su mano acababa de ser atravesada por un aguijón ácido, pero el líquido del matraz era negro como el petróleo.

El contenido pringoso comenzó a carcomer su piel, y fundir sus sistemas, tampoco le quedó salida, la cola se había enrollado alrededor de su brazo, y de un rápido tirón, derribo a la criatura contra una pared de la cocina.

Todas volvieron a presenciarlo, un N vivito y coleando, parado de forma bípeda, sus dos brazos preparados para arrancar órganos, rápidamente, en un abrir y cerrar de ojos, N apareció sobre el engendro y sus manos se abrieron paso por sus entrañas.

Primero rompiendo la frágil membrana verdosa, y permitiendo al resucitado profanar los confines de su cuerpo, agarrando una zona de la cual rápidamente tiró hasta arrancarle el núcleo. Dejando ver una especie de cangrejo orgánico, adherido a lo que es el núcleo del drone y N lo aplastó sin esfuerzo. <Aterrador, bombón... no... te... preocupes... volveré a por... tí...> dijo antes de caer en un fallo en cascada.

El cuerpo de N comenzó a fallar, hasta sumirse en el oscuro suelo tétrico. Pero antes de que su cuerpo tocará fondo, Doll había logrado agarrarlo y sonrojada miró el rostro de N. V y J ardían de rabia al ver que una tostadora poco consciente estaba en contacto con N, con su N, con su piloto.

"Tú... maldita tostadora... suelta a mi N." Grito V con desesperación mientras empezaba a avanzar, pero se fue cuando una voz dulce y armoniosa las llamaba.

"V... J... ¿hola?" Por primera vez... en mucho tiempo escucharon la delicada voz de su N, hecho que emocionó a las chicas, quienes no pudieron evitar ponerse a llorar. "¿Dónde estamos? ... Umm... y... ¿Y Tessa?"

Las chicas estaban corriendo hacia N, pero al escucharle llamarlas, sus cuerpos se fueron entumeciendo, lentamente, frenaron hasta quedarse delante, unos pocos pasos, cerca de su amado.

Los ojos empezaban a lagrimear, sus brazos se movían con lentitud, queriendo tocar aquel sol, pero cuanto más cerca estaban, algo en su alma las carcomía, pudriendo su mente. Vacilaban, sus extremidades temblaban y sus bocas se secaban, sus ojos dudaban en que mirar. Su pelo, sus ojos, su lindo rostro, su cuerpo... no sabían si este era su verdadero N, y si era un simple sueño retorcido formado por su CPU.

Los ojos del joven eran temerosos, suaves, incluso frágiles, algo que parecía casi por romperse. Suavemente, él se levantó, sus extremidades parecían temblar y no tener articulaciones, quedando meramente entumecido. Sus sistemas visuales aún no enfocaron con claridad. Sus brazos se movían con sutilidad y fragilidad, parecían estar nadando en la nada, y sus piernas se movían temblando, dando pasos pesados hacia V y J.

Doll, en un principio no quería soltar el cuerpo de aquel drone, pero, algo en ella le susurraba que le dejara volar, soltando su vigoroso agarre y dejándole avanzar. Cada paso grueso en el frío suelo era una estocada en el corazón de V, J y Doll. Por otro lado, tanto Lizzy y Uzi miraban esto furtivamente, pero temerosas de decir o hacer algo que acabara con su vida.

La mano de Lizzy se apoyó con vacilación en el hombro de Uzi, acercó su rostro al de ella y susurro. "Creo... creo que lo mejor es que nos alejemos de aquí... no quiero morir...". Uzi volteo sus ojos hacia la porrista, sus ojos lavanda estaban algo temerosos pero relajados, su mirada era preocupada, pero no por su vida, por miedo al abandono.

Un último paso, más duro, resonó en el frío ambiente, dejando en silencio incluso el latido de cada núcleo. Un suspiro suave, casi de lamento salió de su boca, y el chico empezó a caer vertiginosamente contra ellas. Ambas, aun sorprendidas, dejaron de dudar y sus brazos se extendieron, agarrando al dulce sol antes de su atardecer.

"n... ¿N?" fue V la primera en preguntar con futilidad y voz temblorosa, tartamudeando, casi como si fuera aquella tímida criada, su respiración era llorosa, mas ella no sollozaba, aquellos temblores entrecortados productos de la tristeza. Sus ojos, dilatados, comenzaron a llorar, las lágrimas caían y caían por sus ojos, siendo ella incapaz de cerrarlos, incapaz de dejar de ver la fuente de felicidad.

J, por otro lado, un tortuoso nudo se formó en su estómago, un nudo que tiraba de sus tripas, tensaba sus órganos y reventaba su diafragma, transmitiendo todo el dolor hacia sus nervios viscerales, y por consiguiente, su dolido núcleo. Sus brazos se aferraban al cuerpo de N, negándose a dejarlo ir, negándose a perder a su único amor, rodeando su pecho y agarrando su espalda con la punta de sus falanges, arrugando su ropa. Sus ojos eran vidriosos, y al igual que V, derramaban lágrimas, su boca estaba cerrada, con miedo, con pavor a decir algo que le hiera, con hacerle el mismo daño que le hizo en el pasado.

Ahora tenían una nueva oportunidad, podían empezar desde cero... una nueva oportunidad de remediar todo aquello... ¿cierto?

La cabeza de N se levantó, con sutilidad y lentitud, como si un enorme peso estuviera oprimiendo sus hombros. Sus ojos dorados brillaban sutilmente, casi como si hubieran perdido el fulgor, y se encontraron con los de V y J, ante unas miradas de preocupación.

Había algo diferente en esta mirada, algo más suave, más gentil. Era... era como si N hubiera recuperado su felicidad, no es aquellas miradas vacías y carentes de ánimo que antes tenía. Es como si hubieran vuelto hace 20 años, cuando aterrizaron por primera vez.

"Por... ¿Por qué estáis llorando?" Preguntó en un murmuró que casi parecía estar moribundo. Sus manos subieron con dolor y el traqueteo de su maquinaria, y con suavidad tocó el rostro de cada una, su mano izquierda el rostro de J y la derecha el de V.

Apoyadas en cada mejilla, las manos están ásperas y frías, haciendo que ambas sientan verdadera repulsión por aquel toque. Y sus ojos captaron diferentes datos.

V, vio con asquerosidad y dolor, el rostro moribundo de N, el mismo que ella forjó. Se sentía asqueada consigo misma, retrocediendo un poco, evitando el toque de su esposo. J, era todo lo contrario, aunque se sentía mal por el toque de N, su mano agarró la de él y la presiono fuertemente contra ella, su respiración se suavizó y solamente era capaz de ver el rostro que siempre ponía N al sufrir sus agresiones.

"Agh..." gimoteo. "Estáis tan hermosas." Murmuró con suavidad.

"Necesitas descansar N..." susurro J, acariciando con la yema de su pulgar el dorso de su mano. "V y yo nos encargaremos del trabajo, y cuando acabemos, podremos volver a la nave." Dijo con voz suave pero autoritaria, mientras sus ojos miraban con desprecio a aquellas workers.

Doll no retrocedió, frunció su ceño, y su actitud taciturna no cambió, siguió estoica y firme. Sus puños se apretaron, mirando a aquella cruel asesina, ignorando el resto. Primero mirando a la de coletas, y luego a la chica del corte bob, recordando aquella noche... aquellos sucesos. Sus piernas temblaban con miedo, su aceite hervía y sentía como la brujería arraiga en su ser.

Pero no vacilaba, seguía firme, delante de aquellas dos gorgonas permaneció taciturna, seria y con el ceño fruncido.

"¿Por qué lucís tan diferentes?" preguntó el muchacho, mientras miraba a sus dos compañeras. "¿por qué vuestros ojos son amarillos? ¿Qué tenéis en la... cabeza? Es como... una diadema... se os ve muy linda..." murmuró entre sus preguntas divagatorias. "¿Por qué... mi muñeca es tan rara?" Se cuestionó, mirando su mano que tocaba el rostro de V.

"A qué... ¿a qué te refieres N? Este siempre fue nuestro aspecto...?" Respondió suavemente la chica de la chaqueta bomber, aun con la mirada perdida en su amado, pero temerosa de romperlo.

Una pequeña parte de Uzi gritaba dentro de ella, molesta por ver aquellas apestosas muestras de afecto. "Oh... oye tu, robot... sádico asesino... suelta... a ese chico anormalmente... lindo..." todas voltearon a mirarla, algunas con ojos filosos, mientras que Lizzy puso los ojos en blanco y nego con la cabeza, la pequeña emo se sonrojo y frunció enfurecida el ceño, mientras evitaba las miradas peligrosas.

"¿Qué has dicho, tostadora parlante?" Preguntó la matriarca con voz autoritaria y enfadada, con ojos estrechados hacia la chica uva. "Oh jojojojo.... No sabes cuanto disfrutaré matandote..." estalló en un grito contundente, atemorizando a las trabajadoras, quienes se encogieron y retrocedieron con vacilación, a excepción de Doll.

Claro, la chica se asustó, sus ojos reflejaban aquel temor natural propio de una criatura en el último de sus momentos. Pese a sus similitudes claras, pues ambos son drones, con las mismas manos, el mismo cráneo, casi todo idéntico... pero... algo aterrador. Está subrayado, que estos seres creados de la mano del hombre, pese a parecerse a aquellos llamados worker drones, son realidad aberraciones híbridas que no deberían existir.

Pero aun así, Doll no retrocedía, apretó más fuerte sus manos, causando un breve sangrado de sus palmas, y formándose a morder su propio labio, manchando su boca del dulce ébano.

Pero, la reacción no se hizo de esperar, antes de que J avanzará o Doll hiciera algo con su rara magia espectral. La voz serena de N rompió su tensión, dejando que en aquella oscuridad reinara el silencio. "A... ¿a qué te refieres con... matar? ¿J?

V vio que J se quedaba rígidamente quieta, como paralizada. Doll también permaneció inmovil, todo su cuerpo se relajo, de algún modo, logró que su cuerpo, antes tembloroso, quedase inmovil, espectando al chico que la salvó.

V, vaciló, no sabía si mirar a N o ver la furia latente de J. Ya, en otras ocasiones, el propio N le cuestiono a ella misma por qué mataban, ella no sabia que responder, si quiera, ¿por qué deberían cuestionarse? A final de cuentas fueron creados con esta intención, solamente son... maquinaria hecha para matar, simplemente.

Pero, en las situaciones cuando N le cuestionaba a J por esto... ya sea por órdenes de arriba o simplemente porque J odia que alguien se cuestione el actuar de la compañía... Esta perra demuestra porque es la líder de viles máquinas asesinas.

Después de hacerle aquella pregunta, durante una noche de especial tormenta, y el terreno pantanoso. Solamente se escuchaba el gorgojeo, producto de los keybugs, proveniente de las desoladas ruinas, oh eso es lo que primeramente pensó N.

Pero, un sonido mecánico, como de engranajes, cercano a él, lo sacó de su aturdimiento, y volvió a escuchar ese gorgoteo, o mejor dicho, un siseo de ira. Dejando paralizado al chico, con el aliento agitado, la luna se ocultó y solo quedó una breve luz visible, una que le iluminaba a él y a V.

Otro silbido, especialmente estruendoso, le alertó. Viendo a J, quieta, a una distancia de 10 metros, al límite de iluminación lunar. Erguida, con sus dos coletas moviéndose por el viento, siendo de un tamaño similar al suyo, pero luciendo más amenazadora.

N espera, observando al estático líder, pensando que algo la hizo enojar y por ello, es mejor no hablar. Pero es entonces cuando N siente un impacto en el pecho. Un ruido de golpe seco, y N tocó con su mano, sintiendo una sustancia viscosa, cálida y aceitosa, es su petróleo.

La matriarca le había disparado, con una recortada, y antes de pensar algo más, sintió un segundo impacto, esta vez en la pierna, derribandolo al frío lodo. Levantando su mirada con lentitud dolorosa, pero es cuando da un último vistazo a J, cuando un tercer impacto le golpea en los ojos, o, bueno, su pantalla. Sintiendo como si unos clavos al rojo vivo se hubieran incrustado hasta la parte trasera de su cráneo, y cayó de rodillas gritando, aquel golpe fatal no lo había matado.

La tierra tembló debajo de él. Ahí supo que J se acercaba a él, podía oír el suave silbido, y a pesar del dolor, se esforzó en abrir sus inexistentes ojos. Y aun así, no vio nada más que puntos centelleantes contra un fondo opaco. Lentamente, su procesador le informó de la verdad... Estaba ciego.

El silbido se hizo más intenso. Una oleada de náuseas y vértigo envolvió su cuerpo, J estaba cerca ahora, podía sentir sus ventiladores oscilando en frenesí, y siendo oscuramente consciente del jadeo de la depredadora.

Su terror era extremo, ahí mismo, extendió sus manos y las agitó. "Lo... lo siento J... solo..." Entonces hubo un nuevo dolor, abrasador, como si un cuchillo ardiente estuviera en su vientre, y N se estremeció, con un último suspiro de cansancio. Una de sus manos palpó su cuerpo, buscando su parte inferior, sin llegar a verla. Es cuando N toca una parte desgarrada de su abrigo, y después, una masa espesa, cálida y resbaladiza, sorprendentemente tibia y húmeda.

Es cuando, con horror, se percató que su mano tocaba sus propios intestinos. J le había abierto en canal, sus intestinos habían salido de su cuerpo. Después sintió un nuevo dolor, a ambos lados del cuello.

El dolor se hizo más intenso, mientras era levantado y puesto en pie, supo que J le había tomado del cuello con sus mandíbulas. Sus brazos colgaban inertes en sus catados, sus piernas estaban muertas y arrastradas en el suelo, y su cabeza colgaba mirando, o mejor dicho, colocada hacia el suelo.

Y a compresión del horror de esta situación, le sucedió un deseo de que todo acabara.

V tragó saliva, tibia y asquerosa, descendiendo por su garganta. Cambió de posición, su mano izquierda siguió sujetando a N y lo echó hacia atrás de ella, abrazándola con fuerza. Su otra mano, la derecha, se extendió, estiró su brazo y sacó sus garras, cambiando uno de sus ojos por una cruz. El sudor bajaba por su frente y las sienes, y su boca se llenaba de agua.

"J... J..." Empezó en un tartamudeo sutil. "Tenemos... tenemos que detener esto..." La líder no hacía nada, siguió quieta y estática, incomprensible de que saber. Por el contrario, las tostadoras parlantes miraron, con incertidumbre, a aquella asesina del corte bob.

Aunque algo ardía dentro de la bolchevique, esas palabras no le agradaron, o no la convencieron, y las lágrimas comenzaron a bajar por sus ojos. A pesar de la peligrosísima situación, ella empezó a sentir miedo de aquellas aberraciones, incluso si ella misma es una de ellas.

Aquella noche, en ella murieron sus padres. Cuando la tercera integrante de estos asesinos. Cayó desde el tejado, sobre su madre, y destriparla en el acto con sus garras curvas, como cuchillos de carnicero. Dejando a Yeva y a Dolly viendo como la asesina fatal le saca sus entrañas.

Sobre Yeva estaba la sádica mujer, comiéndose sus tripas. Iván presenció esta escena aterradora, horrorizado, y aprovechando la distracción para ayudar a esconderse a Doll. Y es cuando el hombre, una vez oculto a su pequeña, que hizo un pequeño ruido.

alertada la cazadora, cuando esta da la vuelta, similar a un búho, su cabeza. Mirando al desesperado padre a los ojos, al mismo tiempo que abrió su hocico lleno de sangre, cables y carne.

Doll sacudió su cabeza, desesperada por salir de su estupor doloroso, y queriendo olvidar aquella noche oscura, aquel sonido de la lluvia y aquel sonido de ave.

"Sabes bien, J, qué..." Se atraganto con sus propias palabras, pero re empezó. "Sabes bien que a N nunca le agrado la idea de... matar... por favor... J, no hagas esto... no sigamos haciéndole daño a N..."

La mujer de coletas no se dio la vuelta en ningún momento, su cuerpo seguía rígido, con los hombros firmes, pero el temor de V incremento, solo por un suspiro grave y prolongado de su líder, quien ahora estaba cabizbaja. "V..." Dijo con firmeza. "¿Por qué...? ¿Por qué os gusta llevarme la contraría...?"

Las piernas de V comenzaron a temblar, asustada, su brazo que abrazaba a N se sacudía con lentitud y no sabia que responder, pero se autoconvencía que aún es capaz de hacerle frente a J. Incluso, tras haber peleado con ella en otras ocasiones, aun así siente miedo, nunca antes le había llevado la contraria por algo de la compañía y aún más... No sabe porque se siente así, es como si, para ellos, la propia compañía fuera un tabú, algo para intimidarlos.

No le tenía miedo a J, no, no a ella. Era a otra cosa, algo que, ahora que V mira mejor, J tambien parece estar aterrada, no es que esté furiosa... Ella no tiembla, está paralizada, paralizada del miedo, siendo únicamente capaz de hablar.

"V... lo que hacemos, es por el bien... de la compañía. De nuestra... empresa matriz estelar. Debemos matar... por nuestra supervivencia, y hacer que nuestros superiores se sientan orgullosos de nosotros..." Dijo J con falso autoconvencimiento, a pesar de su postura firme y seria, y su voz autoritaria, en ella había pequeños resquebrajos de pánico.

"No... No os estoy entendiendo." Murmuró N, pero siendo lo suficiente para ser escuchado por todas en la sala. "¿Por qué habláis de matar...? Jajajaja, ya... veo, es una broma. ¿Cierto, chicas?" Esto provocó que J y V se volteen a mirarlo, algo preocupadas. "Creo... creo que es mejor que volvamos al salón principal, debemos organizar la sala para la gala." Dijo, sonriendo con su alegría innata y dejando algo confundidas a todas las chicas...

Fin... Parte 1.


Bueno, hola gente hermosa, llevan mucho esperando, supongo? Jajajaja. Disculpen la demora, aqui esta el capitulo final de la parte uno. Para el siguiente capitulo tardare tambien, pues ahora soy estudiante universitrio, y el dia 11 tengo un examen de 22 temas de biologia... asi que, bueno, tardare, pero seguire aqui.

Solamente quería desearles a todos ustedes un feliz hallowen, es una de mis epocas favoritas ya que es donde mejor se refleja el horror gótico. Pero bueno, espero que se la pasen muy bien y que se diviertan mucho.

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