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A las 6:10 de la mañana. James salió del sótano. Con paso severo, se dirige hasta el dormitorio en donde descansa el alcoholizado Ian.

Con un enorme estruendo abrió la puerta. Se dirigió hacia la alcoba donde el asqueroso cerdo dormía. La habitación echaba una pestilencia a etanol, grasa, sudor... Este olor era tan desagradable que cualquiera que estuviese ahí lloraría y sus fosas nasales arderían.

El olor putrefacto, fermentado, vómito eran similares al mercaptano. Una mezcla de azufre salido del averno que era la sucia boca con caries, dientes caídos y roña de semanas. Una pestilencia de metano e hidrógeno carcomía el ambiente. Estaba claro que, si James prendiese una cerilla, la habitación explotaría por todos estos gases volátiles

James agarró a este ser del cuello, lo iba a lanzar fuera de su casa.

Ian: -Eh...eh. Qué... Qué pasa. ¿James qué haces? -

James sin responder abrió la puerta de entrada a la mansión y lo arrojó a la calle. Este asqueroso cerdo cayó de culo.

Ian: -Qué mierdas James. Qué coño crees que haces... -

James: -Cierra la boca sucia alimaña. Ya mismo te vas de mi propiedad, eres un ser repugnante, desagradable y arrogante. ¿Quién te crees al mirar a mi mujer e hija con lujuria? ¿Quién coño eres para meterle mano a mis empleadas? Eres un baboso de mierda que insinuó que le dejase a una por diversión. Ahórrate tu dinero, JcJ and Jenson ya no hará más tratos contigo. Ahora vete antes de que decida golpearte. -

James cerró con un duro golpe las puertas y dejó a la alimaña allí tirada estupefacta. A pesar de cómo era James, su prioridad era su hija y su bienestar. Aunque nunca lo admitiría, él veía a N, J y V como sus hijos. Era duro con ellos para hacerlos mejorar. Pero los amaba.

Aunque a N le tratase como basura, lo golpease hasta la muerte y lo intoxicase. Una parte de él, su parte rota, su parte infante, quería ayudarlo, cuidarlo. Pero su mayoritaria razón de abusos paternos solo se centraba en romper al chico y dejarlo con traumas y desestabilidades mentales.

James: -Agg... soy una mierda, sí... sí solo fuese mejor, ellos estarían bien. ¿Por qué no... no puedo cambiar? -

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Voy a tratar mi obra por el marco de la Divina Comedia de Dante Alighieri

Es un poema épico del siglo XIV con tres partes que van a simbolizar el avance de la trama.

Infierno:

abandona la esperanza si entras aquí

Por cierto, posible momento horny.

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N se encontraba en una camilla postoperatoria, sus extremidades estaban encadenadas. La lámpara clara sobre él, emite una radiante luz cegadora.

Él sentía un peso sobre su pecho, su cuerpo experimentaba un dolor placentero. Su cuello hormigueaba y sus nervios se relajaban, su mirada estaba apagándose y sus ojos se rendían poco a poco.

Sus respiros eran pesados y calurosos, llenos de lujuria. Lentamente bajó la mirada y vio a una chica de pelo plateado mordiendo, lamiendo y chupando su cuello. Extrayendo su dulce "sangre", el cuerpo del muchacho se estremecía. El calor corporal que emite la mujer era tal que relajaba al completo niño.

La chica seguía llenando el cuello de nuevas marcas de colmillos. La vil chupasangres, luego de chupar estos orificios, lamía la herida cerrándola en el proceso, y luego volvía a ensartar sus colmillos. Repitiendo el proceso periódicamente.

N, lleno de lujuria, no podía dormirse, su cuerpo no se desmayaba y seguía consciente viendo a la mujer. Su boca se abría lentamente y se cerraba, tragaba su saliva con cuidado y se relamía los labios llenos de placer.

La chica se levantó de su cuello, posándose sobre las caderas del chico. La feminidad de la mujer descansaba sobre el miembro semi erecto del joven. N observo y trago saliva, al ver aquel cuerpo curvilíneo. Eran siluetas, pero lo suficientemente excitantes como para hacerle babear de lujuria.

Unas lindas caderas, pequeñas en comparación a las de Luisa, pero hermosas en aquel cuerpo, un busto de copa A, que seguía contrastando con la mujer. Una risa juguetona y coqueta salió de aquella sombra.

Lentamente la mujer acercó su cabeza a la del chico. N entendió lo que iba a pasar y se preparó para corresponder aquel beso. Pero cuando sus caras se encontraron. N sudo frio, se aterro. No había ojos ni un visor. En cambio, era un vacío, un hueco que ocupaba casi todo el rostro, en donde solo resaltaba una inmensa tiniebla ¿reconfortante? Pero N se centró en los lindos y suaves labios de la chupasangre. La mujer abrió la boca y vislumbro unos dos colmillos blancos como el hueso y puntiagudos como alfileres. Una dulce lengua se asomaba por la lengua, esta era roja como el vino, haciendo contraste con el pintalabios blanco de la chica.

La mujer golpeó sus labios con los de él estupefacto. Una larga lengua se introdujo en la boca del muchacho, esta exploró la cavidad, restregó su lengua por las mejillas, la pasó por el paladar causándole cosquillas al joven. Lamió los dientes del niño y finalizó enredando su largo apéndice con la lengua del muchacho, restregándola por esta, haciendo movimientos sucesivos de la base de la lengua hasta la punta.

N tardó un tiempo, pero empezó a corresponder el beso. Con calma pasó su lengua hasta tocar los labios de la mujer, pidiendo entrar a la cavidad de la chica con calma.

N logró pasar su lengua, ambos apéndices aún conectados, danzaron en la boca de la chica. De ambas bocas escapaban subes gemidos de placer. El miembro de N empezó a endurecerse más y más. Ambas intimidades estaban casi en un beso inferior.

El pene de N se retorcía de placer, y la feminidad segregaba fluidos de amor que mojaban la virilidad de N.

Sin esperarlo. La mujer clavó sus colmillos en el labio inferior de N. Extrayendo el néctar de este, dando al beso un toque dulce y cálido. Esto solo ocasiona dolor en N, pero momentáneamente pasó a ser placer.

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Simultáneamente, en el cuarto de N.

Este chico estaba durmiendo. Pero sobre él estaba V. Esta chica estaba haciéndole un beso francés, mordiendo el labio inferior del chico, restregando sus lenguas. Pero en este momento había algo distinto.

Todos los besos que V le daba a N mientras este dormía, no eran correspondidos, era V quien hacía toda la acción. Pero, por primera vez, el dormido N, correspondió y jugó a la par que V con sus labios y lengua.

V en éxtasis total, empezó a masturbarse llena de lujuria sobre N. Introdujo al completo dos de sus dedos en su intimidad. Desplazándose con cuidado, jugando con la piel rugosa y mojada del interior. Jugó al completo con su interior, separando y juntando los dedos para causarle un mayor placer. Cuando ella llegó a su límite, rocío al joven con sus jugos de amor.

V se separó de los labios de su amado, aun les conectaba un hilo de saliva que lentamente comenzó a caer sobre la cara del herido. V volteo a mirar al otro saco de dormir, J aún seguía durmiendo, de algún modo, esta no escucho los gemidos y suspiros de N y V.

V siguió observando a N, llena de placer y lujuria, quería llevar esto más allá. Quería devorar a N, hacerlo suyo. Pero ella se alejó y volvió a acostarse sobre su saco para descansar un rato más. Pero antes se aseguró de limpiar a N.

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Fuera momento Horney.

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Una vez, cuando todos despertaron. V y J fueron a revisar a N. Este aún estaba en un profundo sueño. J se percató que N tenía marcas de mordiscos en sus labios y cuello, esto la extraño, pero decidió no darle mayor importancia.

J estaba a punto de acariciar el rostro de N, bajo la mirada llena de celos y rabia de V. Pero, sin darse cuenta ninguna de las dos, N despertó. Los seis ojos virtuales se encontraron y se miraron con amor y cariño.

-Buenas, qué tal están chicas- Todo esto salió de la débil boca del chico, su voz temblaba y era más silenciosa.

V y J se estremecieron al escuchar aquella dulce y ruidosa voz convertirse en una débil y casi imperceptible.

J: -Bien. Estamos bien, 'lindo' idiota (lo que este entre '' son susurros) ...

... Tu... tú que tal. ¿Cómo te sientes? Te duele todo verdad. Hoy descansa... V y yo haremos tu trabajo. Tú duerme un poco más. -

V: -Si N, estas bastante mal, tienes que descansar. No te sobre esfuerces. -

N solo les respondió con una cálida sonrisa, pero débil. Parecía más una mueca. Pero aun así era un sedante para el que la viese. A las damas les dolía ver esta sonrisa o el intento de una. Les dolía ver a N sufrir tanto para ayudar al resto, pero que nadie tratase de ayudarlo. El núcleo de las chicas se fragmentaba al ver a su pobre amado hecho una mierda.

No podían demostrar debilidad delante de N, sabían que si N las veía llorar haría de todo para alegrías, aunque eso significase reabrirse las heridas.

J: -Descansa idiota 'lindo'. V vamos hay trabajo que hacer. -

V antes de salir se despidió de N, le acarició el rostro y le susurro al oído.

-Gracias por ayudarme tontito, pero... no vuelvas a arriesgarte por mí. No quiero verte herido. -

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En el bar estaban las cuatro mujeres en silencio y sentadas en la barra. No sabían qué decir o hacer. Para ellas, ver a N así era doloroso, ver a la persona que más amas en el suelo destrozada y humillada solo hacía que sus corazones se rompiesen.

La sala estaba llena de otros workers, limpiando y ordenando todo.

De la puerta principal entró James y se sentó alejado de estas mujeres. Él llevaba una cara de pocos amigos, el ceño fruncido, la boca inexpresiva. Cuando se sentó, solicitó su café Green eye matutino con tostadas y tomate rallado.

Los 3 camareros que había se helaron al escuchar esto. Si algo le molestaba más a James que cualquier otra tostadora con patas de aquí, era la tardanza y que su café no estuviese bien preparado. El mayor problema es que solo había un camarero capaz de hacerlo a la perfección y curiosamente es al que la noche anterior dejó medio muerto.

Los compañeros del bar de N no sabían que él estaba en un estado parcial de muerte y empezaron a quejarse e insultar en voz baja por no estar ahí. Esto fue escuchado por las 4 señoritas y el propio James. A los 5 les hervía la sangre por escucharlos hablar así de tremendo ser de luz.

V y J iban a arremeter contra estos bastardos, pero antes de hacer nada. James gritó:

-¡¡¡Os vais a mover o necesitáis que os destroce como al mayordomo inservible, pedazos de basura!!! -

Las mujeres se helaron por tal grito. Aunque las cuatro quieren reprender y quejarse con James por lo que le hizo a N. Todas sentían miedo de este hombre, sus gritos, golpes y todo solo ocasionaron el que ellas pensaran que podrían ser las siguientes y las hacía callar.

Sin esperarlo, delante de James había una taza perfecta de Green eye y sus tostadas. Todos en la sala levantaron la mirada y lo que vieron delante les aterrorizó.

...

N, ahí parado, con una sonrisa de oreja a oreja, pero con leves muecas de dolor.

-Ahí tiene jefe, espero lo disfrute. - Dijo en un tono tranquilo, calmado y alegre.

Ninguno se atrevió a hablar, lo de delante suya solo los callaba, su sangre se helaba y se ponían ansiosos.

Un N con un brazo escayolado, parte de la visera vendada, el torso para abajo lleno de vendajes. Moratones por todo el cuerpo, que, aunque trataba de esconder, algunos aún eran visibles. El cuello vendado escondiendo la rojura que le dejó la soga (y los mordiscos de V).

N estaba con una cálida sonrisa incomprensible, ojos calmados y semi-apagados. Su cuerpo destrozado pero relajado. Respiración calmada y latidos casi imperceptibles.

James, Tessa, Luisa, V y J tragaron saliva, sus mentes desviaron. No comprendía por qué, N alguien tan amable y cariñoso, tenía que sufrir tanto. Por qué se dejaba amedrentar, golpear, humillar, insultar, escupir y destrozar, y... y aun así podía mantener su sonrisa, una sonrisa sincera, no de malicia, ni radical, ni lujuria, ni coqueta, ni de burla, solo... solo una sonrisa de sinceridad, amor, cariño y paciencia.

Una sonrisa que cautivaba a aquel que la viese, lo relajaba y que se sintiera amado. Pero esto solo ocasionó más dolor en las mujeres. Ellas se sienten dolidas, rabiosas, ansiosas.

James ni se sorprendió del todo, N era así, siempre, daba igual el tipo de paliza, volvía con una cálida sonrisa. Con su personalidad calmada y amable dispuesto a ayudar y hacer de todo solo para que otros estén bien.

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James ya no estaba en la sala, solo quedaron las chicas y N.

Estas empezaron a hablar con el joven, le reprendieron por haberse levantado de la cama.

Tessa: -N por qué estás aquí. Tienes que volver a descansar, tu cuerpo no está bien. -

-Estoy bien... tranquila Tess...- Dijo N con una voz débil, pero antes de acabar fue interrumpido.

J: -¡¡¡No... no estas bien, tu cuerpo... está destrozado tienes... tienes que descansar!!! -

V y J agarraron con cuidado a N y lo llevaron a su dormitorio. Aunque N tratase de lucir que nada le dolía. Todo su cuerpo estaba demacrado, la pierna no la podía ni doblar. Todas pensaron él como habría bajado las escaleras sin caerse, o como si quiera se podría haber puesto ropa nueva y limpia sin abrirse las heridas.

Cuando todas estaban en la habitación de N, lo volvieron a recostar en la cama. Este gimió de dolor, le dolían las costillas. Pero seguía disimulando.

Luisa le suministro a N analgésicos por vía intravenosa, N ya estaba un poco más calmado y les agradeció a sus amigas.

Todas se retiraron para dejarle descansar no sin antes abrazar con cuidado al desdichado.

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N había tratado de levantarse para dirigirse a su estantería. Acabo cayendo al suelo, justo en ese momento J entró por la puerta, escuchó el golpe y al ver a N en el suelo quedó paralizada.

Expectante vio el intento del pobre N de levantarse, él no se rendía. Seguía esforzándose, a pesar del duro dolor logró levantarse y apoyarse en la cama.

Aunque J no lo admitiese, ella admiraba el valor y fuerza de N. Él nunca se rendía, buscaba distintas formas de mejorar, de ayudar y de avanzar. Aunque ella lo patease, le insultara y se burlarse, esto solo era un método para escapar de sus sentimientos, esconderlos detrás de una máscara de una abusona y tratar de suprimirlos. Pero por mucho que hiciera eso, nunca se olvidaba de él.

Todos sus sueños giraban en torno a N, sus pensamientos tenían a N y su único anhelo era estar junto a él.

Antes de que N pudiese realizar otro movimiento, J apoyó el brazo de N sobre su hombro y nuca, ayudándolo a dirigirse a la estantería. N le devolvió una feliz y agradecida sonrisa.

J: -Bueno, que es lo que buscabas idiota. -

N simplemente agarró un libro y siguió sonriendo. Le indico a J que quería volver a la cama.

Una vez J ya dejó a N sobre la cama, esta se dispuso a marcharse. No obstante, N cogió la muñeca de J.

-No... te apetece que lo leamos juntos. - Dijo la débil voz de N, mientras que con su otra mano golpeó suavemente la cama, indicando que se acuesten juntos.

J se ruborizó, pero lentamente se acercó y se recostó al lado de N. Ella quería rechistar, replicarle, o irse sin más, o eso creía ella. Su verdadero ser quería recostarse junto a él, abrazarlo, acariciarlo, besarlo, o... o algo más.

J sufría al no poder demostrar sus verdaderos sentimientos, quería gritar, decirle "Te amo, eres lo que más quiero, te necesito...". Pero sabía, que, al haberse comportado como una mierda con él, él no sentiría lo mismo. Pero ¿Es esto verdad?

El amor que sentía por él era puro, simplemente puro. Pero era incapaz de demostrar aquello. Ella se veía incapaz de ser amada o amar. ("Se aprende a amar, amando." San Francisco de Sales). A pesar de que N siempre demostrarse su cariño y amistad, ella solo veía eso como simple compañerismo, no creía que él la quisiera de manera recíproca. Pues claro, ella no era tierna y dulce como V, no creía que fuese bonita a los ojos de N. V casi siempre estaba junto a N, esto solo ocasionaba que el núcleo de J se retorciera de dolor. Si tan solo fuese más como V, N se fijaría en ella.

Saliendo de sus pensamientos, se estremeció al escuchar la frágil y dolorosa voz que salía de la laringe de N. J con rabia, o mejor dicho con pasión, agarró el libro e indicó que ella lo leería, N le devolvió una gratificante sonrisa, y le dijo un gracias apagado y sensible.

J observo la tapa dura del libro de colores pálidos y oscuros, con una bestia central que parecía una especie de Dragón agarrada a un mástil o columna. El título decía Dagón, relato de H. P. Lovecraft.

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El protagonista narra una experiencia aterradora que tuvo durante la Primera Guerra Mundial. Después de huir de un submarino alemán que hundieron, se encuentra solo en una isla desierta. Al explorar la isla, descubre una extraña formación rocosa que se asemeja a un antiguo ídolo marino. Cerca de esta estructura, encuentra un abismo en el océano y, para su horror, un monstruo marino gigantesco y repulsivo llamado Dagón emerge de las profundidades.

El protagonista se da cuenta de que Dagón es un dios ancestral adorado por antiguas culturas. Desesperado y lleno de horror, el narrador escapa milagrosamente de la isla, pero queda profundamente traumatizado por la visión de este ser monstruoso.

El cuento encapsula muchos de los elementos típicos del estilo de Lovecraft, como la existencia de dioses antiguos y cósmicos, la insignificancia de la humanidad frente a la vastedad del cosmos y la fragilidad de la cordura cuando se enfrenta a lo desconocido y a lo horroroso.

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J se estremeció de temor, sabía que el libro sería de horror, pues era el género favorito, por detrás de los documentales, del mayordomo. Aunque a J no se le diera muy bien leer o narrar, iba a dar lo mejor de sí. Quería impresionar a N, leyó en alguna ocasión que la mejor manera de entablar una relación era con gustos e intereses similares. Sabía que N y V eran amantes de la lectura, sobre todo N, incluso más que las películas.

Pero a J no le llamaba especialmente la atención el leer, si le gustaba escuchar a su amado leer o hablar tonterías de sus libros y novelas. El gran entusiasmo que le ponía N era simplemente encantador, el corazón de J latía con fuerza al escucharle alegremente.

J respiro hondo y empezó a redactar, su voz era nerviosa y titubeante. N le tocó el hombre y le dijo.

-Si no quieres no hace falta. -

La débil voz de N solo la tenso más, ella se planteó el largarse, pensó que N le estaba indicando que la hacía mal. Pero al ver los ojos del muchacho se percató de que estaban débiles, caídos, rojizos y con ojeras. Estaba claro que por su cuenta N no lo iba a lograr.

La necesitaba, a ella. Lo que siempre más quiso fue poder ayudar a N en algo, serle útil.

Ya no dudo, se calmó y empezó a leer, ahora con una voz más firme, recta y alegre. Sus nervios abandonaron su cuerpo, su corazón latía fuerte pero no por vergüenza o miedo sino por cariño.

J tenía un inmenso rubor, pero a diferencia de otras ocasiones no lo quiso disimular con un ceño fruncido o un insulto. Lo aceptó, por primera vez aceptó sus sentimientos por N, le iba a demostrar de lo que era capaz, quien era y que se fijase en ella.

...

...

...

Observé, como digo, su grotesco y extraño tamaño; pero en un momento decidí que no eran más que los dioses imaginarios de alguna tribu primitiva de pescadores[...]. Asombrado por este inesperado vistazo a un pasado que va más allá de la concepción del antropólogo más audaz, me quedé pensativo mientras la luna proyectaba extraños reflejos en el silencioso canal que tenía ante mí.

Entonces, de repente, lo vi. Con sólo un ligero movimiento que marcaba su ascenso a la superficie, [...] parecida a Polifemo y repugnante, se dirigió como un estupendo monstruo de pesadilla hacia el monolito, alrededor del cual arrojó sus gigantescos brazos escamosos, mientras inclinaba su horrible cabeza y emitía ciertos sonidos medidos. Creo que entonces me volví loco.

...

...

Esta parte en especial estremeció a J, su mente empezaba a dibujar a aquel horrendo ser, esa grotesca piel escamosa y seca, unas garras asquerosas llenas de fluidos extraños. una enorme mandíbula con dientes más grandes que el cuerpo de la doncella. Ojos gordos de pupilas negras, y unas aletas en su cabeza.

J siguió leyendo a pesar de tal horrenda imagen, al acabar trago saliva. El libro hizo que todo el calor y confianza que sentía se esfumara. Al voltear vio a N sonriendo, sus ojos estaban más abiertos y tranquilos.

-Muchas gracias J, si hay algo que pueda hacer por ti. - Dijo N con la voz mejor que antes.

J: -Idiota, la que debe ayudarte soy yo. Porque... Porque te quiero. Raro mayordomo. -

J por primera vez lo dijo abiertamente, lo escupe sin más, logró sincerarse. Su núcleo se apaciguo. Dudo bastante al principio, pero sabía que quedarse de brazos cruzados no la llevaría a ningún camino, no puede esperar si quiere lograr algo, ha de hacerlo ella misma, el camino puede ser difícil, pero prevalecerá y llegará al final.

-Yo también te quiero J. - N lo dijo en un sentido de amistad.

Aunque J trato de procesar lo que dijo N, esta se puso nerviosa y ansiosa, su respiración se entrecortaba y sus manos temblaban. N le dijo, a ella, las palabras que más deseaba escuchar salir de su boca.

-Bueno no te quiero robar más tiempo. Cuídate, muchas gracias J. -

J tenía que volver a su trabajo, no podía seguir ahí por más que quisiera, pero antes de levantarse. Beso a N en la mejilla y le devolvió una risa burlona pero preciosa.

N se ruborizó y vio a J en la puerta a punto de salir.

J: -Cuídate bobito, y no hagas nada loco. -

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Momento pedófilo. En resumen, por si te lo quieres saltar.

El cerdo de Ian (el asqueroso hombre del anterior capitulo) es brutalmente asesinado tras su "intento" de violación a la enigmática niña del anterior capitulo.

Pd: si esto te excita eres un pederasta bro.

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A las 8:30 am

En un vertedero, mucho más cerca de la mansión Eliot. Ian estaba esperando su coche. Estaba rabioso, James no le dejó disfrutar de aquel dron. Quería humillarla, violarla, destrozarla y volverla una cerda sumisa. Este desagradable ser aún se pensaba por qué no le dejó hacer aquello, si solo era una estúpida trabajadora, tienen que hacer todo lo que les digan.

El horrible ser observo a lo lejos una pequeña doncella, menor a V quizás en sus 12 o 13. Pero algo era diferente, le era más atractiva. La gula dentro del hombre se intensificó, también quería humillar a esta dron. Ella iba desnuda, un pequeño busto de copa A que en ese cuerpecito y piel clara se veían hermosos, unas anchas caderas que no parecían de una niña de su edad.

Con su mano, la extraña criatura, le hizo señas al hombre para que viniese. El hombre tragó saliva, y con una mirada con hambre corrió hacia la niña. La enigmática criatura en respuesta salió corriendo en sentido opuesto.

Ian: -No huyas, solo quiero jugar, vamos a divertirnos preciosa. -

La niña curva en una esquina, poco a poco ambos se adentraron más en el apestoso vertedero. Sin darse cuenta el hombre entró a una cabaña, acorralando a la pequeña en el proceso.

El hombre babeando se acercó a la chiquilla, pero esta solo lo empujo haciendo caer de culo.

Ian: -Maldición, que coño crees que haces zorra. -

Ian se calló, al levantar la mirada y ver delante suya a la niña acostada en una cama que antes no estaba ahí. La pequeña con sus dedos, extendió su diminuta intimidad, el hombre trató de acercarse y desnudarse para poder acceder. Pero la niña lo evitó con una de sus patas. El hombre justo quedó con la nariz pegada a la feminidad. El bastardo comenzó a introducir su lengua pasándola por cada rincón, su gula incrementaba.

Con avidez la diminuta utilizó sus patas para hacerle una gayola a la ya erecta e indefensa (asquerosa) verga del sujeto. El hombre suspiraba de éxtasis. Al volver la mirada lo que vio le horrorizó.

Su lengua estaba llena de agujas y alfileres. Un enorme tubo-tentáculo estaba succionando su lengua, unas sierras eléctricas se aproximaban a su rostro. Las patas de antes habían sido reemplazadas por unas garras-pinza que arrancaban la piel de su miembro.

Trató de escapar desesperado, pero unos tentáculos bio-metálicos agarraron sus extremidades y lo acercaron más a estas garras.

Unas pinzas enderezaron su cabeza y le forzó a meter la cabeza en el túbulo de antes. Unas prolongaciones que terminaban en unos taladros se acercaban a sus ojos. El hombre gritó de dolor al sentir estos instrumentos perforar y desgarrar sus luceros, sentía como lentamente profundizaban, rozando su lóbulo occipital.

Mientras esto sucedía, unos tentáculos rompieron la piel del abdomen, profundizando, entrando por sus venas, arterias, intestino. Llegando hasta su corazón y sus pulmones, ejerciendo tal presión que los reventó.

El hombre empezó a convulsionar y vomitar a doble canal sangre, su saliva y heces se mezclaban con la sustancia carmesí.

La amalgama de tentáculos orgánicos y mecánicos, cables, cámaras, garras, pinzas, aceite y sangre que emanaba de la criatura, tenía cierto misticismo, embriagaba al sujeto y extrañamente este remanente evitó que se muriese a pesar de que su corazón y cerebro habían sido convertidos en papilla para ancianos.

Al final, el cuerpo, alma y ser del asqueroso cerdo fue devorado por el vacío, la singularidad, la oscuridad y la niña de antes.

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Fin del momento Pedo-nini

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Creo que me quedo algo largo así que lo dejo por aquí.

Para el jueves o miércoles subiré otro. Ya acabé los exámenes así que tendré más tiempo.

Si tienen algún consejo para profundizar en la relación de J y N se los agradecería pues no se me ocurre mucho de cómo hacerlo y lo que se me ocurre se me olvida a los 3 segundos

También necesito consejo para mejorar la narrativa y los diálogos, noto que son muy simples, minimalistas y monótonos. Cualquier cosa será de ayuda, Gracias.